"Cuando te vea otra vez" || G...

By mandarinasgod

240K 22K 19.5K

Tras una de tus tantas misiones como cazadora te vuelves compañera de Genya shinazugawa. Un chico extraño, lo... More

1 - Inició.
2 - misión.
3 - Finca mariposa.
4 - Pueblo.
4 - [ Genya perspectiva]
5 - Cartas.
6 - Kamaboko squad.
7 - Sueños.
8 - Abrazó.
9 - Lágrimas.
10 - Pelea inesperada.
11 - Esperanza para la victoria.
Especial cumpleaños de Genya
12 - Pequeña charla.
13 - Gran promesa.
14 - Una no tan buena presentación.
15 - Cielo nocturno.
16 - Un vivo recuerdo.
Especial UA moderno [1/3]
Especial UA moderno [2/3]
Especial UA moderno [3/3]
17 - Entrenamiento de Uzui.
18 - Sake.
19 - "¿Quien te gusta?"
20 - ¡otra vez en la finca mariposa!
21 - "Te admiro"
22 - Baile de cisnes.
23 - Inestable.
24 - Misma dirección.
25 - Máscara de jabalí.
26 - Disgustoso envío.
27 - Encuentro de hermanos.
28 - Chica especial.
29 - Aniki.
30 - Otra vez.
32 - Buena bienvenida.
33 - Un gran plan.
34 - Último pequeño esfuerzo.
35 - Tras un lago de emociones.
36 - Más tiempo.
37 - Promesa cumplida.
One-shot || Finales alternativos

31 - Amor en soledad.

3.4K 288 489
By mandarinasgod

Corrí lo más rápido que pude a dónde sabía que estaba, o al menos tenía una corazonada de que estaría ahí. Fue el único lugar en el que pensé, honestamente no es como si pudiera sentarme a pensar, todo era acción tras otra acción más rápida que la anterior.

Ahora podría ver con más claridad los grandes árboles que medían varios metros que no podría deducir fácilmente. Volví a caminar hasta donde creí que estaría, dónde estuvo anteriormente. Yendo cada vez más rápido, se notaba gracias al sonar de mis zapatos, me detuve en el momento dónde quedé frente al árbol más grande de todos.

Respire hondo esperando poder encontrarlo. - ¿Estás aquí?... - Y observé el antiguo asiento vacío, totalmente abandonado. La preocupación de mis ojos se volvía cada vez más evidente, la intriga de saber dónde estaba, querer ayudarlo en este momento dónde sabía más que nadie que simplemente estaba mal. Podría estar llorando en este momento.

Me encamine otra vez en busca del mismo azabache que protagonizó una escena junto a Tanjiro y su hermano mayor delante de todos. Si hubiéramos llegado antes probablemente no lo estaría buscando, estaría junto a él, solo con él, ayudándolo en un momento tan crucial para él.

- Teruko, por favor, dime que has encontrado algo... - Pedí mientras veía llegar a mi cuerpo, no había encontrado absolutamente nada, como yo. Pedí que lo hiciera de nuevo recorriendo la otra parte del pueblo.

Mientras que mi cuervo mensajero se iba emprendí otra caminata a paso rápido, con los ojos bien abiertos en busca de al menos una sola cosa. Llegué al sector donde había estado anteriormente con Kanao, cerca de la finca de Shinazugawa, mientras me iba acercando a aquel punto la misma música que había escuchado con Kanao seguía sonando exactamente igual.

Me acerqué un poco más siguiendo el ritmo de la música sin intenciones de encontrar quien era el autor de esa melodía, estaba concentrada en otra cosa, hasta llegar a un callejón donde simplemente observé a un hombre tocando el instrumento de viento que tanto había escuchado. Camine hasta él, ví el pequeño gorro volteado que había al lado suyo.

