Olivia
Olivia soltó un chillido y dejó caer su maleta estruendosamente sobre el suelo.
-¡Mi Daisy!- gritó corriendo hasta la cocina en dónde se encontraba su abuela.
-¡Cariño!- dijo la mujer recibiéndola con los brazos abiertos.
Las lágrimas corrían por el rostro de Olivia. Había extrañado a Daisy Murphy, muchísimo, solo que no había caído en cuenta de ello hasta que la ha visto. Sintió una repentina tristeza al verla ahí parada como siempre, su abuela no había cambiado en nada. Pero, ay, si supiera ella cuanto había cambiado su nieta...
-Te extrañé mucho- murmuró Olivia con voz ahogada.
-Yo a ti, cariño- dijo su abuela acariciándole el cabello suavemente con los dedos.
Olivia se quedó unos minutos más abrazando a Daisy. No quería soltarla. Inhaló su olor, Daisy Murphy olía a flores y a vainilla. Había extrañado muchísimo ese olor.
-Bueno, niña. Ya. No más sentimentalismo- dijo su abuela soltándola- ¡Límpiate esas lagrimas!
Le limpió las lagrimas con sus suaves dedos y le dio un suave beso en la frente. Daisy no tenía rastro de tristeza ni de lagrimas en su rostro. Daisy no lloraba con facilidad y ciertamente había pocas veces en las que se viera que sus emociones se descontrolaban. Era una mujer seria, pero a la vez cariñosa y esperanzadora. Siempre le recordaba un poco a su amiga castaña.
-Te vi en tu presentación. Donna me mandó el video- le dijo Daisy dando un paso atrás.
-¿Cómo sabias que me presentaría?- le preguntó Olivia limpiándose la lagrimas con el dorso de la mano- Nunca te lo dije.
-Siempre lo supe- respondió Daisy con una gran sonrisa- Donna me mantuvo al tanto de todo.
Olivia sabía lo mucho que Daisy quería a Donna. Según sabía habían sido muy buenas amigas en su juventud.
-Lo hiciste muy bien, mi Rosie- la felicitó su abuela- Pero...
-Lo sé. Tuve algunas fallas con los saltos y...
-De hecho iba a decir que vi la coreografía un poco floja- admitió su abuela mientras se agachaba para sacar algo del horno.
-¿Enserio?- preguntó Olivia.
-Si. Lo hablé con Donna y ella también lo cree. Supongo que alguna maestra calificada para el trabajo la diseñó, pero si noté algunas fallas en cuanto a la coherencia de la coreografía. Donna me dijo que lo hablaría con la maestra.
¡Ja! En tu cara perredith.
-Fue la maestra de ballet 2- admitió Olivia- Su nombre es Meredith.
-Espera- dijo su abuela volviendo a mirarla- ¿Meredith la sobrina de Donna?
-¿Es su sobrina?- preguntó Olivia sorprendida.
-Pues que yo sepa solo hay una maestra en Juilliard llamada Meredith y esa es la sobrina de Donna- Daisy sacó del horno una bandeja con galletas.
El estómago de Olivia rugió con fuerza. No se había dado cuenta de que tenía tanta hambre.
Ahora todo tiene sentido. Por eso había sido tan fácil para Meredith conseguirle a Noah un lugar en Julliard y pagar su colegiatura. Por eso Donna no hacía nada contra Meredith. Seguro sabía que se acostaba con Noah y no había dicho nada.
-No tenía idea- respondió Olivia.
-Pues ahora lo sabes- Su abuela se movía por la cocina como una profesional. Sabía cocinar de todo y además, todo le quedaba exquisito.
-¿Puedo coger una?- preguntó Olivia mientras alargaba la mano para agarrar una galleta de la bandeja.
La mano de su abuela fue más rápida y le pegó un buen golpe a la suya incluso antes de llegar a tocar la galleta.
-¡Auch!
-Está caliente, te harán daño. Además te quemarás- le advirtió Daisy.
-Bien...
***
Las dos entraron en casa de Colette. Allí se celebraría la cena de acción de gracias como todos los años. La familia Murphy cocinaba, la familia Russeau daba la casa y los alimentos, Y la familia Reed... bueno, ellos solo iban y se devoraban todo lo que había en la mesa. Ah, y también contaban los chistes y hacían a todos sonreír. Todo funcionaba en perfecta armonía.
