Dando pasos lentos y cautelosos en aquel bosque, Korra va al frente mientras Asami va un poco más atrás, mirando con atención cada planta y cada árbol con el que se encuentran. Aquel lugar podría estar tranquilamente en el mundo físico, pues no parece tener nada de espiritualidad. Es oscuro y sombrío, pero no parece que haya ni siquiera insectos allí, todo está apagado, nada allí parece tener vida, ni siquiera los árboles... Korra se mantiene firme y seria.
-Eh, Korra, ¿qué estamos buscando exactamente?- Le pregunta entonces Asami, viendo una gota de agua deslizarse por un tronco oscuro.
-Utilicé mis poderes y no hallé ningún tipo de vida, ni siquiera en las plantas. Algo anda mal aquí y voy a averiguarlo...- Responde Korra, aunque entre las dos, solo ella sabe que está mintiendo.
-Está bien... Y, dime, ¿por qué crees que se deba averiguar algo?- Le pregunta, buscando bien las palabras que usar.
-¿Qué?- Reacciona Korra, deteniéndose y girándose hacia su novia. -¿Crees que estamos perdiendo el tiempo?
-Bueno, llevamos una hora y no parece que el bosque se vaya a acabar pronto... Y no sé, tal vez es uno de esos lugares en los que no hay nadie, como el pantano en nuestro mundo.
-No es lo mismo que el pantano brumoso. Ahí sí hay vida, hay espíritus, incluso está Toph... Este lugar es sombrío, no tiene vida alguna, pero yo sentí un ente y no pudo ir a otro lado que no fuese este bosque.- Le dice Korra, volviendo a centrarse en el camino que continúan.
-Espera, ¿un ente? ¿Hablas de un espíritu?- Le pregunta Asami.
-Mm, sí, un espíritu supongo... No lo sé, no vi su forma, solo sentí su presencia en... en el lugar.
-Y, ¿te estaba llamando? Tal vez solo estaba de paso y ya voló lejos... Los espíritus suelen volar lejos por aquí.- Le dice Asami, levantando la vista y viendo el cielo negro. Parece de noche.
-No sé si me estaba llamando, pero quería que viniera a este bosque... Agh, aún aquí dentro no logro percibir su presencia, pero sé que está aquí.- Le dice Korra, gruñendo un poco.
-Hey, no te alteres.- Le pide Asami, deteniéndola por el hombro y girándola hacia ella. –Todo va a estar bien. Descubriremos qué sucede en este lugar, juntas.- Le dice, sonriéndole.
-Me siento mejor al saber que estás aquí, conmigo.- Le dice Korra, volviendo a abrazar a su amada tal y como antes. –No sé qué haría si no estuvieses, Asami... lo eres todo para mí.
-Tú también lo eres todo para mí, Korra, y estoy feliz de poder estar a tu lado.- Le dice Asami, para entonces besar brevemente a su novia. –Ya quiero que lleguemos a mi finca, a mi cuarto, y poder hacerte tantas cosas sucias como hay palabras.
-¿Ah sí? ¿Y por qué ninguna de esas cosas sucias ha sucedido hasta ahora?
-No quisiera que haya espíritus mirones...
-O tal vez temes que entre en Estado Avatar y te destroce...
-¿Cómo vas a destrozarme, si seré yo quien entre?- Le cuestiona Asami pasando por encima de sus labios sin besarla. Al decir aquello, Korra alza una ceja.
-Nos turnaremos.
-Tú no tendrás poder de palabra cuando estés en mi cama, morena...- Le dice Asami, mordiendo el labio inferior de Korra y llevándolo hacia ella.
-Ah, no seas tan ruda...- Le pide Korra, recuperando su labio enrojecido.
-Como dije, no podrás evitar nada una vez seas mía.- Le vuelve a seducir Asami.
-Cuando tenga tus curvas en mis manos sin ropa entremedio voy a...- Le dice Korra, deteniendo sus palabras cuando vuelve a sentir la presencia de aquel espíritu, soltando a su novia sin avisar y rodeando su puño con fuego. Asami cae al no equilibrarse, y entonces ve a Korra con miedo... -¡¿Quién eres?! ¡¿Te atreves a espiarme pero no das la cara?!
