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By -CamilleBlack-

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La magia siempre ha jugado un papel intrincado en la vida de Harry Potter. Es el Niño-que-Vivió, un título qu... More

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SELCOUTH
the potter family
prologue
chapter one
chapter two
chapter three
chapter four
chapter six
chapter seven
chapter eight
chapter nine
chapter ten
chapter eleven
chapter twelve

chapter five

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By -CamilleBlack-

Desde la llegada de la carta de aceptación de Harry en Hogwarts, todo el mundo había estado de enhorabuena, aunque era de esperar que asistiera al colegio cuando tuviera la edad necesaria. Pero para James y Renata, era un momento bastante agridulce para la pareja, ya que su hijo mayor se estaba preparando para ir al colegio. Estaría fuera durante meses, algo en lo que apenas habían pensado hasta que llegó la carta. Y les resultaba difícil aceptar que el pequeño Harry estaba creciendo de verdad.

Incluso cuando se acercaba su undécimo cumpleaños, algunos días, Renata seguía viendo la versión infantil de Harry que llegó a conocer años atrás. El que le había robado el corazón y le había enseñado todo lo que sabía sobre ser madre. A pesar de todo lo que había sucedido en sus primeros momentos de vida, Harry había sido un niño tan amable y cariñoso, algo que seguía llevando consigo al crecer. Y a Renata le encantaba rememorar recuerdos, como el de Harry ayudándoles a cocinar las primeras veces en la cocina o cuando se negaba rotundamente a ponerse las gafas.

Pero su favorito fue probablemente cuando la llamó por primera vez "mamá". En aquel momento, la palabra parecía un tabú, simplemente porque Renata aún no había aceptado sus propios sentimientos. Le aterraba la reacción de James, sin embargo, al recordarlo ahora, le hizo sonreír.

Y en lo que respecta a James, siempre había esperado con ansias el momento en que Harry saliera del colegio, apostando todo a la idea de que Harry fuera clasificado en Gryffindor. Sin embargo, ahora que había llegado el momento, simplemente no podía creerlo. El tiempo se movía más rápido de lo que él esperaba. Recordaba a sus padres diciendo esas cosas cuando era más joven y siempre pensó que estaban siendo un poco dramáticos, pero como padre él mismo, finalmente lo entendió.

Un día, había estado sosteniendo a su primer hijo, de apenas unos minutos de edad, aterrorizado en todos los sentidos de que, de alguna manera, iba a terminar dejando caer al recién nacido y, aparentemente, al siguiente, Harry estaba saliendo disparado hacia la escuela.

Al mirar en dirección a Renata, supuso que ella estaba pensando algo parecido. Intercambiaron sonrisas silenciosas para no interrumpir a Harry leyendo su lista de suministros en voz alta en la mesa.

Harry no parecía demasiado entusiasmado con la idea de llevar un uniforme, pero cuando llegó a la segunda lista de artículos, sus ojos se iluminaron de emoción.

-Una varita- dijo -¿significa eso que por fin podemos ir a Ollivander's y conseguirla? Allí es donde Huxley fue a buscar la suya.

-Por supuesto- respondió James -creo que la familia Potter siempre ha sido fiel al nombre Ollivander. Y además, es prácticamente la única tienda de varitas de buena reputación por aquí. Aunque creo que todavía se puede encontrar alguna de Gregorovitch por ahí.

A Harry no le importaba realmente ninguna rivalidad en el negocio de las varitas, lo único que sabía era que quería conseguir su varita en el mismo lugar que uno de sus amigos. Y también quería conseguirla cuanto antes, porque Huxley le había dicho que había sido muy divertido poder probar algunas varitas antes de encontrar la suya.

Desgraciadamente, Neville y Ron no llegaron a compartir las mismas experiencias, ya que a Neville le regalaron la varita de su padre poco después de recibir su carta. Y Ron se había mantenido en la tradición familiar de recibir la varita de su hermano mayor Charlie.

-Podemos ir a buscar tus provisiones en tu cumpleaños- le dijo Renata en un momento dado -podemos salir por la mañana y puedes volver a tu fiesta. ¿Qué te parece?

-Perfecto.



Durante el resto del día y el resto de la visita de Sirius y Adelmo en la casa de campo, Harry y sus hermanos estuvieron encantados de escuchar todo tipo de historias sobre la época de los Merodeadores en Hogwarts. Aunque Renata hizo notar que se habían omitido ciertos detalles, y lo agradeció porque James y los demás no habían sido precisamente unos bonachones durante su estancia en el colegio. Harry y sus amigos ya tenían sus pequeños momentos de travesura, no creía que fuera buena idea darles ideas.