¿Quería reunir dinero? Probablemente la seguridad local no permitía esta clase de emprendedores callejeros, por lo que no tenía más opción que estar escondido y retar a la suerte para ver si conseguía un par de monedas o no. - Disculpe... - Saque de mi bolsillo un poco de dinero, lo puse en el gorro y este sorprendido por el sonido de las monedas caer levantó la vista.

¿Era ciego? El iris de sus ojos no tenía color, como las del pilar de la roca, pero aún así me sonrió sin dejar de tocar su instrumento pero ahora dando una melodía más alegre. No podría preguntarle si vio a Genya, sería demasiado ofensivo.

Salí del callejón y volví a andar rápidamente por las calles hasta que ví a Teruko sobrevolar mi alrededor, llegando a estar un poco más alto que yo. ¡Encontró algo! Automáticamente salió volando y yo fui tras él tan rápido como pude.

Hasta que llegamos a la otra punta del lugar que básicamente recorrí durante probablemente más de media hora, había un río que abrazaba al pueblo de un lado, debía ser perfecto para toda clase de actividades.

Volví a caminar separada de esté, escuchando como el agua venía y venía, chocaba contra rocas de por medio y distintas cosas como las hojas de los árboles eran llevadas por la corriente, era lo normal de un río. Mi camino se detuvo cuando pude verlo, pero él estaba del otro lado, aquel río separaba nuestros cuerpos del otro.

- ¡Genya! - Sentado contra una roca, al gritar conseguí su atención y se volteó levantando la cabeza. Levanté mi brazo y trague la saliva de mi boca ahora observando el río. - ¿¡Cómo llegaste ahí?! - Pregunté con mi voz en alto, ahora con sus bien abiertos podía observar el rojo que dejaba como evidencia sus lágrimas.

- ¡Un puente! - Gritó como pudo, también se acercó un poco más dejando su asiento. ¿Por qué no me di cuenta antes del jodido camino? ¿Teruko no me avisó? - ¿¡Está demasiado lejos!? - Pregunté dando un pie para adelante.

- ¡Está al inicio del camino! - Mierda. Si el camino hasta aquí tardó alrededor de veinte minutos entonces otros veinte o incluso más tardarían aún más. - ¡¡No te muevas!! - Grité una vez más, intentó gritar ante la sospecha de que hiciera alguna idiotez, pero ya era tarde.

Y bueno, mis opciones eran reducidas, no podría simplemente caminar hasta el río y esperar a que las aguas se abran para mí. Había unas rocas lo suficientemente grandes como para poder pararme, además de estar alineadas de manera que pueda pasar.

Me subí a la primera que estaba medianamente alejada, tuve que extender el pie y así poder tener la certeza de que no me caería. - ¿¡Que mierda estás haciendo?! ¡¡Vas a caerte!! - Grito mientras me agaché y puse mis manos en la roca observando el agua que me salpicaba un poco. - ¡Estoy bien, ya estoy llegando! - Anuncie para que se despreocupa.

- ¡No me detendré ahora que ya te encontré! ¡Si fuera por el puente tardaría mucho! - Salte hasta la segunda roca. Esta era más ancha, al menos lo suficiente para mí cuerpo. No volvió a abrir la boca hasta que llegué a la tercera, donde casi me resbaló por poco. El agua era un poco más profunda aquí. - ¡¡________!! - Me sostuve entre la roca anterior y está, con la pierna en la segunda piedra volví a impulsarme para por fin quedar en la tercera.

- ¡Estoy bien! - La parte baja de mi uniforme estaba mojada, mis medias y zapatos también estaban empapados, las mangas aún más.

Llegué a la cuarta donde no estuve mucho tiempo, ya en la penúltima mucho más relajada sabiendo que estaba a punto de completar mi logro levanté la vista y le sonreí. - ¡Ya! - Y salte hasta la última.

No me entretuve mucho más y puse mis pies mojados sobre la tierra. - Estoy aquí. - En un segundo volvió a desplomarse contra su asiento intencionalmente para tener tiempo de limpiar su rostro. - Dios santo... - Susurro despacio con la espalda encorvada, sus ojos mirando directo al suelo.

