Después de hablar esa tarde con Simon y decirle que estaría dispuesto a asumir las consecuencias, el ojiazul realizó la transferencia con el monto establecido. Cien millones de libras. Una auténtica locura.
Harry acabó su sesión antes de lo planeado porque se dispuso a contestar con la mayor franqueza todos los cuestionamientos que se le hacían.
Estaba en la sala de espera, aguardando por Louis cuando recibe una notificación en su celular.
<<Royal Bank: Transferencia exitosa por 100 millones de libras realizada a: Simon Cowell>>
De inmediato sus ojos comienzan a ponerse llorosos. ¿En realidad Louis había cometido esa locura? ¿Arriesgaría todo para salvarlo?
El ojiverde sabe lo testarudo que puede llegar a ser su esposo, por lo tanto decide no tomar una decisión precipitada.
En la noche anterior estuvo pensando en una idea que a decir verdad parecía demasiado buena.
Por más que muchos artistas los odien en este momento, hay otros con los que ha formado una amistad genial.
Ya en años anteriores le pagaron demasiado bien por ser presentador de diversos programas como el SNL y the late late show.
Harry les ofrecería algo que los medios no pueden rechazar: una presentación en vivo junto a Louis Tomlinson.
¿Causaría revuelo? Efectivamente. Pero vamos, eso es lo que vende en la televisión.
Sale del edificio donde se encuentra el consultorio y toma un taxi hacia los estudios CBS. Irá con la persona que está seguro no puede fallarle: James Corden.
Durante el trayecto piensa en lo que le dirá y sobretodo el monto que les pagarán por las presentaciones. En otras circunstancias pudieron haberlo hecho gratis, pero el dinero es algo que sí o sí necesitan.
Cuando llega a los estudios le paga al taxista y sale directo hacia el set de grabación de The late late show.
A lo lejos puede divisar a su amigo y se acerca poco a poco para saludarlo.
—¡Hola James!— Habla con entusiasmo.
El mencionado voltea inmediatamente, con cara de desagrado.
—¿Harry? ¿Qué haces aquí?
—Vine a pedirte un fa...
No termina la frase cuando James lo jala hacia otro lugar, Harry no esperaba aquel acto así que la sorpresa en su rostro se hace presente.
—¿Por qué me trajiste hasta acá?— Cuestiona desconcertado.
—Las cámaras podrían vernos cerca y es lo que menos quiero.
—¿Acaso hice algo contra ti?
—No, no. Pero no quiero que me cancelen por ser tu amigo, yo vivo de mi imagen pública y contigo a mi lado podría empeorarse.
—Entiendo, no te preocupes James...
—Llámame cuando las cosas se calmen ¿si?— Le ofrece.
—Si-si claro no hay problema en eso.
Dicho esto el rizado sale de donde se encontraba hablando con James, con la mirada cabizbaja.
¿Qué había sido eso? ¿No había sido James el que le ofreció su amistad incondicional?
Harry en parte lo entendía, su amistad puede afectar a las personas a su alrededor. No es alguien que la gente quiera cerca.
Aunque no se da por vencido, él sabe que algún programa puede querer la premisa de una presentación de él y Louis. No es algo que todas las personas estén dispuestas a rechazar.
Así que con los pocos ánimos que le que quedan toma otro taxi, para dirigirse ahora a los estudios Warner. Ellen Degeneres es su próxima alternativa.
"A ella le gustan los escándalos ¿no es así?" se pregunta a sí mismo
Paga el taxi cuando ve que ha llegado a su destino. Está dispuesto a caminar cuando su celular comienza a sonar. Es Louis quien lo está llamando.
—Harry ¿Dónde estás? Quedamos en que me esperarías aquí.—Pregunta su esposo al otro lado de la línea
—Y también quedamos en que no ibas a pagar mi contrato.— Dice con la voz bravía para posteriormente colgar la llamada.
Continúa su camino hasta que a lo lejos ve a Ellen, se acerca a ella hasta que un guardia lo detiene.
—No puedes pasar a estos estudios sin un permiso.
—Pe-pero soy Harry. Harry Styles.
—Si sé quien eres, por eso mismo no puedes pasar. No queremos tu mala imagen merodeando por aquí.
El ojiverde entiende así que se da la vuelta para volver a casa, no sin antes escribir un mensaje de texto.