Colette y Thomas aparecieron por el pasillo y Colette agrandó su sonrisa al ver a Daisy. Caminó con rapidez hasta llegar a Daisy.
-Margarita...
-Mi Colette- respondió Daisy. No la pudo abrazar puesto a que llevaba las manos llenas de bolsas.
-Él es Thomas, mi novio- presentó Colette al chico sonriente a su lado- Ella es Daisy, la mejor mujer que ha existido.
Daisy esbozó una dulce sonrisa al escuchar a Colette.
-Un gusto- saludó Thomas- ¿Necesita ayuda?- le preguntó Thomas ayudándole con la bolsas.
-Si, querido, gracias- dijo la mujer pasándole las bolsas.
Colette se acercó a abrazar a Daisy. Se dieron un corto pero fuerte abrazo. Ninguna era muy dada a las demostraciones de afecto. Pero se notaba cuanto ambas habían necesitado ese abrazo.
-¿Sabes cocinar, muchacho?- le preguntó Daisy a Thomas.
-Eso creo, señora- respondió Thomas siguiendo a la mujer.
-Pues a demostrarlo- dijo Daisy. Seguido dio un aplauso y caminó hacia la cocina. Thomas la siguió con rapidez. Les dio una ultima mirada divertida antes de desparecer por la puerta de la cocina.
Colette y Olivia se quedaron viendo el lugar por el que desaparecieron.
-Lamento no haber llegado a tiempo a la plaza- se disculpó Olivia caminando hacia la cocina- Me entretuve saludando a las niñas de la escuela.
-No te preocupes, hubo un cambio de planes- respondió Colette recibiendo algunas de la bolsas que Olivia llevaba.
-¿Pasó algo?- preguntó Olivia con interés- ¿Michael si llegó?
Michael había pedido la ayuda de ambas chicas para poder sorprender a Lauren en el pueblo.
-Si. Y creo que Lauren si se ha sorprendido- respondió Colette- Justo ha llegado Tim también.
-¿Tim llegó a su casa?- Olivia estaba muy sorprendida- Creía que Lauren le había dejado las cosas claras a Tim.
-Y así fue. Pero aún así fue a buscarla en su casa.
-Oh Dios- dejaron las bolsas sobre la mesa del comedor.
-Y después llegaron... Eli y Dean.
-Rayos... ¿Hablaste con ellos?- preguntó Olivia.
-Si...
-¿Y estas... bien?
-Lo estoy- dijo Colette esbozando una pequeña sonrisa.
-Que... que bueno- dijo Olivia sorprendida.
Prefería no preguntarle más a Colette, se notaba que no quería hablar del tema. Luego se enteraría por Lauren.
Un fuerte estruendo sonó en la cocina. Ambas corrieron a mirar que sucedía. Abrieron la puerta y se encontraron con una divertida escena.
Lauren abrazaba a Daisy con fuerza y Michael a su lado cargaba miles de bolsas de comida. Toda la familia Reed estaba ocupando la gran cocina de la casa de Colette.
-¡Daisy!- chilló Lauren una vez más.
-También te extrañé, mi Lauren- le dijo Daisy tratando de soltarla- Pero si no me sueltas ahora me quedaré sin aire.
-Oh, claro- dijo Lauren soltándola.
Daisy le pellizco una mejilla con los dedos y centró su mirada en el chico junto a Lauren. Todos se saludaron entre ellos. La presencia de los Reed hacía que todo el silencio se viera llenado por gritos y risas.
-¿Y él es...?
-Ah si- dijo Lauren como si acabara de recordar la presencia del chico de metro noventa a su lado- Él es Michael- dijo Lauren simplemente.
-Claro... Hola, querido.
-Un gusto, señora- dijo Michael extendiendo una mano con dificultad.
Daisy se la aceptó con una sonrisa.
-¿Sabes cocinar, jovencito?- preguntó Daisy.
-Si señora- respondió Michael rápidamente.