- Disculpa... - Me saque mis zapatos y medias empapadas, arremangue mis brazos hasta que mis codos queden desnudos y lo mire. Habría tardado demasiado en pasar si hubiera ido por el puente, al menos me habría ahorrado probablemente una hora de mi tiempo.

Lentamente me acerqué a él con mis pies descalzos y húmedos. - Tal vez no fue la mejor manera de pasar. - Este soltó un suspiro, me senté a un lado y junté las piernas mientras lo veía.

Sin saber qué más decir, estiré mi cabeza para atrás llevando mi espalda, teniendo que apoyarse en la roca mientras disimulaba tranquilidad. - Genya... - Volví a levantarme, estando firme de una vez hablándole directamente al joven azabache a mi lado. - Escuché lo que te paso... - No sabía si ir directo al grano o no, puse una mano sobre su espalda con mi dedo pulgar acariciándolo lentamente.

- Parece una noticia que vuela como las de las celebridades... - Dijo sin moverse de su posición. Observé las mismas rocas por donde habían pasado anteriormente. - ¿Cómo me encontraste? - Preguntó débilmente, levantó levemente la cabeza dejando ver sus ojos y nariz rojos, como si no supiera más lo que hizo durante este tiempo.

- Teruko... - Mencioné a mi ave mensajera que se encontraba entre los árboles escuchándonos desde lejos. - No entiendo nada, lo que creía saber se deformó. - Contó, aún no separaba mi mano de su espalda.

- Si es que fuera posible... - Se detuvo en ese momento, en silencio dominó otra vez el ambiente dejando que los ruidos del alrededor se notarán por completo. - Genya... Quiero que sepas que siempre estaré para ti. - Ya lo había dicho, lo sabía, él lo sabía, los nervios dominaron cualquier sentido filosófico dentro de mi cabeza como para decir algo inspirador.

Puse mi otra mano sobre su hombro, me incliné para estar un poco más cerca suyo sintiendo como reprimía sus ganas de llorar otra vez. - Si solamente pudiera... - Débil, triste, cansado. Todo lo que sentía, todo lo que cargaba derrotaba por completo al adolescente con el corazón roto. ¿Por qué? El no merecía eso, lo repetía en mi mente escuchando las penas de aquel joven que tanto quería.

- ¿Si pudiera ser más fuerte todo sería diferente? Si no fuera inútil, si pudiera hablar con el resto como alguien normal... Si pudiera hablar con Sanemi. - Arrepentido con ese nudo en la garganta que tanto lo tomaba como para no poder si quisiera gestionar una oración.

- No digas eso... Nadie se atrevería a hacer lo que tú haces todos los días, eres sorprendente sin importar como o que hagas. - Contradije totalmente segura, Genya torció la expresión de sus labios evitando hacer lo que su corazón rugía dentro de él. - ¿Por qué intentas sentir empatía? Ni siquiera puedo resolver esto solo... Siempre l-lo intentó, pero él se enfada conmigo. - Hizo que me sobresaltara ante su queja, no lo entiendo.

- ... Todos intentan hacer algo por mi, soy un mal agradecido. Me siento como un inútil, lo soy, todos se esfuerzan por mí y yo no hago nada al respecto. - Continuo. Su cansancio era notorio en sus palabras, su notó de voz, su forma de expresarse. - Quiero poder hacer algo...

- Genya... No me importa repetirlo miles de veces para que entiendas si es necesario. ¡No eres un tonto, mucho menos un inútil! Deja de menospreciar tu esfuerzo propio, deja de intentar echarte la culpa en todo. - Directa, no solo había quitado mis manos de su espalda, también me había levantado de mi asiento para ponerme frente suyo de rodillas llegando a estar un poco más alta que él.

- Tal vez todos hagan algo por ti, como dices, pero es porque todos saben que te mereces la ayuda que debiste tener desde un principio. - Rodeándolo con mis brazos, un abrazo profundo. - Eres fuerte, puede que tu no lo crees, pero yo lo sé cómo nadie. - Susurré, escuchando el pequeño sollozo que automáticamente reprimió de manera rápida.

