Té para tres (TERMINADA)

By manuumooreno

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(Completa) Nuevos comienzos, dos palabras, 15 letras, miles de significados, tres personas y un solo deseo: e... More

A D V E R T E N C I A
P E R S O N A J E S
001- Azafata
002- Colette con una t
003- Accidente de escalera
004- Tout Mon Amour
005- La malteada
006- Trato
007- Amor del Universo
008- ¿Bicicleta?
009- Té para tres
010- Vestido arruinado
011- Un primer beso
012- Mi pareja
013- Lavanda
A N U N C I O
014- Noches de McDonald's
015- Besos con sabor a duda
016- El malvado roedor
017- La primera navidad con Eli
018- El mundo es un lugar pequeño
019- Nadie la escogería
020- Nuestra pasión
021- El desastre
022- La reglas
023- Ataques de pánico
024- Todos tenemos dudas
025- Un girasol
026- Lirios
027- Lauren en la fiesta
028- Olivia en la fiesta pt.1
028- Olivia en la fiesta pt.2
029- Colette en la fiesta
030- Vomito
031- San Valentín con Eli
032- Lágrimas y caricias
033- Banda de Rock
034- Controladora y compulsiva
035- Besitos
036- Malteada de chocolate
036- Malteada de chocolate pt.2 (+16)
037- Me tienes miedo
038- ¡¿Besaste a quién?!
039- Esta es la historia de un chico...
040- Chica rubia
041- Las mentiras
042- Doctor Collins
043- La primera cita
A N U N C I O
044- Finanzas
045- Dibujando Estrellas
046- Desayuno con Antoine
047- Batman y Burbuja
048- Burbujas de jabón
048- Burbujas de jabón pt.2
049- Nuevo compañero de piso
050- ¡Noah!
051- La foto robada
051- Londres
053- Tu novio
054- El chico inglés
055- La presentación
056- La noche cambia
057- Es el momento correcto
057- Es el momento correcto pt. 2 (+16)
058- El pueblo
059- Una vieja historia
060- La historia de Eli
060- La historia de Eli parte 2
061- Daisy Murphy
062- Acción de gracias
063- Cántame al oído pt. 2 (+16)
064- Guerra de pintura
064- Guerra de pintura pt. 2 (+16)
065- La banda
065- La banda pt.2
066- Parte 1: Engaños
066- Parte 2: Mentirosa
N O T A F I N A L
Epílogo
A N U N C I O
Capítulo Especial TPT

063- Cántame al oído

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By manuumooreno

MARATÓN: 2/3

NOTA: Cuando llegue a 100 votos subo el siguiente jeje.

Olivia

-¿Entonces es tu novio?- le preguntó su abuela.

Olivia lo pensó unos segundos.

-La verdad es que no lo sé- dijo Olivia sinceramente. No tenía ni idea de cual era su relación con Noah en ese momento.

-¿Es una relación abierta o algo así?

-¿Qué? No, no, claro que no.

Su abuela sonrió.

-Sabes que si fuera así no te diría nada, mi niña. Eres libre de decidir lo que quieres con ese chico. Y te digo, las relaciones abiertas son divertidas- masculló la señora.

Olivia estaba sorprendida, se dio cuenta de lo mucho que en realidad no conocía de la vida de su abuela. De la vida que tenía antes de que Olivia llegara. Que raro era pensar así sobre su abuela.

-Lo se. Es solo que... no hemos hablado de un titulo en especifico.

-¿Y te sientes bien así?- preguntó Daisy.

Daisy era la consejera perfecta. Olivia sabía que tanto Lauren y Colette como ella estaban agradecidas de tener a Daisy.

-No mucho- admitió ella.

-Entonces háblalo con él- dijo su abuela dándole un abrazo- Si él quiere estar contigo pueden dialogarlo y llegar a un acuerdo.

-Tienes razón... Gracias- le dijo sin soltarla.

