Whatsapp (Niall Horan)

By britirishxgirl

12.3M 617K 136K

❝Tú y tu bonita costumbre de ser lo mejor que me ha pasado en la vida❞ ¿Qué harías si un desconocido te man... More

Sinopsis
Capítulo uno
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo siete
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
thirteen.
fourteen (1-2)
fourteen (2-2)
fifteen
sixteen
seventeen
eighteen.
nineteen.
twenty.
twenty one.
twenty two.
twenty three.
twenty four.
twenty five.
twenty six.
twenty seven.
twenty eight.
twenty nine.
thirty.
thirty one.
thirty two.
thirty three.
thirty four
thirty five
thirty six
thirty seven
thirty eight
thirty nine
fourty
fourty one
fourty two
fourty three
fourty four
fourty five
fourty seven
fourty eight
fourty nine
fifty
fifty one
fifty two
fifty three
epilogue.
agradecimientos.
MI NUEVA HISTORIA

fourty six

210K 10.2K 6.1K
By britirishxgirl

"And they scream, the worst things in life come free to us" -The A Team, Ed Sheeran.

Habían pasado meses ya desde casi se me escapa el decirle a Niall que padecía de amnesia. Tampoco era la cosa más extraña del mundo tenerla, tan sólo había perdido la memoria de lo ocurrido en mis tempranos cinco años.

Nadie sabe con certeza la verdadera razón por la cual apareció y el doctor Horan piensa que no es nada grave. Por lo tanto, mis padres no me llevan cada semana a que me revisen, ni me llevan a una persona especializada en el tema. Sólo me llevan una o dos veces a ver al doctor Horan para hablar con él y todo solucionado.

Eso sí. Me hacían radiografías por si las dudas, pero nunca mostraban ningún síntoma dañino en cuestión.

Estos tres meses han sido geniales. Niall y yo hemos ido a Hyde Park, un parque precioso, por el cual cruza el río Serpentine. Es bastante verde, y hay millones de árboles de diferentes tonalidades. Fuimos a tomar un almuerzo en picnic. Al terminar la tarde, paseamos por el borde del río y en un momento, tiré a Niall.

A las semanas, fuimos al London Eye. Nací en Londres y no había viajado mucho, por que lo he pasado aquí toda mi vida, sin embargo, sólo he ido dos veces a esta atracción. Tampoco me llamaba demasiado la atención pero ir con Niall cambiaba las espectativas de todo. Cuando nuestra cabina solitaria estaba encima de todas, se paró un mili segundo y me besó, y de nuevo, comenzó a girar.

Al día siguiente me mandó mensajes, y estuvimos así durante dos días más ya que estaba en mal estado. Me había aparecido un moretón horrible en el brazo, de un tono violeta y amarillento. Lo peor no fue no poder taparlo, si no que, por segunda vez, mi nariz comenzó a sangrar ese día.

Suspiré. Siempre había tenido esa facilidad de sangrar, pero normalmente lo hacía sin ningún motivo. Recuerdo la vez que me quedé en casa de Ashley a dormir, y me golpeó con un cojín suavemente, provocándome una hemorragia.

Cuando ya me sentí bien, se lo conté a Niall y quedamos en vernos a su casa. Me había invitado a su casa a comer. La verdad es que no tardé en aceptar su invitación, porque Maura es la mejor cocinera del mundo.

Al llegar a su casa, el olor a espaguetis con salsa de tomate rayado y carne, me volvieron loca. Y al terminar de comer, el olor a vainilla y chocolate de las galletas, lo hicieron aún más.

Esa misma tarde quedamos el grupo de amigos y salimos al cine a ver una película.

Esta semana ha sido la más tranquila. Niall ha venido el lunes a merendar y bueno, no soy su madre, por lo que mis galletas estaban quemadas y sin ningún sabor. Casi intoxico a Niall.

Tenía pensado contarle a Niall de mi falta de memoria hoy, jueves.

