↣ Inglaterra - Londres / 1862 - Marzo 03
Aquella mañana Seokjin se dedicó a tomar una pequeña valija y guardar en esta lo necesario para su hermano, ya que se quedaría unos días con Jungkook para cuidar de este, mientras hacía esto y empacaba una que otra cosa de reojo vio como Solar entro a la habitación sin siquiera golpear a ver si había alguna persona, soltó un suspiro y la miro esperando que al menos le digiera algo.
—¿Qué estás haciendo en la habitación de Taehyung? —preguntó Solar.
—¿Perdón? Tengo todo el derecho que poder estar en su habitación, tengo más derecho aquí que tú.
—¿Qué estás haciendo con eso?
—Estoy empacando algunas cosas de mi hermano en una valija, ¿No ves?
—¿Por qué?
—Porque ira a cuidar a alguien que está enfermo.
—Quiero ver a Taehyung, puedo hacerte el favor de llevar las cosas a la casa de los Jeon.
—Que considerada eres, pero no puedes porque me han mandado a mí no a ti.
—¿Podría acompañarte?
—No quiero ser grosero pero ¿Por qué te metes en los asuntos que no son de tu incumbencia? —soltó otro suspiro —No metas las narices donde no te lo han solicitado y ten por seguro que no me caes muy bien que digamos, así que cuida muy bien lo que haces o dices y deja de ser una mujer tan insolente.
Después de aquellas palabras él joven tomo la pequeña valija y salió de la habitación de su hermano rápidamente debido a que Jungkook de seguro no demoraba en despertar nuevamente, así que decidió apresurar su paso.
Cada una de sus prendas cayó al suelo, deslizándose por su hermoso cuerpo lentamente, soltó un suspiro y se sumergió en el agua adorando lo fría que estaba, hecho su cabeza hacia atrás y soltó otro suspiro uno que en verdad si salía del alma, cerro sus ojos tratando de despejar su mente, pero simplemente no podía hacer ello tan fácilmente tenía tantas cosas sucediendo ahora mismo que era imposible tener la cabeza en blanco, lo primero era el cómo estaba Jungkook y aún más su salud tan delicada y deteriorada, segundo era saber si estaba cómodo con su presencia, le rompería el corazón saber que el menor no está encantado con su ayuda y presencia, y por ultimo pero no menos importante era Solar, no sabía qué hacer con ella porque se suponía que ella estaría en Inglaterra solo unos cuatro a cinco días, pero habían pasado un poco más de eso y lo tenía jodidamente exhausto porque no le gustaba romper promesas, pero en si para él siempre seria primero Jungkook, segundo su familia y de tercero o quizás ultimo los amigos o personas no tan conocidas de años, y aunque pareciera poco realmente eso carcomía una y otra vez su cabeza, era complicado.
Tres golpes sonaron al otro lado de la puerta, Taehyung dio un leve salto debido al susto o sorpresa, guio su mirada a la puerta encontrándose con su hermano con ropa de él en mano, le brindo una sonrisa y prosiguio a hablar.
—Buenos días Jin, gracias por traer mi ropa, siento molestarte de esta manera.
—No es nada, sabes que haría cualquier cosa por ti desde lo más mínimo hasta lo más grande. —le brindo una sonrisa. —Taehyung siento arruinar tu mañana pero necesito comentarte algo.
—¿Jungkook despertó?
—No, no es eso de lo que quiero hablar.
—Entonces, ¿Qué es?
—Es sobre Solar, sabes que ella no me cae ni me caerá bien, algo extraño tiene y por ese motivo no la soporto y me gustaría que pronto pueda volver de donde vino. —cruzo sus brazos —Me ha dicho que quiere verte.
—Oh ya veo —hizo una pequeña mueca —Para que no te mortifiques más, dile de mi parte que mañana mismo iré a hablar con ella, que me disculpe por no cumplir nuestra promesa.
—Está bien.
Musito mientras asentía con la cabeza para después dejar a su hermano bañarse con tranquilidad antes de que despertara Jungkook no quería ser una molestia en medio de ellos dos.
Por otra parte Taehyung salió del baño totalmente vestido y bien portado con un excelente atuendo, un atuendo muy significativo para él, miro por un momento la gran cama que tenía a unos cuantos metros y se lanzó a esta viendo como su hermano seguía mirando el bonito techo de la habitación.
—Pensé que te habías ido.
—Pues pensaste mal, aun no me he ido porque quiero ver a Jungkook.
—Oh ya veo
—¿Crees que Jungkook soporte el veneno y se recupere? —preguntó, tomando totalmente desprevenido a Taehyung.
—Quiero creer que sí y eso es lo que sucederá, Jungkook es muy fuerte el soportara bien el veneno y se recuperara con el tiempo.
—Si es la voluntad de Dios que así sea.
Aquella mañana Jungkook despertó un poco desorientado de lo que sucedía a su alrededor porque lo primero que vio fue a Taehyung a tan solo unos metros leyendo un libro cosa la cual lo hizo sonreír, sabía que no solo estaba allí para leer un libro sino también para cuidarlo, y aparte de que solo leía un libro un detalle que realmente hizo a su corazón palpitar como loco fue el notar que Taehyung llevaba el traje que le había regalado en su cumpleaños, se alegraba tanto de que le quedara tan bien y se viera como un ángel en aquel traje tan bien elaborado.