-¡Perfecto!- le quitó las bolsas de las manos y le puso un tazón lleno de papas sobre las manos- ¡Todos manos a la obra!
Daisy ordenó a todas las personas presentes en grupos. Los gemelos y Steve se encargaron de la ensalada. Thomas, Jane y Olivia del pastel de calabaza. Los padres de Lauren y Daisy del pavo. Lauren y Cole se encargaron del jamón y la salsa. Y Michael y Colette del puré de papa.
Olivia pensó en lo lindo que sería si Noah estuviera allí. No se lograba a imaginar a Noah entre toda esa gente. Pero la imagen en su cabeza le dio ternura.
-Karen llévate a ese lindo bebé de aquí. No queremos vomito en el pavo- les pidió Daisy riendo.
Karen que salió de la cocina con su bebé entre brazos y el pequeño Toby de la mano.
-¿Cariño, a que hora llega tu padre?- le preguntó Daisy a Colette.
-En unas pocas horas- respondió Colette.
Olivia le dio un codazo a Thomas juguetona. Thomas tragó con fuerza.
-No te preocupes, Antoine es un amor- le dijo Olivia riendo.
-Ya lo creo por como ha criado a su hija- dijo Thomas mirando a Colette mientras esta pelaba las papas.
-¿Estás enamorado de Coco?- preguntó Jane con una boba sonrisa en el rostro.
Thomas se quedó callado unos segundos. Según Olivia sabía no se habían dicho eso aún.
-No seas chismosa, Jane- le pidió Olivia con una sonrisa.
-¡Solo preguntaba!- se defendió la chica.
-Si. Lo estoy- respondió Thomas momentos después.
-¡Que romántico!- chilló Jane- Quiero un chico que me ame así.
-Ya llegará- le recordó a Jane- Todo a su tiempo.
-¿Ya llegó el tuyo, Liv?
-Pues... ¿Si?- respondió Olivia no muy segura de su respuesta.
No sabía si Noah era el correcto. Pero por lo menos lo sentía así en ese momento. Estaba feliz de la rara relación que tenía con Noah.
Thomas negó con la cabeza serio.
-No se los digas a Andrew y a Austin- dijo Jane riendo.
-¿Por qué?- preguntó Thomas.
-Están enamorados de Olivia desde que tengo memoria- responde Jane mientras sigue batiendo la crema para el pastel- O sea toda la vida. Cuando Steve les contó que te besó una vez, casi se mueren de la envidia.
-¿Besaste al hermano de Lauren?- preguntó Thomas de nuevo divertido.
-Fue mi primer beso y fue asqueroso- dijo Olivia sacudiendo la cabeza con asco- No puedo creer que sigan con eso.
-Lo sé. Es asqueroso- Jane rodó los ojos- No dejan de ver tu video, ese en el que bailas con tu compañero sobre el escenario.
Olivia soltó una risa suavemente.
-¿Ese chico es el chico especial?- preguntó Jane emocionada.
-Si...
-¡Lista la ensalada!- dijeron los tres chicos al mismo tiempo.
-Perfecto- respondió Daisy mientras metía el pavo al horno- Rosie, Cariño. Ayuda a los muchachos a poner la mesa.
-Claro- dijo Olivia dejando el pastel a cargo de Thomas y Jane- Te contaré luego- le dijo a Jane.
Todos salieron de la cocina y comenzaron a poner la mesa. Andrew y Austin no dejaban de mirar a Olivia. Steve también la miraba, pero era diferente. Él había sido lo más cercano a un novio que Olivia había tenido.
-¿Cómo te está yendo en Nueva York, Murphy?- le preguntó Steve.
Steve llamaba a todo el mundo por su apellido. Se creía muy cool por hacer eso.
-Todo está genial- respondió Olivia simplemente.
-¿Qué tal la escuela?- le preguntó Andrew.
-Genial. Juilliar es un sueño.
-Debes tener muchas amigas lindas- dijo Steve- Me encantaría estar en tu clase para ver a chicas todos los días en mallas.
-No lo creo- dijo Olivia riendo- ¿Te gustaría pasar más de 12 horas bailando sin parar?
-La verdad, no. Pero ver a las chicas estaría bien.