- Al final del camino las buenas personas siempre son recompensadas. - Cerré mi boca una vez al sentir como sus lágrimas caían sobre mi hombro, los sollozos que se volvían más sonoros en cada segundo. - Así que... No te rindas, porque sé que eres una buena persona. - Esa gota que llenó el vaso por completo a punto de rebalsar, no para mal, de hecho fue totalmente lo contrario.

Casi en la misma posición del día anterior, con sus manos apretando mi uniforme aún más fuerte, simplemente no lo soltaba. - Seguramente ya debes estar cansada de escuchar mis problemas... - Dijo con un tartamudeo inconsciente de por medio mientras sus lágrimas bajaban de sus mejillas. - Nunca lo será, creeme, estoy más que contenta por ayudarte.

Si, ahora sí se había rebalsado el vaso, rebalsar quedaba corto para explicar lo que había sentido al escuchar mis palabras. - No... - Intentando decir algo al respecto, había expulsado tantas lágrimas que sentía como sus ojos dolían, como su garganta estaba cansada gracias a aquel gran nudo que tuvo desde el principio.

- ¡Debo verme como un estúpido ahora! ¡Nunca puedo hacer nada al respecto, de verdad ya no sé qué hacer para servir en algo! Jamás podré ayudar a alguien como tú me ayudaste a mí, jamás podré ayudarte de la misma manera... - Sin ver nuestros rostros, escuchábamos las voces del otro mientras que las lágrimas de uno corrían como nunca.

- Estoy tan cansado de esto, he intentado todo lo que pude... Si tan solo... Tan solo... - Bajo su voz una vez más. un triste niño llorando en el bosque.

- ¡Si tan solo pudiera ayudar a las personas como hacen los demás! ... Si tan solo Sanemi me reconociera, si tan solo pudiera usar una respiración... - Me abrazó más fuerte evitando intensificar su llanto, sentía sus brazos alrededor de mi más fuerte que antes. Con su frente en mi hombro y su rostro rojo de lágrimas lo separé para verlo a la cara.

Con la cabeza agachada y ojos observando su rostro debajo de mi, puse mi mano sobre su mejilla derecha limpiando las lágrimas. - Sé que... Eres fuerte, amable, ayudaste a muchas personas, vas detrás de tus metas, pero... Deja de ponerte debajo del resto, eres bueno, muy bueno. No mereces el daño que recibiste, por la soledad que pasaste. - Un beso en su mejilla, mientras sus lágrimas caían específicamente el sector de su marca.

- Solo quieres ser feliz, mereces más que nadie poder ser feliz... - No merecía su baja confianza en sí mismo, su manera de guardar sus emociones hasta explotar, todos esos rasgos que había adquirido con el tiempo.

- Cuando pienses que no has ayudado a alguien, que nadie te aprecia, se preocupa por ti o toma en cuenta, si crees que nadie te quiere... Recuerda que yo lo hago. - Volví a acercarme a él, para decirle eso al oído de la manera más tranquila posible para calmar su llanto. La sombra de aquel árbol se agrandaba con el tiempo, mientras nosotros continuamos debajo suyo. Estabamos ahí, en casi la misma posición del día anterior, mientras el día acababa lentamente.

El tiempo paso, hasta que el volvió a hablar. - Como si supieras todo de mi... - Dijo en voz baja, me moví levemente hasta un lado hasta estar un poco más cómoda en la posición donde estaba inclinada. - Creo que soy un poco transparente, al menos para ti ahora. - No sabía si intentaba bromear o lo decía de verdad, simplemente sonreí un poco y conteste. - No lo sé. ¿Cómo te das cuenta de que lo sabes todo de la otra persona?

