Té para tres (TERMINADA)

By manuumooreno

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(Completa) Nuevos comienzos, dos palabras, 15 letras, miles de significados, tres personas y un solo deseo: e... More

A D V E R T E N C I A
P E R S O N A J E S
001- Azafata
002- Colette con una t
003- Accidente de escalera
004- Tout Mon Amour
005- La malteada
006- Trato
007- Amor del Universo
008- ¿Bicicleta?
009- Té para tres
010- Vestido arruinado
011- Un primer beso
012- Mi pareja
013- Lavanda
A N U N C I O
014- Noches de McDonald's
015- Besos con sabor a duda
016- El malvado roedor
017- La primera navidad con Eli
018- El mundo es un lugar pequeño
019- Nadie la escogería
020- Nuestra pasión
021- El desastre
022- La reglas
023- Ataques de pánico
024- Todos tenemos dudas
025- Un girasol
026- Lirios
027- Lauren en la fiesta
028- Olivia en la fiesta pt.1
028- Olivia en la fiesta pt.2
029- Colette en la fiesta
030- Vomito
031- San Valentín con Eli
032- Lágrimas y caricias
033- Banda de Rock
034- Controladora y compulsiva
035- Besitos
036- Malteada de chocolate
036- Malteada de chocolate pt.2 (+16)
037- Me tienes miedo
038- ¡¿Besaste a quién?!
039- Esta es la historia de un chico...
040- Chica rubia
041- Las mentiras
042- Doctor Collins
043- La primera cita
A N U N C I O
044- Finanzas
045- Dibujando Estrellas
046- Desayuno con Antoine
047- Batman y Burbuja
048- Burbujas de jabón
048- Burbujas de jabón pt.2
049- Nuevo compañero de piso
050- ¡Noah!
051- La foto robada
051- Londres
053- Tu novio
054- El chico inglés
055- La presentación
056- La noche cambia
057- Es el momento correcto
057- Es el momento correcto pt. 2 (+16)
058- El pueblo
059- Una vieja historia
060- La historia de Eli
060- La historia de Eli parte 2
061- Daisy Murphy
062- Acción de gracias
063- Cántame al oído
063- Cántame al oído pt. 2 (+16)
064- Guerra de pintura pt. 2 (+16)
065- La banda
065- La banda pt.2
066- Parte 1: Engaños
066- Parte 2: Mentirosa
N O T A F I N A L
Epílogo
A N U N C I O
Capítulo Especial TPT

064- Guerra de pintura

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By manuumooreno

Olivia

-¿Entonces habrán mini guitarristas y violinistas en nuestro departamento?- preguntó Lauren.

-¿Coco, ustedes no...?- preguntó Olivia con un nudo en la garganta.

-Tomo la píldora- dijo Colette tranquilizando a Olivia mientras caminaban por el aeropuerto- Además ya había hablado con Thomas del tema, acordamos que usaríamos solo la píldora como protección. Ambos estamos perfectamente sanos.

Colette les había estado contando como habían sido los dos últimos días en casa de su padre. Thomas y ella habían tenido mucha... acción.

-Por supuesto que ella ya lo tenía planeado- dijo Lauren- Liv, ¿De verdad crees que Colette dejaría algo como eso al azar?

-Claro que no- dijo Olivia.

Colette era absoluta y completamente controladora. Ese era uno de sus adjetivos principales. Nunca dejaba nada al azar y siempre quería controlarlo todo. Una cualidad buena y mala, si me lo preguntas a mi.

-Por eso lo charlamos hace tiempo, es mejor dejar las cosas claras desde el principio...-Lauren interrumpe a Colette.

- ¿Y lo hace bien?- preguntó Lauren sonriendo.

-¡Lauren!- chilló Olivia- Solo están a unos metros.

Michael y Thomas iban unos metros delante de ellas conversando entre ellos. Ya habían llegado a Nueva York, su vuelo acababa de aterrizar. Olivia contaba los minutos para ver a Noah. Para ver a su novio.

-Eres una puerca- regaño Colette a Lauren- Pero... he de decir que Thomas tiene un excelente desempeño.

