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IRA
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“La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.”
–Séneca
Ira. Un sentimiento extremo, fácil de invocar y difícil de controlar, una flama que si no se apaga a tiempo puede resultar en un incendio complicado de apagar. Un extraño veneno que se instalaba lentamente en tus entrañas, pensamientos y se apoderaba de toda lógica y razón. Así era como ____________ Brooks se sentía en aquel preciso momento de su vida.
Y ahora que lo pensaba, ____________ la había sentido durante una buena parte de su vida, comenzando cuando se enteró de que tenía un asesino maniático y peligroso como pariente, posteriormente cuando Iegnus murió... En ese proceso que había estado sobrellevando no pudo evitar enfadarse con Iegnus por haberla dejado con ese vacío en el pecho, un vacío perteneciente a una parte de su familia. Luego con la muerte de su abuela, su ruptura y el accidente de Cedric.
Era lo suficientemente inteligente como para saber que esa... Había sido la gota que colmó el vaso, la que la había enviado al sótano para dejarla ahí encerrada, y si, _____________ Brooks estaba molesta, no, molesta no, ¡estaba iracunda! Y lo estaría el tiempo que fuese necesario porque, haber dejado a Cedric fue la peor cosa que había hecho en su corta y deplorable vida, no se sentía como un ser humano... Para nada.
Pero al mismo tiempo sentía una enorme depresión acompañar su ira, e intentaba disimularlo lo mejor que podía, pero todo eso la estaba consumiendo lentamente, estaba enfadada porque sabía que sólo había un culpable en aquella situación: y era ella. Ella era la culpable, de no haber conocido a Cedric jamás se habría tenido que separar de una de las personas más valiosas en su vida. Y viéndolo de esa forma... Otro culpable era Cian Westenberg...
—Mira, —susurró la voz de Delamine apenas audible a un lado de ____________, sacándola de sus pensamientos— Harry estaba aplastando el sopóforo con el cuchillo.
Fue ahí cuando la pelinegra cayó en la realidad, aún estaba en clase de pociones y aún estaba enfadada.
—¿Y? —respondió la pelinegra en el mismo tono, en esa ocasión no entendía lo que su amiga quería decir
—Que el contenido de su caldero tiene exactamente el color que debe tener, y está exactamente como el libro indica que debe estar —dijo la ojiverde con obviedad
En ese momento, la mente de ____________ hizo click, observó con detenimiento el caldero de Potter, luego dejó de lado sus pensamientos sobre su miseria de vida y la indignación se hizo presente en sus sentimientos, miró a Delly con el ceño fruncido, luego, sus mentes se conectaron.
Se fijaron que nadie les estuviera prestando atención para después, ponerse a imitar todo lo que Harry hiciera, comenzaron por aplastar con la hoja del cuchillo los granos de sopóforo. Delly le picó las costillas, ____________ soltó una risa baja inevitable, ese era su punto débil y solamente sus amigos lo sabían.
Harry estaba revolviendo la poción siete veces en contra de las manecillas del reloj y una en el sentido de las mismas, con eso, la poción de tornó de color rosa claro. Instintivamente Delly y ella se miraron asombradas e inmediatamente comenzaron a imitar lo que el ojiverde hacía.
Luego tomaron una pausa, siguieron haciéndolo, sin embargo, Ron Weasley se movió de lugar junto a Harry para ver si podía salvar su trabajo, con lo que las amigas al final de la mesa no pudieron seguir copiando el procedimiento de su compañero.
Ambas maldijeron en voz baja en el momento en que su poción se tornó roja, los vapores emitidos por todos los calderos, sumados a la enorme cantidad de estrés que las dos amigas sentían, provocaron que sus cabellos se esponjaran y se volvieran aún más rebeldes de lo normal.