-De nada, mi niña. Y recuerda, nunca te conformes con menos de lo que sientes que mereces- le dijo la mujer- Piensa en tus prioridades y sentimientos primero.

-Buenas noches, abuela- dijo Olivia abrazando a su abuela.

Su abuela le dio un ultimo beso sobre la cabeza y se fue a su habitación.

-Que descanses, cariño- le dijo Daisy mientras cerraba la puerta de su habitación.

Olivia se fue a su habitación, hacía cinco meses que no pisaba aquella habitación. Al cerrar la puerta le dio nostalgia pero a la vez una incesante sensación de felicidad la llenó. Había salido de allí, había progresado. Había hecho algo que su madre nunca pudo hacer. Estaba cumpliendo su sueño.

Olivia se acostó en su cama e intento conciliar el sueño, pero fue imposible. No conseguía sacarse el rostro de Noah de la cabeza.

Olivia estaba segura de que Noah le gustaba y mucho, pero... ¿Lo quería?

Olivia no estaba segura de quererlo, ¿Lo que sentía por Noah era lo que se siente cuando quieres a alguien?

Olivia no quería admitirlo, pero el no tener un titulo concreto con Noah le estaba poniendo los pelos de punta. Siempre le habían dicho que llegaría esa persona, esa persona especial que sería su pareja, su novio.

¿Noah era su novio? O ¿Eran más como amigos con derechos?

A Olivia no le agradaba la idea de ver a Noah con otra mujer mientras estaba con ella. Olivia quería a Noah exclusivamente para ella. Al fin y al cabo así funcionaban la relaciones ¿No? Además Olivia también sabía que Noah iba enserio con ella, o al menos eso creía.

De cualquier manera Olivia terminó con el teléfono en la mano marcando el número de Noah. Hizo uso de toda esa confianza que estaba sintiendo, que no tenía cuando lo veía frente a frente. Tenía que sacarse esa duda de la cabeza antes de que la volviera loca.

Olivia se mordía el labio inferior con fuerza cuando al segundo tono Noah contestó.

-Burbujita, que linda sorpresa- le dijo él a modo de saludo.

Olivia suspiró con fuerza preparándose mentalmente para lo que estaba por preguntar. Aprovecharía que no lo tenía en frente para hacerle esa temible pregunta.

-¿Qué somos?- preguntó ella a media voz.

Noah se quedó callado al otro lado de la línea.

-¿A que te refieres?- habló él después de unos segundos de silencio total.

-Nosotros- dijo ella rápidamente- ¿Qué somos?

-Digamos que no soy muy dado a los títulos, pero... ¿Tú que crees que somos, burbujita?

-No lo sé. Por eso te lo pregunto-esperó a que él respondiera pero no lo hizo- De hecho, no se si somos algo.

-Entonces si no somos nada... ¿Qué quieres que seamos?

Olivia tragó con fuerza.

-Yo... no lo se, solo...

-¿Entonces no lo sabes?

-No. Si- Olivia agitó la cabeza como si eso la ayudara a ordenar sus pensamientos- Es solo que no se lo que tú quieras.

-¿Qué crees que quiero?

-¡Deja de hacerme preguntas!- chilló ella- Solo... ayúdame a que lo que te quiero decir sea más fácil.

Noah soltó una carcajada.

-Es que no entiendo a lo que te refieres, Liv- dijo él divertido- Tendrás que explicarte mejor.

Maldito, él sabía perfectamente a lo que Olivia se refería.

-Lo que quiero decir es... ya hemos pasado por ciertas cosas... ya sabes, que no hacen los amigos.

-Oh, te refieres a que tuvimos sexo- dijo él con simpleza.

-¡No lo digas así!- dijo ella acalorada. Seguro que sus mejillas ya estaban rojas- Pero si... hicimos cosas...

-Hicimos el amor.

Olivia se quedó callada.

-No se si lo diría así- susurró ella.

La palabra Amor le daba miedo.