Lauren soltó una carcajada mientras Olivia se tapaba la cara con las manos.

-Ay virgencita, no te avergüences, tú ya lo hiciste también- le dijo Lauren a Olivia empujándola con el hombro.

-Lo se, pero sigue siendo incómodo- masculla Olivia- ¿Ustedes creen que yo debería... comenzar con las pastillas?

Colette se quedó pensándolo unos segundos.

-Es mejor que vayas con un ginecólogo- aconsejó su amiga- Ahí te dirán que es lo mejor para tu cuerpo y cual es el mejor método. A mi me van bien las pastillas.

-A mi no- declaró Lauren- Soy un desastre hormonal, por eso no las tomo. Con Tim siempre me tocaba usar protección.

-¿Con Michael no...?

-Aún no.

-Wow. Pensé que ya eran expertos y todo- dijo Colette riendo.

-Supongo que no ha llegado el momento. Pero de que quiero, quiero y mucho. Y no me cabe duda de que él es experto- dijo Lauren mordiéndose el labio inferior mientras miraba la espalda de Michael.

-Deja las ganas, amiga- dijo Colette empujando suavemente a Lauren- No sea que por eso llegue una sorpresita.

Lauren negó rápidamente con la cabeza riendo.

-No, no. Recuerda siempre Liv, sin gorrito no hay fiesta- dijo la pelirroja.

Olivia soltó una carcajada.

Todos salieron del aeropuerto, ya era de noche y se supone que Noah estaría fuera esperándolos. Pero no lo veía por ningún lado.

-¿Ya has hablado con él de eso?- preguntó Colette- Porque también es importante dialogarlo con él.

Colette hablaba como la señora a la que había dejado en el pueblo unas horas antes. No había pasado ni un día y ya extrañaba a Daisy de nuevo.

-No hemos hablado de eso...

-Pues deberías- aconsejó Colette.

Olivia se estaba comenzando a preocupar porque no veía a Noah por ninguna parte. Se temía que él no la quisiera volver a ver.

-Hablando del rey de roma- masculló Lauren mirando por encima del hombro del Olivia.

Olivia se giró y allí estaba Noah. Él iba vestido con una simple sudadera gris y unos tenis blancos pero se veía tan guapo allí parado. A Olivia le hormiguearon los dedos y una sensación de alivio la recorrió entera. Ya quería abrazarlo.

Todos se acercaron a la camioneta de Noah que los miraba divertido.

-Hola, solecitos- saludó Noah mientras abriá el maletero- ¿Cómo les fue?

-Excelente- dijo Lauren- Espero que a ti también, Ken.

-Así fue, pelirroja- dijo Noah sonriendo.

Lauren se subió al auto seguida por Michael que saluda a Noah. Michael subió las maletas al maletero y luego habló.

-Noah.

-Mickey- lo saluda Noah.

Lauren soltó una carcajada y Michael rodó los ojos.

-Hola, Coquito- saludó Noah a Colette.

-Hola, Noah.

Thomas subió las maletas y luego se subió al auto sin decirle una palabra a Noah. Noah tampoco reparó en él.

-Hola, burbujita- le dijo Noah a Olivia cuando ya todos los demás estaban en el auto.

Noah le dio un casto beso en la mejilla a Olivia, él sabía que a ella no le gustaba mucho que los demás los vieran.

-Hola, novio- dijo ella mientras se abalanzaba hacia él.

Noah la recibió riendo y la levantó algunos centímetros del suelo. Olivia juntó sus labios con los de él dándole un profundo beso. Lo había extrañado.

-¿A que se debe esta demostración de afecto?- preguntó Noah aun sosteniéndola contra él.

-Te extrañé- reconoció ella.

-Yo a ti, Livi- dijo él dejándola sobre el suelo con suavidad.

-Si si- gritó Lauren por la ventana del auto- Ya sabemos cuanto se extrañaron. ¿Podemos irnos ya?

Las mejillas de Olivia se tiñieron de rojo rápidamente y Noah le abrió la puerta del asiento del copiloto.