_____________ recorrió la mazmorra con la mirada, la única poción que iba acorde a lo que decía el bendito libro, era la de Harry, aquello frustró demasiado a la pelinegra, de verdad quería mejorar en pociones. Pero no iba a poder si primeramente, su estado anímico no mejoraba y segundamente si Harry resultaba ser una eminencia en la materia.
—¡Tiempo! —anunció Slughorn— ¡Dejen de remover, por favor!
Todos se detuvieron, a un lado de la pelinegra, Delamine parecía querer echarse a llorar porque su poción no le había salido. «De todas formas no la puedo usar en el ÉXTASIS, ni en los trimestrales» pensó la pelinegra malhumorada, por un segundo pensó que si Cedric hubiera estado ahí, le habría ayudado y no le habría permitido copiarle a Harry, alegando que eso era trampa. Slughorn se paseó entre las mesas mirando el interior de los calderos. No hacía ningún comentario, pero de vez en cuando agitaba alguna poción, o la olfateaba.
Al fin, llegó a la mesa de Harry, Ron, Hermione, Ernie, Terry, Delly y ____________, sonrió con indulgencia al ver la sustancia parecida al alquitrán de Ron, pasó por alto el brebaje azul marino de Ernie y Terry, hizo una mueca al ver el líquido rojo oscuro de Delamine y ____________, y asintió en señal de aprobación al ver la de Hermione, lo que hizo que Delly gruñera en voz baja. Entonces vio la de Harry, y una expresión de júbilo le iluminó el rostro.
—¡He aquí al ganador, sin duda! —exclamó para que lo oyeran todos— ¡Excelente, Harry, excelente! ¡Caramba, es evidente que has heredado el talento de tu madre! Lily tenía muy buena mano para las pociones. Así pues, aquí tienes: una botella de Felix Felicis, ¡dale un buen uso!
El azabache se guardó la botellita de líquido dorado en el bolsillo interior de la túnica, ____________ quería mucho a Harry, pero en ese momento, lo odiaba demasiado, o quizás era que se odiaba a si misma por ser tan estúpida en cualquier sentido, lo único que sabía, era que una ira incontenible la estaba invadiendo, quería ahorcar a alguien o destrozar un salón. Finalmente ___________ salió del lugar cual venturrón de agosto, sus amigos corrían detrás de ella para seguirle el paso, porque estaba que echaba chispas por los ojos.
—¡____________, no es para tanto! —intentó calmarla Terry
—Si, manos de mantequilla, además pociones ni siquiera te gusta —argumentó Ernie una vez que la alcanzaron
—Exacto, tampoco la podemos usar en los exámenes —dijo Delly perspicaz
—¡No es por la maldita poción! —gritó la pelinegra inconscientemente
Sus amigos fruncieron el ceño, excepto Delamine, que ya sabía exactamente lo que ocurría con su mejor amiga.
—¿Entonces...? —comenzó Ernie pero la azabache lo interrumpió
—Sólo vayan a comer, los alcanzo después. —espetó la pelinegra iracunda
Se alejó de ellos corriendo mientras Delly la seguía lo más rápido que podía; ____________ empujó personas, ignoró preguntas y un par de comentarios tontos de parte de las chicas que siempre andaban detrás de Cedric, salió corriendo a los terrenos del castillo, se acercó al bosque prohibido, había un lugar al que le gustaba ir, dentro de los límites permitidos para los alumnos, ahí podría destrozar algún árbol caído o algo, una vez ahí arrojó su mochila al suelo con una fuerza tremenda.
Soltó un grito fuertísimo que espantó a los cuervos que había en la copa de los árboles, sacó su varita y comenzó a lanzar toda clase de hechizos contra el árbol más cercano, gritaba y destrozaba cosas mientras las lágrimas, acompañadas de algunos sollozos salían de sus labios, cuando ya no hubo nada más que amenazara con salir, se dejó caer de rodillas en el suelo, fue entonces cuando sintió los brazos de Delly rodearla, estaba destrozada, rota y muy, muy, muy molesta.
