Narra Abilene
Camine por las calles de Boston era en verdad un lugar bonito y mágico. Las personas a mi alrededor parecen ir en cámara lenta, toda mi vida esta pasando en cámara lenta, camino como si cada paso fuera el ultimo que daré, cada latido de mi corazón podría ser el ultimo, cada palabra que digo podría ser la última, sin embargo eso no me asusta. Cuando me mude aquí deje muchas personas que amaba atrás, pero eso era necesario, tenia que seguir mi camino, escribir mi propia historia
No me di cuenta que delante mío había un escalón y cuando creí que caería, alguien tomo mi mano y evito mi caída, con el corazón aun palpitando como si se fuera a salir de mi pecho, levante mi mirada y unos profundos ojos marrones me miraban detenidamente, nos sostuvimos las manos por algunos segundos, hasta que ambos nos soltamos, pero ninguno fue capaz de decir ni una palabra o por lo menos no hasta que el sonrió y dijo
-¿sabes? podría acostumbrarme a tomar tu mano
Fruncí el ceño- Oye, ¡que dices!- lo empuje levemente y sonreí
-Lo digo en serio- comento, rodee los ojos y seguí mi camino, caminó hasta quedar a mi lado- Es en serio- sonrió burlón
-¡Ya! cállate- fruncí mis labios, lo mire de reojo aun caminaba a mi lado- ¿Me estas siguiendo?
-Depende.
-¿Depende de que?- pregunte confundida
-¿quieres que te siga?- pregunto, me acerque a el y luego sonreí
-No. Ahora deja de seguirme- pase por su lado y seguí buscando una cafetería
Y como si hubiese leído mi mente...
-Se donde hay una cafetería, con los mejores cafés del mundo- Hablo cuando, yo ya me había alejado dos o tres metros, voltee a verlo y en su rostro yacía una sonrisa de suficiencia
-Dios mío- susurre para mi misma, solté una risita y termine por aceptar- ¿Queda muy lejos?
Una sonrisa de satisfacción se asomo en su rostro- No- contesto finalmente
Me acerque a el y tire de su mano- Vamos, que tengo hambre- contuve una sonrisa, cuando el soltó una pequeña carcajada
Desde que conozco a Demian, pocas han sido las veces que lo escuche reír, y para ser sincera me gusta su risa, es... sincera.
El Lugar estaba situado cerca del rio, era un lugar pequeño, pero con un ambiente cálido. En frente mío, Demian me miraba atento y yo aun mantenía mis ojos sobre el, como si desviar la vista fuera algo tan difícil como un sacrificio, carraspee incomoda, pero aun sintiendo su mirada
-¿Qué harías si este fuere tu último día?- me atreví a preguntar, el me miro con... ¿sorpresa?
-No lo se, nunca me puse a pensarlo, pero creo que estaría con las personas que amo y haría todo lo que no eh podido hacer- respondió con simpleza- ¿y tu? ¿Qué harías?
-Viviría cada segundo, reiría cada minuto, y amaría hasta el último suspiro, eso es lo que haría, tendría el día mas feliz de mi vida- sonreí con lo ultimo, eso era en verdad lo que quería hacer
-Entonces... ¿Qué harás cuando termine el intercambio?
Mi sonrisa decayó con eso, no sabía lo que haría, porque posiblemente ni siquiera este viva cuando eso pase, faltaban cinco meses para eso
-No lo se- conteste dando una media sonrisa
~°~°~
Apoye mi cabeza en la fría pared, y vi mis pies moverse de un lado para otro, como si estuvieran bailando, mis manos estaban entrelazadas en mi regazo, solté un suspiro. Por la ventana del hospital podía ver la lluvia caer, las gotas golpeaban en la ventana y en el suelo
Hoy como todos los Martes, me encontraba en el hospital para hacerme unas pruebas y ver como seguía, en el último año el hospital se había vuelto mi segunda casa. Aun recuerdo el primer mes, había sido uno de los meses mas duros de mi vida
"A pasos nerviosos entre al consultorio del Doctor Cirus. Como todo los consultorios, había un escritorio repleto de cosas, una silla donde estaba sentado el doctor, y otra del lado contrario del escritorio para el paciente. Tome asiento en dicha silla, con mis manos temblando, y completamente aterrada de lo que pudiera llegar a decirme
-¿Cómo has estado Abilene?- pregunto con una sonrisa
-Bien ¿y usted?