Estábamos en la puerta del colegio, solos, todos se habían ido ya a casa. Ni siquiera sé porqué no nos habíamos ido aún, pero me daba igual. Cualquier sitio con Niall me parecía perfecto.

Se lo conté sin más, con alguna dificultad por el miedo a cómo se lo tomara, pero lo dije sin pensar. Esperaba alguna reacción extraña, o alguna sorpresa de su parte. Pero asintió y sonrió. Me explicó que lo sabía desde hace unas semanas, ya que Luke y Ashley estaban hablando de ello. Me había parecido raro, ya que no recuerdo ningún momento en cual se podría haber enterado. Aún así, lo dejé pasar.

Asentí y caminamos hacia su casa.

Dos platos con hamburguesa en ellos nos esperaban en la cocina junto con un post-it. Lo agarró y lo leyó en voz alta. "Comer, sobre todo tú Hay. Volveré a la tarde con donuts. Maura xx". Hicimos caso a la nota que nos había dejado la mamá de Niall y comimos hasta que estuvimos llenos.

-¿Vemos una película?

Asentí con la cabeza sonriente. La película era Cómo perder a un hombre en 10 días. No sé si la película era tremendamente lenta y aburrida, o es que yo no la entendí muy bien, pero lo único que pude hacer en la hora y media que duró, fue pensar en Niall, y en como se reía por cada broma que soltaban los protagonistas. Por como su vista estaba clavada en el televisor atento de cada acción que tomaban.

Mi mejilla estaba apoyada en el cabecero del sofá, mirando fijamente a Niall como si todo dependiera de ello.

-¿Cuánto tiempo más tengo que finjir que no sé que me estás comiendo con la mirada? -preguntó sonriendo aún más. Reí tontamente con rubor en mis mejillas.

-El que tardes en besarme ahora.

Se giró y me observó. Estaba sonriendo ampliamente y acortó la distancia entre nosotros y me mordió el labio inferior para después comenzar a besarme. Sus manos se movieron a mis caderas y yo subí las mías a su nuca. Me gustaba su pelo y tener el poder de poder tocarlo cuánto quiera.

Me tumbó en lo largo del sofá y tiré el mando del televisor, dándole sin querer al botón de pausa. No le importó en absoluto y siguió con lo suyo. Mis manos subieron y agarraron el cuello de su camiseta, en su pecho. Los besos de Niall me encendían de la forma que nadie había conseguido y me hacían desear más.

Dejamos de besarnos cuando el sonido de la puerta principal abrirse y seguido de ellos pasos llegando al salón.

La nariz de Niall tocaba la mía, sonreí y le di un corto beso. Ladeó la cabeza y pasó a repartir besos a lo largo de mi cuello, iba a apartarle ya que Maura entraría en cero coma, pero Niall tomó la inesperada iniciativa de hacerme cosquillas en este instante. Mi risa y la de Niall mezcladas se escuchaban por toda la casa y la mitad de mi cuerpo se caía por el sofá.

Le gritaba que parara pero no lo hacía. -¡Maura socorro!

Los pasos que se escuchaban pararon y Niall volteó a ver detrás suyo y paró rápidamente. Tomé impulso para levantarme, ya que mi cabeza estaba colgando junto con parte de mi torso y mis piernas aún seguían en el sofá, e hice que Niall cayera encima mío. Fijé mi vista hacia arriba y quien había entrado era su padre, no Maura.

-Mierda, perdón. Oh, joder, Stevens. Papá ayúdame.

Se levantó corriendo y tomó mis manos con fuerza sin darme tiempo a analizar la situación. Niall estaba actuando muy exageradamente.

-Ven, Stevens -dijo el padre de Niall. Se me hacía raro el verlo rondar por la casa ya que siempre estaba trabajando de día, y cuando no, tenía jornada de noche. Asentí y le seguí sin entender.

Me llevó al baño y me hizo sentarme en el inodoro. Abrió el armario que había debajo del lavamanos y sacó de él un botiquín. Cuando se levantó, se volvió hacia mí y puso alcohol en una gasa.