-Korra, pero si no hay nadie...
-¡Contéstame! ¡Atrévete a enfrentarme!- Grita Korra, iluminando distintos caminos con su puño.
-¡Korra, ya basta! ¡¿No ves que no hay nadie?! ¡¿No ves que es terreno muerto dentro del Mundo de los Espíritus?! Desde hace una hora has estado paranoica buscando quién sabe qué, no hay nada, no hay nadie aquí.- Le dice Asami en alto, mientras Korra apaga el fuego. –No sé qué te esté pasando, pero estoy pensando en algunas cosas que no me están gustando nada. Incluso temo que estés haciendo todo esto con tal de no volver a Ciudad República conmigo de la mano.
-¿Qué? ¿Pero qué dices Asami...? Esto no es por...
-¡Pues lo parece!- Le interrumpe Asami, frunciendo el ceño a la vez que sus ojos se humedecen. –Mira, yo también tengo miedo, estoy tan aterrada como tú, pero se supone que si estamos las dos juntas en esto, nada ni nadie va a importar cuando lleguemos del otro lado.
-Asami, esto no es por nuestra relación... Lo eres todo para mí, no me va a importar lo que puedan decir, pero con todo esto del bosque, de ese espíritu que nos está provocando, que nos está buscando, intento buscar lo mejor para ti. ¡Me preocupo por ti!- Exclama Korra.
-Pues yo estoy bien, yo estoy perfecta. No tienes que preocuparte por mí, estoy completa--...
-¡Pues hace una hora parecías otra persona!- Le grita Korra. –No te lo voy a ocultar mucho más, Asami... Hace una hora, cuando estábamos yendo al portal, tu voz se agravó, tu mirada se centró en mí de una forma oscura, y solo querías ir hacia este bosque... querías entrar en él.
-¿Pero de qué estás hablando ahora? Yo jamás hice todo eso que dices.
-No lo recuerdas porque estabas siendo poseída... por un espíritu.- Le dice Korra, suspirando.
-¿Q-qué? ¿P-p-poseída d-dices?- Reacciona Asami, quedándose helada.
-Sí... Tuve que entrar en Estado Avatar, tomar tu mano, y limpiar tu cuerpo del espíritu oscuro que estaba dentro de ti, haciéndote hacer todo eso.- Le dice Korra. –Yo, no tengo idea de lo que te pasó... Pero por eso estamos aquí, por eso quiero hallar a ese espíritu. Quiero saber por qué se atrevió a entrar en ti, por qué quería que entremos a este bosque muerto.
-Este bosque no está muerto.- Dice Asami de repente, centrando su mirada en el frente, y no en Korra. Solo en el frente. –Solo está lleno de una energía que no has logrado entender todavía, joven Avatar Korra.- Habla con una voz más grave y seria de lo normal. No es ella...
-No otra vez...- Susurra Korra, preparándose para entrar en Estado Avatar una vez más, cuando entonces se detiene a sí misma, y levanta la mirada hacia su amada. -¿Quién eres? ¿Por qué has poseído a mi novia? ¿Qué quieres de nosotras?
-Jajaja, tu novia... veo que el amor, tan ridículo que ha sido siempre, se ha diversificado más en los últimos años. No me sorprende que tengas novia, considerando lo fracasada que eres.
-¿Llamas fracasada a quien salvó al mundo al menos unas cuatro veces, en unos pocos años? Me temo que tienes una definición errada de la palabra.- Le dice Korra, sonriendo. -¿Quién eres?- Repite, esta vez remarcando cada una de las palabras y, sobre todo, el tono interrogante.
-Mi identidad no es relevante por el momento, pero lo que busco sí lo es.- Responde aquel ente que, en efecto, parece ser un espíritu oscuro. –En las últimas semanas, Avatar Korra, has dejado que tanto yo como todo el Mundo Espiritual te observe... Te he visto junto a tu amiga, a esa a la que llamas tu novia, y con tus "vacaciones", has abierto la puerta a terribles consecuencias.
-¿Cosas malas pasarán por haber venido a vacacionar aquí con mi novia?- Le pregunta Korra, quien ya está cruzada de brazos. –Y a ver, ¿qué es lo que buscas? Que no lo has dicho...
