Gati: hola procedo a no estar en la sala durante esta película porque me pone modo sexo y DIOS TE JURO QUE ME FOLLO A NATHANIEL Y LUKA EN CUALQUIER MOMENTO.
Luka: Yo no me quejo eh.
Juleka: ...
*Nathaniel sonríe mientras mira a Gati salir de la sala*
Alya: Bueno-- Supongo que tengo que hacerlo yo asi queeee DENTRO VÍDEO WOOHOO.
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– Sí, my lady. – Aceptaba aquel hombre joven que yacía sobre el piso, con el pie de aquella mujer de antifaz moteado sobre sus genitales.
– Que bueno que sabes tú lugar, gatito...
Nino: Joder empezamos fuerte ¿eh?
Adrien: Au.
Marinette: Soy una super dominatrix.
Marinette Dupain-Cheng y Adrien Agreste eran una joven pareja, comprometido para permanecer juntos el resto de sus vidas. También conocidos como los héroes de Paris e incluso de toda Francia. Amantes secretos a los dieciséis y entregados al placer mutuo un año después. Con un gusto único y refinado en el desarrollo de su propia sexualidad. Una sexualidad tan bien explorada para sus veintes.
– ¡Ah! – El rubio gruñó cuando el tacón de su ama presionó sus testículos.
– Disfrútalo.
Llegar a ese punto de su relación, romper las barreras les encantaba. Ahora mismo disfrutaban de su sesión de S/M semanal, aquella en la que dedicaban horas al placer que parecía tan inusual para otros, pero ideal para ellos; un secreto que nadie sabía porque esto era un gusto entre ellos. ¿Guilty Pleasure?
El modelo tenía sus brazos atados por sobre su cabeza, unidos a un poste metálico que los sujetaba firmemente con una suave cuerda de algodón, algo similar sucedía con sus tobillos que se mantenían separados gracias a una barra espaciadora de madera que a su vez estaba unida a otro poste; ambos instrumentos de metal tenían un tierno adorno gatuno, una huella verde igual a la del bastón que él solía usar en su modo como superhéroe. Su ama, su lady gustaba de darle un placer tortuoso al apenas comenzar, usualmente con algo de trampling como en esa maravillosa noche.
Para él verla desde esa posición usando un precioso bralette –que ella misma había diseñado– en conjunto con unas medias de látex rojo y sus finas zapatillas de brillo perfecto, era el fetiche favorito del varón de ojos esmeralda.
Alya: QUE DIOSA AMIGA. DESTRUYE A ESE HOMBRE VAMOSSSS.
Marinette: JAJAJAJ.
Nino: Okay he visto ya mucho Adrien desnudo pero verlo así ya es demasiado... *se tumba boca abajo en el suelo para no ver*
Nathaniel: Hay que mirar la pantallaaaaa. *le da a un botón y los brazos mecánicos de la silla lo recogen y atan para que mire la panalla*
Nino: OH VAMOS TÍO GATI NI SIQUIERA ESTÁ AQUÍ, DÉJAME NO MIRAR.
Nathaniel: Son las reglas Nino. >:(
Mientras, para ella, el tomar el poder y las decisiones, tenerlo a su merced era el mayor placer de ser su única dominatrix. ¿Quién no disfrutaría de tener bajo sí misma al maravilloso e inalcanzable Adrien Agreste, el modelo más codiciado de Paris? Una exquisitez que sólo el femdom le otorgaba a la heroína.
Los gruñidos se volvían gemidos graves y se iban acompañando de risas oscuras de parte de la azabache que aunque no tenía un contacto directo entre sexos, también se satisfacía. Su prometido lo notaba con sólo ver como la lubricación natural de ella se deslizaba por entre sus piernas perfectamente torneadas, producto del trabajo que tenían ambos como salvadores de su ciudad natal. Una gloria de sensaciones hasta que eyaculó.