-Vamos, burbujita. No me digas que no sentiste amor por mi, por lo menos en ese momento.

-Pues es que yo... yo no se...

-¿Entonces?- él sonaba divertido- ¿Cómo definirías tú lo que tenemos?

-Yo... pues...

-Piénsalo así, me gustas, te gusto. Tenemos un montón de cosas en común. Nos gusta pasar tiempo juntos. Tenemos una posible vida sexual en potencia...

Olivia se abanicó la cara con las manos. Estaba muy acalorada.

-Solo dilo, Liv- dijo él- No es tan difícil.

-Es que es complicado porque yo...- se quedó callada pensando unos segundos- ¿Y por qué no lo dices tú?

-Porque quiero escucharlo de ti- le dijo él- Creo que yo ya dejé bastante claras mis intenciones contigo, Liv.

Olivia se quedó en silencio. Noah tenía razón. Era ella la que no se decidía aún.

-Dilo- pidió él suavemente.

Olivia se demoró unos segundos en reunir la confianza necesaria.

-Quiero que seas mi novio- dijo ella rápidamente.

Y colgó. Le colgó a Noah.

Se tapo la cara con las manos avergonzada. Le había cortado la llamada luego de casi pedirle que fuera su novio.

"Que estúpida soy" pensó Olivia.

La pantalla de su teléfono volvió a brillar. Olivia contestó con manos temblorosas.

-¿Hola?- saludó ella.

-Olivia Rose Murphy -empezó Noah- ¿Me has preguntado si quiero ser tu novio?- preguntó divertido.

Olivia se quedó callada luchando con sus impulsos de cortar la llamada de nuevo.

-No puedo creer que me colgaras luego de preguntarme si quiero ser tu novio.

-Pues yo no estaba preguntando...

-Peor aún. Me has colgado incluso antes de hacer la gran pregunta- dijo él indignado.

-No te lo iba a...

-¡¿No me lo ibas a preguntar?!- chilló él- Dios mío, Olivia. Yo no existen buenas mujeres en el mundo.

Olivia no pudo evitar sonreír.

-No lo dije, pero si lo hiciera... ¿Cuál sería tu respuesta?

-¿Cuál crees?- susurró él.

-¡Noah!

Noah soltó una sonora y profunda carcajada antes de responder.

-Si, Liv. Soy tu novio- dijo muy tranquilo- Quiero ser tu novio. Quiero estar contigo.

A Olivia se le detuvo un segundo el corazón al oír esas palabras, luego este volvió a latir con fuerza.

-Lo que significa que tú eres mi novia- dijo él. Olivia casi podía ver su sonrisa- Estamos juntos, burbuja. Somos novios.

Olivia soltó una risita nerviosa. Por Dios, tenía novio. Parecía que ese día nunca llegaría.

-Bueno, novia. Aunque me encantaría quedarme toda la noche hablando contigo, porque es una de mis cosas favoritas en el mundo, mañana tengo que levantarme temprano. Desayunaré con Cassie- le contó.

-Mejor que no llegues tarde- dijo Olivia.

-Cassie se pondrá como loca si llego tarde- dijo él riendo.

Se quedaron callados unos segundos.

-Ya quiero verte- admitió Olivia.

-Yo también- dijo él- Y quiero besarte, tocarte y...

-Noah...

-Y solo estar contigo, burbujita. Amo estar contigo.

Era increíble como solo con esas palabras el pulso de Olivia se disparaba y empezaba a respirar con dificultad.

-Nos vemos en dos días, novia.

-Buenas noches, novio- se atrevió a decir ella.

Noah soltó una carcajada.

-Buenas noches, novia.

Colette

-No tenías de que preocuparte- dijo ella cerrando por fin la puerta de su habitación.

Ya era más de media noche y todos se habían ido. La casa se escuchaba deliciosamente silenciosa.

-Mi padre no muerde.

