Capítulo 29:
Aly.
¿Me acaba de pedir que me vaya a vivir con el?
Si, lo ha hecho.
-¿Cuando hago las maletas?- dije sonriendo.
El no me respondió, en vez de eso se inclinó y me besó.
Me iba a ir a vivir con Aiden.
Joder eso es un gran paso.
-Se acabó eso de ir de la residencia a casa y de casa a la residencia. Te quedas conmigo.- dijo sonriendo.
-Me quedó contigo- repetí.
-Así es.
Después de salir del restaurante, no fuimos a la residencia, me llevo con el a su piso.
Nuestro.
Sonreí.
Estaba feliz, el me hacía feliz, el era el motivo de mi felicidad.
Cuando crucé el umbral de la puerta, Aiden me agarró de la nuca dándome la vuelta y estampándome contra ella.
Sonreí.
Tiré del cuello de su camiseta para atraerlo hacia mi y lo besé.
Me levantó en brazos y camino hasta el cuarto, que una vez allí, me soltó en la cama quedándose el encima.
-Espera, un momento- dije quitándolo de encima y levantándome.
-No me jodas, ¿Donde vas?- preguntó mirándome.
-Un momento.
Cogí mi móvil y me metí en mis canciones favoritas, escogí la que escuchaba cuando comencé a conocerlo y la puse.
I'll make you love me.
Volví a la cama y tiró de mi hasta dejarme de nuevo bajo el.
Me quitó los vaqueros y yo le quité la camiseta. Siguió con mi camiseta, luego le quité yo sus vaqueros. Y poco después me arrancó las bragas-literalmente, me las arranco-.
Solo nos separaba la fina tela de sus calzoncillos que no tardé en quitarle.
Me besó la clavícula y fue bajando por mi pecho, luego bajo hasta mi abdomen, hasta que finalmente se perdió entre mis muslos.
¿Va a...?
Sentí su lengua por mis labios y su dedo acariciándome el clitoris.
Dios...
Le puse una mano en su cabeza y tiré de su pelo, mientras el aceleraba el movimiento de su lengua.
-Madre...de dios...-suspiré arqueando la espalda.
Introdujo su lengua mientras que seguía acariciando el clitoris con su dedo.
-Aiden... voy a...
-Hazlo- dijo interrumpiéndome.
Me corrí en su boca y vi como el sonreía.
Subió hasta mi boca para besarme y se colocó en mi entrada.
No me dejo recuperarme cuando ya estaba dentro de mi, arremetiendo contra mi sexo húmedo por mis jugos.
-Creo que es un buen momento para esto- dijo abriendo el cajón que teníamos al lado pero sin dejar de moverse.
Sacó el antifaz que compre semanas antes y me lo colocó.
-No te lo quites- susurro antes de acelerar el ritmo de las embestidas -Voy a acabar contigo, Aliyana Lagos.
Me mordí el labio.
-Acaba conmigo- susurré.
Salió de mi para volver a entrar bruscamente, haciéndome soltar un pequeño grito.
-Susúrrame- me pidió.
-Aiden...- dije en un suspiro.
Con eso le bastó.
-Correte.
Sentí como se vaciaba dentro de mi y yo lo hice junto a él.
Mientras tanto, la canción que había elegido, seguía soñando y el me miró dejándose caer a mi lado en la cama.
-Me gusta esa canción- dijo.
-Si, a mi también- dije quitándome el antifaz.
**
Por la mañana me levanté sola, Aiden no estaba en la cama, así que me levante.
Cuando salí del cuarto lo vi en calzoncillos haciendo el desayuno.
-Vaya culo- dije.
-No puedes quejarte- dijo dándose la vuelta para darme un beso.
-No, no puedo.
Mientras desayunábamos el estaba con el móvil y vi que fruncía el ceño.
-¿Pasa algo?- pregunté.
-Nada, mi padre. Tengo que irme, te llevo- dijo levantándose de la mesa.
Vaya, con lo bien que había empezado el día.
Tiene que irse, no dramatices.
Antes de vestirse vi como se echaba crema en el tatuaje y sonreí.
Me vestí para ir a clases y nos fuimos al coche.
Puse la mano como en su muslo mientras conducía.
Hacía tiempo que no lo hacía y sabía que le gustaba.
-Nos vemos luego- dijo cuando paró en la puerta del campus- te recojo a la salida.
-Vale- dije y le di un beso.
