Wife

By tynarubia

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Una Wife. Eso había terminado siendo Mireya Santos. ¿Qué es? Es una mujer sin escrúpulos, sin corazón, una m... More

Parte 1 : Elegida
Capitulo 2: Disfrutaras
Capitulo 3: Marcada
Capitulo 4: Diferente
Capitulo 5: Dinero
Capitulo 6: Vete
Capitulo 7: Limon
Capitulo 8: Joyas
Capitulo 9: La madre
Capitulo 9: La madre
Capitulo 10: Lo quiero
Capitulo 11: Especial
Capitulo 12: Cara a cara con la familia
Capitulo 13: En un lago
Capitulo 14: Una pareja
Capitulo 15: Soy una de ellas
Capitulo 16: Bajo las estrellas
Capitulo 17: De regreso
Capitulo 18: Un viaje a Italia
Informacion
Capitulo 19: Un Porque
Capitulo 21: Cumpleaños
Capitulo 22: Contrato
Capitulo 23: Todo
Capitulo 24: Un angel de la guarda
Capitulo 25: Berlín
Capitulo 26: Cuestion de gustos
Capitulo 27: El mas importante
Capitulo 28: Un bizcocho
Problemas
Capitulo 29: El encuentro
Capitulo 30: Diviertete
Capitulo 31: Tu la apartaste
Capitulo 32: No puedes darmelo
Capitulo 33: En idiomas
Capitulo 34: Una rosa blanca
capitulo 35: Una casa en Italia
Capitulo 36: Mentiras
Capitulo 37: El pasado vuelve
Capitulo 38: ¿Por que?
Capitulo 39: Como comenzo
Capitulo 40: Ti amo
Capitulo 41:Mi vuoi sposare?
EPILOGO
estoy de vuelta

Capitulo 20: La confianza

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By tynarubia

-Así que.. le contaste a Pamela –Cati sonrió alzando el rostro para que los rayos del sol lo bañaran –Ahora entera todo

-Mi hermana quiere estudiar Arte – Mireya hablo pensativa –Por primera vez en mucho tiempo tiene ilusión en algo

-Eso es bueno –Cati la miro de reojo -¿No?

-¿Qué pasara? –Mireya dejo de caminar –Cuando todo acabe con Mark, si regreso al palacete de Madame. ¿será así toda mi vida? ¿tendré que estar escondiéndome de mi hermana el resto de mi vida, para que ella sea feliz?

-¿No querrás decir si todo acaba con Mark? –Cati paro a su lado, mirándola confundida -¿Qué pasa cielo?

-Nada, eso es lo que pasa –suspiro

-Pero creía que estabais bien –Cati frunció el ceo sin entender

-Si, lo estamos –Mireya aparto su sombrero para poder ver bien a Cati –Estamos todo lo bien que él quiere estar

-Oh, cariño no lo hagas –Cati la miro con tristeza –No te rompas

-Cariño –Fran apareció en escena, caminando junto a Mark. Ambos se pararon ante ellas y el dio un beso a su esposa, después fijo la vista en Mireya –Hola Mireya

-Hola Fran –forzó una sonrisa

-Nos retrasamos, lo siento –Mark paso la mano por la cintura de ella, pegándola a su cuerpo, acerco su rostro al de ella y le dio un beso, después fijo la vista en Cati –Ya sabéis, las reuniones siempre se alargan

-Si no trabajarais tanto podríais tener algo de tiempo para relajaros –Cati le sonrió negando con la cabeza

-Pedirle a ellos que no trabajen tanto es como pedir un milagro –Mireya sonrió observando a Mark de reojo

-Bueno, vamos al restaurante –Fran agarro la mano de su esposa y tiro de ella

-¿Estas bien? –Mark comenzó a caminar llevándola con él, con el brazo en torno a su cintura

-Si  -Mireya le miro a los ojos –Estoy bien

Caminaron por la arena de la playa en dirección al restaurante que estaba justo en el paseo marítimo. 

Cuando Cati la había llamado para proponerle ir a almorzar y dar un paseo por la playa mientras esperaban a Fran y Mark le pareció una idea maravillosa.

Y así había pasado la mañana, con su sombrero y su vestido, paseando bajo el radiante sol y sobre la cálida arena, mientras el sonido de las olas sonaba de eco y Cati y ella podían hablar tranquilamente.

