•| My Prince |• © SOOKAI •

⋅⊱𝟸𝟸⊰⋅

Kai se sentó a un lado de Beomgyu en la cena ambos platicaban sobre algunas cosas que pasaron desde la última vez que se vieron, la cual fue en el funeral de la madre de Soobin que por cierto había fallecido dos meses después de su alfa.

— Hyung ¿Cuantos meses tiene? — preguntó refiriéndose al embarazo.

— Tengo dos meses — sonríe el pelinegro mientras posa una mano en su vientre.

— ¡Vaya! — exclama feliz el castaño.

— ¿Tu y Soobin no han planeado en tener cachorros? — aquella pregunta hizo que Kai se sonrojara.

Con Soobin jamás habían hablado de cachorros, ambos sabían que debía pasar, pues al ser reyes de una región, debían dar herederos.

— N-No hemos hablado de esos temas — contesto Kai mordiendo su labio inferior,
Beomgyu solo rio levemente al notar el nerviosismo de su primo, pero decidió dejar de molestarlo.

El pelinegro le contó a Kai que su esposo había tenido que quedarse en Daejeon y que por eso solo Beomgyu estaba allí, y aunque el alfa no había querido que fuera solo a Seúl debía ir al funeral de su tío.

La puerta del comedor fue abierta, un alfa que Soobin no conocía entro, noto que Minho y Kai permanecían calmados, como si ya conocieran a esa persona.
Por otro lado, el de cabellos negros se levanto de su lugar y se acercó a aquella persona.

— ¡Beomgyu! — exclamo el extraño.

El pelinegro no respondió, solo abrazo a aquella persona Kai y Minho también se levantaron de sus lugares por lo que Soobin los imito, pero el azulado se sorprendió al notar como el par de hermanos se acercaban corriendo a aquella persona también y Soobin frunció el ceño al notar que su omega abrazaba al extraño alfa.

— ¡Kai, Minho! — exclamo.

— ¡Tío KangIn! — exclaman ambos hermanos.

Soobin relaja su entrecejo al escuchar aquello, el extraño era un familiar de ellos al parecer el alfa era padre de Beomgyu. La puerta del comedor no fue cerrada y entraron otras dos personas, uno parecía ser un alfa y el otro aun un cachorro que no se ha presentado.

— ¡JunHui! ¡Minghao! — El pelinegro se acerca a ambos menores y los abraza.

— ¡Beomgyu hyung! ¡¡Tu cabello es negro!! — Minghao, el cachorro, exclamo.

— ¿¡Estas embarazado, hermano!? — cuestiona sorprendido JunHui, el alfa.

— Y-Yo... — el pelinegro asintió con un sonrojo.

Soobin se sintió un poco ignorado en aquel encuentro familiar, hasta que noto las señas de su omega diciéndole que se acercara. El azulado se acercó y los otros tres que no lo conocían le miraron con atención.

— Les presento a mi alfa, Choi Soobin — sonrío Kai — Soobin, ellos son mis primos, y él es mi tío, rey de Incheon.

— ¡Claro! Se me olvido de que ya estabas casado siento no poder haber ido a tu boda, no tuve tiempo — sonríe el rey de Incheon.

— ¡Mi primo Kai ya tiene alfa, mi hermano también! ¡Solo faltas tú, Minho hyung! — Minghao se burlo.

— Yo nunca tendré omega — reclamo el castaño — Son inservibles — gruño.

— Sabes que no puedes permanecer sin omega, te quitaran el trono por no dar herederos — le recordó su tío.

— Ya te puedo ver con un omega e hijos — Comento Kai a lo que Minho frunció el ceño.

— Si tengo omega ni pensaría en cachorros, solo son mocosos que lloran y comen — reclamo.

Todos los presentes rodaron los ojos al notar la actitud que tenía Minho, Minghao, que solo tenía 10 años no entendía muy bien de lo que hablaban sus familiares por lo que solo frunció el ceño.

La coronación de Minho estaba a punto de comenzar. Soobin y Kai ya llevaban cinco días en Seúl, el día anterior había sido  el funeral del padre de ambos hermanos y en esos momentos era la coronación del menor.

Todos estaban es sus lugares, esperando a que Minho pasara para poder ser coronado rey de Seúl. La música empezó a sonar y el joven rubio empezó a dirigirse hacia el frente, donde estaban los tronos.

Después de unos minutos, la corona fue finalmente posada en la cabeza de Minho. Los príncipes se inclinaron a modo de reverencia y los reyes inclinaron la cabeza. Pero un pensamiento cruzó por la cabeza de Kai y es que su hermano apenas tenía 18 años, era muy joven aun para gobernar a un pueblo entero.

Unos minutos pasaron y todos se dirigieron al jardín del castillo donde la celebración  se llevaría a cabo pero Kai seguía sumido en sus pensamientos.

— ¿Sucede algo, Kai? — cuestiona Soobin.

— Es que... siento que Minho aún es muy joven para poder gobernar todo Seúl — declaro el omega.

— Solo soy dos años menor que tú, hermanito — Minho llego a un lado de Kai.

— Sigues siendo muy menor — el castaño frunce el ceño al notar como el rubio le rodea los hombros.

— Tu ya eres rey ¿Por qué yo no podría? — Minho hace un falso puchero.

— Por que tú no tienes alguien con quien gobernar — reclamo el omega.

— Ya te lo dije muchas veces, Kai. No quiero un omega, nunca tendré omega — el rubio estaba a punto de gritar.

— Todos aquí sabemos que para permanecer como rey necesitas a un omega o te pueden quitar el trono — Soobin comento.

— Yo no necesito a nadie — gruño Minho para después alejarse.

Pero Kai aún seguía preocupado, sentía que su hermano no tenía la mejor capacidad para ser un rey y tenía razón.
Algo que nadie en aquella fiesta sabia es que aquel día la corona paso a uno de los reyes que en un futuro se convertiría en un mal rey porque aquel día empezó un gobernado de maldad e injusticia hacia Seul, nadie sabía que Minho dejaría en pobreza extrema a todo su pueblo y todo por su egoísta y arrogante actitud.

Y aquella actitud que tenía el nuevo rey, provocaría algo que en un futuro traería varios problemas, problemas que nadie allí podía imaginar. Un problema que acabaría con muchas cosas y personas.

Nadie allí estaba listo para lo que el futuro tenía preparado para ellos, porque era algo inevitable.