Anna.
Supongamos algo, te levantas de mañana, te preparas tu desayuno pero se te olvida de orar; igual sigues con tu día; es hora del almuerzo ahora sí oras por ellos, sigue tu vida pero ya cometiste seis quejas, dos mentiras "blancas", varios pensamientos inicuos; le contaste un gran chisme a tu amiga, mientras criticaba a cuatro personas a la vez.
¿ te llegaron esas palabras? Pues a mi también, es que a veces no nos damos cuenta de cuánto tiempo nos vamos alejando de Dios.
Ora siempre, teme a Dios siempre, búscalo y te aseguro que todo te irá bien.
Johan.
Mamá cantaba una canción mientras amasaba esos ricos panes que ella solía hacer; papá aún no llegaba, le costaría de unos 10 a 15 minutos; mi hermano mayor estaba en clases; la bebé dormía; y mi otro hermano se encontraba jugando en su cuarto.
— Seung — ella gira su cabeza y ahí me ve con tan solo 8 años, mirando la harina entre sus manos —hijo— no digo nada, ni me molesto en abrir mi boca pequeña, solo bajo de la silla y me encierro en la habitación.
— Johan— unos dedos pasan por mi campo de visión y un sonrisa que no eran como las demás.
— perdón cuñada — miro que la hermosa bebé que sostiene en sus brazos es mi sobrina de apenas 9 meses.
— estas distraído últimamente ¿te ocurre algo? — giro mi cabeza y decido callarme.
— la pregunta amor mío— le dice mi hermano mientras toma un poco de té — ¿Johan que ha pasado en ese mes? — tanto él como papá querían saber que paso y todos los días preguntaban lo mismo.
...
Era una tarde de otoño...
Lo recuerdo porque las hojas caían y yo solo jugaba a pisarla y hacerlas crujir.
Aunque era verano, aunque era primavera o invierno e incluso otoño, todos esos malos caminos de las personas no sabias, que me habían llevado a mi a aislarme de la gente, era el "raro hijo del capitán Rhee", preferí incluso ser la sombra.
Incluso quise mi muerte.
...
— gracias Morena por el té— lo tomo entre mis manos para que se calienten, y huelo el dulce aroma a hierbas.
— no se porque viniste aquí— se sienta en el sillón del lado y me mira al rostro.
— pues, hoy es Chuseok ¿no?— sabía que ellos no irían, no festejaban a sus ancestros, por eso yo me escapé de casa a las 6 a.m.
— sí ¿y a qué lleva eso?— dice arqueando una ceja y yo me encojo de hombros.
— habrá un festival en el centro, con los hanbok y quería saber si van a... — una voz de tono fuerte y grave habla detrás de mi.
— gastas saliva Johan, ser cristiano es dejar también tu pasado — responde Daniel detrás de mi, me levanto de repente y ahí lo veo, estaba un poco más flaco y con un pequeño hematoma en su ojo derecho.
— ¿ por qué estás así? — agarro su cabeza para ver su hematoma pero él se aleja de mi.
...
Al final, diario, me dijieron que no irían, no es que estoy decepcionado, es que a mi me obligan a ir y yo creo que también quería obligarlos.
No fue sabio de mi parte, ¿se supone que tus amigos te apoyan en todo? No lo sé, nunca tuve uno, ni siquiera quise. Siempre tenía a mi mamá o a mis hermanos, no sentía necesidad de tener uno; y ahora que los tengo, los quiero manipular, pero a ¿quien se le ocurre eso? Solo a la gente antisocial, insegura o que tuvo grandes traumas haría eso.
Si conoces gente así ¡aléjate!.
Por mi parte tengo que aprender a soltar, a sanar, a perdonar.
Johan... mi querido Johan... solo perdona.
...
— ¡Johan!— mi mamá me grita y yo voy hasta ellos.
Mi hanbok de destellos dorados, verdes, azules y amarillos, se lucia en mi flaco cuerpo, mi cabello marrón obscuros caía en mechones sobre mi rostro, así que lo aparto un poco. Llevaba el pin de Corea del Norte y los zapatos marrones de mi hermano mayor, que milagrosamente pasaron a ser míos.
— cariño estas hermoso — dice acercándose a mi y me empieza a acomodar la ropa un poco
— solo te falta tu dongjeong— me lo coloca y es ahí cuando mira mis obscuros ojos azules.
— gracias mamá— ella asiente y se separa de mi, mientras mi hermano me toma por los hombros.