Todos se subieron al auto y con rapidez llegaron al departamento. Todos estaban tan cansados que cada cual se encerró en su habitación. Lauren se quedó en el apartamento de Michael, claro. Thomas y Colette desaparecieron también.

Olivia se tiró sobre su cama. Estaba exhausta.

Noah se tumbó junto a ella y en un rápido movimiento quedó debajo de ella. Olivia ahora estaba recostada encima de él. Sentía contra su mejilla el latido del corazón de Noah, y por eso, el de ella comenzó a latir con rapidez también, no sabía si algún día se acostumbraría a la cercanía de Noah. Por ahora cada roce la ponía nerviosa.

-¿Cómo la pasaste con tu abuela?- preguntó Noah mientras jugaba distraídamente con un mechón de su cabello.

-Muy bien. La extrañaba mucho.

La verdad es que habían sido excelentes días junto a su abuela y toda la familia en general. Volver al pueblo la había hecho pensar en lo afortunada que era al tener la posibilidad de vivir en Nueva York.

Olivia le relató como habían sido esos pocos días en el pueblo. Él la escuchó con atención mientras jugaba con los mechones del cabello de Olivia.

-¿Le contaste sobre nosotros?- Noah parecía tan tranquilo pegado a ella, mientras Olivia estaba nerviosa y muy consiente de cada punto que tocaba el cuerpo de Noah.

-Fue Lauren la que le dijo- dijo Olivia riendo- Luego tuve que contarle yo.

-¿Y que dijo ella?

Olivia se quedo meditando un segundo si ser sincera con Noah o no.

-Me dijo que eres guapo y que... que si estoy feliz contigo, que siga contigo- admitió ella evitando su mirada.

-¿Me pensabas dejar?- preguntó él falsamente ofendido- ¿A mi? ¿A tu guapo novio?- le reclamó mientras le daba besos en el cuello. Olivia soltó una carcajada, él le hacía cosquillas.

-Claro que no- dijo ella abrazándolo con fuerza- No te dejaría. Jamás.

-Lo sé- dijo él riendo.

Olivia le pegó un suave golpe en el brazo.

-Deja de ser tan egocéntrico- le dijo Olivia arrugando la nariz.

-Pero si así me quieres- masculló Noah contra su cuello.

Ambos se quedaron callados. Olivia nunca le había expresado verbalmente que lo "quería"

Noah siguió dejando besos suaves sobre su cuello y ella sintió un arrebato de confianza. Si no lo decía ahora no lo decía nunca.

-Así te quiero- masculló ella.

Noah se quedó quieto contra su cuerpo.

-¿Qué has dicho?- preguntó él apartándola lentamente.

-Lo que oíste.

Noah se sentó rápidamente. Olivia hizo lo mismo.

-Repítelo- pidió él mirándola en la oscuridad.

-Noah...

Ahora ya no se tocaban, cada uno estaba en un extremo de la cama, ambos se se miraban fijamente.

-Por favor.

Olivia suspiró con fuerza y unió fuerzas para repetirlo.

-Te quiero- dijo Olivia alto y claro.

Noah se quedó callado contemplándola. A pesar de la poca iluminación que entraba por la ventana Olivia logró ver que los ojos de Noah estaban cristalizados.

Ella se empezó a asustar. ¿No era eso lo que Noah quería? ¿O sería él que no la quería a ella?

-Noah... ¿Qué sucede?- dijo ella preocupada.

"Mierda, no era el momento" se culpó Olivia inmediatamente a si misma.

Noah tragó con fuerza antes de hablar.

-¿Estás hablando enserio?- preguntó él.

-Noah...

No sabía que responder. ¿Tenía que ser sincera? O ¿Hacer como que no dijo eso?

Olivia avanzó de rodillas hasta él sobre la cama evaluándolo con la mirada. Él la miraba igual que antes, había amor en su mirada. Olivia supo que no había nada malo con ella, era algo diferente lo que preocupaba a Noah.

Se sentó sobre su regazo sin pudor alguno y posó sus manos sobre las mejillas frías del muchacho.