Lloró todo lo que quiso durante los próximos minutos, luego las dos amigas se sentaron junto al árbol destrozado y se dedicaron a arreglarlo sin hablar del tema, después fueron a meter los pies en el agua a la orilla del lago negro, ____________ miraba el horizonte esperando en momento en que Delly decidiera preguntarle el porqué de su repentino ataque de ira, no sabía si estaba lista para decirlo en voz alta, pero igual iba a decirlo, porque era Delly; la castaña la miró con una ceja alzada invitándola a hablar.
—¿Y bien? —inquirió la castaña esperando la respuesta
____________ suspiró pesadamente— Estoy enfadada.
—Si, eso ya lo noté, genio —obvió Delly rodando los ojos— mejor dime de una vez qué es lo que te molesta.
—¡Todo, maldición, todo! —explotó la pelinegra levantándose y caminando una par de pasos con los pies en el agua— ¡Odio esta estúpida clase de Pociones, odio a Harry por ser un maldito genio para las pociones!
Gritó la pelinegra tomando rocas de la orilla para posteriormente arrojarlas al agua lo más fuerte que pudiera.
—¡¡Odio a Cedric Diggory por haberse instalado tanto en mis entrañas, que ahora me es imposible olvidarlo!! ¡¡Odio mi estúpida capacidad de amar, odio estar a cinco mil kilómetros de distancia, odio querer abrazarlo todo el jodido tiempo!!
Gritaba la peliengra sintiendo las lágrimas bajar al tiempo que arrojaba las piedras con todas sus fuerzas.
—¡¡Odio su perfecta sonrisa y todo lo que me hace sentir, odio lo que tenemos que pasar, odio no poder ser una chica normal!! ¡¡Y ODIO A CIAN WSTENBERG CON TODAS MIS JODIDAS FUERZAS, POR HABER EXISTIDO!!
Explotó la pelinegra gritando tan fuerte como sus pulmones le permitieron, la ventaja de estar en el lago, era que entre el barullo del día a día en Hogwarts, la distancia y el eco, nadie oiría sus gritos; se desplomó en el agua, lloró con todas sus fuerzas mientras Delamine la acompañaba con un par de lágrimas silenciosas, ella odiaba ver así a la pelinegra.
Esas eran las diez cosas que la pelinegra odiaba de la vida en ese momento, jamás había creído que iba a odiar tanto a alguien como odiaba a Cian Westenberg. Después de un rato, ___________ se puso en pie de nuevo, toda mojada, pero ya no tan enfadada como al inicio, miró a la ojiverde al tiempo que sus ojos se cristalizaban de nuevo.
—Sus besos ahora son como cristal roto en mis labios... —comenzó la pelinegra señalando a un lado suyo simulando a una persona— Él me golpeó tan fuerte con su amor, que se aferró a mi pecho. Él dejó su marca, recordándome que olvide y no importa donde estemos, YO me quedo con el remordimiento, me dejó estás cicatrices recordándome que me olvide de su amor.
Explicó la pelinegra entre llantos señalando y haciendo ademanes con los brazos para enfatizar el dolor que estaba arrasando su pecho, como fuego en una chimenea, el fuego en su interior la estaba consumiendo, lentamente. Fuego que brillaba en la oscuridad, gritando por Cedric. Esa flama que alguna vez le dio vida... Hoy la estaba matando.
—Ese bastardo de Cian me dejó con un peso sobre mis hombros que me obligó a alejarme del hombre que amo, y me duele, me quema, me lastima estar lejos de él... —siguió la muchacha soltando ocasionales sollozos
—¡Carajo, mujer! ¿Por qué lo dejaste entonces? —inquirió Delly por millonésima vez en lo que ____________ y Cedric llevaban separados
—¡Lo dejé porque si ese maldito desgraciado llega a matarlo por estar cerca de mi, entonces será mi culpa y NO QUIERO QUE MUERA! ¡Entiéndelo! Era la única manera... Pero nunca pensé que me dejaría esta marca... —respondió la pelinegra llorando a mares— ¡Dejó su marca en mi corazón, acompañado de cicatrices y la mitad de mí!
