—RenJun —tocó el hombro del chino quien subió su mirada hasta JaeMin—. Quiero hablar contigo.
—De acuerdo. Habla.
—A solas. —insistió, tirándole la indirecta a ChenLe para que se fuera.
—Iré a la biblioteca, por si me buscas estaré ahí. —Zhong se levantó del asiento y se fue.
—¿Qué deseas?
JaeMin se sentó en la banca para tenerlo de frente.
—¿Quién era él?
Aquí la mente de JaeMin tenía que empezar a idear excusas y mentiras, así como el porqué estaba ahí o como para qué iba. No pensaba ir directo al grano como para preguntarle a RenJun: ¿Ese es ChenLe? No, fingiría no saber nada.
—Es un amigo, se llama ChenLe.
—Está bien. —miró hacia la bandeja de comida de RenJun.
—¿Qué está bien? —JaeMin negó al no saber que decir— ¿Quieres? —le ofreció una dona de chocolate que anteriormente había comprado.
—Claro. —RenJun la tomó entre sus manos y le dió de comer a JaeMin quien dudosamente mordió de la dona.
—¿De qué querías hablar? —preguntó RenJun dejando la dona en su lugar.