Astrid
-Chicos, tenemos invitados- Hablé entre dientes y sentí una risita de parte de Tiago al ver las caras de mis amigos.
-Uy la concha de la lora- Putearon algunos y empezaron a levantar todo.
Reimos con Tiago y lo llevé de la mano hasta la cocina, en la cual no se veía como ordenaban. Seguro terminaban de ordenar y nos volvian a llamar para presentarse.
-Esos son tus amigos?- Preguntó apoyado en la mesada, tomando coca que le había servido.
-Si, algo así- Reimos ante mi respuesta.- No sabia que estaban acá, como tienen llave de mi casa entran cuando quieren.
-Son graciosos igual- Habló sonriente y justo reimos al sentir como se peleaban por no se que cosa.- Se nota que te quieren mucho.
-Si, por suerte tengo los mejores.
Abrí la heladera sacando un sanguchito de miga y le extendí uno a el, lo aceptó y comimos en silencio, mirandonos y riendo cada tanto.
-Ya pueden venir- Se asomó a la puerta con una sonrisita Nico.
-Vamos?- Pregunté y el asintió.
Me siguió hasta el living, donde estaba todo acomodado y mis amigos todos sentados perfectamente. Se hicieron los sorprendidos al vernos y reímos.
Después de que todos se presentaron con Tiago y lo jodieron un poco hasta hacerlo entrar en confianza, decidimos comprar vino, ya que ya eran las 7 de la tarde y era viernes.
-Vos decis que con esto es suficiente?- Pregunte viendo las 5 botellas de vino, Tiago, el cual llevaba la gaseosa, asintió.
-Es una banda.
-Te sentis comodo?- Pregunté ya en la puerta de mi casa.- Porque si no te sentis comodo vamos a otro lado eh.
-Estoy re bien As, tranqui- Acarició mi pelo y sonreímos.
(...)
Reiamos por cualquier boludez, todos sentados en el sillón y algunos sentados en el piso. Ya habíamos tomado mucho vino casi todos y probablemente era muy temprano aún.
-Estas bien?- Pregunté a Tiago, asintió riendo de una boludez que decían mis amigos.- Voy al baño.
Me levanté y fui hasta el baño a verme unicamente, a ver que tan en pedo estaba. Al minuto me tocaron la puerta y abrieron, era Tiago.
-Perdon por flashar confianza pero me meo- Avisó y me dio la espalda para mear, por suerte no le veía nada.
Comencé a grabar un video riendo, salía yo en el espejo y el alcanzaba a verse meando, lo llamé, giró la cabeza notando que lo estaba grabando y me miro mal.
-A ver eso- Dijo despues de lavarse las manos.
Le mostré el video y reímos, lo había guardado pero no pensaba subirlo a ningun lado.
-Me dijo Lana que yo te gustaba hace mucho- Dijo sonriente, sus ojos estaban rojos porque habíamos fumado bastante.
-Esa lana es una mentirosa- Reí y el hizo puchero.
-Al menos regalame un beso- Estiró el piquito.
Apreté sus cachetes con una de mis manos y uni nuestros labios en un beso casto, sonreímos y salimos felices. Pareciamos nenes de 6 años dando su primer beso, pero había sido lindo igual.
El resto de la noche estuvimos tirandonos miradas complices, estaba segura que mis amigos lo habían notado pero no dijeron nada, iban a esperar a que el se vaya para preguntarme.
Igual no lo iba a dejar irse en ese estado, seguro le hacía un lugarcito en mi casa, total como no estaba Aaron el entraba en la cama.
Pedimos unas pizzas las cuales pagamos entre todos y luego de terminar llenisimos decidimos acomodar todo para dormir.
No sé como ni cuando, pero nos terminaron dejando solos a mi y a Tiago en mi pieza.
Nos acomodamos para dormir, por suerte mi cama era de dos plazas y nos podiamos acomodar bien. Igual terminé cruzandole mi pierna por su cadera y abrazandolo por la cintura, el paso su brazo por debajo de mi cabeza.
-Que buena forma de terminar la noche- Habló el y sentí que estaba sonriendo.
-La verdad es que si- Admiti.