Astrid
-Bueno, vamos a levantarnos- Me senté en la cama y miré a Tiago.- Estuvimos toda la semana juntos y basicamente no hicimos nada.
-Y asi me parece perfecto- Dijo entre quejas.- Que queres hacer?
-Limpiemos la casa rapido y después vamos a tomar unos batidos- Propuse contenta y el asintió.
-Bueno, 5 minutos mas dame.
Me levanté dejándolo solo a Tiago y fui directo al comedor a poner musica.
Puse el mix de youtube que tenia Tiago, la cual era mas musica que escuchaba yo que la que escuchaba el.
Empecé limpiando el living mientras bailaba y cantaba a los gritos, ya que la musica estaba demasiado alta.
Me di vuelta al sentir la risa de Tiago y era el grabandome, como casi siempre, reí yo tambien y corrí hasta tirarme encima de el y terminar cayendonos juntos.
Nos levantamos y terminamos de limpiar mas rapido repartiendonos las tareas, luego de tener todo listo; habiamos tardado mas o menos unas 2 horas, decidimos cambiarnos para ir a tomar el batido como le dije yo antes.
Terminamos de cambiarnos rapidamente y salimos de la casa, ibamos a ir caminando porque el café al que vamos queda a dos cuadras.
Llegamos y nos sentamos en la mesa de siempre, quedaba al fondo al lado de una vidriera, nos gustaba esa mesa, ni idea el por qué.
Pedimos los batidos y al instante estuvieron en nuestra mesa, siempre que pedíamos acá, pediamos un sabor distinto para ir probando.
Esta vez el pidió de maracuyá y yo de marroc, sinceramente el mio estaba muy rico.
-Esta re feo- Hizo puchero el chico frente a mí despues de probar su licuado.- El tuyo?
-Riquisimo.
Le di de probar y le gusto mucho, lo que lo hizo ponerse aun mas triste. Yo probe el de el y no estaba tan feo, es mas, me gustaba.
-Cambiamos si queres- Propuse y el me miro con los ojitos brillantes.
-Si?- Preguntó y asentí, pasandole el mio y recibiendo el suyo.- Gracias te adoro, sos la mejor.
-Ya se ya sé.
Reiamos por un chiste boludo que hizo y nuestras miradas se fueron hacia la persona que se paró frente a nuestra mesa. Mi mamá.
-Hija- Dijo sonriente, sonreí yo tambien.- Como estas? Que haces acá?
-Hola ma- Me levanté y deje un beso en su mejilla, abrazandola.- Estoy re bien, que haces vos por acá?
-Yo trabajo aca a unas cuadras- Contó y miró a Tiago, que nos miraba confundido.- Y este chico tan lindo quien es?
Rei avergonzada y el se sonrojó, soltando una sonrisita.
-Tiago Pacheco señora, un gusto- Se levantó y dejo un beso en su mejilla.- Usted es...?
-Valeria- Sonrió mi mamá.- Bueno chicos, los dejo.
-Dale ma, te amo, cuidate- Saludé y Tiago tambien la saludó.
-Mañana pasense por casa y comemos algo todos si quieren- Propuso y quise meterme abajo de la tierra.
-Me encantaria- Aceptó el chico, bueno, ahora a el lo voy a meter abajo de la tierra.
-Bueno perfecto, despues arreglamos todo- Se dio media vuelta.- Nos vemos chicos, cuidense.
Esperé a que se aleje un poco y miré mal al chico frente a mi, que sonreía inocente.
-Quiero que sepas que te voy a matar- Avisé mirandolo mal.
-Por qué?- Pregunto confundido.- Es tu mama, no puedo decirle que no.
-Pero te invito porque piensa que sos mi novio, mogolico- Lo bardee y el rió fuerte.- Y vas a tener suerte si no invita a toda la familia mañana.
-No pasa nada, soy sociable- Dijo algo creido, lo iba a matar.