-Por supuesto que hablo enserio- dijo Olivia mirándolo a esos bellos ojos azules.

-Nadie me había dicho eso- reconoció él en voz baja- Nunca.

Olivia se quedó callada. ¿Cómo era posible que nunca le hayan dicho esas simples palabras?

-¿Enserio nadie te lo había dicho?- preguntó ella.

-Nadie.

-¿Tu hermana... y Paul?

-Cassie jamás me lo ha dicho, mucho menos mi padre, los Sterling no suelen decirlo- reconoció él- Y Paul nunca me lo dijo, por lo menos no directamente.

-Como lo siento Noah- susurró ella abrazándolo con fuerza. Ahora ella también tenía ganas de llorar.

-No lo sientas, burbujita- le dijo él pasándole las manos por la cintura con suavidad- Al contrario, eres tú la que por fin lo dijo. Me alegra que por fin alguien me lo diga enserio.

-¿Pero nunca?- preguntó ella de nuevo- ¿Ninguna novia o...?

-Nunca había tenido novia.

-¿Q-qué?

-Tú eres mi primera novia, Olivia.

Olivia lo mira con estupefacción. Como era posible que el gran y atractivo Noah Sterling nunca haya tenido novia.

-No lo dices enserio...

-Lo digo enserio.

-Noah...

-Supongo que estaba esperando a la persona correcta- dijo él agarrando su mentón para que lo mirara a los ojos- Tú eres esa persona, Liv.

Una suave sonrisa nació en los labios de Olivia. Decidió ser ella la que lo besara primero. A pesar de que de seguro sus besos no serían nada a comparación de los de Noah, él parecía disfrutarlos y bastante. Cuando la lengua de Noah hizo contacto con la suya el calor ya comenzaba a subir por sus mejillas.

Noah se separó de ella cuando el beso comenzaba a profundizarse.

-Tú ya sabes que te quiero- le dijo él contra sus labios.

Ella asintió con la cabeza sonriendo.

-Lo sé.

Noah volvió a fundir sus labios con los de ella. Olivia se acercó un poco más al cuerpo de él. Las manos curiosas de él ya estaban desabrochando los botones de la camisa de Olivia y los dedos de Olivia estaban explorando el lacio cabello rubio de Noah. El beso rápidamente se tornó lento y profundo.

Las prendas salieron volando con rapidez y sus cuerpos se fundieron en uno solo.

Olivia se sentía en paz. Quería a Noah y él la quería a ella. ¿Qué podría salir mal?

Lauren

-Pero es tarde- gruñó Michael.

-Pero me pagarán un montón por esta pintura- dijo ella con una sonrisa.

Lauren tenía tarros de pintura entre las manos y miraba a Michael haciendo un puchero. Acababan de llegar al departamento y Lauren también estaba cansada. Pero había una pintura que le habían pedido desde hacía algunas semanas que no había hecho, siempre desordenada y perdida con sus horarios no había podido hacerla, o bueno, no se había acordado de hacerla. La fecha de entrega era al día siguiente. O la hacía en ese momento o no le pagaban. Y la paga era buena, era mejor hacerla.

Lauren ubicó el lienzo sobre el caballete.

-Si quieres ve tú a dormir- le dijo a Michael- Yo me quedaré pintando.

Él negó con la cabeza repetidas veces.

-Te ayudaré- le dijo él ayudándola a poner los botes de pintura en el suelo. Se quedó mirando el lienzo en blanco unos segundos- O bueno, por lo menos te acompañaré. No se nada de pintura.

-No hace falta, ya soy lo suficiente artista por ambos- declaró Lauren riendo.

Lauren se sentó en el suelo frente al lienzo y comenzó a destapar los botes de pintura.

-¿Quieres algo de comer?- preguntó Michael apoyando las manos en los hombros de la chica.

-Suena bien.

Michael le dio un suave beso en la mejilla y se fue a la cocina.

Lauren comenzó a dibujar sobre el lienzo con un lápiz. Estaba contenta de hacer aquella pintura, todo lo que tratara de arte la emocionaba. Por más de que le fueran a pagar por hacerla, ella no lo tomaba como un trabajo, al contrario, era magnifico para ella pintar. Era lo que más amaba en el mundo.