Salí del coche y me fui a mi primera clase.
No pude concentrarme, no paraba de pensar en lo preocupado que se veía Aiden siempre que hablaba con su padre.
Mañana era la fiesta y yo estaba un poco nerviosa, no se como se iba a reaccionar Alexa ni tampoco sabía que iba a hacer yo al ver a los padres de Aiden.
A la hora del almuerzo quedé con Amber y Tyler vino a comer con nosotras.
No lo veía desde el "accidente"
-¿Como está Scott?- pregunté.
-Mejor, recuperando su cara- contestó Tyler.
-No debió besarla- dijo Amber.
Otra vez no.
-Bueno, tengo que contaros algo- dije para cambiar de tema- Aiden me ha pedido que me vaya a vivir con el.
-¡¿QUE?! ¡¿VAS A DEJARME SOLA?!- gritó Amber.
-No dramatices que tú estás más días con Sebastian que conmigo en la residencia- dije.
-Me alegro mucho, baby- dijo Tyler -¿Que sera lo próximo? ¿Embarazo?
-NOO ¿¡ESTAS LOCO!?- pregunté gritando.
-Era broma, querida. Relájate- dijo riéndose.
Terminamos de comer y Amber se fue a su clase, Tyler se fue a su piso y yo me fui a mi clase.
La última clase me pareció una verdadera tortura.
Solo de pensar en los minutos que me faltaban para ver a Aiden me ponía nerviosa y pasaban aún más lentos.
Cuando la clase acabo, fui la primera en recoger y salir, pero para mi sorpresa, no había nadie esperándome.
Miré mi móvil por si había algún mensaje o llamada de Aiden, pero nada.
Esperé unos quince minutos, lo llame unas cuatro veces y le debe unos pocos de mensajes, pero no aparecía.
Finalmente, me fui a la residencia, me di una ducha y me puse el pijama.
Volví a mirar el móvil.
Nada.
Se me paso por la cabeza la posibilidad de que hubiese pasado algo con Alexa, pero olvide ese pensamiento.
Después de hacer la tarea de ese día, me metí en la cama.
Amber hacía un rato que había llegado y le había sorprendido verme.
-Seguro que ha tenido que ayudar a su padre a algo- dijo desde su cama.
Asentí con la cabeza.
Metí el móvil bajo la almohada, como hacía siempre desde que vivía en la residencia.
Unos golpes en la puerta empezaron a sonar y me incliné mirando a Amber.
-No puede ser...- dijo Amber poniendo los ojos en blanco.
-Ojitos, abre. Lo siento se me paso la hora ayudando a mi padre.
-¿Y has mirado el reloj a las once de la noche?- pregunté- vete a casa, Aiden.
-No sin ti.
-Mañana hablaremos.
Pero no me hizo caso, en vez de eso, abrió con su propia llave.
-Vámonos- dijo acercándose a mi cama.
-No tengo ganas de salir ahora, estoy cansada.
-No te preocupes, no tienes por que moverte- dijo y no entendí nada.
Hasta que me destapo y me cogió en brazos.
-A casa- dijo andando hacia la puerta.
-Hasta mañana- dijo Amber apagando la luz.
-Estas loco- dije negando con la cabeza.
-Por ti.
Me metió en el coche y arrancó.
Cuando llegamos, aparcó, salió del coche, le dio la vuelta y abrió mi puerta para cogerme de nuevo en brazos.
Subimos hasta nuestra planta y no me soltó hasta llegar al cuarto que me dejó en la cama.
-¿Ves? No ha sido tan difícil ¿verdad?- preguntó quitándose la camiseta.
-Verdad- afirmé -pero la próxima vez, acuérdate de cumplir tu promesa de venir a por mi.
-No me he olvidado de ti, pero mi padre y Alexa no me dejaban en paz.
Aja, osea que Alexa a estado con el...
-Deja de sacar conclusiones, Alexa trabaja con su padre y su padre con el mío, por lo tanto, no me queda más remedio que verla.
-No he dicho nada- dije encogiéndome de hombros.
-Pero si lo has pensado- afirmó -¿o me equivoco?
-¿Dormimos? Estoy cansada y mañana nos espera un día largo- dije.
No iba a darle la razón, lo siento.
Se metió conmigo en la cama en calzoncillos y me acurruqué en su pecho.
-Buenas noches, ojitos- dijo dándome un beso en la cabeza.