Delamine apretó los labios, ahora entendía mejor el porqué su amiga había hecho lo que hizo, pero también sabía lo que Cedric significaba para ella, era su otra mitad, su complemento, el amor de su vida, su alma gemela. Pero la castaña también sabía que la única que no lo entendía aún, era ____________.
—Dejó su marca en mi corazón. Y yo sé que no soy buena para él, por eso intento olvidarme de todos los recuerdos —explicó la pelinegra sollozando— ¡pero es tan difícil! No puedo pelear contra eso, porque cada vez que recuerdo que se ha ido suena nuestra canción en la radio, seré honesta, cuando la escucho no puedo parar de sonreír porque me recuerda que... Había una vez en dónde tuvimos todo...
Dijo la pelinegra sentándose a un lado de su amiga, sostuvo la cabeza entre sus manos, dejando los codos apoyados en sus rodillas, dejó que las gotitas de agua cayeran por sus mejillas para después fundirse con el agua bajo sus pies, se sentía fatal.
En ese momento, lo único que había en la mente de _____________ era que no se podía acercar a Cedric, porque le hacía daño, entre más cerca estuviera de él, más daño le hacía, por eso el desgraciado de Cian lo había ido a buscar a su entrenamiento de Quidditch...
Porque ella aún lo amaba, y no podía olvidarse de eso, pero necesitaba olvidarse de ello si quería ayudar a Dumbledore a derrotar a Cian, y a Voldemort, pero no podía, ______________ sólo era una humana que había amado, y había amado más de lo que imaginaba.
Delly de limitó a pasar un brazo por los hombros de su mejor amiga, no podía evitar odiar a Cian Westenberg también, el único culpable de todo esto era Westenberg, y Delly lo odiaba, ahora más que nunca.
No sabía qué decirle a su mejor amiga, no sabía que más hacer, sólo lo que Hannah y Ginny les habían explicado, con un poco de suerte, eso funcionaría y todo estaría bien. Como Harvey le había dicho: sólo nos queda aferrarnos a la esperanza.
Y Delly no era la persona más optimista ni la más aferrada a una creencia, por eso ella y _____________ eran amigas –además de que eran la misma persona, en cuanto a personalidad–, pero cuando de ellas dos se trataba, una tenía que tener esperanza, sólo así habían logrado atravesar tanto, juntas.
Si para vencer a Cian, ____________ sacrificaba su felicidad, entonces ella era quien tenía que cuidarle la espalda, salvar su vida, como siempre lo hacían. Y no habría excepciones, Delly, Hannah, Ernie, Ginny y Terry verían la forma de que ____________ volviera con Cedric, aunque tuvieran que usar magia tenebrosa contra el que se interpusiera en su camino, porque, para Delly, si había alguien que mereciera ser feliz... Esa era ____________.
—Sé que es lo último que quieres oír, pero... Todo estará bien —dijo Delly abrazándola— te lo prometo.
—Lo extraño mucho, Delly —confesó la pelinegra entre llantos— creo que lo amo, lo amo en serio...
—Lo sé, lo sé —dijo la ojiverde con simpleza
Un rato después, ya secas y con los zapatos puestos, ambas se dirigieron al Gran Comedor, con suerte alcanzarían a comer algo antes de que la hora de la comida terminase, al llegar, Ernie le entregó un trozo de pergamino a la pelinegra, que lo desdobló e informó a sus amigos que era de Dumbledore, una nota con la fecha de su primera clase particular, que sería el sábado antes de la cena.