- Lo sientes, supongo... ¿Sientes que conoces todo de mi? - Me quedé callada pensando en que podría contestar ahora. - Tal vez, no estoy segura. - Lentamente me separé de él para poder ver su rostro, no tan rojo como estaba anteriormente ya que había parado su llanto, aún así sus ojos seguían rojos. - Disculpa, pero... - Soltó mi uniforme tan despacio que casi no me di cuenta, observé como tenía la vista baja.

Al notar su intención de querer separarme automáticamente me levanté moviéndome a un lado. - Toma. - Saque otro pañuelo de uno de mis bolsillos y se lo pase. - Oh, gracias. - Tomé mis zapatos y medias ya medianamente secos para volver a ponerlos. - Tus bolsillos parecen ser un pozo sin fondo. - Dijo observando el pañuelo que tenía con una de sus manos.

- ¡Lo es! - Terminé de ponerme mis zapatos y los ate de manera adecuada, sonreí mientras lo miraba acercándose a la orilla del río donde mojó su cara y un poco de su cabello. - ¿Quieres volver? - Pregunté a lo que él se volteó. - No lo sé... - Respondió, asentí con la cabeza medianamente indecisa. No pensé en que había una posibilidad de no querer volver al menos por un rato.

- Está bien. - Conteste mirando como usaba el pañuelo para secar su cara. - ¿Te encuentras mejor? - Pregunte no muy segura de mis palabras, no quería pensar que estaba aguantando otra vez sus malos sentimientos y pensamientos solo porque estoy ahí. - Si, estoy mucho mejor... - No podía ver su rostro, lo único que estaba al alcance de mis ojos era su espalda y cabello.

- ¿No te duele la espalda? Estuviste encordada por un rato. - Sentía que quería pedir disculpas por eso también. - ¡No pienses en cosas minúsculas! Estoy bien, no hay nada de qué preocuparse.

- El sol está bajando. - Secó sus manos mojadas con su uniforme mientras lo decía. - Si, aún es temprano.

- Está bien si quieres irte, me quedaré aquí un rato y volveré cuando el sol caiga. - Dijo, invitando a qué me fuera. - Me sentiría preocupada si me fuera. - Negué la invitación acercándome al río y me arrodille mirando la pequeña corriente que iba y venía.

- Tengo una pregunta... - Moví la cabeza para su lado y observé su rostro fijo en el río, justo antes de decir esa pregunta. - ¿Qué soy para ti? - Mirándome a los ojos totalmente perdido, buscaba la respuesta pacientemente... ¿Cuál era esa respuesta?

¿Qué era para mí? ¿Sabía que era para mí? ¿Entonces qué debía decirle? Me levanté de dónde estaba sin tiempo que perder, el aún igual que antes levantó la cabeza mientras me veía. - Si, bueno...

. . . . . . . . . . . . .

- ¡Te estábamos esperando! - Inosuke y Kanao, con unas bolsas me llamaron a lo que me voltee y les pedí una explicación. - ¿Por qué? - Mi cabeza daba vueltas. Inosuke tiró una de las bolsas que tenía en mi cara, casi tirándome con ella. - ¡Debemos irnos! ¡Si nos vamos ahora llegaremos más rápido! - Grito en mi cara, agarre la bolsa a duras penas clavando las uñas para no soltarla tan fácilmente.

- ¿¡Pero a dónde?! - Lo aparte golpeando con la misma bolsa que me había aventado, obviamente él no respondió amablemente y también me golpeó, intentaba defenderme de la manera más pacífica posible pero el jabalí no cedía. - Chicos, no lastimen la comida, oigan... - Kanao también intentaba calmarnos ya que aquellas bolsas estaban llenas de comida para nosotros y compañía. - ¡¡CÁLMENSE!! - Grito, es una de las primeras veces que la veo hacerlo.

Ambos nos volteamos sorprendidos y ella se acercó a nosotros para detenernos, sometimos a Inosuke con éxito y me explico tomándome de la mano yendo en dirección contraría. - Sanemi nos ha autorizado en irnos justo cuando te fuiste.

