Era cierto que la mayoría de los jóvenes que habían estado como compañero de habitación con JaeMin eran unos homofóbicos, todos en su mayoría, otros decían respetarlo pero cuando JaeMin hacía de las suyas, salían espantados, si al caso, incluirían hasta al país entero como sinónimo de homofóbicos y ver a alguien que no lo era fue sorprendente para Park.
—Si quieren pueden seguir, yo solo entraré al baño a darme un pequeña ducha y luego me iré —así mismo, entró después de que ambos jóvenes se apartaran, RenJun soltó todo el aire que tenía retenido, ese ambiente había sido un poco pesado a su parecer. Tenía que seguir siendo fuerte.
Tardó un poco dándose el baño, más defecto, el otro chico seguía ahí con él, estaban conversando, se veían preocupados o eso veía RenJun.
—Y... —continuó saliendo del baño, recibiendo la atención de los dos—, recuerden que sin globito no hay fiesta, hay que evitar las ETS.
Luego salió del cuarto llevando consigo unas libretas para terminar sus tareas.
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La biblioteca de la universidad siempre estaba abierta así que no hubo preocupación por tener un horario en específico en el cuál retirarse del lugar. Ya eran las once de la noche, casi dando las doce.
RenJun abrió lo más sigiloso posible la puerta del dormitorio sin la mínima intención de despertar a JaeMin, las luces estaban apagadas, todo era silencio.
Fue que en ese pequeño segundo, su celular sonó. Se maldijo internamente y en un santiamén contesto la llamada proveniente de ChenLe.
—¿Bueno? ¿Qué quieres? —musitó.
—Solo quería recordarte la tarea de maña-
—Pudiste recordármelo en toda la tarde, menso, pero decides hacerlo justo cuando voy a dormir.
—Uy, perdón, pero se me había olvidado, fue ahorita mismo que estaba por cerrar mis lindos ojitos y dije verga la tarea.
—¿Eso era todo, ChenLe?
—¿La hiciste?
—Por supuesto, no soy un irresponsable como tú.
—Vaya que la confianza que te he dado es demasiada, en fin, tarado, me la traes mañana o no te pago.
—Pareciera que te estoy traficando sustancias ilegales —rio bajo.
—¿Vendes?