-Yo busco, y he buscado siempre, lo mejor para mi mundo, para mi gente. Me he ocupado de todos aquellos que han venido buscando guerra y destrucción, y de todos aquellos que la han permitido durante sus eras... todos, humanos.
-¿Durante sus eras? ¿Y humanos? ¿Te refieres a antiguos avatares? ¿Has sido enemigo de mis vidas pasadas?- Le pregunta Korra, quien se ha sorprendido bastante con eso.
-¿Por qué llamarlos "vidas pasadas", si ya no estás conectada a ellos? Los Avatares que te precedieron ya no existen dentro de ti, ahora vagan en la infinidad del universo espiritual tras tu poca efectividad para proteger la conexión.- Le dice el espíritu tras la voz de Asami.
-¿Q-quieres decir que ellos, sus espíritus, siguen existiendo? Creí que cuando Raava fue destruida, había perdido la conexión para siempre, pero si los puedo encontrar aquí en el Mundo de los Espíritus, ¡tal vez halle la forma de reconectarme a ellos!- Exclama Korra, un poco emocionada. –Pero, ¿qué Avatar ha buscado la guerra con los espíritus? No sé de ninguno.
-Los distintos Avatares que han existido antes de ti, los 145 para ser exactos, todos de alguna u otra forma tuvieron una conexión conmigo. Algunos la rechazaron, la ignoraron, y por ello es que pagaron las consecuencias ellos, o sus seres más queridos. Si tú me ignoras, este cuerpo que tan fácil pude poseer, lo destruiré en un instante, y no podrás hacer nada para impedirlo.
-¡Deja a Asami en paz! ¡No sé qué quieras conmigo, pero enfréntame a mí! ¿Por qué no muestras tu verdadera cara ante mí y dejas de ocultarte tras una humana inocente que no te ha hecho nada?- Le enfrenta Korra, prendiendo fuego sus puños.
-Así como me he encontrado con tus ya no 145 vidas pasadas, puedo afirmarte que ninguna de ellas ha podido ver mi verdadero rostro... Bueno, tal vez Wan, pero su breve paso por el Mundo Espiritual terminó tan pronto me desenmascaró. Sí, él nunca fue alguien muy espiritual a pesar de haber sido quien se fusionó con Raava la primera vez. Siempre estaba enfocado en las guerras humanas, él descuidó como ningún otro nuestro mundo, alegando que no sentíamos, que no vivíamos, que no éramos nada.- Dice el espíritu tras el rostro de Asami, sintiendo gran odio. –Cerró los portales espirituales, y nos prohibió extender nuestro reinado a su mundo... Hm, seguro que yo hubiese guiado a las cuatro naciones a un mejor camino, a uno en el que no se terminaran por extinguir unas a otras. Y luego llegaste tú, Avatar Korra, y volviste a confiar en los espíritus, aunque corrompiendo su mundo.
-Eso es lo que no entiendo, quién quiera que seas... ¿De qué forma dices que he corrompido el Mundo Espiritual? Solo creo que humanos y espíritus pueden convivir juntos en paz. Tú dices que hubieses deseado ayudar a los humanos y a sus naciones, ¿no debería alegrarte esto?
-No me alegra cuando los humanos invaden mi mundo y profanan mi bosque.- Le dice él, o lo que sea que esté detrás de Asami.
-¿Este es tu bosque?- Le pregunta Korra, viendo un poco todo alrededor.
-Lo solía ser... Este lugar antes estaba lleno de vida y de espiritualidad. Tenía aspecto de pantano, por lo que no era tan bello a la vista, pero contaba con luces espirituales que guiaban a los niños que buscaban respuestas a sus problemas en el mundo físico, incluso lobos gigantes pasaban a veces... era algo magnífico, hasta que el hombre pisó su tierra y cortó madera.
-He estado aquí durante las últimas semanas y no ha pasado nada de eso. Yo al menos no he sentido que llegaran humanos por ninguno de los portales, y puedo sentirlo todo.- Le dice Korra. –Tal vez fueron otros espíritus, espíritus oscuros. Déjame ayudarte...
