Capítulo 27:
Aly.
El martes por la mañana no fui tampoco a clases, me dolía mucho la cabeza y creo que no era simplemente del golpe.
Alexa seguía en mi cabeza.
Tenía sueños constantes con ella y mi cabeza no paraba de darle vueltas al mismo asunto.
Me sentía mal por el beso que me di con Scott, pero mentiría si dijera que no me gustó.
No besaba mal, de hecho, lo hacía muy bien, pero no eran los labios de Aiden y lo noté al instante.
Estaba metida en la cama, no tenía ganas de salir de ella y hacía un rato que Amber se había ido a clase.
Tyler vino anoche a traerme mis cosas y a ver como estaba, se quedó un rato con nosotras y me puso al tanto del estado de Scott.
Por lo visto, Aiden se pasó de la raya, tuvieron que echarle dos puntos a Scott en la ceja y el labio también lo tenía pérfido, aparte de todos los moretones que tenía en la cara.
Me sentía mal y culpable, pero yo no empecé ese beso.
Mi móvil vibró bajo la almohada y lo cogí.
Un mensaje;
*Aiden: ¿donut y cafe? O te apetece otra cosa, voy en camino. Dime que quieres que te lleve*
Le sonreí a la pantalla.
*Yo: sorpréndeme*
*Aiden: si quieres que te sorprenda, entonces espérame desnuda*
Idiota.
*Yo: no me refería a eso, el donut esta bien*
*Aiden: está bien, estoy ahí en diez minutos*
Deje el móvil encima de mi pecho y miré el techo.
Cerré los ojos y ahí estaba el, con ella.
Aiden y Alexa no salían de mi cabeza y me estaba empezando a emparanoiar demasiado.
Diez minutos después pegaban a la puerta, pero no iba a levantarme.
-¡Entra! ¡Se que tienes llaves!- dije desde mi cama.
No se lo tuve que repetir.
Entró a la habitación con el desayuno en una mano.
-Buenos días, enferma.
-No estoy enferma, simplemente me duele la cabeza.
-Pues que lastima, y yo que me había comprado el traje de enfermero sexy.
No pude evitar reírme.
-Eres un pervertido.
-Puede ser- dijo con una sonrisa traviesa.
Cogió el bote de pastillas del escritorio y me miró.
-¿Te las estas tomando?- preguntó.
-Aiden, no me estoy muriendo. Pero si, me la estoy tomando.
Asintió con la cabeza y se acercó a la cama a traerme la bolsa con el desayuno.
Vi que se acercaba más de la cuenta para darme un beso, pero no pude evitar girar la cara y dejar que me lo diera en la mejilla, igual que había hecho la noche anterior.
No me salía besarlo, no se por que, pero simplemente no podía.
El suspiro y se dejó caer en la cama, sentándose a mi lado.
No me lo echó en cara, y mentalmente se lo agradecí por que no tenía un por qué para decirle.
Cogí mi donut de chocolate y le peque un bocado.
Podría acostumbrar a que me trajera el desayuno por el resto de mi vida.
Pero una vez más, Alexa apareció en mi cabeza.
Maldita.
Me fijé en la mano de Aiden y hasta ahora no me había dado cuenta de como tenía los nudillos.
Los tenía llenos de heridas y creo que se dio cuenta que se los estaba mirando por que apartó la mano.
-Aiden...
-No digas nada- dijo interrumpiéndome -lo hice por que me dio la gana y por que simplemente nadie toca lo mío. Y tu, ojitos. Eres mía.
No supe que decir.
-No quiero que pienses que fue tu culpa- dijo -por que no lo fue. El toco lo que no debió tocar y yo simplemente le enseñé modales.
¿Modales? ¿Como? ¿Partiéndole la cara?
¿Conoces una manera mejor? Cállate.
Cuando terminamos de desayunar se fue a ayudar a su padre con la empresa.
Antes de irse, volvió a intentar darme un beso, pero fui incapaz y volví a girarle la cara.
Y ahí volvió mi paranoia.
¿Estará Alexa? Seguro que si, vaya pregunta.
Fui a levantarme, pero me quedé a medio camino cuando mi móvil empezó a vibrar.
Me estaba llamando un número desconocido.
-¿Si?- dije descolgado.
-Escuchame bien, maldita zorra. Solo te lo diré una vez; deja en paz a Aiden si no quieres vértelas conmigo. Acepta que es un hombre con pareja y que no vas a estar con el, deja de rebajarte y ahórrate la pataleta que no voy a permitir que estéis juntos. Aiden es mi pareja y en un futuro no muy lejano sera mi marido, así que metetelo en la puta cabeza y aléjate de él.
¿Alexa?
-¿Pretendes asustarme? Por que déjame decirte que lo que me das; es risa. No digas que yo me rebajo cuando eres tú la que vas tras el como un perrito en busca de amor. Y déjame decirte algo; ¿Quieres venir a por mi? Adelante, aquí te espero. No me das miedo, Alexa. Me das pena, eso si. Así que ahora escúchame tu ami; Aiden no es tu pareja, nunca lo ha sido y nunca lo sera ¿y sabes por que? Por que me quiere ami, así que si hay alguien que tenga que aceptar algo, esa eres tú, querida. Ahora no molestes y ve a llorarle al papá de Aiden. Nos vemos en la fiesta, un beso amor.
Colgué.
La lleva clara si se cree que va a poder conmigo.
**
Amber.
Cuando la deje en la habitación antes de irme avise a Aiden de que no iría a clase.
No por que estuviese mal, si no por que el me pidió que lo mantuviera al día.
De locos, si.
Por lo que había hablando con Aly, no es que estuvieran en una luna de miel, pero tampoco estaban muy mal.
Estaban en punto muerto.
Ni si, ni no.
Faltaban tres días para la fiesta de la empresa y Aly parecía nerviosa.
Llevaba días durmiendo regular, hablaba en sueños y se levantaba a media noche sin poder dormir.
Todo eso también lo sabía Aiden.
No me decía con que soñaba, pero no había que ser muy listo para saberlo.
Además se entendía perfectamente lo que decía en sueños y sabía que era sueños de Alexa con Aiden.
Creo que le estaba afectando más de lo que realmente cree ella.
Sebastian me había contado lo que pasó el sábado por la noche.
Esa noche no salí con ellos, por que era "noche de chicos" y yo les sobraba.
Hasta donde yo sabía, Scott había besado a Aly y eso volvió loco a Aiden y perdió los nervios.
Luego Scott le hizo daño sin querer a Aly y se la llevaron al hospital.
Cuando me avisaron quise ir para quedarme con ella, pero Aiden me advirtió que no iba a dejar que se quedase nadie que no fuese el, así que, me ahorre la discusión.
-¿No te ha dicho nada?- preguntó Aiden al otro lado de la línea.
Me había llamado por que Aly no le dejaba que se acercara más de lo necesario y mucho menos darle algún beso.
-No, Aiden. No me ha dicho nada.
-No me estarás mintiendo para cubrirla ¿no?
-No- y aunque lo supiese, eso no se lo diría.
Era mi mejor amiga, y ese tipo de información se quedaba conmigo, pero en este caso no me había contado nada.
-Esta bien, hablamos luego- dijo antes de colgar.
Guardé el móvil en el bolso de nuevo y me metí en mi siguiente clase horrible.