-Pues eso no es lo que dicen mis compañeros- dijo Olivia.
-¿Tienes compañeros?- preguntó Austin.
-Claro. Los hombre también bailan ballet.
-¿Tienes algún compañero especial, Murphy?- preguntó Steve acercándose a la chica.
Olivia asintió con la cabeza.
-¿Ya tienes novio?- preguntó Andrew pálido.
-Algo así...
-¿Tienes novio?- preguntó una voz detrás de ella.
Se quedó quieta en su lugar. Era Daisy.
-Pues...- comezó Olivia girándose para mirar a Daisy.
Todos salieron de la cocina y Olivia no pudo dar más explicaciones.
-La cena estará en unas dos horas- anunció Daisy- Mientras tanto todos a la sala.
Todos aplaudieron y se desplazaron a la sala.
-Necesito a mis niñas en la cocina- dijo Daisy antes de volver a entrar a la cocina.
Sus niñas, o sea, Lauren, Olivia y Colette entraron a la cocina también.
-Quiero saberlo todo- les pidió mientras les servía un poco de té. Ese té. El té en el que se habían inspirado para crear el suyo propio.
-¿Todo?- preguntó Colette sentándose en una de las sillas de la mesa de la cocina.
-Todo.
Las tres se acomodaron en sus sillas.
-¿Quién comenzará?- preguntó Daisy bebiendo un poco de té.
Daisy sabía que las tres le contarían todo. Así había sido siempre y así sería siempre.
-Le fui infiel a Tim y terminé con él- soltó Lauren sin tapujos.
Daisy abrió muchos los ojos mientras soltaba una sonara carcajada.
-Con el gigante que está en la sala supongo.
-Así es.
-Pues muy bien, ese Tim nunca me cayó bien- dijo Daisy haciendo una mueca. Olivia y Colette rieron, ellas tampoco querían mucho a Tim- ¿Eres feliz con Michael?- preguntó Daisy.
Lauren abrió la boca para responder pero la cerró rápidamente. No tenía una respuesta concreta. Guau, habían dejado a la pelirroja que nunca se callaba sin palabras.
Olivia se quedó analizando a su amiga pelirroja. Esta se veía... culpable.
-Yo... conocí a Thomas- intervino Colette- Y por fin pude seguir adelante después de lo de Eli y Dean.
-Eso me alegra mucho. Se nota que ese Thomas es un buen chico- tomó su mano por encima de la mesa y le dio un suave apretón- Y es una lastima por ellos dos, perdieron a una persona espectacular en su vida.
Las tres rieron.
-Esperemos que el bebé salga con un poco más de cerebro que sus padres- dijo la señora haciéndolas reír de nuevo-¿Y... Olivia?- le preguntó mirándola a los ojos. Olivia apartó la mirada, nunca era bueno cuando la llamaba Olivia.
Olivia tragó con fuerza. No estaba lista para responder a esa pregunta. No sabía como decirle a su abuela sobre Noah. No quería que la señora se sintiera decepcionada de Olivia.
-Yo...-comenzó a Olivia.
-Está con un chico sexy y rubio que es su compañero de baile- respondió Lauren con rapidez antes de darle un buen trago al té.
Colette le dio un golpe a Lauren y Olivia se llevó las manos al rostro apenada.
Las cuatro se sumieron en un incómodo silencio.
Daisy abrió la boca y Olivia se temió que fuera para regañarla. Ya estaba preparando su discurso de "lo se, abuela. No estuvo bien lo que hice con ese chico pero..."
Daisy soltó una carcajada. Todas la miraron extrañadas.
-Ya lo sabía- respondió riendo.
-¿Qué?- dijeron las tres chicas al tiempo.
-Donna me mantiene informada- dijo simplemente- Y por como bailaron se notaba que la química era real.
-¿Enserio?- preguntó Olivia con un hilillo de voz.
-Ya quiten esa cara, no soy un ogro- las tres chicas volvieron a sonreír- No es que te fuera a regañar, mi niña. Es tu vida, son tus decisiones. Yo ya cumplí con mi parte. Te crie como una chica fuerte e inteligente para que tomaras buenas decisiones, si crees que ese chico es bueno para ti, pues adelante, sigue con él.