— vaya tu hanbok te luce hermano— sonrió algo desganado pero ya sabía como disimular mis emociones.
...
Era un atardecer de verano en la calle, toda la gente iba y venía mientras hablaban o se juntaban a preguntar a otros sobre dicho lugar, algunos militares venían con su uniforme trayendo a su familias y cuidando de dichas.
— hijo no dejas de mirar hacia ese lado— sabia el camino de ruta y aún tenía la fe de que iban a ir.
Por favor Dios... no quiero decepcionarte, pero tampoco quiero lo mismo, quiero un balance entre tú y yo.
No quiero decir que tú eres como yo, ya sé que eres mayor a mi, dejaré de hablar, al fin y al cabo sabes que estoy anhelando.
Anna.
Acomodo un poco más mi rodete, mientras me miro al espejo, llevo un maquillaje liviano porque no me gusta para nada eso, las chicas entran al cuarto y me miran de pies a cabeza.
— amo tu hanbok— dice Morena en casi un grito y yo le sonrio alegre.
— gracias es de mi madre, Luci dile a tu hermano Akey-hee, que le agradezco por buscar el hanbok de mi madre— ella sonríe y asiente.
Los muchachos nos esperaban abajo y después de bajar, reímos entre todos, hace mucho que no usábamos esto, pero dejando de lado eso todos lo hacíamos por voluntad propia.
No te engaño, diario, Seung nos obligó a hacerlo.
Y hablando de dicho hombre, no llevaba su hanbok sino su uniforme.
— ¿ por qué nos obligas?— él nos mira y las relucientes medallas en su pecho impactan en nuestros ojos.
— yo no los obligue — dice poniéndose su gorro de militar
— recuerden que Johan necesita nuestro apoyo, apenas es un bebé intentando caminar.
Las metáforas de Seung o sus palabras se metían en nosotros. Seguramente en una lista de la gente sabia, estaba Salomón y después él.
— hay ya vámonos—dijo Soledad resignada y comenzó a caminar —apura "buen Samaritano"— se refería de esa manera a Seung.
Los matices del cielo anuncian que ya será de noche y la gente caminaba vestidos con sus hanbok de cualquier tamaño, color o diseños, familias enteras lo hacían; no nos sentíamos incómodos, estábamos felices de hacerlo, en más el mal humor de Soledad se fue y se puso a dar brincos y a caminar haciendo cosas chistosas con cada paso.
— chicos será difícil encontrar a Johan entre tanta gente— dice Seung en un momento y todos nos dimos cuenta de eso.
— Seung, mira nuestro capitán Rhee— todos nos dimos vuelta para ver a la persona que Daniel señalaba.
Era un hombre un poco jorobado, de pelo blanco y caracteres serias, muy serias, estaba acompañado con su esposa, y él sí vestía su hanbok, a diferencia de su primer hijo quien llevaba su uniforme y por lo visto era el Segundo Teniente.
Johan.
Mamá me había traído un poco de almejas y también soju.
— gracias mamá— miro a las personas con las cuales mi papá hablaba y decido averiguar
— mamá ¿quiénes son?.
— son unos antiguos soldados que estuvieron en el pelotón de tu padre — los miro, su uniforme, su cabello, uno era capitán se notaba por su forma de vestir y su porte.
— se me hacen... — uno de ellos volteo su cara para ver a un lado— Daniel.
—deja que te presente a mi segundo hijo, Seung-soo— me llama y yo voy hasta él y me inclino delante de ellos — él es, Rhee Seung.
Me alejé después de la presentación y sentí un leve apretón en mi brazo, gire y ahí estaba Soledad mirándome aún fijamente.
...
Anna.
Al descubrir que Johan era hijo de uno de los exmilitares, para ser más precisos, un capitán de alto rango como lo fue Rhee Ji~Heong, nos quedamos en shock, teniendo la cara de él al frente, todo cobro sentido para mi.
— no sabía que mi capitán era tu padre— él aún no nos miraba y su familia estaba a unos metros de nosotros.
— no tengas miedo Johan— puse una mano en su hombro y él me sonríe sin ganas, sentía que estaba mal y no quería estar ahí.
— ¡Johan!— le llama a gritos su hermano mayor, más él se quedó en su lugar, entonces el otro lo fue a buscar —vamos hermano— nos mira a mi y a los demás y se inclina — al parecer son sus amigos, es bueno él siempre quiso uno— los ojos del nombrado se posan en la cara de su hermano sorprendido.
