Capítulo 28:
Aly.
Punto muerto.
Así es como Amber llamaba a mi estado con Aiden.
Ultimamente todo era muy raro; no sabía si seguía estando con Aiden o no y eso me martilleaba la cabeza.
No le he dicho a Aiden sobre la llamadita de Alexa, por que sería otro problema para el y ya tiene suficientes preocupaciones.
No había hablado con el desde que se fue a la empresa con su padre y era raro, ya que siempre suele hablarme a casa rato.
Había quedado en la cafetería con Amber- que llegaba tarde-.
-Lo siento, el profesor se puso a hablar más de la cuenta- dijo sentándose.
-No importa.
Yo había cogido comida para las dos.
-¿Que tal la mañana?- preguntó.
-Bien, alguien ha avisado a Aiden de que no iba a clase y me ha traído el desayuno- dije mirándola -¿Sabes quien habrá podido ser?
-Pues no, nidea.
-¡Amber!- le regañé tirándole una patata.
-Lo siento, pero me pidió que lo informara de todo. Además, te viene bien pasar tiempo con el ahora que estáis en "punto muerto"
-Deja de llamarlo así.
-Es la verdad. Y si no ¿Por que no eres capaz de darle un beso?
La miré.
-Iba a contártelo...
-No te juzgo, pero pensé que teníamos confianza. Me lo contó el preocupado.
-Tenemos confianza, pero es que no se que me pasa. ¿Como quieres que le explique algo que ni yo misma se explicarme a mi? Es de locos.
Y era verdad, no sabía lo que me pasaba, pero no quería que me besase.
-Yo creo que si lo sabes- dijo poniéndose seria.
-¿Y que me pasa? Según tu.
-Creo que te gusta Scott- soltó de sopetón.
¿Que dice? ¿Estaba loca?
-¿Te has vuelto loca? No me gusta Scott ¿Como iba a gustarme si estoy enamorada hasta las trancas de Aiden?
-Puede que estes enamorada de Aiden, pero le seguiste el beso a Scott y te gustó.
Si, pero ¿Que tiene que ver eso?
-No, Amber. Tengo muy claro mis sentimientos y Scott no tiene nada que ver en esto.
-Esta bien, si tú dices que lo tienes claro, entonces vale.
No me volvió a sacar el tema, pero mi cabeza seguía dándole vueltas.
No me gustaba Scott.
A ver no estaba ciega, estaba muy bueno y besaba bien, pero no era Aiden.
Agité la cabeza para sacarme ese pensamiento de la cabeza y seguí hablando con Amber de cualquier cosa, menos esa.
-Te agradecería que dejases de informar a Aiden de todo lo que hago o dejo de hacer, no es mi padre-dije cuando salimos de la cafetería.
-¿Quieres que me mate? Además, solo le informo de lo que me interesa- dijo guiñándome un ojo.
La acompañé a su última clase y luego subí a la habitación.
Estaba aburrida, así que me metí en YouTube para mirar peinados para la fiesta.
No encontré ninguno que me gustase, no me gustaba los pelos recogidos, lo odiaba.
Así que, creo que me los rizaré o plancharé, como siempre.
**
Hoy hacía más frío y llevaba más capas de ropa, empezaba a echar de menos el tiempo de España.
Me puse unas botas más gordas y salí a dar un paseo.
Era la primera vez que iba a salir sola por Londres y no sabía donde me dirigía.
Simplemente, caminé.
Me fui parando en cada escaparate que veía y voy entrando a cada tienda que me llama la atención.
Londres anochecía pronto y la oscuridad me alcanzó.
Cierto es que me he perdido
El google maps me pone de los nervios dando más vueltas de las necesarias, y como si supiera que lo necesitaba; apareció.
Un coche se paró justo a mi lado, coche que reconozco perfectamente.
Bajo la ventanilla y sonrió.
-¿Te has perdido morena?- preguntó Aiden.
-No- mentí.
-¿No? ¿Segura?
-Segura.
-Anda, sube.
Subí con el al coche y puso la calefacción.
Apoyé la cabeza en la ventanilla y miré por ella durante un buen rato.