-Sólo es una pequeña hemorragia, no hay nada por lo que preocuparse. Pero como ya te han contado tus padres, a partir de ahora tienes que tener cuidado con los golpes. Podrían hacerte mal.

No entendía a qué se refería.

Pasó la gasa por encima de mi boca, hasta el principio de mi orificio, y cuando finalmente estaba limpio, cogió otra y la metió en este.

-¿Qué? Osea, qué deberían de haberme dicho mis padres -pregunté inocente, juntando mis manos sobre mi regazo.

Mi pregunta le pilló por sorpresa, por lo visto, ya que sus ojos se abrieron como platos. Pero eso no duró mucho, sin más, su ceño se frunció y ahora mismo se le notaba tenso y muy, pero que muy, enfadado. Mierda.

-Salte, ve con Niall.

Sin decir nada, salgo siguiéndome él por detrás. Me dirijo hacia el salón y el se dirige hacia la derecha, en dirección a la cocina.

Antes de que Niall dijera nada cuando llegué al salón, le tapé la boca para que no emitiera sonido. Y con mi mano en su boca, lo llevé conmigo hacia la puerta de la cocina. Una vez ya ahí, en la entrada, apoyé mi oreja en la puerta y escuché los pasos del señor Horan. Niall me veía con cara extraña, sin embargo, a los segundos después se puso en la misma posición que yo.

Cuando los pasos cesaron, empezaron los gritos. Ni buenas tardes, ni mierda. Se calló. Cómo coño no le habéis dicho nada aún a Hayley. Joder que son tres meses. Me giré a ver a Niall y él estaba pegado a la puerta sumido en lo que su padre estaba diciendo. Podríais estar perjudicando su vida en estos momentos, ¿ha estado tomando su medicamento? Ay, Dios... Voy a colgar. Antes de que pudieramos apartarnos de la puerta, esta se abrió mostrando a su padre con una mirada enojada, dejándonos caer al suelo.

-Levantaros. Te voy a llevar a tu casa, Hayley.

-¿Qué ha pasado pap...?

-Voy a acompañar a Stevens a su casa, quédate aquí. Enseguida vuelvo -me mira-. Vamos.

Asiento y camino junto a él a la puerta. Giro un poco mi cabeza y veo a Niall con el ceño fruncido. Ninguno de los dos sabemos qué pasa. Lo único que nos queda es esperar. Intento sonreírle, pero sólo produzco una mueca, seguido me lanza un beso. Ahora sí sonrío.

Una vez estamos fuera, me abre la puerta del copiloto y me siento. Él entra en el asiento del piloto cuando yo me estoy poniendo el cinturón. Me da miedo mirarle. No es que Bobby me de miedo... Pero su actitud present, tan fría y ruda, me es tan diferente a como es siempre, alegre y sonriente, que no quiero que acabe enfadado conmigo.

No pone la radio. La carretera no lleva con ella muchos coches. Hay mucho silencio. El deportivo del señor Horan no hace apenas ruido. Estoy acostumbrada al auto viejo que me deja manejar mi abuela, que hace cualquier sonido a la mínima que me muevo en el asiento.

Suspira. -No guardes rencor a tus padres, ¿vale, Hayley? Stevens, perdón.

-Supongo que no será para tanto... -murmuro. Y él vuele a suspirar.

El camino se me hace corto. Sobretodo por que hemos ido a una velocidad considerable, contando que nuestras casa están a unos pocos metros. Aparca enfrente de mi casa, pero no se baja. Aprieto el botón rojo para quitarme el cinturón. Cuando abro la puerta del coche, el aire frío me golpea las piernas. Antes de que pueda salir, me coge del brazo.

-Sabes que para mí siempre has sido como una hija, ¿no? -como puedo, asiento con la cabeza y sonrío-. Ahora ve.

Con tanta intriga acabaría golpeando al primero que se me cruzara. Caminé hasta el porche de mi casa y llamé al timbre. Después de unos segundos la puerta se abre mostrando a mi padre con los ojos hinchados y rojizos. Detrás de él se encuentra mi madre, con el mismo aspecto, a diferencia que a ella aún le caían lágrimas de los ojos. Ambos lloraban.