- Ya veo. Disculpen por hacerlos esperar. - Suspiré y volteé mi cabeza mirando el camino antes de adelantar el paso para ir junto a ellos. - ¿Te encuentras bien? Estás un poco rara. ¿Pasó algo cuando te fuiste? - preguntó Kanao poniendo su mano sobre mi hombro, me sobresalte un poco al escucharla. - No, pero debo contarte algunas cosas. - Sonreí y ella dudosa no insistió más sobre el tema esperando a que hablara al respecto. 

No era nada malo, en lo absoluto...

. . . . . . . . . . . .

- Si, bueno... - Ya levantada, con la vista en alto y dudosa de que decir volví a voltear mi cabeza para verlo. Al ver que no contestaba abrió su boca. - Si no quieres contestar no tienes que sentirte obligada...

- ¿Que soy yo para ti? - Conteste con otra pregunta, él volteó la vista y tocó el agua con sus dedos. - Tu eres... - Puse un pie sobre la roca por la que antes había pasado con los brazos extendidos de lado a lado para tener equilibrio. - Eres... ¡Espera! ¿Qué estás haciendo? - Me volteé y puse los mechones de cabello que tenía en la cara detrás de la oreja antes de extender mi mano. - ¿Yo soy?... - Parecía calmada por fuera, pero estaba nerviosa por el miedo de escuchar lo que diría.

Cuando acercó su mano y tomó la mía indeciso junto a un leve rubor dejando saber que estaba avergonzado, me moví a la segunda roca haciendo que saltara a la primera. - Nos vamos a caer... - Dijo mirando la pequeña corriente de agua que pasaba debajo de sus pies. - Con ese pensamiento pesimista si lo harás. - Sonreí ante su mirada desconfiada. - Si no quieres venir está bien. - Dije.

- No, está bien... - Esperando a que volviera a abrir su boca, con nuestras manos entrelazadas moví la cabeza mientras levantaba un pie discretamente. - Respecto a la pregunta que me hiciste... - Estando a punto de hablar sobre el tema que intentaba resolver dentro de mi cabeza observé su rostro, ojos profundos que anteriormente fue un mar de lágrimas y boca que permanecía neutral esperándome. - ¿Si? - Esperando a que hablara al respecto.

- He querido decirte algo desde hace tiempo... - Agarre sus manos con más fuerza, acción que fue inesperada para el azabache que las observaba mientras yo intentaba buscar las palabras adecuadas. - ¿Qué cosa? - Pregunto y sin aviso, puse ambos pies en lo que sería la tercera roca, donde la profundidad del río empezaba a hacerse más honda.

Al tomar esa decisión repentina Genya avanzó a la segunda, hubiera podido soltar mis manos si quisiera, pero no lo hizo.

- ¿Debo comenzar yo? - Preguntó inclinando la cabeza, levemente avergonzada indique que si. Tomó la palabra ya que no podía decir nada, como si me hubieran cortado la lengua.

Mientras íbamos avanzando, hasta llegar al medio del nuevo y riesgoso camino aún tomados de las manos. Ya en la cuarta roca, con el aún en la tercera simplemente lo miraba a los ojos mientras hablaba. - Tu eres una persona... - Teniendo que levantar la cabeza para poder verlo a los ojos, estaba observando el agua que viajaba y chocaba contra la roca que pisaba.  - Especial.

¿Qué significa ser especial para él?

- Eres especial. - Dijo, no tardamos en saltar hasta la última roca donde dimos el último salto y llegamos a tierra firme sanos y salvos. - ... - Mire nuestras manos aún unidas, el no decía nada. - Especial... - Repetí lo que había dicho anteriormente en voz baja, lo suficientemente fuerte para que él escuchará y bajará la cabeza notando mi actitud. - Si, especial.

