Los cinco estaban sentados, Butters y Kenny viendo de frente a sus invitados. Se podía notar la tensión en el ambiente, sobre todo por parte del ángel de ojos violetas.
Este estaba con los brazos cruzados con una mueca de clara incomodidad. Butters por otro lado sonreía para tratar de calmarlos. Estaba tan tranquilo que su compañero sospechó algo.
—¿Sabías algo sobre esto? —él de ojos claros desvió la vista a otro lado intentando escapar de su mirada.
—Bu-bueno, sabes que no eres tan perceptivo como yo y... Claramente ese chico olía muy particular...
—¡Pe-pero...!
—¿Qué querías que haga? ¡Tenía que al menos ayudarlo! ¡No quería decirte porque era lo mejor! ¡No eres la persona que razona en ese tipo de situaciones y lo sabes, capaz hubieras inventado algo! ¡No podíamos ponerlos en peligro!
Kenny se encogió en su asiento con un puchero. Los tres amigos no podían creer lo que veían. Un ángel siendo prácticamente dominado por alguien más bajito que él.
—Lo siento, solamente se preocupa por ustedes, de verdad. —les sonrió ampliamente de nuevo como si nada al verlos. —Creo que no nos hemos presentado adecuadamente, me llamo Butters y soy un aprendiz para ser un ángel.
El rostro de confusión tanto como Craig y Tweek le hizo reír.
—Puedes tomarte un tiempo antes de elegir ser un ángel guardián para aprender mejor de alguien que ya lo es. No encontré a alguien en mi caso, ya que es muy difícil que uno esté disponible. —aclaró Wendy.
—Butters, eres muy ingenuo. Sin duda eres más inteligente que yo en ocasiones, pero debes ser consciente en lo que nos estamos metiendo. —intervino Kenny levantándose de la silla.
Craig por reacción se levantó para ponerse al frente de Tweek.
Tanto como Wendy y Butters se levantaron preocupados.
—Kenny... —el oji celeste intentó hacerle entrar en razón.
—Por favor no intervengas, cualquier cosa que sea él puede perjudicarte y ocurrir algo malo aunque tú quieras ayudarlo. —miró fijamente a Craig. —¿Qué es lo que pretendes?
—No... No dejaré que le hagas nada.
—Es gracioso que digas eso cuando es más probable que él te lastime. ¿Acaso utilizó sus poderes para manipularte?
—¡Te equivocas! ¡Todo lo que ha hecho Craig ha sido por su propia voluntad! —defendió Wendy.
El azabache tragó saliva.
—No es como el resto. Te equivocas en lo que dices. Antes de juzgar algo deberías conocerlo. —dijo con molestia. —Confió en Wendy y por esa razón vine aquí en busca de ayuda, en la situación en la cual estamos no ganaremos nada en ponernos en contra. Al ser parte humano y demonio creo que es suficiente prueba de que de alguna manera si puede existir una unión entre nosotros.
Butters estaba que se comía las uñas. La tensión estaba en todo su punto crítico.
Kenny se alejó de él. Su cuerpo se relajó.
—Tienes agallas. —sonrió. —Realmente no tengo una buena experiencia con los demonios como creo que es el caso de la mayoría. Pero estuve mucho tiempo en un punto indefinido donde conocí ambas caras de la moneda y aun siendo ángeles estos son capaces de caer bajo la tentación del pecado. No sé si decirte que eres muy inteligente al venir aquí o muy estúpido... —colocó una de sus manos en su barbilla.
—¿Puedo decir algo? —Tweek tocó el hombro de Craig intentando llamar su atención. —Hola, soy Tweek. Creo que ya no hace falta decirte que soy. Pero no tengo ningún problema de que mi trasero esté en riesgo por proteger a Craig. —levantó su chullo. —Sí, él.
—Cierto, ni siquiera les dije sus nombres. —Wendy rió un poco.
—La situación estaba muy tensa para decir algo tan cotidiano. —dijo Butters tomando el brazo de Kenny para que se sentara.
—Es realmente interesante. —el ángel mayor empezó a comer los dulces que dejó sobre la mesa. Aunque hizo gesto de que agarraran por lo ocurrido anteriormente a los dos azabaches se les fue el apetito. —Nunca pensé que fuese posible que un demonio y humano tuvieran un hijo, es perturbador.