-Ya me di cuenta- respondió él riendo- Me preocupé por nada. De haber sabido que no me haría nada malo no me habría preocupado tanto.

-Pero yo te lo dije- dijo Colette rodando los ojos.

Thomas y su padre se habían conocido esa noche. Su padre, como siempre, había sido muy educado con respecto a Thomas y lo había aceptado con gusto. Colette no había tenido duda alguna de que ambos se llevarían muy bien.

-La verdad es que él es un hombre muy agradable.

-Lo es.

-¿Segura de que puedo dormir aquí?- preguntó él una vez más.

-Ya te dije que si- respondió Colette sacando su pijama del armario- Mi padre no tiene problema con que duermas aquí.

-Pero ni siquiera le has preguntado.

-Thomas, eres mi novio. Soy adulta y vivo sola en Nueva York, para mi padre es obvio que ya hemos dormido juntos más de una vez- mientras hablaba Colette se iba cambiando de ropa. Thomas estaba recostado sobre la cama mirando al techo- No tengo que preguntarle, eres mi invitado y duermes donde yo quiera.

-¿Y donde quieres que duerma?

-En mi cama. Conmigo. Aquí.

Colette se sentó junto a él en la cama.

-Me alegra oírlo- dijo él jalándola con suavidad. Colette quedó recostada sobre el pecho de Thomas.

Los brazos de Thomas la rodearon suavemente, Colette entrelazó sus piernas con las de él y aceró el rostro hacia el cuello del chico inhalando el aroma de Thomas. Estaba muy contenta de estar con él. Normalmente le molestaría que las estuvieran tocando a toda hora, porque si, definitivamente Thomas demostraba afecto a través del tacto, se pasaba todo el tiempo tocándola. Un abrazo, besos, caricias o tan solo rozarla, siempre tenía que estar en contacto con su piel. Antes de Thomas, ella creía que eso era algo absurdo, pero ahora a Colette le encantaba aquello, la hacía sentirse querida.

-Pensé que seguirías molesta conmigo- susurró Thomas contra su cabello.

Colette cerró los ojos con fuerza y suspiró con pesadez. Se apartó un poco para mirar a Thomas a la cara.

-No estoy molesta- admitió Colette.

Él sorprendentemente no le pidió más explicación. Thomas nunca se quedaba callado, pero al parecer comenzaba a comprender el modo en que Colette solía llevar las cosas. Thomas prefirió no presionarla.

En cambio, comenzó a deslizar su dedo sobre el rostro de Colette, definiendo cada rasgo y notando cada lunar, peca e incluso una que otra mancha o imperfección. Colette se sintió hermosa bajo su mirada, se sentía amada.

-Nunca lo estuve realmente- admitió ella. Él la miró con una sonrisa, pero se veía confundido- Es solo que... es raro que te intereses por esas cosas. Con Dean no era así- se alegró un poquito internamente por decir aquel nombre sin dolor ni resentimiento- Yo simplemente vivía sin interesarme por su opinión y lo mismo al revés. Nunca se interesó realmente por mi música o... por mi.

-Aún no entiendo como ese imbécil no se interesaba en ti- dijo él con suavidad rozándole los labios.

-Si se interesaba... o eso creo- Colette se quedó pensando un momento- Bueno, tampoco es que yo fuera muy interesante...

-No digas eso, Coco. Tú eres muy interesante- Thomas comenzó dejando besos por su mejilla mientras hablaba- Lo que hay aquí dentro es maravilloso- le besó suavemente la sien- Y lo que hay aquí es inigualable- dijo tocando con un dedo su pecho, justo sobre el corazón- Y no me malinterpretes, tu parte física es espectacular- Colette esbozó un suave sonrisa sobre los labios del chico- Eres preciosa, Coco. Infinitamente divina. Pero sin dudarlo diría que todo de ti te hace interesante, absolutamente todo.

-Gracias- dijo Colette sinceramente antes de presionar sus labios suavemente con los de él.