-¿Cómo se te ocurrió abrir una joyería en Italia Mark? –Cati pregunto mientras llevaba la copa de vino a sus labios

-Hay muchos rumores y fantasías sobre el amor en Italia, la fuente esa a la que tiran las monedas, las parejas que van ahí de viaje –el se encogió de hombros –Así que me dije ¿Por qué no aprovechar todo eso?

-Hablas como si fuera una estupidez –Cati lo miro con curiosidad

-No es muy normal pensar que por tirara una moneda a una fuente te va a caer la mujer ideal del cielo –Mark hizo una mueca

-Entonces no crees en las supersticiones –Cati miro de reojo a Mireya

-Esta juventud perdió el romanticismo querida –Fran negó con la cabeza mientras partía un trozo de su entrecot

-¿Y tu crees en eso amigo? –Mark alzo una ceja divertido

-Yo antes era como tu ¿sabes? –Frank sonrió y miro a su esposa –Solo necesite que la mujer adecuada apareciera

-¿Tu sabias lo de su nuevo negocio en Italia? –Cati sonrió con complicidad

-Si –Mireya asintió –Mark me llevo a ver el edificio, es precioso

-¿La llevaste a Italia Mark? –Y Cati lo miro alzando ambas cejas

La conversación termino derivando en el tipo de joyas que Mark quería que patrocinaran la nueva joyería, en el estilo antiguo y romántico que le darían al edificio y la publicidad adecuada para ello.  Finalmente después del postre, Cati y Fran se despidieron de ellos y se marcharon.

-Supongo que tienes que volver al trabajo –Mireya hablo mientras colocaba bien su sombrero

-Pues supones mal –Y Mark la agarro de la mano tirando de ella hasta que la tuvo entre sus brazos

-¿Y qué es lo que piensas hacer ahora entonces? –Mireya alzo el rostro para poder mirarle

-Pues pienso pasear con una preciosa mujer por la playa –sonrió divertido y acerco sus labios a la oreja de ella para susurrarle -.Y que quede entre nosotros, pero tengo la intención de aprovecharme de ella

-Que descarado –Mireya simulo estar horrorizada -¿Y qué pasa si ella te rechaza?

-No lo hará –con una sonrisa de superioridad acerco sus labios a los de ella y los beso despacio, saboreándolos  -¿Te he dicho ya que estas preciosa hoy?

-Pues no, no me lo habías dicho –Mireya se acomodo sobre el pecho de el

-Pues recuérdame que te lo diga cada día –respondió al tiempo que apoyaba la barbilla sobre la cabeza de ella.

Así, en silencio, ella con sus brazos rodeando la cintura de él y el abrazándola, caminaron por la orilla de la playa, disfrutando de la paz.

Un perro cruzo la playa corriendo hacia ellos y sorprendiéndolos se abalanzo sobre Mark, casi tirándolo al suelo.

-¡¡Quita chucho!! –Mark gritaba dando vueltas en la arena -¡¡¿Por qué me persigue?!!

-¡¡Deberías dejar de correr!! –Mireya reía observándole, entonces se agacho –Ven bonito, ven

Y el perro dejo de perseguir a Mark y se acerco a ella corriendo, se sentó justo ante Mireya, mientras recibía sus caricias.

-Eres un perro muy guapo, si, lo eres –lo acariciaba mirándolo con adoración

-¿Guapo? –Mark se paro junto a ella, observándola con el ceño fruncido –Es un perro

-Y tu un hombre –Mireya respondió mirándolo de reojo y volvió a poner su atención al perro

-¿Qué has querido decir con eso? –Mark entrecerró los ojos

-¡¡Juno!! –al oír el nombre el perro salió corriendo en dirección a la chica que le estaba llamando.

-No deberían dejar al perro suelto por la playa –Mark miraba al animal correr hacia su dueña

-Mark –Mireya le llamo y cuando el bajo la vista hacia ella, aprovecho para lanzarle una bola de arena a la frente. Empezó a reír al ver el rostro de el desconcertado, con la arena resbalando por su cara.

-¿Acabas de tirarme un puñado de arena a la cara? –la miro fijamente y dio un paso hacia -¿Me has desafiado de esa manera?

-¿A que no te lo esperabas? –Mireya se incorporo mirándole divertida

-Ven aquí –y Mark avanzo con la vista fija en su rostro

-¡¡Ahí!! –Mireya salió corriendo en dirección contraria, sosteniendo parte de su vestido en alto con una mano y agarrando con la otra su sombrero para que no volara

-¡¡No huyas!! ¡¡Cobarde!! –Mark corrió tras ella sonriendo, finalmente la alcanzo y la agarro de la cintura intentado cargarla pero ella se resistió -¡¡No puedes escapar de mi!!