—¡Kenny! —le regañó Butters.
—Está bien, siempre pensé lo mismo. —confesó Tweek quien comía como si nada.
—Tu transformación debe ser bastante rara.
—Hablando de eso... Hay varias cosas que debemos contarte. —esta vez Wendy habló. —Tenemos a un amigo que sabe utilizar la magia y bueno, Tweek tiene problemas con su transformación. No tenemos a nadie más con el cual acudir, no queremos ser una molestia... Sabes que no te buscaría si no fuera por una buena razón. Esto nos ayudará a recolectar la información que necesitamos.
—¿Hablas de tu amigo el regordete? —asintió. Kenny meditó un momento. —Bueno, tengo un amigo que utiliza varios tipos de magia y creo que es el indicado. Sin embargo, el tema de la transformación será más complicado ya que nunca se ha presentado un caso así en los años que llevo en la tierra. Tal vez Token pueda conseguir alguna manera de ayudarle.
—¡Gracias, muchas gracias!
—Sin embargo, nada de esto será gratis. Así que... —levantó un dedo haciendo una pausa dramática. —¡Me tienen que recompensar con muchos dulces!
—Kenny.
—¿Qué? —le miró.
—Creo que sería mejor intercambiar información sobre lo que ellos saben... —Butters sugirió.
—Pero... —le miró con ojos de súplica sosteniendo sus manos.
—No, no uses esa mirada conmigo.
—Eh, disculpen. —Wendy interrumpió. —No tenemos problemas con eso, solo que hay una última cosa que decirles... El padre de Tweek fue afectado por una maldición para salvar a Craig.
—¡¿Qué su padre hizo qué?! ¡¿Qué clase de novela es está?! —Kenny se atragantó la boca de comida. Butters limpió sus mejillas. —Es la primera vez que escuchó que un humano llega a ser afectado por una maldición de un demonio. Jamás escuché de tal cosa.
—Seguro eres todo un viejo. —dijo Tweek.
Ambos tuvieron una pelea de miradas.
—Es algo complicado, creo que la parte que más nos costará es encontrar alguna manera de ayudarle... —habló Butters.
—¿Los ayudaremos? —dijeron al unísono menos el pequeño Stotch.
—¡Pues claro que sí! Ya sabemos todo esto, sería un desperdicio no hacerlo. Después de todo tal vez esto sea la señal que estábamos esperando para que los demonios dejen de raptar a tantos humanos.
—Creo que ha sido bastante información en tan poco tiempo. —se levantó Kenny dando un suspiro. —Necesito algo de tiempo para pensar, esto es realmente delicado.
Los tres le imitaron, se despidieron agradeciendo para salir.
—Butters, realmente te agradezco por haberme ayudado. —le dijo Craig antes de marcharse.
—No es nada. No se preocupen, haré todo lo posible para convencerlo.
Cuando la puerta fue cerrada él azabache se asustó al ver a Tweek tan cerca con cara de pocos amigos.
—¿Se conocían?
—Yo también quiero saber. —sonrió Wendy disfrutando de la situación.
—E-eh sí, me dio este rosario una noche que salí a buscar a Hellen. —empezó a caminar intentando esquivar la mirada del blondo.
Tal vez fue parte de su imaginación pero juró escuchar a Wendy reír.
Solo necesitaban contarle todo a Clyde.
Oh no, Clyde.
Craig se sintió culpable y se dirigió a la habitación tan rápido como pudo temiendo por su amigo. Sin duda conocía bien a su hermana y ella sabía bien miles de maneras de cómo podría torturarlo.
Más grande fue su sorpresa al abrir la puerta.
—¡Choco, choco, lala! ¡Choco, choco, lele! ¡Choco, choco! ¡Chocolate! —decían los dos al mismo tiempo chocando sus palmas.
—¡Al fin! ¡Pudiste hacerlo! —exclamó Tricia levantando los brazos. Ambos celebraron abrazándose.
Tweek y Wendy se miraron, para poco después empezar a reír.
—¡Oigan no se rían! —Clyde se puso rojo por la vergüenza.
El azabache sintió como las mejillas le dolían.
Después de tanto tiempo logró reírse olvidando sus preocupaciones.
𝟢𝟥/𝟣𝟢/𝟤𝟣: Capítulo editado.