—Realmente te queda muy bien el traje, tengo un excelente gusto.
—En realidad tienes un buen gusto —dejo a un lado el libro y sonrió ampliamente. —Me encanto el regalo que me diste en mi cumpleaños, agradezco demasiado que pensaras o pienses en mí.
—Me alegra escucharte decir esas palabras.
—Eso lo noto por tu bonito rostro. —arrugo su nariz ante lo dicho y se acercó al menor. —¿Quieres hacer algo?.
—No quiero hacer absolutamente nada, me siento totalmente cansado, solo quiero dormir y dormir.
—Entiendo cómo puedes sentirte pero ahora mismo sería bueno que te dieras un baño y como soy un excelente cuidador tu baño ya está más que listo.
—¿Es necesario bañarme?
—¡Claro que lo es! Me gustas de todas las maneras, pero me encantaras más si te das un baño.
Le brindo una cálida sonrisa a Jungkook y lo ayudo a levantarse, no tenía las suficientes fuerzas para el mismo pararse solo así que ayudarlo sería de gran ayuda, con sumo cuidado lo llevo al baño dejándolo sentado en un pequeño asiento que había allí, guiando nuevamente su mirada a él.
—¿Te darás un baño con la ropa puesta?
—¿Qué? —ladeo su cabeza —No, no claro que no —frunció el ceño —¿Podrías salirte?, necesito cambiarme.
—¿Por qué debería salirme?
—No quiero que me veas desnudo, me da vergüenza.
—Eso no es una buena excusa —rió suave —Llamare a Venecia para que te ayude a darte un baño, sería más sencillo si ella es...
—No, por favor no.
—No podrás bañarte solo así que ven aquí —suelta un largo suspiro y empieza a levantar el camisón de Jungkook.
—¿Qué haces?
—Te estoy ayudando a desnudarte.
—No es necesario.
—Entonces hazlo por ti mismo si no quier...
—Tengo vergüenza.
—¿Vergüenza de qué?, Jungkook ambos nos hemos visto como Dios nos mandó al mundo, no tienes por qué tener vergüenza de mi cuando ya lo he visto todo.
Jungkook tan solo retiro su mirada del más alto y asintió levemente mientras levantaba sus brazos para dejarse ayudar por Taehyung. Taehyung tan solo asintió y empezó a deslizar prenda por prenda admirando la bonita y delicada piel de Jungkook, nunca se cansaría de decirle que era demasiado lindo en todos los sentidos existentes, con sumo cuidado paso las yemas de sus dedos por la bonita piel de este haciendo que la misma se erizara ante su frio contacto, sonrió ante aquello y decidido acercar sus finos labios a la piel del menor dejando caminos de dulces besos.
—Se que te he dicho esto varias veces, pero eres realmente perfecto en toda la extensión de la palabra.
Jungkook se limito a no decir nada esperando que aquellos suspiros que salían por sí solos le diera a entender que le encantaba aquello que hacía, haciéndolo sentir amado y querido.
—¿Podrías ayudarme a entrar a la tina?
—Claro que sí. —tomo su mano y lo ayudo con sumo cuidado esperando que no se lastimara, admirando al mismo tiempo como Jungkook esbozaba una tierna sonrisa. —Por tu sonrisa puedo decir que el agua esta perfecta.
—Se siente bien.
Asiente dulcemente y procede a ayudarlo con su baño, limpiando su espalda, brazos, piernas, abdomen entre otras cosas más, admirando al mismo tiempo que realmente hizo mal en escapar de él y traer a alguien que no debió, soltó un corto suspiro y revolvió el cabello de Jungkook de una manera dulce.
Después del gran baño y de estar totalmente cambiado y nuevamente en su cama descansando, admiro como Taehyung sacudía una pequeña campanilla para llamar a Venecia, quizás era la hora del desayuno por eso la llamaba.
—¿Sabes que desayunaremos?
—Claro que lo sé —esbozo una sonrisa —fruta, un poco de jugo y por supuesto tu postre favorito, me he tomado el descaro de decirle a Venecia que lo preparara para ti.
—Muchas gracias, hace tiempo que no he comido mi postre favorito.
—Siempre tan lindo. —brindo otra sonrisa y beso dulcemente su frente.
El tiempo pasaba y ambos terminando de comer su desayuno, escuchando a lo lejos como alguien venia en camino a la habitación de Jungkook, Taehyung frunció el ceño al notar que no eran los pasos de su hermano, dejo a un lado su bandeja y opto por levantarse del sillón e ir a mirar quien se acercaba a la habitación de Jungkook, al asomarse noto que Esteban detuvo su paso al mirarlo llevándose una mano al pecho, rio suave al mirar que lo había asustado sin querer.
—Lo siento, no fue mi intención asustarte.
—Lo sé, solo miraba a ver como estaba Jungkook.
—Oh ya veo. —dio paso hacia atrás. —Pasa por favor.
—Gracias. —le brindo una sonrisa y se adentró a la habitación admirando a Jungkook. —Buenos días Jungkook, hoy es día de salir de cama e ir a tomar aire fresco, como también ir a pintar, será de gran ayuda, además te ves mejor que ayer. —Miro a Taehyung. —¡Vamos a tomar aire fresco!.
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