Media hora después Michael se sentó a su lado y le tendió un plato.

-¿Sándwich de queso?- preguntó Lauren divertida.

-No había nada más en la nevera- informó él antes de darle un buen bocado al sándwich.

-¡Delicioso!

Lauren iba comiendo su sándwich de a poco mientras terminaba el dibujo que la mujer de la pintura le había enviado.

-¿Es un perro?- preguntó Michael mirando la pintura de lado.

-Así es, la mujer me pidió pintar a su perro- Lauren le mostró la foto en su teléfono.

-Que feo perro- masculló Michael.

Lauren soltó una carcajada y siguió dibujando.

-Tienes razón. Esta horrible su perro, pero yo lo haré lindo- dijo Lauren mostrando el lienzo.

-Vaya, si que eres talentosa- le dijo Michael pasándole un brazo por lo hombros- ¿Para que los botes grandes?

Michael señalaba los botes de pintura gigantes que Lauren usaba para pintar los cuadros de sus clientes.

-Son más baratos. Si usara las pinturas que uso con mis cuadros, los cuadros para mis clientes serían excesivamente caros, debido a la calidad de la pintura- explicó ella sin desviarse de su trabajo.

-Que interesante- dijo él. Luego de unos segundos de silencio, volvió a hablar-¿Necesitas un asistente?

Lauren lo pensó un momento. Su arte era algo muy suyo, nunca dejaba que nadie la ayudara.

-De hecho si- respondió ella alegremente- Asistente, eres el encargado de poner algo de música para animarme.

Michael la miró divertido unos segundos. Luego se acercó y le dio un rápido beso en los labios.

Michael no era especialmente cariñoso. De hecho casi no lo era. Pero cuando quería hacerlo, era tan tierno y tan dulce que a Lauren le daban ganas de no despegarse de él jamás.

Michael se levantó del suelo y fue por su teléfono. Lo conectó al reproductor de música que había en la sala y una suave melodía inundó el salón.

-¿The Beatles?- preguntó Lauren riendo.

-¿No te gustan?- Michael se volvió a sentar a su lado.

-Me gustan mucho- admitió Lauren mientras destapaba la pintura amarilla- A mis padres les encantan.

-Lo sé. Hablé con tu padre de ello.

-Vaya, entonces tienen más en común de lo que creía- Lauren comenzó a pintar con el amarillo en el lienzo. Gracias al cielo era un cuadro en acrílico, si fuera óleo no se alcanzaría a secar para el día siguiente- Parece que mis padres te aman.

-Eso parece... me alegro de que lo hagan.

-¿Por qué?

-Porque si esto sigue- dijo él señalando el espacio entre los dos- Mas me vale llevarme bien con tus padres. No quisiera tener una mala relación con mis suegros.

El corazón de Lauren se estrujó un poco. Michael pensaba a largo plazo, tenía fe en su relación. Quería algo de verdad, quería una relación.

Eso la aterraba y la alegraba en partes iguales. Lauren no estaba segura de si... bueno, no estaba segura de nada.

-¿Me pasas la verde, por favor?- pidió ella cambiando de tema.

Michael hizo una mueca y le pasó la pintura. Lauren se concentró en pintar.

***

Lauren sintió algo mojado entre sus piernas. Oh no, ahora no. Nunca era buen momento para que te llegara.

Abrió los ojos con dificultad y le costó unos segundos recordar dónde estaba. La sala estaba oscura, solo veía un poco debido a la leve iluminación que entraba por la ventana.

Le dolía la espalda y el cuello. Se sentó lentamente y miró a su alrededor con los ojos aún medio cerrados. Aún estaba adormecida.

-Mierda- masculló al sentir su pantalón mojado.

Estaba acostada en el suelo. Miro a su alrededor. Las pinturas y los pinceles seguían ahí, seguro se había quedado dormida pintando. Michael estaba recostado junto a ella y estaba profundamente dormido. Se veía tan lindo...

"Céntrate" pensó ella.