Thomas besaba dulcemente, daba esa clase de besos que saben dulces, que te dejan con ganas de más, que te hacen adictos, esos que sientes en el corazón. Si Colette tuviera que escoger una sola palabra para describir a Thomas, sería dulce. Thomas era dulce con sus acciones, con sus palabras, con sus gestos, con sus besos...

A Colette siempre le habían gustado más las cosas saladas, decía que la sal nunca aburre a diferencia del azúcar que llega a cansar en cierto punto. Pero poco a poco Thomas la iba convirtiendo en fanática del dulce, al punto de temer volverse diabética en algún momento. Thomas era su dulce favorito. Quería más de Thomas, lo quería ahora.

Colette posiciono las manos en las mejillas del chico profundizando el beso. Thomas soltó un suave quejido cuando Colette se puso encima de él. Los besos seguían siendo dulces, pero a la vez, eran picantes.

Thomas agarró a Colette con fuerza cuando cambió de posición y se sentó sobre la cama con ella encima. Thomas la besaba lenta y profundamente, mientras con las manos acariciaba sus piernas suavemente.

Colette se apartó de él con lentitud, Thomas la dejó ir con facilidad. Comenzó a acariciar la mejilla de Thomas con suavidad, él pareció sorprendido por el gesto, Colette no solía hacer eso.

-No quiero cantar- admitió Colette- No es que no me guste, amo cantar, es de mis cosas favoritas en el mundo. Pero no puedo, no quiero.

-Me encantaría saber por qué- le dijo Thomas con seguridad.

Bien. Era momento de abrirse con él.

-María es experta cantando, canta como los ángeles- admitió Colette mientras acariciaba las hebras del cabello de Thomas con las yemas de los dedos- Cuando era niña quería ser María, quería ser esa mujer rodeada de hombres, quería ser exitosa, ser famosa y rica como ella. Quería ser ella, quería ser mi madre, no la verdadera, sino la que yo creía que era. Necesitaba su aprobación en absolutamente todo lo que hacía. Cada cosa nueva que aprendía era para complacerla. Bailar, cantar, actuar, escribir, leer... todo. Pero había una cosa en particular en la que quería igualarla, igualar su talento. María es extremadamente buena en todo lo que hace, es muy talentosa.

Colette hizo una pausa para suspirar mientras Thomas la miraba con atención.

-Yo quería cantar como María, quería tener su voz armoniosa y superdotada. Mi padre contrató una profesora de canto excelente solo para que me diera 3 horas diarias de canto por seis meses- dijo Colette con la voz temblorosa y los ojos inundándose de lagrimas- Me esforcé muchísimo para complacer a mi madre. Practiqué sin descanso solo para demostrarle a María que me estaba convirtiendo en ella- Colette tragó con fuerza preparándose para la siguiente parte de la historia- Y ella... ella solo...

Colette se rompe a llorar sobre el hombro de Thomas. Él la abraza con fuerza mientras le besa la cabeza repetidas veces.

-Tranquila. Tomate tu tiempo.

Colette se apartó un poco para limpiarse las lagrimas con el dorso de la mano. Se tomó unos minutos para calmarse un poco y luego seguir hablando.

-Lo que ella me dijo fue lo más doloroso que escuché en mi vida- admite Colette con voz apagada- Sus palabras exactas después de escucharme cantar fueron: "No me digas que te esforzaste tanto para eso, porque si es así, pues has perdido tu tiempo, linda. Hay quienes nacemos con el talento, pero hay otros, como tú, que tienen que darlo todo para superarnos... o rendirse al no poder hacerlo. Espero que tomes la decisión correcta y lo dejes de una vez, cariño"

Thomas se quedó callado contemplando a Colette unos segundos. Seguro no se podía creer que una madre fuera capaz de decirle algo tan cruel a su propia hija.

-¿Cuántos años tenías?

-12.

Thomas apretó la mandíbula con fuerza.