Con aquel sentimiento de vacío en el pecho, la pelinegra enrolló nuevamente el pergamino y se dispuso a comer con la mirada perdida en la nada mientras en su mente se repetía Wonderwall de Oasis, junto con el recuerdo de haberla bailado con Cedric frente a todo el colegio en aquella estúpida fiesta de Meredith Hoover... Viviría de recuerdos el resto de su vida, pero, a veces, _____________ olvidaba que lo único predecible de la vida, es que es impredecible.
»»————- ★ ————-««
El día estaba especialmente nublado aquella tarde del dos de septiembre, Cedric iba caminando por las calles de Londres de regreso a casa, había acompañado a Maxton a ver a su padre ya que le había encargado llevar algo a su oficina. Max se había quedado en San Mungo a cubrir el turno de una compañera suya.
Por lo que el ojigris caminaba solo de regreso a casa, estaba esperando a llegar a algún callejón solitario para desaparecer de ahí; en un cruce peatonal observó a una pareja caminar por la acera contraria a la suya, recordó la primera vez que hizo cosas muggles con _____________.
Una horda de enojo se apoderó del ojigris, había pasado de estar deprimido a molesto con la pelinegra –sólo un poco bastante–, por haberlo dejado y quizás con él mismo, ¿habría presionado demasiado con decirle que la amaba? ¿Se habría asustado cuando le pidió que se mudara con él al terminar Hogwarts?
¿Sería que ella ya no lo quería y no se atrevió a decirle? Odiaba estar solo, porque una de las muchas cosas que no le ayudaban en nada en aquel momento, era que pensaba demasiado, estar solo con sus pensamientos era peligroso. Y en parte, le gustaba estar solo, contradictorio, pero era la forma en que se sentía.
Cruzó la calle hasta llegar a un callejón ideal para aparecerse, en cuestión de un parpadeo, ya estaba frente a su casa, abrió la puerta sabiendo que ninguno de sus padres estaría, dado que ambos estaban trabajando, cerró la puerta detrás de él, dejó sus cosas en su habitación subiendo las escaleras.
Se tumbó en la cama después de encender la pequeña radio de su habitación, con la cual sintonizaba no solamente la RIM, sino también emisoras muggle, estuvo escuchando la música que ponían y también las noticias sobre el inexplicable clima deprimente que azotaba el país.
Las muertes y desapariciones de muggles aumentaban, también las de la comunidad mágica, según El Profeta, cosa que alarmaba a Cedric, pero no podía hacer mucho porque no era parte de La Orden del Fénix, ni tampoco estaba estudiando aún para ser Auror, por lo que tenía que hacer caso de aquellas extrañas indicaciones de Dumbledore...
Debía quedarse escondido hasta que atraparan a Voldemort o a Cian Westenberg. Aquellos pensamientos siempre lo llevaban a pensar en la hermosa pelinegra que quizás ahora estaría llenísima de tareas para los ÉXTASIS. Cedric soltó un pesado suspiro, estaba enojado con él mismo, más que con nadie, porque cada vez que intentaba olvidarla...
Ella realmente no lo dejaba, simplemente coincidía que comenzaba a escuchar la voz de la pelinegra en su mente, la escuchaba reír o decir una y mil cosas sobre aquello que le gustaba, todos los recuerdos juntos comenzaban a reproducirse en su mente como una película que no tenía fin; se dio la vuelta en la cama, justo en ese momento, una melodía conocida para él invadió sus tímpanos.
Today is gonna be the day
That they're gonna throw it back to you
By now you should've somehow
Realized what you gotta do
I don't believe that anybody
Feels the way I do about you now
Cuando menos lo notó, Cedric ya estaba cantando, mientras su mente vagaba en el momento en que escuchó aquella canción por primera vez, junto a la pelinegra, se sentía exactamente igual que la primera vez, solamente que... Ahora era solo un recuerdo, suspiró pesadamente.