-No intentes ser compasiva conmigo, Avatar. Abriste los portales ¡y luego los abandonaste! Estuviste tres años desconectada de este mundo, tres años en los que muchos cruzaron por los portales del Norte y del Sur, y tres años en los que profanaron y destruyeron mi bosque.
-¿Dónde están ellos? ¿Lo sabes?- Le pregunta Korra, intentando ayudar al espíritu enfadado.
-No creas que no busqué destruirlos apenas tiraron abajo el primer árbol, pero no pude hacerles frente, eran demasiados... Vinieron con máquinas que llevaban cuchillas gigantes, y luego se volvieron a ir por el portal del Sur. Eso es lo único que quieren los humanos con este Mundo, Avatar, tomar y explotar sus recursos y volver a su mundo humano. ¡No sirven!
-Espera, espera...- Le calma Korra, sabiendo que no se atreverá a atacar a Asami si el espíritu que está en su interior se vuelve loco. –Si eran del Sur, quiere decir que eran de mi tribu, y mi tribu está liderada por mi padre, el Jefe Tonraq... Yo, eh, puedo hablar con él y hacer que halle a los culpables. Me aseguraré de que no regresen.
-Mm, no sé si confiar en una humana, en una Avatar en especial... Podría tomar el rostro de tu amiga/novia y efectuar un nuevo acto vengativo contra la humanidad, en un segundo...
-¡No!- Exclama Korra, asustándose. –T-tú... tú...
Es en ese momento cuando Korra finalmente se da cuenta de todo. Tras lo que escuchó, ahora sabe bien a qué espíritu se está enfrentando, y no es cualquier espíritu. Es uno muy peligroso, por no decir el peor después de Vaatu... Uno que no ha sido oscurecido por el mal, sino que él mismo es el mal. Él mismo ha buscado arruinar la vida de las personas. Recuerda cuando Katara le contaba cuando se encontraron con ese hombre de la Tribu del Norte en unos lagos de la Nación del Fuego... Recuerda la historia de cómo el Avatar Kuruk perdió a su amada el día de su boda. Él no se estaba vengando de nada, él en sí era pura maldad, pura oscuridad. Lo hacía por placer, lo hacía por diversión. Él era Koh: el espíritu ladrón de rostros...
-Deja a mi novia, AHORA.- Le dice Korra, frunciendo el ceño.
-Parece que eres más lista de lo que pensaba... Ya sabes quién soy. Sabes que podría salir de este cuerpo, e irme con un nuevo rostro, pues yo controlo las expresiones de tu amiguita...
-¡Deja a Asami!- Grita Korra, entrando en Estado Avatar. –Toma su rostro, y yo tomaré tu vida.
-JAJAJAJAJA, ¡niña tonta! ¿Crees que eres el primer Avatar que me desafía?
-Dudo que el Avatar Kuruk tuviese tantos poderes espirituales como yo los tengo... Y recuerda, él vino meditando, ¡yo estoy aquí físicamente y te haré arder!
-Es cierto, él era un inútil... Pero aun así, tenía algo que le debilitaba muchísimo, y que sé que tú también tienes.- Le dice Koh, sonriendo. –AMOR.
Enfureciéndose, Korra sigue brillando, cuando entonces extiende sus manos hacia el frente en forma de ataque, tomando a Asami por los hombros y gruñendo. De un momento a otro, una fuerza oscura sale del cuerpo de Asami expulsada hacia atrás y se desintegra en el aire. Asami cae rendida en los brazos de Korra, quien cierra sus ojos y al abrirlos, ya no brillan.
-¿K-Korra? ¿Eres tú?- Pregunta Asami, estando muy confundida y mareada.
-Sí, soy yo cariño... Tranquila, estarás bien. No dejaré que nadie te toque.- Le susurra, dándole un fuerte abrazo y mirando hacia el frente. No hay rastro alguno de Koh.
-No me dejes, Korra...- Le pide Asami, abrazándola fuertemente.
-Mm, ¿cariño? L-lo siento pero, tendré que hacerlo.- Le dice Korra sintiendo una gran pena. –Yo, debo ir tras ese espíritu que te ha vuelto a poseer, tengo que destruirlo.
