Kai tuvo que ir a su habitación y vestirse con una ropa más formal, pues su hermano le había dicho que alguien iba a venir a Seul y le debían dar una bienvenida adecuada.
El rubro bajo y solo estaba el hermano en la entrada, Kai no sabía quién era la persona que iba llegar a Seul, por lo que simplemente se posiciono detrás de su hermano.
La puertas fueron abiertas, Kai vio un carruaje con un logo desconocido para él, no sabía de donde era aquella persona.
El hombre bajo, era alguien alto con su cabello negro y en su mirada tenía unos ojos muy abiertos. Aquel hombre se acercó a ellos y quedo cara a cara con Minho.
— Es un gusto recibirlo — el rey de Seul dijo.
— Es un gusto poder venir — contesto sonriente el alfa contrario.
Todos se dirigen a una sala de reuniones, pero ya era de noche y debían descansar por lo que solo Minho y Beomgyu se quedan allí para acompañar al desconocido.
— ¿Quién era aquel hombre? — cuestiona Kai a TaeHyung.
— Oh, el es Kang Taehyun de Goyang — sonríe TaeHyung antes de entrar a su habitación.
Kai solo se encoge de hombros y entra a la que era su habitación cuando vivía en Seul, queriendo dormir...otra vez solo.
Había pasado una semana exactamente desde que aquella carta había llegado tanto a Soobin como Yeonjun estaban más atentos y los guardias igualmente.
En aquellos momentos de inseguridad, Soobin agradecía haber enviado a Kai a Seul, pues no sabía qué pasaría si su omega estuviese allí y los de Busan atacaran.
Soobin bostezo mientras se dirigía a su fría habitación, desde que Kai se había ido le era más complicado conciliar el sueño y casi no dormía.
El alfa se acurruca en la cama, abrazando la almohada que pertenece a su omega, el aroma que aún quedaba allí logra tranquilizar al azulado.
Todos en el castillo duermen, todo es silencio en el lugar. Ya era muy de madrugada, el rey ya se había ido a dormir hace horas y sus sirvientes le siguieron poco después. Algunos guardias merodean en el lugar, dándole protección al castillo.
Un fuerte estruendo logra captar la atención de los guardias, además de que logran despertar a los sirvientes, pues las habitaciones de estos se encuentran muy cerca de la entrada.
Los guardias se acercaron y es cuando notan que la gran puerta está abierta. Sabían que alguien había entrado al castillo.
Una espada clavándose en uno de ellos hace que los demás se alerten; había toda una armada de Busan en la entrada del castillo.
JiHyo veía asustada aquello, había sido despertada por el estruendo de la puerta abriéndose y había ido a ver qué pasaba.
La omega corrió hasta las habitaciones de la familia real y tocó rápidamente la que pertenece al hermano del rey. Yeonjun sale de su habitación mientras que con su puño frota su ojo.
— ¿Qué pasa? — pregunta cansado el príncipe.
— ¡Hay una armada completa de Busan! — grita la omega.
Aquellas palabras logran asustar al alfa, por lo que rápidamente se dirige a la puerta más grande de aquel pasillo, la habitación de su hermano.
Yeonjun ni se molesta en tocar la puerta y entra directamente. Soobin se levanta sobresaltado cuando escucha la puerta abriéndose.
— ¡Están aquí! — grita Yeonjun.
— ¿Qué...? — Soobin aún estaba entre dormido por lo que no entendió.
— ¡Busan! ¡Están aquí! — grita desesperado.
Soobin se levanta rápidamente y agarra su espada, pero la mano de su hermano lo detiene. El mayor lo mira con confusión.
— Vete — ordena el menor.
Soobin solo frunce el ceño al no entender por qué su hermano le dice aquello. Yeonjun ve con seriedad a su mayor, aun sin quitar su mano.
— ¿Qué? — cuestiona confundido el mayor.
— Vete del castillo — repite el menor.
— No... tu... yo... — Soobin agarra la mano de su menor, queriendo apartarla.
— ¡Escapa, Soobin! ¡Ve con Kai, no puedes estar aquí! — grita Yeonjun.
Unos guardias llegan corriendo, estaban lastimados. EunHyuk, el capitán de la guardia se acerca a su rey rápidamente.
— Están ganándonos, son demasiados parecen haber hecho alianza con algún pueblo — dice el capitán.
— Vete — vuelve a decir Yeonjun.
— ¡No puedo dejarlos solos! — exclama el mayor.
— Su majestad, no podemos perderlo, lo más seguro es que se vaya, escape — EunHyunk apoya al menor de los Choi.
— ¿Y tú? — Soobin se refiere a su hermano.
— No soy el rey, dudo que me hagan algo — dice Yeonjun.
— ¡Pero eres el príncipe! ¡Te pueden lastimar! — exclama Soobin.
Yeonjun se acerca a su hermano y lo abraza con fuerza. El mayor corresponde y a ambos se les empiezan a cristalizar los ojos.
— Tu solo ve y no pienses en mi — sonríe el menor.
Soobin va a su habitación y rápidamente se cambia de ropa y agarra una capucha negra para pasar desapercibido. Cuando sale le dedica una última mirada a su hermano, el menor simplemente asiente.
Soobin salió por el jardín trasero para poder escapar. Cuando ya está un poco alejado, voltea hacia atrás ve su castillo a lo lejos y una lagrima recorre su mejilla al tener que dejar todo atrás... y a su hermano menor.
Kai despierta soltando un fuerte grito. El rubio empieza a respirar fuertemente un feo sentimiento de tristeza y preocupación lo empezó a invadir.
La puerta de la habitación es abierta Minho entra a la habitación preocupado al haber escuchado el grito de su hermano mayor.
— ¡Kai ¿Estás bien?! — pregunta el alfa acercándose.
Kai estaba respirando rápidamente, aún tenía aquella sensación de preocupación y tristeza, pero el omega no sabía de dónde.
— Y-Yo... n-no lo sé... — solloza el mayor.
Beomgyu y TaeHyung entran a la habitación, Kai al ver a TaeHyung solo pudo pensar en una cosa: Busan.
— S-Soobin... — susurra Kai.
Posa una mano en su cuello, justo donde la brillante marca está depositada. Los otros tres empiezan a preocuparse al notar las fuertes emociones que siente el rubio.
— Kai, tranquilaste — pide el alfa cuando nota que su hermano empieza a ponerse pálido.
Kai empezó a sudar frío, se sentía asustado sus emociones más las que sentía de su alfa empezaban a marearlo, hasta finalmente desmayarse.