– ¡Adrien! – Le reprendió ella pisando con fuerza su miembro. – No debiste hacer eso, ahora limpia.
Acercó su calzado a la boca de su compañero quien no tardó en lamerlo para limpiar cada rincón que había manchado con sus semillas. Con mucho trabajo realizaba lo que su ama le pedía ya que se encontraba prácticamente inmovilizado para girar su cuerpo. Su rostro se veía feliz a pesar del castigo, enmarcado por el carmín.
Marinette le pateó delicadamente y poniendo ambos pies junto a la cabeza de él, se sentó sobre su rostro para recibir placer directo en todo su sexo. El rubio no tardó en complacer a su mujer, apretando la lengua para hacerla más rígida e ir degustando con su paladar tan fina comida, exclusiva para él. Como respuesta a su trabajo, era sujetado con fuerza de grandes mechones de su cabello y también con más presión contra su rostro.
– ¡Sigue! – Le exigía ella a gritos, jalando su rostro hacia su entrepierna. – ¡Más!
Arqueó su espalda gracias al primer clímax que alcanzaba, casi enseguida sus piernas temblaban por un segundo orgasmo. ¡Agradecía ser multiorgásmica! Esa sensación mezclada de que apenas terminaba uno y venía una segunda ola de placer le era tan milagroso en su cuerpo. Se movió un poco más atrás para dejar sólo accesible su clítoris que imploraba por ser atendido también como lo había hecho su vagina. Estaba tan inflamado que apenas pasaron unos minutos ya gemía tan agudo que su voz se desvanecía pronto.
Se movió de aquel lugar, bajando sus caderas que rozaban las de Adrien. Le ordenó abrir la boca; la fémina lamía sus labios, sus dientes, introducía su lengua para sentir el paladar de su sumiso que esperaba que la saliva de ella cayera directo a su garganta, era un manjar tibio y húmedo, pero no superaba los fluidos que provenían del interior del monte de Venus de su próxima esposa.
Adrien: Esto ha sido un sube y baja de emociones, casi lo pude sentir madre mía--
Chloe: Ya me gustaría a mí ser multiorgásmica.
Marinette: La verdad es que es genial. Te puedo dar unos consejitos...
Chloe: Eso suena caliente. *Marinette le guiña un ojo*
Juleka: Quiero probar algo de esto con Rose.
Rose: P-pero... da miedo.
Juleka: No será nada que tú no puedas aguantar, tranquila. *besito*
Todos esos rituales de placer carnal les estimulaban en su día a día, les llevaba a esperar con ansia y deseo el día de su sesión, motivándoles a pasar toda una semana para al fin alcanzar el tan esperado día por ambos. Claro que era algo que los cansaba bastante al terminar, pero valía la pena cada segundo que pasaban así.
La mujer se volvió a levantar con el objetivo de soltar a su amante, también le quito la barra que mantenía separadas sus piernas y desamarró sus manos para que pudiera levantarse por sí mismo. Cuando ya estuvo de pie, sus brazos fueron colocados detrás de su espalda y sujetos con una de las cuerdas que antes lo habían inmovilizado en el piso.
Aun cuando ella no lo tocaba, podía sentir ese cosquilleo en su intimidad. Ella lo iba dirigiendo a la cama, con cuidado. Cada paso era un suspiro que expresaba el deseo por continuar, por anhelar el suave tacto de su dama.
– Vamos a probar donde nos quedamos...
Lo arrojó a la cama, enseguida él levantó el trasero, ya sabía lo que venía. Escuchó los tacones de su ama, los cuales le daban a entender que se movía de un lado a otro del cuarto. Cuando la sintió tras él, hincándose tras de él, su cuerpo se tensó en automático. Su lengua rozaba su ano, el cual le había ordenado rasurar para mejores resultados.