-N-no, no Korra, déjalo... Vámonos juntas, por favor.
-No Asami, te necesito a ti a salvo en Ciudad República mientras yo voy tras él. Si tú estás bien, yo voy a estar bien. Te lo prometo.- Le dice Korra, dándole un pequeño beso.
-No quiero separarme de ti.- Le dice Asami. –Déjame seguir contigo...
-No, Asami, es muy peligroso, te puede volver a poseer.
-No si estoy contigo. Por favor, Korra, por favor...- Le pide Asami con sus ojos humedecidos. –Si me dejas sola, yo no seré capaz de dormir sin ti... Me volveré loca.
-Asami, estarás a salvo con Tenzin, Jinora y...
-¡Korra, quiero estar contigo!- Le grita Asami, recuperándose un poco más. –No quiero estar con nadie más que contigo... Lo eres todo para mí. Enfrentemos esta amenaza juntas, amada mía. Además, quiero patearle el trasero a ese estúpido que se atrevió a meterse en mi cuerpo.
-Hm, porque en ese cuerpo solo puedo entrar yo.- Le dice Korra, riendo.
-Sigue soñando.- Le dice Asami, poniéndose en pie por su cuenta.
-Está bien... pero si algo realmente malo llega a suceder, quiero que te vayas aunque debas dejarme atrás. No soportaría perderte.- Le dice Korra, abrazando fuerte a su amada.
-Por favor, Korra, soy una Sato.- Le dice Asami con aire vencedor. –Un Avatar y una Sato juntas, ¿qué malo ha de pasar?- Agrega, tomando de la mano a su novia.
-Tienes razón... Ese maldito se arrepentirá por haberse metido con nosotras.- Le asegura Korra.
Al mismo tiempo que avanzan por aquel lúgubre bosque, Korra piensa en todo lo que habló con Koh, y no evita preocuparse. Le muestra una pequeña sonrisa a Asami en un intento de tapar su angustia, pero por dentro está aterrada. Si Koh toma el rostro de Asami, no se lo perdonará. Y no importa si lo destruye luego, se habrá ido con el rostro de Asami... nada sería igual.
Finalmente, Korra y Asami llegan hasta un gran espacio circular vacío, el cual está rodeado por muchos árboles oscuros y sin vida, pero que se mantienen firmes. Korra está sumamente atenta a cualquier cosa que pueda pasar, no están en el lugar más estratégico en aquel punto, pero hay algo que le ha llamado de aquel lugar. De repente, siente que alguien las observa...
-¡Muéstrate!- Grita de pronto, asustando un poco a Asami. -¡QUE TE MUESTRES!- Grita sin control, lanzando una ráfaga de fuego hacia un árbol.
-¡Korra, espera, incendiarás todo el bosque!- Llega Asami a detener su ataque a la nada, cuando entonces ambas ven cómo, así como el fuego llega hasta aquel árbol, pronto desaparece.
-El fuego es vida, y la vida no se propaga aquí dentro... se extingue.- Le dice Korra.
-Pero, nosotras estamos aquí.
-Por eso quería que te fueras Asami, porque mientras más tiempo estemos aquí...
-...nos terminaremos por extinguir.- Le interrumpe Asami, completando su frase y mirando todo a su alrededor.
-Mira, Asami... Este espíritu quiere jugar con nosotras. Debemos entrar en su jugada para poder enfrentarlo y ser fuertes cuando quiera controlar nuestras mentes. Debes ser capaz de expulsarlo de tu cuerpo sin mi ayuda, la próxima que intente poseerte. Para ello, debes confiar mucho en ti misma y no confiarte en que estaré para salvarte, no siempre voy a estar Asami...
-Korra, no digas es-...
-No, escúchame.- Le interrumpe esta vez Korra. –Quiero que seas un dragón tal y como yo, no mi princesa en apuros, Asami. Prométeme que lucharás contra él, y contra todo.
-Te lo prometo, Korra.- Le dice Asami, completamente firme en su decisión.
-Bien, ahora... Juntas.- Le dice Korra, extendiendo su mano que Asami rápidamente toma.
-Juntas.- Dice Asami, sonriendo y mirando al igual que su amada, al frente.
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