En ese momento se dio cuenta que una suave melodía aún sonaba. La música no se había detenido. ¿Qué hora sería? ¿Llevarían mucho tiempo dormidos? Aún era de noche, por lo que pudo deducir que no llevaban mucho tiempo dormidos.

Lauren tocó a su alrededor para analizar que tan grave era la situación de su pantalón. A su lado también esta completamente empapado. Incluso su espalda estaba pegajosa y caliente. Mierda, había manchado todo pero... ¿Hasta la espalda?

Se intentó levantar pero se dio cuenta de un detalle. Michael también estaba mojado.

Repito.

¡Estaba mojado!

¡Con su sangre!

¡La sangre que sale de allí abajo!

¡Maldición!

Michael estaba dándole la espalda y se escuchaban sus leves ronquidos. Lauren alargó la mano para tocarlo suavemente. Y efectivamente, la espalda de Michael también estaba mojada. Completamente mojada.

¿Se estaba desangrando o que mierda? ¿Por qué había tanta sangre? Eso no era normal.

Lauren lo pensó unos segundos y decidió que la mejor opción sería despertar a Michael. Al fin y al cabo la sangre menstrual era algo normal, y Michael siendo doctor estaría acostumbrado. Aún así, le dio vergüenza tener que despertarlo en aquellas condiciones.

Lauren se sentó más cerca de él y lo sacudió con suavidad.

-Michael- susurró ella suavemente. No quería asustarlo.

Él no se movió. Michael tenía el sueño pesado como ella, incluso más.

Lo volvió a mover y nada, no se movió.

Él estaba empapado... ¿Y si la sangre era de él? ¿Y si estuviera muerto? ¿Y si...?

Michael masculló algo entre dientes y se movió un poco.

Gracias al cielo...

-Michael- lo llamó Lauren acariciando su rostro.

Él se movió un poco de nuevo.

Lauren intentó un poco más fuerte y tampoco obtuvo resultado.

Decidió probar con otra estrategia. Poso los labios sobre la frente de Michael y le dio un suave beso ahí.

-Michael, arriba- susurró ella contra su mejilla.

Nada.

-Cariño...

Oh.

¿No dijo eso... o si?

Le había dicho cariño...

-¿Qué sucede?- dijo él por fin.

-Michael, es que ocurrió un problemita...

Él abrió los ojos lenta y tortuosamente. Comenzó a mirar a su alrededor con lentitud.

-¿Qué pasó?- preguntó él en medio de un bostezo.

-Es que yo...

-¿Tú?

¿Qué le estaba pasando a Lauren? A ella nunca le daba vergüenza nada, mucho menos con Michael.

-Me bajó la regla- dijo rápidamente.

Michael se quedó mirándola un momento.

-¿Eso es lo que sucede?- preguntó él con una sonrisita en los labios.

Lauren asintió con la cabeza repetidas veces. Michael le dedicó una sonrisa y la jaló envolviéndola en un abrazo, terminó recostada sobre él.

¡¿Por qué la abrazaba?! ¿No entendía la gravedad del asunto?

-¡Michael no me toques!- chilló ella intentando apartarse. Él no la soltó, incluso soltó una carcajada- Estoy toda cubierta de sangre.

Michael se quedó estático y la soltó. Miró a su alrededor y se sentó de a poco. Tocó su espalda y se dio cuenta de que también estaba empapado.

-Oh. Ok- dijo él entendiendo por fin- No pasa nada. Vamos a lavarnos.

-Ay que vergüenza- dijo ella llevándose las manos al rostro. Ya parecía Olivia, seguro que hasta sus mejillas ya estaban de color carmesí.

-No es nada- replicó él poniéndose de pie. Le tendió una mano que ella tomó con vergüenza- Fue un accidente.

-Un asqueroso accidente- dijo ella mientras comenzó a caminar hacia el baño.

-Espera- dijo Michael a medio camino.

Ella se giró a mirarlo a él que se había quedado exactamente parado en su lugar. Michael estaba oliéndose las manos.

-Ay por Dios Michael, eso es asqueroso- masculló Lauren.

-Espera...

