Pensó y sin mirar a RenJun dijo: —Quería preguntarte si podrías acompañarme al super después de que las clases terminen.
—Sí, ¿Eso es todo? ¿Invitarme a salir de compras?
—En realidad te lo pedía porque la alacena está vacía en el dormitorio y no creo poder cargarlo todo cuando compre lo necesario.
—¿Cómo qué?
—A parte compraré un refrigerador tal vez, y un microondas...
—¿Refrigerador? —preguntó sorprendido.
—Sí, siempre que llevo mis gaseosas al cuarto y las quiero tomar están calientes y sin gas, quizá compre uno mediano.
—Pienso que es mucho... ¿Tanto dinero tienes como para gastarlo? —bufó y extendió su mano—. Préstame.
En cambio a eso, JaeMin sonrió a medias y resopló.
—No.
—Hiciste otro gesto, cada vez conozco más de ti. —soltó una risilla.
—Bueno, te esperaré en la habitación.
Se levantó de la banca y dispuesto a irse, RenJun le habló.
—JaeMin, tengo una duda. —entrecerró sus ojos y observó fijamente a Na.
—¿Cuál?
—¿Por qué comprarías esas cosas si cuando terminemos de estudiar vamos a tener que irnos? ¿Dónde achocarás todo eso?
—Probablemente para séptimo semestre me cambie a un departamento. —dijo con total veracidad.
RenJun asintió comprendiendo el asunto.
—Está bien. Te acompañaré.