—¿Por qué dices eso? -cuestionó preocupado— ¿Me quedan pocos días de vida? —dijo a punto de llorar.
—¿Qué? No, idiota —negó—. Dije lo siento porque cómo te traté hace rato, perdón, no debí ser así. —dijo con simpleza.
—Gracias —agradeció con una cálida sonrisa—. La verdad pensé que me dejarías morir ahí.
—Eso pensé.
Mentira, JaeMin en verdad se había preocupado por RenJun.
Jamás se había preocupado por nadie más que por JiSung, aunque seguramente ni JiSung.
Estaba tan encerrado en su mundo que nunca tomaba en cuenta el bienestar de las personas.
Cuando RenJun se desmayó, logró sentir como si un objeto le golpeara el pecho con firmeza. Decir que le caía mal era mentira, bien le desagradaba que hablara mucho pero fuera de eso era una característica que JaeMin empezaba a tomar como especial en RenJun.
Le identificaba ser tan cálido y moderado, en ocasiones molesto e irritable, tanto como grosero y vulgar. Ese es RenJun.
Sabía reconocer cada aspecto en Huang que se afligía tan manipulado por cada una de sus fases y lo único que podía hacer para actuar en su contra era ser peor de lo que ya es o darlo por igual como era casual, es decir, llevarle la contraria siempre.
Y muy pero muy en el fondo, a JaeMin de verdad le agrada RenJun.