Apenas lo llenaba de saliva, soplaba para hacerle cambiar la sensación de temperatura en aquella zona tan sensible de su cuerpo. Casi enseguida cayó un gel en ese lugar, era un lubricante de chocolate, ¿cómo lo sabía? El aroma era fuerte e inundó rápidamente la habitación.
Marinette comenzó a frotar la entrada con un dildo delgado, uno al que le había activado la función de vibrar. A pesar de que su novio era también su esclavo, no le gustaba lastimarlo si había cumplido todas las normas en aquella sesión de roles. Poco a poco fue dilatando, abriendo el esfínter que le permitiría introducir aquel aparato de plástico que se movía de forma constante. Entró suavemente, ella lo movía de forma circular para rozar la próstata de él; conocía que ese era el lugar que más adoraba que tocaran de su cuerpo.
Aprovechó que era un juguete corto, lo introdujo unos centímetros más y lo ajustó con cinta adhesiva. No quería que se saliera en lo absoluto. Debía de acostumbrarse a todo aquello.
Nathaniel: Permiso... *se levanta con Luka y se dirigen a la salida de la sala*
Sabrina: ¿A dónde van? 🤨🤨🤨
Luka: A hacer... cosas.
Sabrina: ¿Como qué?
Luka: Se nos acabaron las palomitas y queremos más bebida.
Nathaniel: Y hay que tirar la basura.
Marinette: ¡Pero no pueden salir de la sala sin permiso de Gati!
Luka y Nathaniel: ...
Marinette: ...Ya váyanse.
– Hoy será el día. – Bajó de la cama. – Ambos lo vamos a disfrutar.
– Mi... Lady...
Adrien se encontraba extasiado, su cara la giró para ver lo que hacía la fémina. Su vista se nublaba por las maravillosas sensaciones que tenía en su parte trasera. Le costaba tragar, así que la saliva brotaba con facilidad de su boca, mojando su cama y rostro. Mezclar las vibraciones y lo visual, formaban un placer inigualable.
Ella se sentó en una mesa cercana, junto a ella había un arnés con un dildo doble (ya sabía para que era). Abrió sus piernas y se colocó lubricante en sus dedos, ella se estaba comenzando a masturbar, con los ojos de su prometido clavados en su vulva. Metió dos de sus dedos en su vagina, esperando llenarla con aquel chocolate, al sacarlos se veían brillantes por la mezcla del lubricante de sabor y el propio. No tardó en frotar circularmente su clítoris con mucha fuerza, rápidamente volvió a meter sus dedos e igualmente se penetraba frenéticamente. Ella gritó y sus dedos salieron para dar paso a una fuente de líquido traslucido.
Alya: Este squirt va para el ladyblog.
Adrien: ¿Me lo pasas? Poooorfiiii <3<3<33<3<3
Alya: Obvs.
Marinette: ¡ADRIEN! ALYA-- BORRA ESO-- Y POR QUÉ TIENES MÓVIL SI ESTÁN PROHIBIDOS.
Alya: Es que tengo que grabar cositas y subirlas al ladyblog... Gati me dio permiso...
Marinette: Ese gato asqueros...
Nathaniel: ¿Disculpa?
Marinette: ...asquerosamente inteligente y todopoderoso guapísimo. Sí.
*risas risas*
– Her... Moso... – Pronunció el rubio desde su lugar. Hubiera deseado probar aquel orgasmo de su chica.
La azabache saltó de la mesa y comenzó a colocarse el strap on. La parte del dildo con más curvatura fue la que se introdujo a sí misma, acompañado de un bello gemido. Para el muchacho de ojos esmeralda, el espectáculo no terminaba, porque ella se retiró el bralette y el antifaz para quitar esa "barrera" que los separaba.
Retomó su lugar tras él y arrancó fugazmente la cinta. Apagó el vibrador y lo fue retirando suavemente. Observó aquel pequeño agujero que dejó a su paso, luego se atrevió a dejar caer un poco de su saliva en él. Su compañero gimió por sentir aquello en su trasero.