Y así lo vimos nosotros marcharse, quien sabe a donde, solo vimos lo flaco que está, su deterioro se veía, ¿comerá bien?, ¿su pasado aún lo atormenta?, ¿cómo se sentirá siendo hijo de un capitán?, me detuve solo en su aspecto, no tenía ojeras, solo los ojos algo colorados de tanto llorar, su mechones estaban algo desordenados, su piel fría; sus sonrisas apagadas.
Se da la vuelta para saludarnos, y ahí su icónica sonrisa y su cara de felicidad, esa que tuvo cuando recibió a Cristo aparece; también nos despedimos de él y sigue riendo, estaba bien.
Como te decía podemos tener un millón de batallas por un momento, algún día nos vamos a cansar, vamos a detenernos un momento para gritar y desahogarnos, después aún en el dolor iremos brincando de aquí por allá.
¿Eso no es ser falso? No porque le dejamos todo a Papá... a Dios.
Johan.
Aunque quede algo impactado por descubrir que mi padre fue capitán y jefe al mando de mis amigos, me dio risa las caras de ellos cuando descubrieron todo al fin. Cuando me volteé a saludar me acordé de sus rostros y me reí por más de 10 minutos.
— no sabía que conocías a esos chicos ¿y como los conocisteis? digo eres recluta del pelotón 6 y ellos están en el 3 y 5 — dice mi padre serio y no paraba de mirarme.
— en los entrenamientos— lo miro no mentía, algunas veces los vi en mis entrenamientos, otra veces Seung hablaba con mi capitán.
— ya veo— sabia que dudaba de mi y tenia que buscar alguna forma de hacerle creer.
Seguimos en silencio entre todos hasta que mi madre tomó la palabra.
— ¿y si invitamos a ese chico?— dice emocionada mirando a mi padre — ya que es amigo de Johan y él nunca los tuvo— el viejo hombre me mira y asiente felizmente — que bien prepararé una rica cena— .
Felicidades Johan... no eres completamente un necio, hubieras dicho otra cosa, ¿es lo mejor que se te ocurre?.
— no digas que eres un tonto Johan— solo los recuerdos de ellos me hacían bien — si temes a Dios eres el más sabio—.
Ahora veré como arreglar esto, por ahora me seguiré concentrando en ser sabio, ser inteligente, seguiré amando a Dios.
Anna.
Ser sabios significa temer a Dios, como dice en Proverbios 1 : 7
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
También si seguimos leyendo el mismo pasaje en el 1: 33.
Más el que me oyere, habitará confiadamente.
Y vivirá tranquilo sin temor del mal.
¿ escuchas a Dios?
¿ escuchas sus consejos?
¿ estás en paz?
Si oímos a Dios no tendremos que temer.
Y cuando te hablo de temer a jehová no me refiero a temer a un Dios castigador porque ¿viste a un padre castigando a su hijo? Capaz que me digas sí, incluso yo los vi, pero un verdadero padre que sabe que su hijo aprenderá más no con golpes sino con amor es aquel que corregirá.
Dios no castiga,
Dios corrige.
¿ quieres ser más sabio?
Teme a Dios
¿Quieres ser famoso?
Teme a Dios.
¿Quieres que te honren, llegar lejos y ser muy sociable?
Teme a Dios.
Y también recuerda cuando estés allá en la cima, recuerda seguir con temor a Dios, donde estés, seguí, nunca te creas superior.
Eres creación delante de tu Creador.
Teme a Dios siempre.
Alaba a Dios siempre.
Ama a Dios siempre.
Y te prometo que hasta lo más malo se hace bueno en tu vida.
Porque a los que aman a Dios todas las cosas lo ayudan para bien.
♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Hola!!!!
¿Como están? ¿Como esta su corazón?
Pues ¿que cuentan? :^ yo que los extrañé.
Ahora les daré noticias.
¿Que es Chuseok? Como lo dice Johan Chuseok es como por así decirlo "el día de los muertos y ancestros" en Corea.
¿ por qué pones eso?
¿Quieren saber más de Corea del Norte o del Sur y su cultura? :^ por eso lo pongo y les explico.
:) ¿ya les dije qué los quiero?.
Pues los amo >w<
Eso es todo por hoy :)♡ a cuidarse siempre en todo.
Dios los Bendiga ♡♡♡