-¡¡Ah!! –gritaba mientras se resistía, luchando  por liberarse de su agarre. Finalmente los dos cayeron sobre la arena, Mark tumbado sobre esta y ella encima de su cuerpo, sostenida por sus brazos.  –No es justo, tu eres mas fuerte que yo

-Pues no haberme provocado –Mark le quitó el sombrero y giro sobre si mismo, dejándola a ella sobra la arena. Se quedo mirándola a los ojos, de una forma intensa. –Hacia mucho que no disfrutaba en la playa

-Eso es porque hacía mucho que no te permitías disfrutar –Mireya respondió arrebatándole el sombrero y sonriendo se lo coloco a él. –Qué guapo

-Lo sé –Mark sonrió con arrogancia –A mi todo me sienta bien

-Creído –Mireya rio

-Hermosa –Mark le respondió y bajo su rostro para besarla, aun con la pamela de ella puesta en la cabeza.

Allí permanecieron como dos adolescentes, besándose sobre la arena. Disfrutando de un poco de serenidad en sus vidas, ajenos a todo lo que ocurriera a su alrededor.

Hasta que llego el momento de volver.

-Voy por el coche, ¿esperas aquí? –Mark paro de caminar, pero aun la mantuvo sujeta por la cintura y pegada a el

-Vale –Mireya le miro y sonrió, entonces él se acerco a depositar un suave beso en sus labios y se alejo en dirección al aparcamiento.

Ella le observo alejarse, recordando las risas y los besos que habían compartido hoy en aquella playa y preguntándose si significaban algo más.  Preguntándose si Mark Cardoni deseaba algo mas. Porque aunque su cabeza le advertía que no debía entregar todo, que no debía soñar con algo imposible, su corazón estaba dispuesto a sacrificarse por tal de estar al lado de aquel hombre.  Pero ¿y si tal sacrificio acababa con ella?

Una ráfaga de viento azoto su cabello e hizo que su pamela se alejara guiada por el viento,

Mireya se giro rápidamente y corrió tras ella, finalmente la vio caer al suelo, justo allí donde comenzaba la arena de la playa.

Cuando estaba cerca se inclino para tomarla, pero una mano apareció ante ella y tomo el sombrero.  Entonces se incorporo y cuando alzo el rostro para ver quien había tomado su sombrero, fue como si el tiempo no hubiera pasado, como si el pasado estuviera mas presente que nunca, como si el dolor nunca se hubiera calmado.

-Ten –su grave voz sonó en el aire mientras tendía el sombrero hacia ella

-Gracias –Mireya lo tomo y se giro rápidamente para alejarse.

Casi corriendo, huyendo regreso al lugar en el que Mark la había dejado. Observo sus manos sujetando el sombrero, temblaban. Se sobresalto al oír el pitido de un coche y entonces vio el auto de Mark parado ante ella, abrió la puerta y subió rápidamente.

-¿Todo está bien? –Mark la observo con el ceño fruncido

-Si –Mireya trago salva –Solo estoy un poco cansada

-Pues vamos –Mark acelero avanzando con el vehículo.

Mireya lo miro por unos segundos y después giro el rostro hacia la ventanilla. Justo en ese instante sus ojos se cruzaron de nuevo con los de el y los recuerdos le hicieron volver a tener presente que si te equivocas al confiar puedes perder demasiado.

Unos años antes:

 

-¡Yo confié en ti! ¡Confiamos en ti! ¡Eras el único que nos quedaba!

-La confianza es algo por lo que uno puede perderse a si mismo.

 

Y AQUÍ OTRO CAPITULO, LO SIENTO NO PUDE ACTUALIZAR ANTES

SE QUE HABRA MUCHAS DUDAS AQUÍ ¿QUIEN ES ESE HOMBRE QUE APARECIO EN LA PLAYA? ¿POR QUE MIREYA SE PUSO TAN NERVIOSA?

MARK HABLA DEL AMOR COMO SI FUERA ALGO SIN IMPORTANCIA, DE SUPERSTICIONES ¿TAN CIEGO PUEDE ESTAR QUE NO ES CAPAZ DE VER COMO EL MISMO HA CAMBIADO?

UN VIAJE A ITALIA, UN PASEO POR LA PLAYA…. 

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