—¡JaeMin! ¡Están llamando a tu celular!
—Déjalo. —vociferó desde el baño. Estaba bañándose.
—Pero no se detiene, viene y va cada diez segundos y sino se detiene te juro que lo aviento, me desespera.
—Que lo dejes. —le gritó.
—Ahg —gruñó y miró el celular de Na— ¡Cállate, maldito celular! —le apuntó al móvil como si buscara amenazarlo. Este calló y respondió de vuelta cuando volvió a sonar.
Frustrado, se tiró boca arriba en el colchón con los ojos cerrados.
—Por fin —musitó cuando JaeMin salió del baño, abrió sus ojos mirando el techo—. Ahora apágalo.
—¿Qué? No.
JaeMin caminó hasta el buró cercano a su cama y tomó el celular respondiendo la llamada. RenJun lo escuchaba hablar, sin embargo, no sabía del qué.
Solo escuchaba respuestas simples como sí, sí, gracias, yo lo firmo, enseguida voy.
—¡Ah! —JaeMin llegó a RenJun quien se espantó un poco cuando notó cómo estaba JaeMin vestido. Bueno, prácticamente no estaba vestido, no tenía ropa encima más que la toalla alrededor de su cadera— ¿Cuál es tu manía por salir siempre así del baño? ¿No puedes salir arropado? ¿Qué pasaría si se te cae la toalla y te veo así? Me vas a traumar.
—Estás molesto, es raro en ti. —RenJun ignoró su vocablo porque efectivamente estaba molesto, no sabía el porqué, habían días en los que se cansaba de ser amable y de un momento a otro amanecía enfadado.
—¿Qué deseas?
—Baja.
—¿Por qué haría eso? Estoy cómodo aquí acostado, si quieres colocarte tu ropa entra al baño, no voy a salir del dormitorio cada que quieras cambiarte cuando tenemos un baño —eso era verídico, RenJun tenía que salir cuando Na se bañaba, aunque la mayoría de las veces no estaba por sus horarios diferentes pero cuando le tocaba hacerlo le hartaba—, hay una estúpida ventana ahí —señaló la misma— ¿No te da miedo que te vean con las nalgas descubiertas? —le regañó.
—Si te incomoda cómo soy, ahí está la puerta.
—No. Da igual. ¿Qué quieres?
por las fotos q salieron del renmin, les regaló este cap