-Pasa, cariño.

-¿Luke?

-No está aquí, Stevens... Hoy duerme con Ashton. -Asentí-. Siéntate en el sillón, hija.

Y lo hice. Quería decirles que no me quería sentar. Que estaba agusto de pie. Pero no quería darme el placer de no hacerles caso; Se veían mal, y por algo así, no les llevaría la contraria.

Era como seguir en el auto del padre de Niall. Silencio. No sabía si hablar, o callar. Algo claro tenía: si hacía una de ellas, acabaría mal.

Papá tosió... Y comenzó preguntándome: -¿Te acuerdas cuando tenías once años, y vimos a esa niña que era mayor que tú, quizás tendría... Unos dieciséis o diecisiete, no lo sé... E iba vestida de una princesa? Te reíste, cariño. Era muy guapa esa chica, y se veía graciosa, haciendo gestos extraños en el aire... Saltando, gritando, riendo, llorando. Y todo vestida de princesa, con dieciséis o diecisiete; Por eso te reíste, Hayley, me dijiste: "¿No es muy mayor para vestirse de princesa?" Tenías razón -se sentaron conmigo y me cogieron ambos de las manos.

»Dimos vueltas por el parque y pasamos de nuevo por su lado. Ahora ella no estaba haciendo nada. Estaba abrazando a su padre, llorando. Se separó de él sonriente y le preguntó: "¿Mamá está bien, verdad?". Él asintió.

»Al día siguiente, ese hombre apareció en mi consulta. Era la primera vez que él acudía a un psicólogo. Le reconocí, pero él a mí no; Supongo que no se dio cuenta de que pasamos por su lado ayer. Me habló de su hija... Ella... Era ciega. Se llamaba Noelle. Me contó que ella y su madre tuvieron un accidente automovilístico, Noelle quedó ciega tras el impacto... Mientras que su madre -lloraba mientras mi padre me contaba la historia. Llevé mi mano a mi cara y como pude paré las lágrimas que caían-, su madre murió. Estuvieron años llevando a su hija a hospitales, desde los siete años. Y hace unas semanas, tras un milagro, les ofrecieron una operación de riesgo... Operarían a su hija de los ojos, volvería a ver, sin embargo, esta operación era tan peligrosa que no duraría mucho viva. Se arriesgaron, Stevens. Noelle le pidió a su padre poder ver la tumba de su madre, poder volver a ser una niña, una princesa. Quería verle por última vez, a su padre y a su hermana. A su familia y amigos.

»Una vez hecha la operación, quedó todo el día en la habitación del hospital para hacerle pruebas. Y al día siguiente se fue con su padre al cementerio, a ver a su madre. Esa misma tarde se quedó en casa, con su padre, viendo álbumes de fotos, al lado de su hermana. Y al siguiente fueron al parque, aquel al que iba junto con su madre de pequeña, fue vestida de princesa... Ahí fue cuando la vimos. Tenían pensado ver a la familia mañana, a sus amigos... Pero cuando llegaron a casa, a la noche... No duró más, murió dormida, en la habitación de su hermana pequeña. Ambas estaban abrazadas.

-¿Papá? ¿Por qué me cuentas esto? -pregunté con la cara mojada, por culpa de las lágrimas-. ¡Mamá! ¡Qué pasa!

-No quiero perderte, Hayley, no quiero que un día despiertes y dejes de sonreír, no quiero perderte, no quiero. No puedo, no puedes dejar de ser feliz. No quiero que seas Noelle, no quiero que llegue el día en el que seas realmente feliz y te lo arrebaten todo después de la nada. No quiero que sufras, Hayley. No...

Comenzó a llorar. Se quedó callado. No volvió a hablar. Se tapó la cara con las manos y siguió llorando. -Te quiero, Hayley... No te quiero perder.

-¿Mamá...? -susurré con los ojos nublados-. ¿Q-qué me p-pasa?