-Doy gracias por no conocer a esa horrible mujer- dijo Thomas sin dejar de mirar a Colette llorar- Porque te juro que si algún día la llego a ver no podré quedarme callado, le diré todo el daño que...

-Nunca la conocerás te lo aseguro. No merece el placer de conocerte.

Thomas le da un suave y rápido beso sobre los labios.

-Por eso es que no canto- resumió Colette- me enfoqué en superarla en las cosas que ella no domina, como el violín por ejemplo. No hago nada de lo que ella quiere que haga, no quiero ser ella, quiero ser todo lo contrario. Y cantar hace parte de las cosas que me prometí no hacer jamás por el simple hecho de no parecerme a ella.

Thomas se quedó pensativo unos segundos.

-¿Qué?- preguntó ella ante el silencio del chico.

-¿No te parece mejor demostrarle lo poco que te importa su opinión ante como cantas? Es mejor que ella vea como eres buena, que te vea brillar después de esas cosas horribles que te dijo. Sé que te encanta cantar, Coco. Te he oído.

-Es complicado- masculló ella- Si me importa su opinión, me importa mucho. Y no creo que me sienta capaz de poder cantar frente a alguien.

-Lo sé- dijo él acariciándole los brazos- pero eso no tiene por qué saberlo ella. Demuéstrale que eres talentosa y capaz, demuéstrale que no necesitaste de su ayuda.

Colette suspiró rodando los ojos.

¿Era posible que el positivismo se le acabase a Thomas?

-¿Qué propones?- preguntó Colette intentando ser más abierta.

-Empieza de a poco- comenzó Thomas- empieza cantándole a pocas personas, lo más importante es recuperar esa confianza que María te hizo perder. Debes recordar por qué te gusta cantar.

Colette solía cantar siempre que se encontraba sola. Cuando el departamento estaba solo, ella aprovechaba para cantar a todo volumen sin que nadie la molestara. Hacía años que no cantaba para nadie. No sabía si aún lo hacía correctamente.

-Puedes cantarme a mi, si quieres- le dijo el chico sonriendo. Eso también hizo sonreír a Colette- Mejor dicho. Cántame a mi, por favor.

Colette soltó una leve carcajada.

-¿Por qué estas tan empeñado en que cante para ti?- preguntó Colette sonriendo. Ya no sentía ganas de llorar, Thomas había hecho que desaparecieran.

-¿Por qué crees?- preguntó él divertido. Colette se encogió de hombros- Debo admitir que tengo un... algo con que las chicas canten.

-Con que es eso. Te gustan las cantantes- dijo Colette divertida- ¿Te pone un poco?

Colette se acomodó mejor sobre él. Se le había olvidado por completo que estaba sentada encima de él.

-Me pone muchísimo- admitió él en voz baja.

Thomas reforzó su agarre en la cintura de Colette haciendo que sus cuerpos volvieran a juntarse por todas partes. Los labios de Thomas ahora rozaban los suyos.

-Entonces... ¿Quieres que te cante?- preguntó Colette juguetona rodeando los hombros de Thomas con sus brazos.

Tomó la sonrisa ladeada de Thomas como respuesta suficiente.

Thomas le levantó la barbilla con suavidad y comenzó a dejar besos húmedos sobre su cuello que ya estaba ardiendo. Cuando la mordió con suavidad allí, Colette no pudo evitar exhalar ruidosamente. Thomas llegó hasta el lóbulo de su oreja dando una suave mordida a este. Colette apretó sus manos sobre los hombros de Thomas.

Y con una voz ronca y profunda le susurró:

-Cántame al oído.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Hola, hola.

Espero que este capítulo te haya gustado.

El gran momento de Thomas y Colette se acerca. La parte 2 de este capítulo será +16.

¡Noah y Liv ya son novios! ¿Que creen que pasará con esta parejita?

Nos vemos en la siguiente parte 😏 

Muchas gracias por leer mi historia.

Con amor.

-Manu <3

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