Entonces el paró y lo miré.
-Hemos llegado- dijo quitándose el cinturón.
-¿Que? ¿Donde?
-Sal y lo verás- fue lo único que dijo antes de salir del coche.
Le seguí a pocos pasos por detrás.
Vi que se acercaba a una tienda de tatuajes y piercings.
¿Que hacemos aquí?
-Entra- dijo abriéndome la puerta.
Saludo al tatuador y me di cuenta de que ya lo conocía; era Mike.
-Ojitos, ¿Te acuerdas de Mike?
-Si.
-¿Como estas? Hace mucho que no te veo- preguntó Mike.
-Bien, gracias.
Todavía no sabía que estábamos haciendo aquí.
-¿Lo tienes preparado?- le preguntó Aiden a Mike.
-Si, todo listo. ¿Donde lo quieres?- le contestó Mike.
Aiden se levantó la camiseta y le indicó el sitio donde supuse que se haría un tatuaje.
Lo quería un poco más abajo de la clavícula izquierda.
-Bien, pues túmbate- le dijo Mike.
Aiden se tumbo en la camilla y yo me acerqué para poder verlo mejor.
Mike se acercó con las cosas necesarias y se sentó en una silla dándome a mi otra.
-¿Preparado?- le preguntó Mike.
Aiden asintió con la cabeza mirándome y yo no pude evitar cogerle de la mano.
Sabia que no iba a dolerle, pero igualmente se la cogí.
Mike arranco la maquina de tatuar y comenzó a hacerle el tatuaje.
No sabia que era lo que le estaba haciendo hasta que termino y se lo limpio.
Entonces pude leerlo;
"Arde conmigo AL19"
Se había tatuado la frase que yo le dije con mis iniciales y la fecha del día en el que se lo dije, la primera noche antes de hacerlo.
Me quedé mirando el tatuaje y Aiden me apretó la mano.
-¿Te gusta?- preguntó.
-¿Enserio me estás preguntando que si me gusta? ¿Estas mal de la cabeza? Me encanta.
Y lo decía completamente enserio.
-¿Has pensado en que harás si algún día lo dejamos?- pregunté mordiéndome la uña nerviosa.
-No, por que no tengo pensamiento de dejarlo. Y si algún día pasará, no me lo quitaría ¿Sabes por que?
-¿Por que?
-Por que has sido mi primer y espero que único amor, y eso no lo borraría de mi vida jamás.
Mi corazón se derretía por momentos.
Entonces fue en ese momento en el que mis labios me dieron permiso y me incliné para besarlo.
El sonrió a mitad del beso y lo profundizo.
Aiden le pago a Mike y salimos de la tienda agarrados de la mano.
Después de eso, me llevo a cenar a un restaurante muy bonito.
Era uno de esos restaurantes elegantes, de los que salen en las películas cuando van a pedirte matrimonio.
Pedimos la cena y mientras la traían Aiden parecía nervioso.
Sabia que solo con pedir un vaso de agua te clavaban, no se por que me había traído aquí, pero se había pasado.
**
Aiden.
Estaba nervioso, joder si lo estaba.
Tengo que agradecer a Amber que me dijera que Aly iba a salir para dar una vuelta, así yo planeé lo del tatuaje.
Mi segundo paso era traerla a cenar a un sitio especial y el tercer paso...
Bueno para el tercer paso tendréis que esperar.
No me importaba pagar un dineral esta noche, simplemente quería que me dijera que si a mi gran pregunta de esta noche.
Cuando acabamos la cena, Aly pidió el postre por los dos y no se confundió.
Después de eso, me metí la mano en el bolsillo aprovechando de que ella estaba mirando la tarta de caramelo que tenía delante.
Apreté el pequeño cofre en mi mano y lo saqué.
-Ojitos- dije y ella me miró.
Puse el cofre encima de la mesa y ella pareció quedarse blanca.
Lo abrí poco a poco, mostrando la llave que tenía en su interior.
-¿Te vienes a vivir conmigo?
Me miró sorprendida y comenzó a sonreír.
Yo suspiré al verla hacerlo y unos segundos después contestó;
-¿Cuando hago las maletas?