Michael se observó las manos con detenimiento hasta que soltó una carcajada.

-¿Tu sangre es azul?- preguntó él riendo.

-¿Qué?

-Que si tu sangre es azul. Mi manos están machadas de azul.

-¿Cómo?- preguntó ella acercándose a él de nuevo.

Michael le mostró las manos. Y si, gracias a la luz que entraba por la ventana, Lauren se dio cuenta de que las manos de él estaban manchadas de azul.

-¿Tu sangre huele a pintura o es que me parece?- preguntó él riendo.

Lauren se olió las manos no muy convencida. Era verdad, olía a pintura, no a sangre.

Estaban manchados de pintura, no de sangre.

-Ah, es pintura...

-No me digas, genio- dijo él riendo.

-¡No te burles!- chilló ella mientras lo empujaba por el pecho.

Michael reía abiertamente, pocas veces lo había oído reír así. Se veía adorable riendo.

-Mira- señaló un vaso de pintura que estaba tirado en el suelo- Seguramente mientras dormíamos alguno tiró el vaso y por eso nos empapamos.

-Claro, es pintura rebajada con agua...

Lauren lo recordó, fue de las últimas mezclas que hizo antes de quedarse dormida. No entendía por qué creyó que había sido su sangre, bueno, lo había creído entre sueños, seguro eso había sido.

-Seguro que tú lo tiraste... ¡Auch!- dijo él después de que Lauren le pegara un golpe en el brazo.

-¡Seguro fuiste tú!

-Fuiste tú- dijo él caminando para atrás.

-¡Oye!- Lauren lo alcanzó pero él no se dejó agarrar- ¡Ven aquí!

Michael siguió huyendo de ella hasta que ella estuvo los suficientemente cerca como para que él la agarrara de la cintura y la levantara por lo aires.

-¡Fuiste tú!- chilló ella mientras él la llevaba como a un costal de papas.

Corrió con ella en el hombro riendo, Lauren pataleaba y se reía a carcajadas.

-¡Bájame!- pidió ella con risa ahogada.

-Admite que fuiste tú y te bajaré.

Por más de que ella intentara que él lo soltara, era imposible. Michael era demasiado fuerte y grande como para luchar contra él.

-¡Bien, bien!- chilló ella- Fui yo.

Michael la bajó, pero no la soltó. Es más, la retuvo contra su cuerpo, sosteniéndola fuertemente por las caderas.

-Me alegra oírlo- dijo él muy cerca de su rostro.

-¿Por qué...?

Lauren ni siquiera se dio cuenta del momento en el que Michael había untado su dedo con pintura. Lo pasó sobre el rostro de Lauren riendo. Una mancha verde ahora se posaba sobre el rostro de Lauren.

-Oh, no. No acabas de hacer eso- dijo ella desafiante.

Lauren tomó pintura de la paleta que tenía cerca y se la embarró a Michael en la cabeza.

-¡Mi cabello!

El cabello de Michael ahora estaba teñido con pintura roja.

-Eso te pasa por meterte conmigo...

Michael le puso la mano llena de pintura naranja sobre la cabeza. Lauren ahogó una exclamación y dio un paso hacia atrás.

-¡Mi cabello!- chilló ahora ella. Le lanzó un chorro de pintura a la cara.

Michael se refregó los ojos riendo.

-Necesito vengarme- dijo él con una sonrisa malévola en los labios.

-Y... ¿Qué harás?- preguntó ella divertida.

Michael tomó un bote de pintura entre las manos y comenzó a perseguirla por la sala. Ella huía de él riendo. Sus huellas de pintura iban quedando por el departamento. Michael estaba por llegar hasta ella cuando, en un mal paso, terminó tirado en suelo.

Lauren no pudo contenerse y soltó una fuerte y sonora carcajada. Michael se había resbalado y, tenía que reconocerlo, había sido muy gracioso.

-¿Estás bien?- preguntó ella mientras se acercaba a él.

-No- masculló él desde el suelo, ya no se reía. Lauren dejó de reír, temía que él se hubiera hecho daño.