Por suerte, no se mencionó su entrenamiento ilegal de animagos ni sus viajes al Bosque Prohibido en las noches de luna llena... todavía.

-Entonces, si papá y Zio Paddy estaban en Gryffindor, ¿en qué casa estabas tú, mamá?- preguntó Ilaria en un momento dado -¡Y Zio Momo!

Renata y Adelmo intercambiaron miradas entre sí, ambos deseando haber tenido las mismas experiencias escolares que James y Sirius.

-Bueno- comenzó Renata en voz baja -tu zio y yo no fuimos a Hogwarts. Fuimos a una escuela diferente cuando éramos más jóvenes. No teníamos casas separadas ni sombrero seleccionador. Dependía de lo que quisieras ser cuando fueras mayor. Así que si querías ser sanador, te juntarías con los otros estudiantes de sanación y tomarías diferentes clases.

-Momo- Monte miró en dirección a su tío -es un Sanador.

-Así es.

-¿Y tú, mamá?- Ilaria continuó su interrogatorio -¿Tienen clases de cocina?

-Ojalá lo hicieran- se rió Renata -me habría ahorrado algunos problemas. Pero había algo más que quería ser antes de ser chef. Y tuve que venir hasta aquí para serlo. Y siempre ha sido mi trabajo favorito.

-¿Qué es eso?

Incluso Harry estaba confundido hasta que Renata le rodeó el hombro con su brazo y acercó a Monte a ella también.

-Primero me convertí en madre- sonríe -y es el mejor trabajo de todos porque puedo trabajar con la mejor gente.

Ilaria se volvió hacia Sirius y su padre -Mamá es tan Hufflepuff.

-Eso no es para nada malo- le dijo James -no olvides que tu abuela era una Hufflepuff.



Hasta que Sirius y Adelmo se fueron, Ilaria y Monte decidieron fingir que estaban todos en Hogwarts e Ilaria fingió ser el Sombrero Seleccionador. Monte la paseaba y ella ponía las manos en la cabeza de todos antes de gritar una de las casas. Al final, sin embargo, los dos se cansaron de la clasificación y decidieron echarse la siesta. Por lo que se desmayaron en el sofá, con Leone acurrucada entre ellos para entrar en calor.

Después de que sus tíos se fueran, la casa quedó relativamente tranquila y, cuando Harry volvió de colocar su carta de aceptación en su habitación, encontró a sus padres fuera. Los dos estaban instalados en una de las hamacas bastante grandes que tenían. Rápidamente se acercó y decidió unirse a ellos, trepando y anidando al lado de Renata.

Ella lo rodeó con sus brazos, apoyando su cabeza sobre la de él -¿Puedes creerlo, James? Se va a Hogwarts.

-En realidad no puedo creerlo- admitió James -pero te vas a divertir mucho, Harry, confía en mí.

Aunque Harry quería creer a su padre, había algo que le rondaba por la cabeza desde que Ilaria y Monte habían hecho su juego del Sombrero Seleccionador y lo habían colocado en Slytherin.

-¿Qué pasa si no entro en Gryffindor?- preguntó -¿Y si termino en una casa diferente?

-Entonces ese es tu lugar, Harry- dijo Renata -y no habría nada de malo en ello. Seguirás siendo el maravilloso Harry que conocemos. Además, es sólo una casa, no creo que signifique demasiado, ¿verdad?

Por mucho que James quisiera estar de acuerdo con su mujer, una parte de él sabía que había una importancia arraigada cuando se trataba de las cuatro casas diferentes. La gente a menudo se lo tomaba muy en serio, incluso mucho después de haber dejado Hogwarts. A algunos les abría puertas y a otros se las cerraba, basándose en los prejuicios y estereotipos de las casas. Pero tampoco quería preocupar a Harry, estaba seguro de que Harry iba a terminar en Gryffindor, lo había estado deseando desde que Harry tenía apenas un par de días, pero nunca estaba grabado en piedra.

-No importa en qué casa entres, lo vas a pasar muy bien, no te preocupes. Vas a seguir teniendo tus amigos- le dijo James -Todos han sido amigos desde que estaban en pañales, no creo que las diferentes casas los separen.