Caminábamos por el sendero donde fui anteriormente, la vista de aquel verde abundante por todos lados era relajante. - Aún busco la manera de poder agradecerte, creo jamás podré hacerlo. Parece que lo repito como recordatorio. - Su voz clara, hablo continuando con el camino. - Incluso si dices que no hace falta una recompensa, creo que es necesaria.

- Si no te hubiera conocido... Sin ti sería más triste, estaría más triste. - siguió, aunque esas palabras llamaron especialmente mi atención logrando que moviera levemente mi cabeza hacia abajo y de lado. - Cuando estoy contigo me siento acompañado, contigo me siento más feliz. - Aún escuchando lo que decía, con la boca abierta por la sorpresa que tenía en ese momento.

- Eres la única persona... La única que desde que me conoció no me ha juzgado. - Podía ver el inicio del pueblo, las fincas que se veían de lejos con sus cercas de madera color café. - He estado pensando al respecto. - Dijo bajando su cabeza mirándome, queriendo internamente verme a los ojos, cosa que no podía ya que estaba con los ojos directo al frente.

- Tengo muchas cosas de las que quiero hablar, de las que quiero contarte... ________, te prometo que algún día yo podré agradecerte como te lo mereces. - Alzando un poco la cabeza, apretando los puños al decir nerviosamente esas palabras con tanto significado, no solo para él.

- No te sobre esfuerces pensando en eso... - Levanté la cabeza y le di una sonrisa pequeña con los ojos cerrados. - Ya lo he dicho, te lo daré. - Terco, no se rendiría fácilmente ahora, en realidad no lo hacía con nada.

Cuando empezamos a adentrarnos al pueblo empezamos a caminar más lento, aún faltaba para llegar e íbamos sin ningún apuro. Estaba avergonzada como nunca, él había expresado sus sentimientos de alguna forma, a su manera. ¿Qué debo hacer yo? No podía quedarme callada, esta era mi oportunidad.

¡Era el momento! Era el momento dónde mi impulso debía ir a mi favor de ese mismo impulso que tenía de confesarme. - ¿Sabes que eres para mí? - Automáticamente respondió. - Ammmm... ¿Un amigo? - ¿Necesitaba un plan? No podía tirarme sobre él y proponerle matrimonio.

- Desde hace tiempo he querido decirte esto, me da un poco de miedo. - Confesé mientras arrastraba con más fuerza mis botas contra la tierra de aquel camino. - Tengo miedo a que algo cambie. - La expresión de su rostro quedó confundida.

- ¿Qué cosa podría cambiar? - Pregunto curioso a saber la respuesta, crucé mis brazos con un poco de fuerza y trague saliva. - Todo. - Respondí de una sola vez. El sol empezaba a caer haciendo que el cielo tome un hermoso color anaranjado, mientras aquella luz se iba nosotros estábamos por el medio de aquel camino totalmente vacío.

¿Qué cosas habían cambiado? ¿Que cosas habían cambiado por hacer algo estúpido? No paraba de pensar mientras avanzaba junto a él. El sonido de sus zapatos sincronizados junto a los míos, la pequeña plataforma de ambos zapatos hacía un ruido más fuerte que otro haría habitualmente. - Para mí eres mucho más que un amigo. - Tan despacio que apenas pudo escucharme.

- ¿Entonces qué soy?... - Confundido, no vería su cara ya que sabía cuál sería la expresión de su rostro, probablemente sonrojado. Era un poco predecible. - Decirte es lo que puede hacer que las cosas cambien.

Sin dejar de caminar, mis pies vagos iban e iban junto al chico que seguía con su postura firme de siempre. Acercándonos a nuestro destino, alejándonos de una respuesta... O no.

- ¿A dónde irás ahora? - Reconocía las casas que nos rodeaban, no nos faltaban más de cinco cuadras para llegar. - Volveré a la finca. ¿Por qué? - Respondió rápidamente bajando la velocidad de sus pasos al escucharme. Volver a esa finca sería un poco caótico... Al menos para él. - No, no es por nada... - Respire hondo, con mi corazón latiendo más de lo esperado abrí mi boca.