-Eh estado bien Abilene. Pero vayamos a lo importante- su sonrisa se borro, y me temí lo peor- Tienes cáncer en la sangre- lagrimas se asomaron en mis ojos pero no salió ninguna, me obligue a asentir y tragar el nudo que yacía en mi garganta- con un tratamiento de quimioterapia o un trasplante de medula, podrías vivir unos meses mas o incluso superarlo, pero aun así no tendrías una vida normal. Mientras recibas el tratamiento sufrirías dolores, mareos, vómitos, desmayos, sangrado
-y... ¿si no me hago el tratamiento?- mi voz salió en un murmuro muy bajo
-Vivirías solo ocho meses aproximadamente, y al igual que con el tratamiento, sufrirías dolores, pero estos serian mas leves- respondió con pena- es tu decisión Abilene, aun puedes tener una segunda oportunidad
Negue y le di una sonrisa triste- No. Esta bien- me pare de la silla y camine hasta la puerta- Gracias. Adiós Doctor Cirus
-Abilene- me llamo antes que saliera, apretó su mano y la tiro hacia mi lado- Se fuerte- le medio sonreí y asentí, para cerrar la puerta tras de mi"
Sonreí. Recordando aquello, ahora se sentía tan lejano, sin embargo no había pasado mucho de aquello, pero los sentimientos que tengo ahora hacia mi enfermedad, son distintos a los que tenía entonces, antes me invadían sentimientos de tristeza, temor, nostalgia, en cambio ahora ya no siento tristeza, sino esperanza, amor hacia la vida, hacia cada segundo del día, hacia cada sonrisa de las personas. Mi enfermedad me hizo replantarme muchas cosas, me enseño que el después no existe, que si quieres hacer algo no lo dudes, solo hazlo, has cada cosa que desees, toma decisiones, comete errores, haz locuras, mójate con la lluvia, disfruta el sol tocando tu piel. Hazlo todo, al final de un largo camino llegaras a casa.
Entre al consultorio de el que a sido mi doctor este último mes, me recibió como de costumbre con una gran sonrisa
-Hola, Abilene ¿Cómo te has sentido?- me pregunto, me senté en la silla y le regale una sonrisa
-Me e sentido bastante bien, Dr. Harry- respondí con una pequeña sonrisa
-¿Mareos?- quiso saber, asentí- ¿Sangrado?
-No
-¿Desmayos?- pregunto, negué- Bien, te haremos unas pruebas y luego puedes irte a tu casa
-Esta bien- me levante y fui con una de las enfermeras a que me dieran el pijama de hospital
Luego de cambiarme la ropa, entre al área de radioagnóstico, hoy me tenían que hacer un estudio de rayos X. Le deje mi móvil a una de las enfermeras, y me acosté en la maquina, esta se fue moviendo y una luz se encendió, mire el techo de la maquina, totalmente nerviosa, luego de tres meses haciéndome estos estudios casi todas las semanas, aun me ponía los nervios de punta
Me quedan aproximadamente 160 días- pensé
Luego de unos minutos, el estudio llego a su fin, asique me levante de la maquina, me cambie de ropa y la enfermera me entrego nuevamente el móvil. Me hicieron esperar un rato afuera, hasta que los resultados del estudio estuvieran listos, minutos mas tardes el Dr. Harry salió, y por la cara que traía deduje que nada bueno eran los resultados. Sonreí triste
-No salieron bien, ¿verdad?