-¿Qué te duele?- preguntó ella tendiéndole una mano para ayudar a levantarlo.

-Aquí- dijo él señalando un punto en su espalda.

-Oh Dios- dijo ella acuclillándose a su lado.

Michael aceptó su mano, pero en vez de levantarse, la jaló a ella. Lauren cayó sobre le pecho del chico.

Michael comenzó a reírse a carcajadas. Lauren le hizo una mala cara, de verdad pensó que se había hecho daño. La vibración producida por las carcajadas de Michael en su pecho hicieron que ella se pusiera a reír también.

-¡Me asustaste!

-Esa era la idea...

Lentamente ambos dejaron de reír. Se contemplaban en silencio. La sonrisa de Michael no se había borrado de su rostro.

Sus rostros estaban a centímetros y sus cuerpos estaban pegados. Michael le pasó el pulgar sobre los labios con suavidad limpiándole un poco de pintura amarilla. Lauren no lo resistió más y acercó su rostro al de él. A pesar de esto, fue Michael quien la besó.

Ese beso le recordó a su primer beso, cargado de necesidad. Necesitaban besarse y tocarse. Se necesitaban. Le daba miedo que lo que sintiera por él fuera pura tensión sexual. ¿Qué pasaría luego de que llenaran esas ganas que tenían por le otro?

Lauren aprovechó el momento para pasarle las manos mojadas de pintura a él por el cuello.

-¡Está fría!- masculló él.

-¡Te aguantas!- dijo ella contra sus labios riendo.

La música seguía sonando de fondo cuando las manos de Michael se colaron debajo de la camiseta de Lauren. Le tocó la espalda con los dedos llenos de pintura y ella se estremeció.

-Here comes the sun- susurró él después de apartarse un poco.

Michael comenzó a descender su rostro por el cuello de Lauren. Para ese punto ya ambos estaban sentados en el suelo, ella encima de él. Michael mordía suavemente el cuello de la chica a medida que iba bajando.

-¿Q-que?- preguntó Lauren sin muchas ganas.

-La canción- dijo él volviendo a mirar sus ojos. Lauren escuchó la canción. Here comes the sun de The Beatles sonaba al fondo.

Las manos de Michael se encontraban dibujando círculos de pintura en el abdomen de Lauren bajo la camiseta.

-Me recuerda a ti.

-¿Y eso por qué?

-Tú eres el sol para mi- masculló él antes de darle un suave y rápido beso sobre lo labios- Tan brillante y cálido.

Michael subió las manos un poco, ahora estaban en sus costillas.

-Llegaste a iluminar mi camino- admitió él- donde antes solo había oscuridad.

Lauren no sabía la historia completa de lo que había sucedido con Michael antes de que ella llegara a su vida, pero lo poco que sabía... sabía que no había sido algo muy lindo. La culpa le pesó en el estómago a Lauren.

-Gracias- le dijo él sinceramente- Por llegar a mi vida.

Lauren le dio un beso sobre los labios, sus labios se combinaron y sus lenguas dibujaban un patrón invisible en la del otro.

Las manos de Michael comenzaron a pintar más arriba de sus costillas y Lauren comenzó a respirar con dificultad.

La noche se estaba poniendo interesante y a Lauren nunca le había gustado tanto la pintura como cuando estaba en las manos de Michael pintando su cuerpo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Hola, hola.

Este capítulo tiene segunda parte 😏  (que les digo, es de lo más explícito y pesado que he escrito en mi vida jaja) a lo mejor estoy de buenas y lo subo hoy mismo... quizás si este capítulo llega a 100 votos... de pronto... voten 🌚

Las cosas entre Lauren y Michael están 🔥🔥🔥🔥  pero... aún falta que hablen... ¿No?

Té para tres tendrá 66 capítulos *llora de emoción*  ¡queda nada para el final!

¿Teorías?

Muchas gracias por leer mi historia y por apoyarme. ¡Les amo!

Con amor.

-Manu <3

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Cada vez que ella visitaba a su hermano siempre terminaba espiandolos, su risa era una melodia para sus oídos. Pasaron más de 10 años en donde Sessho...