Le sujetó de las cuerdas y poco a poco fue levantándolo; ahora ambos estaban arrodillados en la cama, sin verse. La mujer colocó en la entrada de él, la punta de aquel miembro de plástico, con cuidado lo fue introduciendo para que los gruñidos del receptor fueran apareciendo. No lo metió todo, necesitaba hacer algo más. Una mordaza modificada la fue colocando en la boca del varón: la correa era de cuero y lo que iba en su boca era un circulo de plástico duro que la mantenía abierta, permitiendo que su lengua saliera a través de esa circunferencia.
Ella lo agarró por las cuerdas de su pecho y el pene, a continuación, comenzaron las penetraciones que gracias al juguete con dos secciones que iban dentro de cada uno, los hacía gemir casi al unísono. Ambos estaban en un límite por todo lo que había pasado antes. El primero en rendirse fue Adrien, quien eyaculó con fuerza, llegando a manchar la cabecera del mueble sobre el que se encontraban; aun sintiendo que él no soportaba más, ella siguió con los movimientos por unos minutos más, necesitaba de ello para alcanzar el orgasmo deseado. Esa decisión le permitió conseguir que el modelo consiguiera un pequeño clímax prostático.
La diseñadora de modas, salió con brusquedad mientras soltaba el amarre de su chico. No se quitó el arnés, sólo se desplomó en la cama, en una orilla. Él con las cuerdas ya sueltas, pudo retirárselas al igual que con la ballgag. Se dejó caer junto a su mujer, quien le sonrió. Le ayudó a retirar el único juguete que traía aun en uso. Después simplemente la abrazó.
– Bugaboo.
– Entiendo.
Su prometida sabía lo que aquella palabra significaba. Aunque comúnmente era la que utilizaban como palabra de seguridad, en esos momentos la interpretaban como una forma de dar por terminada la sesión.
En aquel dulce abrazo, fueron cayendo a los brazos de Morfeo. Una sesión como esa siempre los dejaba completamente agotados. Por ello, usualmente dormían felizmente, satisfechos por todo lo que habían hecho juntos, complaciendo el rol que cada uno interpretaba para manifestar su sexualidad mutua.
Rose: Que lindo se ve, esta parte sí me gusta. uwu
*Juleka intercambia miradas con Marinette y Adrien pa que le enseñen*
Nino: Necesito lejía.
Kim: Vamos, tampoco ha sido para tanto, eres un blandengue.
Alix: ¿Lo hacemos?
Kim: ...
Nino: QUIÉN ES EL BLANDENGUE AHORA.
. . .
– ¡Ah! – El grito de la chica era tan embelesador para él.
– Señorita, si no cumple con lo que le pido sabe que será castigada. – Le recordaba con voz fuerte el rubio. – ¿Entendido?
– Sí.
– ¿Sí, que? – Una nalgada bien propiciada sonó en aquel cuarto de cuatro paredes.
– Sí, amo.
– Buena niña. – La levantó y sentándola sobre sus piernas, mordió el cuello femenino.
Si, otra semana con una nueva sesión de placer mutuo. ¿Qué era lo que esta vez probarían? Tal vez collar que Marinette llevaba y el hecho de que en ese momento la metiera a una jaula te debería de dar una idea.
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*Marinette y Adrien huyen al baño*
*entran Luka y Nathaniel sonriendo seguidos de Gati despeinado, con la ropa mal puesta y moratones sospechosos asomando en su cuello*
Gati: Hey,,, ¿Lo disfrutaron?
Chloe: No más que tú al parecer.
Gati: ...CIERRA LA BOCA. *manguerazo*
*todos se ríen*
Gati: Ni una palabra o os haré cosas feas. >:'<
...
Gati: HASTA EL PRÓXIMO LEMONNNN. Intentaré estar presente--
*Luka le da besitos en el cuello y Nathaniel le acaricia la espalda baja*
Gati: --o no. :D