Odiaba esa canción, odiaba que _____________ se había convertido eso que amaba tanto y sin lo que no podía vivir, odiaba su perfecta sonrisa, odiaba aquella cabellera negra que caía en suaves rizos sobre los hombros de la chica, hipnotizándolo; odiaba su voz y todas las canciones que cantaba...
Odiaba tener que estar a cinco mío kilómetros de ella, odiaba que la amaba tanto como para olvidarse de ella, odiaba las circunstancias que tenían que vivir, odiaba haberse acostumbrado tanto a ella, odiaba no poder tenerla a su lado, odiaba amarla y no poder decírselo.
—¿Ced? ¿Estás en casa? —inquirió la voz de su madre desde el piso de abajo
—¡Si, mamá! —respondió el ojigris intentando encubrir su desdicha
And all the roads we have to walk are winding
And all the lights that lead us there are blinding
There are many things that I
Would like to say to you but I don't know how
Aquella estrofa de la canción lo dejó pensando por un buen rato, ¿tendría ____________ muchas cosas que decirle? Tal vez nunca lo sabría, siguió escuchando la canción hasta que terminó, odiaba eso, porque cada vez que escuchaba aquella canción, la recordaba, no podía parar de sonreír, aunque no quería sonreír. Miró la foto de su mesita de noche, ahí estaba ella, con aquella sonrisa que se cargaba...
—Ced, ¿qué te parece si...? —iba diciendo su madre, pero se detuvo al ver así a su hijo— Cariño, ¿qué tienes?
Cedric dirigió su vista a su madre— Nada mamá, es sólo que...
—La extrañas mucho, ¿verdad? —completó la señora Diggory por él
—Mucho, mamá... —confesó el ojigris suspirando mientras se sentaba en la cama— Es una parte de mi, y eso me está molestando mucho, aunque no quiero eso.
—Está bien que estés molesto, Ced, es parte del proceso —dijo su madre sentándose a un lado suyo
—¿Por qué me cuesta tanto olvidarla? Ella lo quiere así, —soltó una risa amarga— vaya, ni siquiera me dio una razón válida para terminar conmigo, ahora que lo he pensado, no creo nada de lo que me dijo ese día...
La señora Diggory suspiró profundamente— A veces... Si amamos algo, lo dejamos ir por las razones erróneas, a veces... Somos la persona correcta en el momento equivocado.
Cedric se pasó la mano por el cabello con frustración, incluso odiaba que su madre tuviera razón en aquellos momentos, aunque... Sabía que su madre tenía toda la razón del mundo; quizás eso tenía sentido, quizás era la persona correcta en el momento incorrecto, y viceversa. Quizás... Cedric también odiaba la incertidumbre en esos momentos.
—Bueno, y en lo que es el momento correcto o encuentras a otro amor, acompáñame al Callejón Diagon, —dijo la señora Diggory tomando la mano de su hijo— necesito algunas cosas y no quisiera ir sola.
—Claro, mamá —respondió el ojigris levantándose y dejando un beso en la mejilla de su madre
El muchacho tomó sus llaves junto con su chaqueta de piel de dragón negra, un poco de dinero y salió de la hermosa casa de los Diggory con su madre del brazo, ambos se aparecieron junto a una tienda en la calle principal del Callejón Diagon, las ventanas de las tiendas estaban llenas de tablas de madera junto con algunos carteles preventivos del Ministerio, el lugar no era tan aterrador cuando iba solo o con Harvey, Maxton y Yancy, pero en esta ocasión iba con su madre y le preocupaba que algo sucediera y él no pudiera protegerla.