Harry: Hola Ellen, vine a tu programa pero no me dejaron pasar. Tengo una propuesta que puede interesarte, una presentación mía junto con Louis, mi esposo.
Ellen: Ya estaba enterada de tu visita, James me avisó a mi como a otros presentadores. Lo siento pero tu mala imagen podría llevar a mi programa a una fuerte crítica.
Wow, las personas que decían ser sus amigos lo han rechazado en el peor momento de su carrera y muy posiblemente de su vida.
¿No eran aquellos quienes rogaban por su participación hace un año? ¿En realidad eran sus amigos o sólo lo querían por su éxito?
De nuevo una llamada interrumpe sus pensamientos, siendo nuevamente su esposo quien está del otro lado de la línea.
—¿Qué quieres Louis?— Demanda con la voz rígida.
—Sólo quería saber si estás bien. Lamento mucho lo que hice pero se me ha ocurrido una idea para juntar dinero. Podemos ofrecer un show para la televisión. Los dos juntos, no podrán decirnos que no.— Le ofrece con un tono emocionado.
Del otro lado de la línea comienzan a escucharse sollozos.
—¿Harry? ¿Te pasó algo ricitos?— Pregunta preocupado.
—Yo también tuve esa idea Louis. Vine a ofrecerla y se han negado. Incluso James me pidió que no lo visitara hasta que las cosas estuvieran calmadas.
—Maldito estúpido.— Suelta sin más.
—En parte lo entiendo, yo ocasioné esto. Gracias a mi todos nos odian.
—Óyeme bien. Tú no tienes la culpa de nada Hazz, la culpa es de la industria. La industria es una mierda que maneja a las personas a su antojo.
—¿Me puedes decir que me quieres?— Pide cual niño mimado.
—Te amo boo. Lo he hecho desde que tenía dieciocho y lo haré hasta el último día de mi vida.— Le dice de la manera más linda posible. —¿Tú me amas a mi?— Pregunta.
—Te amo Lou. Recuerda que es mutuo, lo discutimos.
El ojiazul no puede evitar sonreír del otro lado de la línea. Sin duda Harry es su medicina para los días malos, el hábito que no puede romper.
—Mándame tu ubicación para ir por ti cariño.— Le pide. —La cena está esperando por ti.
—¿Qué hiciste de comer?— Pregunta ya sin lágrimas en el rostro.
—Hay pasta para la cena. Y de postre he preparado un delicioso chico de ojos azules. ¿Se te antoja?
—Podría comer eso todos los días de mi vida.
—En un momento iré por ti ricitos.
Louis cuelga la llamada y toma las llaves para posteriormente salir en el auto.
Por su parte Harry se sienta en una banca esperando a su esposo. Está realmente tranquilo cuando logra ver a unas fans acercarse a él. Sabe que se trata de fans pues llevan su merch.
—Hola ¿quieren una foto?— Pregunta amablemente cuando estas se encuentran frente a él.
—Queremos que te pudras Styles. Tú y Louis Tomlinson pueden irse a la mierda.
Vaya, en definitiva no era algo que esperaba.
Decide ignorar los malos comentarios y contar hasta diez, tal como lo había comenzado a practicar en su primera sesión con el psicólogo.
—Y aquí pueden ver el rostro de la mayor decepción de la industria. La manzana podrida de la música.
Una fan ha comenzado a transmitir en vivo, hostigando e insultando públicamente al ojiverde.
Harry en realidad se encuentra sorprendido. ¿Cómo puede haber tanta maldad en personas que alguna vez lo amaron?
—Debería morirse ¿no creen? Nos haría un gran favor.— Continúa la fan hablándole a la cámara.
Eso sin duda llegó a lo más profundo de él. Pedirle que se matara cuando hace una semana intentó suicidarse. ¿Hasta cuando acabaría el sufrimiento?
Se levanta de la banca y comienza a salir corriendo de ese lugar a gran velocidad.
Sus ojos comienzan a ponerse llorosos, pero no es momento de detenerse. Lo único que él quiere es alejarse de toda esa mierda.
Sigue corriendo hasta que escucha un gran estruendo y ve una luz blanca brillante.
Ha pasado la calle con el semáforo en verde.
El carro se ha estrellado contra él...
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Ya estamos en la recta finaaaaal