Eso pareció tranquilizar a Harry lo suficiente como para que no volviera a sacar el tema, pero después se hizo un silencio espantoso hasta que James se aclaró la garganta.

-Oh, ¿Harry?

-¿Sí, papá?

-Hogwarts, Hogwarts, Hoggy Warty Hogwarts....

Una sonrisa apareció rápidamente en la cara de Harry, así como en la de Renata.

-¡Hoggy, Hoggy, Hoggy!- gritó Harry.

James miró a Renata con una sonrisa -"Teach us something please, whether we be old and bald, or young with scabby knees. Our heads could do with filling with some interesting stuff, for now, they're bare and full of air, dead flies and bits of fluff..."

-¡FLUUUUUUF!- bramó Harry tal y como lo había hecho de pequeño cuando aprendía la canción.

Renata podía recordar vívidamente cuando le habían presentado por primera vez la canción del colegio Hogwarts. Harry era lo suficientemente pequeño como para que su padre lo llevara en hombros mientras él y Renata caminaban juntos.

-"So teach us things worth knowing, ring back what we've forgot. Just do your best, we'll do the rest, and learn until our brains all rot."

Y como hacían cada vez que cantaban la canción al final, los dos cerraban los ojos y sacaban la lengua al mismo tiempo.

-¡BLEGH!

Como siempre hacía al final de su actuación, Renata aplaudió, gritando "bravo" y "bis". Sin embargo, se detuvo cuando Harry le dio un golpe en el costado.

-Vamos, mamá- dijo -conoces las reglas... ¿Hoggy?

-Hogwarts, Hogwarts, Hoggy Warty Hogwarts...



Probablemente cantaron la canción un millón de veces diferentes esa noche, con distintas melodías, cambiando la letra para hacerla aún más tonta, pero finalmente, Renata entró a preparar la cena después de escuchar a Monte llamando desde el interior de la casa. Dejó a Harry y a James fuera, pero justo cuando Harry fue a seguir a su madre al interior, lo detuvieron.

-Antes de que entres, Harry, hay algo de lo que quería hablarte- dijo James en voz baja, echando una rápida mirada por encima del hombro -pero no quería decirlo delante de tu madre. Quedará entre tú y yo...

-¿Por qué?- preguntó Harry.

-Bueno, tu madre no quiere que te metas en problemas cuando vayas al colegio, lo que respectivamente, yo tampoco quiero, pero si lo haces bien, no deberías meterte en problemas.

No hacía falta decir nada más para convencer a Harry de que escuchara, estaba dentro, pasara lo que pasara.

-¿Qué es?

-Verás, cuando estaba en el colegio con tu tío Sirius y tu tío Remus, éramos... personas muy ocupadas. Pero no se puede hacer mucho en un día, Harry, especialmente con cosas como el toque de queda. A veces queríamos ir a la biblioteca cuando en realidad debíamos estar en la cama, y necesitábamos una forma de evitarlo. Así que creamos algo que nos ayudara a conseguir nuestro tiempo extra de estudio, por así decirlo.

-¿Qué crearon?

-Era una especie de mapa, un mapa muy especial- dijo James en un susurro emocionado, todavía mirando por encima del hombro de vez en cuando como si Renata fuera a aparecer en cualquier momento -De todos modos, este mapa, mostraba dónde estaba todo el mundo en la escuela. Nos ayudó a llegar a... la biblioteca... mucho. Y estaba pensando, que si necesitabas algo de tiempo extra, en la biblioteca, este mapa te beneficiaría... y a los chicos.

-¿Por qué sigues guiñándome el ojo?

De repente, James agarró a Harry suavemente por los hombros -Escúchame, Harry, el mapa es muy valioso si quieres moverte sin que te atrapen. Y hemos encontrado un montón de pasadizos secretos en el castillo que...

-¡¿Pasillos secretos?!

Harry se tapó la boca rápidamente -No muy alto, no quiero que tu madre lo oiga. Pero sí, todo lo bueno. Sin embargo, en nuestro último año, perdimos el mapa con el conserje y no pudimos recuperarlo porque había muchas otras cosas sucediendo en ese momento en el mundo. Pero creo que tú, Neville, Ron y Huxley pueden conseguirlo... con un poco de ayuda, por supuesto. Probablemente lo necesitarás para la biblioteca...

Harry miró a su padre durante un momento en silencio -¿Por qué sigues mencionando la biblioteca? ¿De verdad vamos a tener que estudiar tanto?

-Um... lo que tengo en mente es más bien una tarea de crédito extra.

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