- Decir un "te quiero" o hablar sobre la luna no es suficiente, intentar hablar sobre esto me aterra por lo que pueda pasar. - Puse mis pies de puntitas, llegando a estar al menos unos centímetros más alta y tomé la cara de mi acompañante entre mis manos. - He intentado... Mayormente lo he arruinado o arrepentido a último momento, pero quiero decírtelo.

- Tu eres igual de especial para mí, mucho más. He querido decirte... Pero cuando te veo, veo tus ojos se vuelve demasiado complicado. - Ante el repentino toque que había hecho él tuvo que bajar su espalda tomando una mala postura. - Quiero apoyarte, ayudarte. Por esa razón me entristece que te digas o pienses cosas horribles de ti mismo. - Observando sus labios, acercándome a ellos.

Antes de poder moverme a cumplir el cometido que tenía pendiente desde hace bastante tiempo, puso sus manos en mi espalda rodeando mi cuerpo nerviosamente con sus brazos. - También quiero... - Casi levantándome del suelo, con mis pies aún más de puntas escuché su voz detrás de mi oreja.

- Quiero decirte lo que significas para mi, ya que las palabras aún no son suficientes. - Lentamente puse mis brazos alrededor de su cuello, mirando el cielo que comenzaba a anochecer delante de mí. - Quiero decir, expresarme es complicado. - Volvió a hablar sin moverse de dónde estaba, empecé a cerrar los ojos mientras lo escuchaba.

- Lo entiendo…

------------

Jo Jo Jo Jo Jo
amo como la historia viene tipo:
😭😭😕😢😤😮😞😞
Y los comentarios son:
🤸🏋️🎉😄😚🐱😋😚

Tengo algo planeado, pero ustedes deben elegir 🎉 Ya que ya tenemos 100 seguidores es esta cuenta

He dicho que tengo planeado subir una historia de Sanemi o Mitsuri. (Dato: ya tengo escritos los prólogos de los 2 y parte del primer capítulo de cada uno XD) y ya con eso informado, la cosa es que tenía planeado subir a uno cuando termine con el fic de Genya, pero debido al momento de "festejar"(? la ocasión subiré uno al voto mayoritario de todos😋.

Se que a la mayoría les valdrá pico, tal vez solo les gusta Genya y ya está, eso no tiene nada de malo... Pero yo hago lo que quiero /pro

Prosiguiendo con el tema dejare los nombres de ambos personajes para que comenten y el que tenga más comentarios será el que suba el prólogo:

๑Mitsuri

๑Sanemi

(Antes de que alguno intenté vencer el sistema haciendo spam de comentarios aviso que solo valdrá un comentario por user 💪)

PD: el tiempo límite será hasta que suba el siguiente capítulo para que pueda promocionarlo bien MSDBJSBDKDBD *mente de tiburón*
Ya no tengo tiempos marcados para subir capítulos, pero supongo que será entre una o dos semanas, depende como este mi inspiración y motivación en el momento.

Edit: Estoy a punto de subir este coso. (lo de arriba lo escribí ayer XD) No entiendo porque me pongo nerviosa aaaa, bueno, no me sentí muy convencida de este capítulos así que x🤔

Gracias por leer esta wea larga.

Continue Reading

You'll Also Like

2.3K 204 5
Desde que tengo memoria, mi madre me decía: "Tu maldito padre no sabe hacer nada bien". Para una niña oír eso es como un golpe de malas enseñanzas en...
5.7K 236 12
¿Quién es Hatsune Miku? ¿ Que significa su nombre? ¿Cuál es su profesión? Si continúas leyendo, lo descubrirás...
93.1K 13.9K 19
Créditos al dibujo usaso encla portada: NakariiaLe en Twitter Un reencuentro después de pocos años. Pero ninguno recuerda el fugaz momento que tuvi...
111K 8.1K 29
T/n Hanagaki es hermana de Takemichi Hanagaki. Años despues de ser separada de su hermano regresa a tokyo.