Un mes paso desde el ataque de Busan, Minho estaba más desesperado que nunca pues su omega es a quien quieren alejar de su lado.
Goyang no volvía aun a su pueblo, pues dejar a Seul con la poca gente de Daegu era un poco peligroso en esos momentos.
Kai y TaeHyung por lo general siempre estaban juntos. El omega siempre trataba de aprender de Kai sobre el cuidado de un cachorro viéndolo cuidar a Minki.
A Tae solo le quedaban 5 meses más y daría a luz su propio cachorro o cachorra, aquello tenía preocupado a Minho, quien solo esperaba que para cuando su cachorro naciera, ya todo con Busan se hubiese arreglado.
Aquella tarde, Kai y TaeHyung estaban dando un paseo por el castillo, Kai traía a su cachorro en brazos y el menor le seguía. Ambos omegas decidieron salir de las habitaciones, pues sus alfas siempre estaban ocupadas y querían salir un poco de la habitación de Kai, la cual era donde pasaban la mayoría del tiempo.
— No me gusta estar encerrado todo el tiempo — hablo TaeHyung.
— A mí tampoco, pero ellos solo nos quieren proteger — el castaño sonrió.
El pequeño cachorro en brazos de Kai empezó a llorar. El castaño empezó a mecerlo, mientras Tae veía fijamente aquellas acciones recordando que cada vez le queda menos tiempo para tener a su cachorro en brazos. El bebé se calmó, por lo que ambos omegas siguieron caminando por los pasillos del castillo con tranquilidad.
Kai puede notar que su cachorro esta algo inquieto y eso le preocupaba, pues por lo general el pequeño no lloraba mucho. Mientras los omegas caminaban por lo pasillo, pueden notar que hay más guardias, algunos ya estaban curados y sus heridas habían sanado, por lo que habían regresado al castillo, para seguir con su trabajo.
De un momento a otro, notan como solo quedaban dos guardias en el pasillo, pero aquel detalle no les importo tanto a ambos omegas, hasta que notan como ambos guardias se acercan a ellos. Los omegas deciden ignorar aquello, pero uno de ellos agarra a Kai del hombro.
— ¿Que sucede? — pregunta Kai frunciendo el ceño — ¿Les puedo ayudar?.
— Si que puedes ayudarnos — habla uno de los guardias.
Soobin, Taehyun y Minho tenían un mapa en la gran mesa de la sala de reuniones, donde los capitanes de la guardia de Goyang y Daegu empezaban a trazar estrategias por si había un futuro ataque de Busan.
Repentinamente el alfa azulado sintió que su lobo se inquietaba, por lo que se paró de la mesa sin decir algo.
— ¿Tú también lo sentiste? — cuestiona Minho.
— Nos están llamando... — susurra el mayor.
Ambos se dirigen corriendo hacia las habitaciones, donde al acercarse cada vez más y más logran escuchar gritos.
— ¡Devuélvanme a mi cachorro! — logro escuchar Soobin.
Cuando ambos alfas llegaron, pudieron ver a Hoseok luchando contra un hombre, mientras el otro tenía a Minki en brazos.
Soobin gruño y se acercó a ese hombre y no dudo en sacar su espada para empezar a atacar al intruso que tenía a su cachorro en brazos.
Cuando el azulado pudo matar al sujeto, tomo a su hijo en brazos y empezó a arrullarlo, haciendo que el fuerte llanto de este se tranquilizara. Kai no tardo en separarse de TaeHyung, quien le había retenido consigo cuando vio la pelea entre los alfas. El castaño corrió hasta su alfa y soltó su aroma para tranquilizar por completo a Minki.
Minho se acercó a Hoseok y le dio la orden de que reuniera a los guardias del castillo y el alfa pelirrojo acato la orden.
Minutos después ya estaban ambas parejas en la sala del trono, frente a ellos estaban los guardias que se encargaban de cuidar el castillo, todos mantenían sus miradas agachadas, excepto Hoseok.
El capitán de la guardia tenía su frente en alto y es quien estaba en frente de todos.
TaeHyung y Minho estaban sentados en sus tronos correspondientes, mientras Kai y Soobin se mantenían a un lado de estos, el azulado observaba a todos los guardias, atento a cualquier movimiento que puedan dar.
— ¿¡¡Ustedes sabían algo!!? — grita con fuerza el alfa.
— Su majestad, no creo que ellos estuviesen involucrados — Hoseok hablo.
— ¡¡Necesito saber quiénes están involucrados!! — Minho volvió a gritar.
— No es como si alguien fuera y te dijera que estaba involucrado — Soobin le susurro a Minho.
El alfa gruño, pues Soobin tenía razón nadie le diría a el que estaba involucrado, pues eso sería como cavar su propia tumba. Minho le ordena a todos que se retiren, quedando solamente Hoseok allí.
— Hoseok, quiero que los vigiles — Minho ordeno.
— Si, su majestad — el pelirrojo hizo una reverencia y se retiró.
La pareja se encontraba en su respectiva habitación. Soobin estaba en la cama sentado mientras jugaba con su cachorro por otro lado, Kai estaba colocándose la pijama.
— Tu y TaeHyung deberían obedecernos y no salir — comento Soobin repentinamente.
— Pero hoy ni siquiera salimos del castillo... — se excusa el omega.
— En estos tiempos de guerra es peligroso... no sé cómo es que esos guardias lograron infiltrarse al castillo sin que Minho o Hoseok lo notaran, pero esta no será la última vez que traten de atacarlos — hablo el alfa.
Kai muerde su labio inferior y su vista se dirige a su cachorro aun en brazos de su alfa, pudieron haberle quitado a Minki por su culpa, por no querer quedarse en la habitación.
— L-Lo siento, es solo que a veces me siento asfixiado y quiero salir — confesó el omega acercándose a la cama — Yo n-no quería que lastimaran a mi bebé o algo así.
Kai acerco su mano al rostro de su cachorro, acariciando las suaves mejillas de este, haciendo que el bebé suelte una pequeña carcajada al sentir el cosquilleo.
— Yo... lo voy a dormir — comenta el castaño, tomando al cachorro.
El omega amamanto a Minki hasta que este quedo dormido, Kai lo dejo sobre su cuna para después acercarse a la cama y acurrucarse junto a su su alfa, quien rodeo su cintura para finalmente ambos caer dormidos.