La preocupación de Olivia se desvaneció. Ya podía sonreír con tranquilidad al pensar en Noah.
-Es que como siempre me dijiste que tuviera cuidado por lo que le pasó a mamá...
-A tu mamá la crie igual y mira lo que sucedió- dijo la mujer señalando a Olivia.
-Un embarazo adolescente...
-Ese era el destino de Lily, así tenían que pasar las cosas. Y créeme, le agrdezco al cielo por traerme a una hermosa nieta. Pero se que contigo será diferente, mi niña- dijo la señora.
-Es que como siempre pensé que odiabas a los hombres por eso...
-Los odio- dijo Daisy simplemente.
-Ya lo sé, son un asco. Pero son tan buenos en la cama...- empezó Lauren. Las mejillas de Olivia rápidamente se encendieron.
-Ni ahí me caen bien- admitió la mujer negando la cabeza.
-¿Pero entonces como...? Pensé que habías amado a mi abuelo- dijo Olivia.
Olivia sabía poco de su abuelo. Solo sabía que no había conocido a su madre porque había muerto en la guerra mientras Daisy estaba embarazada de Lily.
-Oh no, por supuesto que no. Nunca amé a un hombre en mi vida.
-¿Entonces...?- preguntó Colette.
-Me casé con él por conveniencia- respondió la mujer- Me obligaron a casarme con él. Y pues bueno, antes se necesitaban herederos si o si. Así que tuve a Lily cuando él ya no estaba.
-No tenía idea- dijo Lauren.
-Pero siempre hablas del amor como una cosa maravillosa... y dices que nunca has amado a nadie- dijo Olivia.
-No dije eso- se defendió la señora- Dije que nunca he amado a un hombre...
-¿Eso quiere decir que...?
-A la única persona que he amado es a una mujer.
Las tres se quedan calladas contemplando a Daisy. Se quedan calladas de la sorpresa. Ninguna tenía idea del pasado de Daisy. Mucho menos de que le gustaran las mujeres.
-Además de a mis hijas y a mis padres, claro- dice la señora muy tranquila.
-¿Quién es ella?- preguntó Olivia con curiosidad.
-Es una historia que les contaré otro día- dijo la mujer restándole importancia- Por ahora quiero que me cuentes como es ese chico- le pide a Olivia.
-Él es... muy lindo y gracioso. Además es un gran bailarín- respondió Olivia entusiasmada.
-Todo un príncipe me imagino- dijo Daisy sonriendo.
-Pues... no mucho, la verdad- dijo Olivia.
-Vive con nosotras- dijo Lauren mientras se lleva una galleta a la boca.
Colette le da un golpe, otra vez.
-¡Auch!- dijo Lauren con la galleta a medio comer.
-Oh, eso si no lo sabía- dijo Daisy preocupada- Pero espero que estén siendo cuidadosos.
-Yo... nosotros... ni siquiera sabes si nosotros ya...
-Oh, cariño. Se te nota- dijo su abuela.
-¡¿Verdad que si?!- chilló Lauren- Se le nota una... energía diferente.
-¡Lauren!
-Y se nota que el chico es bueno en ello...
-¡Abuela!- chilló Olivia.
-Sé que eres inteligente, nena. Sé que eres cuidadosa- le dijo Daisy mientras le acariciaba la mejilla- ¿Lo hacen muy seguido?
-¡Por Dios!- dijo Olivia levantándose de su lugar- ¡No te contaré eso!
Olivia salió de la cocina avergonzada y las otras tres se rieron con fuerza.
Así era Daisy Murphy, graciosa, amable, amorosa y muy entrometida.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Hola, hola.
Espero que este capítulo te haya gustado.
Perdón por no haber actualizado la semana pasada. Pero les juro que esta semana tendrán más de un capítulo.
¿Amamos a Daisy? La amamos. ¿A quien se imaginan como Daisy? Yo definitivamente veo a Meryl Streep.
¿Se esperaban esa reacción de Daisy a la relación de Noah y Olivia?
Y aún no me decido por el final A o B jaja. Pero quedan pocos caps.
Muchas gracias por leer mi historia.
Con amor.
-Manu <3