—Primero vayamos por algo de polvo de perla, luego podemos ir por un helado —propuso la señora Diggory un tanto nerviosa por el entorno de mal agüero
—Cerraron la heladería de Florean Fortescue, mamá, se lo llevaron los mortífagos —respondió Cedric con pesimismo
—Dios mío... —murmuró la señora Diggory fingiendo no estar angustiada
—Mamá, tranquila, estaremos bien. Te lo prometo —la tranquilizó el ojigris sonriendo ligeramente
—Bueno, vayamos rápido —cedió la señora Diggory aún con la inquietud plasmada en los ojos
Cedric, aún intranquilo por su madre, más que por su vida, caminó con la mujer que le había dado la vida por el Callejón Diagon haciendo las compras, al pasar por Flourish y Blotts, no pudo evitar pensar en la pelinegra quien probablemente ahora estaría con la nariz metida en algún libro de Herbología.
Una punzada de enojo se le instaló en el corazón del ojigris, aunque no le duró demasiado, pero aún así estaba enojado con la pelinegra, porque había dejado una marca en su corazón, recordándole que olvide. Lo había dejado con cicatrices y la mitad de él, ¿cómo se suponía que él iba a olvidarla? Si le entregó todo lo que él podía darle.
Ella se había instalado en su corazón, tan profundamente que le iba a ser imposible olvidarla, ____________ le había contagiado palabras y manías, y al parecer, la vida se empeñaba en recordarle que la pelinegra era la única persona a quien amaría desde ese momento en adelante, era el amor de su vida, su alma gemela.
Y no podía pelear contra eso, porque cuando escuchaba esa canción no paraba de sonreír, recordaba que se había ido cuando sonaba su canción en la radio; «nuestra canción...» pensó el ojigris con una pisca de enojo cuando el rostro de la pelinegra descompuesto por el llanto irrumpió en su mente en esos momentos.
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Rápidamente el primer viernes del ciclo escolar había llegado, ____________ no iba a admitirlo en una carta y mucho menos en voz alta, pero Sirius tenía razón, se había dado cuenta de que si quería obtener buenas notas en el ÉXTASIS, tenía que concentrarse en estudiar.
Y si se concentraba en estudiar, entonces no tenía tiempo para pensar en Cedric, mucho menos para estar enfadada o sentir cualquier otra cosa que no fuese confusión, frustración, desconcierto o desesperación porque los profesores no paraban de dejarles deberes.
—Odio a Trelawney, no entiendo verdaderamente nada —se quejó Hannah tirando de sus cabellos mirando fijamente el libro de Adivinación avanzada
—Debí dar de baja Aritmancia cuando pude —dijo ____________ dejando caer su cabeza sobre el libro de Aritmancia avanzada
—Yo me acabo de arrepentir de haber pedido pociones —complementó Terry terminando la redacción que Slughorn les había dejado la última clase
—No te ofendas, ____________, pero creo que Babbling quiere matarnos —dijo Delamine intentando traducir el texto que la profesora Babbling les había dejado aquella mañana
Ernie soltó un pesado suspiro— Opino lo mismo de McGonagall, pude haber dejado Transformaciones y aquí estoy.
_____________ soltó una risa involuntaria, sus amigos soltaron todo lo que tenían en las manos, levantaron la cabeza de los libros, abrieron mucho los ojos, sus bocas estaban medio abiertas, como si hubieran visto a un fantasma, Delly sonrió luego de unos momentos.
—Te reíste... —balbuceó Ernie anonadado
—¿Po-podrías repetir eso? —inquirió Hannah asombrada
—¿Qué fue tan gracioso? —quiso saber Terry sorprendido
____________, aún riendo, se cubrió la boca con una mano mientras dejaba la pluma de águila sobre su tarea de Astronomía, no podía creer que por primera vez en meses se estuviera riendo, y lo peor de todo, era que su risa se oía por más o menos todo el Gran Comedor, lo peor era que, ella reaccionaba así cuando estaba tan molesta que lo contenía, ya que la situación le resultaba tan patética, que no sentía otra cosa más que los impulsos de reír.
—Perdón, es que... —dijo la pelinegra entre risas— Cedric me dijo lo mismo una vez, jaja... Antes de pelearnos por, jajajaja, ese estúpido torneo.