Negó- Aun estas a tiempo de iniciar el tratamiento, aun puedes tener una segunda oportunidad
-No, esta bien, hace mucho acepte mi destino- respondí, el me dio una sonrisa triste
-Lo siento, Abilene
-No se preocupe, estaré bien- el asintió aun con una sonrisa triste- Nos vemos Dr. Harry
Sin mas me fui, al llegar a la puerta del hospital, me choque con un señor, por lo que casi me caigo, pero unos brazos detuvieron mi caída. Y como si fuera el destino, el nuevamente se encontraba frenando mi caída
-¿Estas bien?
-¿Demian? ¿Qué haces aquí?- pregunte mirándolo, aun me tenía en sus brazos, sonreí nerviosa y me separe un poco
-Pasaba a visitar a un amigo- contestó, me sonrió y sus hoyuelos hicieron su presencia- ¿y tu que haces aquí? rubia
-Yo... yo estaba...
-¿Estas enferma? ¿Te encuentras bien?- pregunto preocupado borrando su sonrisa
-¿yo? si, ¿Por qué estaría mal?- respondí nerviosa, el frunció el ceño
-Porque... estamos en un hospital- contestó obvio
-ahh- apreté mis labios y solté una risa nerviosa- si... es que justo pasaba por aquí, y quise echar un vistazo. Ya sabes, soy extranjera- mentí
Bien, Abilene, miente. Parece que últimamente se te da bien mentir
El sonrió- Me alegra que estés bien- clavo su vista en la mía, aun con una sonrisa- Nos vemos rubia
Asentí- Adiós Demian- le di un media sonrisa y seguí mi camino, pero antes de cruzar la puerta, lo volví a saludar con la mano, el soltó una pequeña carcajada y devolvió el saludo
Al salir, la lluvia caía de manera fuerte y rápida, puse una mano por enzima de mi cabeza y comencé a correr bajo la lluvia, no me importaba mojarme, en verdad me encantaba sentir la lluvia, aunque posiblemente agarre un resfriado. Pero en cierta manera estaba acostumbrada, en mi vida siempre llovía y yo era la única sin paragua, aunque eso esta bien, si te pones a pensarlo luego de tantos resfriados por correr bajo la lluvia, en algún momento te harás inmune a ellos
Al llegar a la residencia, deje mis cosas y me metí a la ducha, el agua tibia corría sobre mi piel, y así mi cuerpo volvió a su temperatura norma, al terminar de bañarme, no tarde en acostarme. Esa noche, al igual que muchas otras, no pude conciliar el sueño
A la mañana siguiente, ya me encontraba caminando rumbo al instituto, aunque esa mañana fue diferente a las que e estado aquí, hoy como cosa rara algunos chicos me saludaron en el camino, algunos de ellos los conocía porque eran mis compañeros de clases, pero sin embargo nunca habíamos cruzado palabras, y otros simplemente no los conocía. A unos pocos metros divise a Demian asique fui hasta el
-Hola- lo salude con una sonrisa, al verme sonrió mostrando sus hoyuelos
-Buen día rubia- revolvió mi cabello, le di un manotazo
-¡Oye!- proteste, hizo caso omiso a mis palabras y volvió a revolver mi cabello, fruncí el ceño e hice un puchero- ¡Me estas despeinando!
Se encogió de hombros- Ya estabas despeinada- le pegue un manotazo en el brazo, el se sobo la parte afectada e hizo una mueca
-Auch
-Mentiroso, ni te golpee fuerte- lo acuse, el sonrió
-Tienes razón, golpeas como niña- se burlo
-¡Y que soy! ¿¡Un alíen!?- hice un moín ofendida
-lo has dicho tu- se encogía de hombros y comenzó a caminar
-Imbécil- murmure- ¡Oye! ¡Espérame!- corrí hasta quedar a su lado- Por cierto... ¿Qué les pasa a todos hoy?
Frunció el ceño confundido- ¿Por qué?
