Lauren pov
Por lo sucedido anoche con Camila y Austin se creó un problema, bueno, el problema me lo busqué yo.
Austin no perdió tiempo y le comunicó todo lo sucedido al padre de Camila, el padre de Camila me mandó a buscar y ahora me dirijo a su despacho.
Al llegar veo que él está solo y me está dando una mirada severa.
-Para que soy buena?- digo con naturalidad.
-Toma asiento- señaló una de las sillas frente a su escritorio.
Tomé asiento y le sostuve la mirada por un rato.
-Recibí una llamada de Austin y su padre- tomó una pausa para analizar qué decir a continuación.
-Dijo que lo enfrentaste cuando él estaba conversando con Camila- Me miró inquisitivamente. -Por qué lo hiciste?-
-En primer lugar señor, yo no lo enfrenté, en segundo lugar, él estaba forzando a la señorita Camila y la señorita Camila no se sentía para nada a gusto con lo que él estaba haciendo- Me mojé los labios y continué.
-Intervine cuando ella quería alejarlo pero no podía, y le hablé educadamente a lo que no hizo caso, después le hablé un poco más duro y... iba a tomar mi pistola- dije con tranquilidad.
Una de las cosas que aprendí en la academia es no temerle a nada y no dejarme intimidar, ésta situación no me tiene preocupada en lo absoluto, pero siento más enojo con el Austin por todas las mentiras que le dijo al señor.
-Eso no fue lo que dijo, y no sé a quien creerle, él es un buen muchacho y de buena familia- dijo
-Si lo duda, puede preguntarle a la señorita Camila- dije mirando mis manos.
Él se convenció de hacer eso y llamó a Camila. Minutos después Camila estaba en el despacho con nosotros, nos miramos unos segundo y le di una sonrisa discreta.
-Camila hija mía, me podrías explicar qué fue lo que sucedió anoche?- dijo el señor poniendo toda la atención a Camila. La miré de reojo y volví a bajar la mirada a mis manos.
Camila le explicó como pasó todo, Alejandro estaba... dolido se podría decir, se disculpó conmigo, me agradeció por estar pendiente de Camila y también se disculpó con Camila.
Salí del despacho y los dejé a los dos a solas, estaba un poco molesta, lo más seguro es que me iba a despedir si no llamaba a Camila.
Para sacar todo el enojo que sentía fui a buscar a Lucas y fuimos al gimnasio, allí practicamos durante horas, le hablé de todo lo qué pasó, él me reprendió por no contarle desde antes.
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Estaba descansando en mi habitación y la puerta se abre revelando a una Camila con una preciosa sonrisa tímida. Tenía horas sin verla y me sentí rara al no tenerla cerca pero ya eso cambió.
-Camila bebé, ven conmigo- le hice espacio en la cama, ella se recostó a mi lado y me dió un beso tierno en los labios.
-Perdón por ese mal rato Laur, no creí que todo eso iba a causar problemas- dijo con la voz apagada.
-No bebé, no es a ti que te corresponde pedir perdón, es a él y más si contó las cosas a su conveniencia- dije abrazando a Camila.
No hizo falta decir nada más, nos entretuvimos con caricias y besos. amo estar en presencia de Camila, Camil es un ángel, mi ángel.
Duramos algunas horas juntas en mi habitación hasta que Lucas nos interrumpió, dijo que estaban buscando a Camila, y Camila se fue, pero antes, ella me dió un beso.
Camila pov
Resulta que mi papá otra vez me estaba buscando y es porque Austin y sus padres estaban aquí, ellos se veían avergonzados y lo sentí por el bastardo de hijo que tienen.
Ellos expresaron cuán avergonzados están, pidieron disculpas a mi y a mi padre.
-Camila, de verdad lo siento, por haberme comportado de esa manera, prometo que buscaré otra manera de ganarme tu corazón- dijo con la mirada baja.
En un 50% creo que él dijo la verdad, pero en otro 50% creo que está fingiendo.
-Ya eso quedó en el pasado- dije con una sonrisa forzada.
Todo este escenario me tiene incómoda, no creí que fuera necesario todo esto, pero todo fue culpa de Austin.
Luego de mi respuesta todos sonriendo, papá me dedicó una sonrisa y me depositó un beso en la frente.
Austin se acercó a mi y me repitió lo mucho que lo sentía, yo coloqué una mano en su hombro y le dije que todo estaba bien. Él me dedicó una sonrisa y luego comenzó a hablarme de temas que no eran interesantes para mi.
Me dijo que podíamos salir un día, cuando me sienta cómoda con él, le respondí con una sonrisa.