-Tienes leucemia, cielo. Te mueres.

[***]

Ya han pasado dos horas desde que subí a mi habitación a llorar. El rímel negro ya no estaba en mis ojos, descansaba en forma de manchurrón negro en mi almohada. Supongo que se podía lavar.

Mi móvil no dejó de sonar. Cada mensaje que me mandaba Niall me hacía llorar aún más. Me llamaba y cada mensaje que dejaba en mi buzón de voz me hacía sonreír para luego, volver a llorar.

Niall:

Stevens, ¿estás bien?

Ya ha pasado media hora desde que mi padre te ha dejado, ¿todo bien?

Supongo que estarás con tus padres, no me voy a preocupar.

Son las 20h, ¿paso a buscarte y cenamos en mi casa? Mamá ha hecho fajitas.

Sé que te gustan.

Te quiero.

¿Hayley?

¿Pelirosa...?

Ya son las 21h, supongo que mañana nos veremos en clase. Te amo.

Mensaje de voz:

¿Stevens? Eh... Bueno, es que como no has contestado a mis mensajes me he preocupado, creo que soy un exagerado. Pero será sólo que soy un loco enamorado. Espero que estés bien, algodón de azúcar. No te rías de mi apodo, aún estoy en busca de uno. Espero que no haya sido nada lo que haya pasado, te amo. Contéstame cuando puedas.

Guardé el mensaje y sonreí.

-Pase lo que pase. Pase lo que me pase, yo también te amo, Niall.

[***]

-Solo te falta un mes para terminar el curso y empezar la universidad, no te vamos a cambiar de instituto.

-Oh, venga ya. No quiero ir. Me niego. Ni siquiera me dais razones de verdad -grité enfadada. Hoy no fui a clases por que me encontraba mal de nuevo.

-¡Sí te las damos! ¡No empieces ahora a ser una niña malhumorada y consentida! ¡Te esperarás a que pase el mes, te graduas y ya eliges tú misma la universidad, Stevens!

-¡No quiero ir a la universidad! -volví a gritar. Mi madre se calló. Sus ojos se abrieron y me miró con el ceño fruncido, no se lo esperaba.

-Stevens, ¿qué dices? Siempre has dicho que tu sueño era ir a una gran universidad y ser periodista. ¿Hablas enserio?

Asentí sonriendo. -¿Para qué ir a una universidad, mamá? Me estoy muriendo. No quiero ir a ninguna puta universidad. Prefiero morirm... -no seguí más, el llanto de mi madre me paró. Seguidamente, una bofetada. Me la merecía.

____________

N/a:

Sé que lo de la amnesia de Hayley os pilló por sorpresa. Tengo 14 años, no soy una escritora profesional, chicas. Si quedó mal el echo de que pusiera así sin más su problema, lo siento. De momento se quedará así, cuando termine Whatsapp, ya lo editaré. ❤️

Espero que el siguiente capítulo no demore tanto, lo juro, haha. Había pensado en cancelarla, pero tranquilas que terminaré Whatsapp tal y como había pensado en un principio 😍.

Si queréis reíros con mis tweets fangirls, y saber cuando subo capítulos, seguirme en tw @/niallftcliffood. jiji🙈

Las amo, a todas. Green, xx.

Comenta: "Zayn te queremos" si has leído hasta aquí.💖

Continue Reading

You'll Also Like

30.4K 1.9K 15
¿Realmente eres feliz sin mí? 27.12.18 Rankings: #33 on lrh #10 on fivesecondsofsummer #34 on hemmings #50 on 5sos
59.7K 3.5K 32
Me Has Cambiado La Vida. . Bia es una joven de 22 años, es dulce, cariñosa, amigable, amorosa, inteligente, alegre, a pesar de que la vida la a golp...
1K 216 18
La vida de Marta es normal y corriente, tirando a bastante aburrida últimamente. Todo cambia con la llegada de Tyler a su instituto. ¿Podrá el chico...
188K 15.8K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...