-No lo se, hoy cuando entre me saludaron varios chicos- respondí confusa
-Ah, ¿Alguna vez escuchas lo que dicen a tu alrededor?
-No, siempre ignore a lo que decían las personas a mi alrededor, a parte soy muy despistada
-Te has echo muy popular, ya que eres "la chica de intercambio"
-Ahh- respondí, lo mire de reojos y pregunte- Pero ¿Por qué tanto alboroto con eso?
-Eres una chica bonita de intercambio lo que significa, un nuevo tema de conversación, cuando aparezca algo nuevo de que hablar dejaran de hablar de ti- respondió llegando a donde estaban nuestros casilleros
-¿Dijiste que soy bonita?- apreté los labios para no reírme, mientras abría mi casillero
-¿Fue lo único que escuchaste de todo lo que dije?- pregunto levantando sus cejas
-Lo acabas de aceptar. Gracias por el cumplido- le sonreí cerrando el casillero luego de sacar lo que necesitaba
-Eso no fue lo que...- se quedo a mitad de oración al ver como sonreía con burla, suspiro irritado- Agh, olvídalo. Es imposible hablar contigo- comenzó a caminar por el pasillo, solté una carcajada, se irritaba fácilmente
-¡Oye, espérame!- comencé a caminar un poco mas rápido para alcanzarlo
-No. Piérdete
-¡Oh, vamos no te enojes!
-Deja de seguirme pareces una acosadora- mascullo
-No te estoy siguiendo- proteste
-¡Si, lo estas haciendo!
-¡Que no! nos toca la misma clase- respondí
-Entonces ve por otro lado
-No, me voy aburrir caminando hasta allí sola
-Entonces abúrrete- soltó frustrado
-No. Abúrrete conmigo
Me miro y soltó una risa, aquella frase me la había dicho el en clase los primeros días que nos conocimos
-Eres una infantil- se mofo, me encogí de hombros con una sonrisa
Caminamos juntos hacia el salón de clases, hoy nos tocaba literatura y como ya era costumbre, escuchamos música durante toda la clase, mientras cruzábamos dos o tres palabras para opinar sobre las canciones que se escuchaban por el auricular. El timbre del receso por fin tocó, asique ambos salimos juntos a la cafetería, yo aun no me hablaba con nadie, sin embargo no me molestaba, me sentía bien junto a Demian
Creo que de alguna manera congeniábamos bien, aunque no podíamos estar mas de media hora sin discutir por cada pequeña cosa, si yo digo blanco el dice negro, si el dice día yo digo noche, y eso me gusta porque nunca me aburro a su lado, las conversaciones suelen fluir sin presión, como una melodía perfecta
Estaba sentada junto a Demian en la cafetería, ambos tomando un té helado, pero mi móvil que se encontraba arriba de la mesa sonó haciéndome saber que estaba recibiendo una llamada, mire de quien se trataba y sonreí al leer "Charles"
-Hola
-Hola Babi- saludo al otro lado de la linea, sonreí al escuchar la voz de mi hermano mayor- Tenemos que hablar
Mi sonrisa decayó un poco al escuchar su voz tan seria- ¿Qué sucede?