Hablamos un poco más entre todos y luego la familia de Austin se fue.
Aproveché al ver a Sofía sola y mirándome con curiosidad como si estuviera ocultando algo, y claro que lo hacía, Sofía no sabía nada de lo que está pasando y decidí que ya era el momento.
Pidiéndole que fuéramos a su habitación para tener más privacidad ella y yo conversamos.
-Sofi, te preguntarás que está pasando...- No pude continuar porque ella me interrumpió.
-Que te traes con Lauren?- dijo con una sonrisa malévola.
-Santo Dios!- dije soltando una carcajada, continué.
-Lauren y yo estamos "saliendo"- hice énfasis en la palabra saliendo. -Y estoy enamorada de Lauren y Lauren de mi- dije con una sonrisa de oreja a oreja y estaba levemente sonrojada.
Sofía se quedó en shock, pues no creía que la cosa fuera tan seria.
-Mila, por qué duraste tanto para decírmelo? Quisiera enojarme contigo pero no puedo, me siento feliz por ti, y ella me cae bien y ustedes hacen bonita pareja y quiero que se casen!- dijo brincando en su cama y con una sonrisa.
Yo sonreí al ver la escena, todo el mundo acepta que esté con Lauren, aunque no sé si papá y mamá también lo hagan.
Le conté cómo se dieron las cosas entre Lauren y yo.
-Esto fue un amor inesperado Sofi, no creí que me iba a enamorar de Lauren, jamás esperé que Lauren fuera mi guardaespaldas, y pensar que me negué a que papá contratara un guardaespaldas para mi- dije mientras reía. Sofía estaba feliz por mi.
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Ya todos estaban dormidos, el día fue intenso para todos.
Bajé a la piscina, y vi a Lauren esperándome. 1 hora antes ella me había pedido que nos encontráramos ahí a lo que yo no me negué y de una vez le dije que si.
Ella en cuanto me vió me rodeó en sus brazos y me abrazó, era uno de esos abrazos que te llega hasta el alma, que lo sientes en el corazón y te quema la piel, los abrazos que Lauren me da me dejan saber lo mucho que ella me quiere.
-Te extrañé bebé- susurró sin soltarme.
Estaba feliz, tenía una enorme sonrisa, me gusta tener a Lauren así, Lauren es mía.
-Yo también te extrañé amor- Me separé un poco para darle un castro beso.
Lauren tomó asiento en una de las sillas y yo me senté en su regazo, recosté mi cabeza en su hombro y le conté todo lo que había pasado luego de que saliera de su habitación.
Ella acariciaba mi pelo escuchando atentamente todo lo que decía. Muy pocas veces opinó y cuando algo la molestaba hacía unos sonidos molestosos con la boca.
-Estás celosa Laur?- dije besando su cuello y riendo.
Ella no respondió de una vez, ella se quedó callada por unos segundos.
-Si, estoy celosa bebé, y no lo negaré. No quiero que nadie se acerque a ti, eso me pone mal- dijo con tranquilidad.
Yo sonreí satisfecha por su respuesta.
-Yo soy celosa también, aunque no he visto a ninguna mujer cerca de ti, procura que eso no pase cariño, porque tendrás serios problemas conmigo- levante mi cabeza para verla, sonreí y rocé nuestros labios.
-Eso no pasará- dijo con una sonrisa, puso su mano en mi cuello y me guió hasta su boca para que la bese.
Pasó unos minutos entre besos y caricias, Y Lauren habló.
-Camila bebé, sé que no te lo he dicho directamente pero quizás ya lo sabrás por la manera en que soy contigo- le brillaban los ojos a Lauren, ese intenso color verde era hermoso.
-Pero te lo diré ahora, y te lo diré con toda la sinceridad del mundo. Estoy enamorada de ti Camila, lo estoy, lo que siento por ti no tiene límites, desde que te vi sentí algo, una conexión y traté de negarlo muchas veces pero era en vano, hasta que al fin lo acepté, acepté que estoy locamente enamorada de usted señorita Camila- Ella sonrió y yo tenía los ojos llenos de lágrimas.
Estaba conmovida por todo lo que dijo Lauren, Me enamoré aún más de ella por todo lo que dijo, ella besó mi frente y me abrazó, yo estaba sin palabras, estaba procesando todo lo que dijo.
-Yo también estoy enamorada de ti Laur, muy enamorada, y te quiero mucho Laur, te robaste mi corazón- finalmente dije con un sollozo y mi cara enterrada en su cuello.
Nos quedamos así durante horas, en silencio, disfrutando la compañía de cada una, esta vez de una manera diferente.
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