Sus amigos se miraron entre divertidos y extrañados, comenzaban a figurar lo que pasaba por la mente de la pelinegra. No sabían si era bueno o malo, pero ya habían comenzado a olvidar cómo se escuchaba la risa de su mejor amiga.
—¿Saben lo que más risa me da? —preguntó la azabache riendo, sus amigos negaron con la cabeza— Que yo le dije que estaba exagerando, le dije que no lo hiciera porque lo necesitaría más adelante, le dije que transformara el maldito libro de texto en un cerdo, jajajaja, ¡y lo hizo jajajaja!
Ernie soltó una carcajada tan fuerte que todos voltearon a verlos, Delly los siguió, después Terry y finalmente Hannah, los cinco comenzaron a reírse sin control, luego de que se les pasara aquel extraño ataque de felicidad, los cinco se quedaron en silencio, entonces ____________ perdió la vista en algún punto de la mesa en la que estaban sentados.
—Nos reímos tanto de eso... —recordó la pelinegra mientras una sonrisa amarga se instalaba en su rostro— Después, nos quedamos hablando toda la noche sobre los efectos de la mala elaboración de la poción fortificadora en una persona.
Relató la pelinegra sonriendo nostálgicamente. Dejó que la molestia contenida se disipara para convertirse en melancolía, ¡ah, la bonita melancolía! Esa fiel compañera que se había quedado con ella desde hacía meses.
—Es patético, ¿saben? El estar aquí pensando en lo malditamente perfecto que es, —dijo _____________ negando con la cabeza— y estoy tan, pero tan enfadada con él, además de conmigo misma porque... Fui una idiota al pensar que mi relación con él duraría.
Mientras todos en el Gran Comedor volvían a sus asuntos, los amigos de la pelinegra no pudieron evitar preocuparse por aquel efímero momento, sólo les quedaba poner en marcha su plan y dejar que el tiempo corriera a su favor.
—Pero sobre todo, estoy demasiado enfadada con Cian Westenberg por haber existido, quiero arrancarle cada vena y arteria del cuerpo hasta que sus órganos se queden sin sangre u oxígeno... Quisiera matarlo con mis propias manos por hacer mi vida miserable.
Confesó la pelinegra volviendo a sentir aquel ataque de ira invadir sus neuronas y órganos del cuerpo, los cinco minutos de paz que la pelinegra había sentido se esfumaron como aire, sentía la mirada decepcionada de sus amigos sobre ella, eso no lo soportaba, ya no quería decepcionar a nadie más, así que tomó sus cosas afirmando que estaba bien y después salió del lugar con los ojos picándole debido a las lágrimas. Ya no quería estar enojada, pero ya no sabía qué más hacer para que se le quitara el enfado, se sentía... Cómo si fuera el fin del jodido mundo. Se sentía como si fuera a morir.
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¡¡HOLAAAAAAAAAA!! Perdón, ya sé que esperaban otro capítulo ayer, pero me quedé súper dormida cuando lo estaba editando, mil perdones, chicxs 🥺
En fin, ¿qué les pareció el capítulo? ¿Cómo ven lo que se carga mi niña hermosa? ¿Cómo ven lo que siente mi bebé Ced? Sé que me detestan por separarlos, pero les prometo que se arreglará, sólo aguanten unos capítulos más.
Espero que les haya gustado, que lo hayan disfrutado, voten y comenten si quieren más, no olviden que las amo y Cedric también, soy su fan, bye 💜💜✨✨
P. D. Tengo muchas ganas de escribir un fanfic de Peter Parker, de Peter Pevensie, de seguir otro de Cedric que tengo en borradores y de escribir uno de Harry, pero no sé qué hacer con mi vida jaja, sorry, necesitaba decirlo en algún lugar 🤷🏻♀️🥺
P. D. 2. Maratón 2/?
--------- Travesura realizada ---------
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