Demian que estaba a mi lado me miro confuso, ignore su mirada y me centre en mi hermano
-Ethan decayó de nuevo
-¿Qué?- mi voz salió como un susurro ahogado
-La semana pasada lo encontré drogándose y no quiere ir al centro de rehabilitación- el nudo se volvió a formar en mi garganta
-déjame...- mi voz casi se rompió con la primera palabra- déjame a mi hablar con el, hare lo posible para hacerlo entrar en razón
-Esta bien. Siento mucho tener que llamarte por esto, sabiendo todas las preocupaciones que tienes, pero eres a única que lo hace entrar en razón
-No te preocupes, adiós- colgué la llamada
Demian me miraba atento y con cierta curiosidad, junte mis cosas, necesitaba salir de aquí
-Nos vemos- lo salude para pararme del asiento, cuando estaba apunto de irme tomo mi brazo deteniéndome
-¿Estas bien?- pregunto preocupado, trague como pude el nudo de mi garganta y forcé una sonrisa
-Si, no te preocupes- el asintió soltando lentamente mi brazo- Adiós
-Adiós rubia- lo salude con la mano y salí a pasos rápidos de la cafetería
Sentía que me estaba sofocando, el aire no llegaba correctamente a mis pulmones, cada vez era mas difícil respirar. Salí del instituto y comencé a caminar sin rumbo alguno
En parte, el tratamiento no me lo había echo porque no nos alcanzaba el dinero, decidí que era mejor que mi hermano menor fuera a rehabilitación, ya que el si tiene posibilidades de seguir con su vida normalmente, si bien yo tenia alguna posibilidad de sobrevivir al tratamiento, no era del todo seguro que saliera viva de aquello, en cambio mi hermano aun era chico y tenia una vida por delante
Mi familia no tiene mucho dinero, en realidad solo éramos mis dos hermanos y yo, mis padres nos abandonaron en un orfanato cuando nació mi hermano menor, asique mi hermano Charles, que es diez años mayor que yo, se encargo de estudiar mucho y a sus dieciocho años comenzó a trabajar y pidió nuestra custodia, dos años después se la dieron, en ese entonces yo tenía catorce años y mi hermano menor Ethan doce años, siempre habíamos sido nosotros tres contra el mundo. Cuando se enteraron que estaba enferma trataron de hacer todo para que yo recibiera el tratamiento, pero me negué rotundamente, pero les hice jurar a ambos que hicieran como si nunca se hubieran enterado de tal noticia
Me senté en una banca frente al mar, mirando el paisaje, la brisa era fresca y el agua se movía por las olas, tome un poco de aire antes de tomar mi móvil y marcar el numero de mi Ethan
-¿Babi?
-Hola hermanito- lo salude con una débil sonrisa y mis ojos cristalinos- Necesitamos hablar
-Charles ya te fue con el cuento, sabe que no estas bien y te preocupa por algo insignificante- se escuchaba enojado, apreté mis labios por no poder estar allí en este momento- Si lo que quieres decirme es que vaya a ese centro, la respuesta es no, no volveré a ese lugar
-Ethan escúchame, no te enojes con Charles el esta preocupa al igual que lo estoy yo, necesito que nos escuches, me prometiste que irías a ese centro y te recuperarías, tu me lo prometiste, no rompas tu promesa por favor, lo que mas quiero en este mundo es que estés bien y que puedas seguir tu vida- le rogué ya soltando algunas lagrimas- por favor
-Esta bien, lo hare, pero no llores- su voz sonaba derrotada y daría todo lo que tengo por poder abrazarlo- en pocos meses me veras como nuevo
Sonreí- De eso estoy segura ¿Cómo te esta yendo en el instituto?
-Bien, nada nuevo ¿Y a ti hermanita? ¿Qué tal Boston?
-Es una ciudad muy bonita, espero que algún día puedas conocerla- comenté con una sonrisa y mas tranquila de poder hablar con el
-Algún día la conoceré- aseguro
-Bien, te dejo me estoy quedando sin batería en el móvil
-Okey, te quiero- se despidió
-Y yo a ti- colgué la llamada y guarde el móvil en mi bolsillo
Solté un suspiro, el frio se había intensificado pero no quería moverme de este lugar. Alguien puso una chaqueta sobre mis hombros lo que me hizo levantar mi cabeza para encontrarme con Demian que me miro y me regalo una pequeña sonrisa, se sentó junto a mi mirando hacia el paisaje, y así nos quedamos ambos en silencio, no hacían falta las palabras, le estaba agradecida porque llego en el momento justo para estar a mi lado. Mirándolo me di cuenta que... No quería ser olvidada, quería permanecer como un recuero
w