Capítulo 17:
Aiden.
La estaba cagando y lo sabía.
Estaba alargando lo inevitable.
Miré a mi lado y vi a la morena que dormía profundamente. Me encantaba verla en mi cama mientras dormía.
En el fondo sabía que no se lo contaba por miedo a perderla, pero también sabía que si no se lo contaba la perdería de igual forma.
Estaba hecho un lío y que Alexa no parara de fundirme el móvil no ayudaba.
Esa maldita psicopata lleva obsesionada conmigo desde que mi padre y el suyo nos presentaron.
Ami no me llegó a gustar en ningún momento. Era la típica niñata que se creía superior a las demás por tener un apellido conocido como el de su padre, que era el socio del mío.
Ellos dos eran amigos de la infancia y cuando crecieron fundaron la empresa de arquitectura HT, la cual nadie pensó que sería tan conocida.
Desde entonces el apellido Holt -el mío- y el apellido Tanner -el del socio de mi padre- han sido conocidos como los dos hombres que fundaron la gran empresa de arquitectura.
A Alexa y ami nos presentaron hace cuatro años cuando cumplí los dieciocho y ella los diecisiete.
Al principio teníamos una amistad, pero luego empezó a montarse su propia película de nosotros dos y decidí apartarme.
Mi móvil se volvió a encender con su nombre en la pantalla -otra llamada-.
¿Cómo tenía mi número? Yo no se lo he dado nunca.
Decidí coger el móvil y levantarme de la cama sin hacer ruido, tenía que hablar con ella y dejarle las cosas claras para que dejase tranquilo.
-¿Qué coño quieres?- dije descolgando cuando llegué al salón.
-¿Por qué llevas semanas ignorándome?- contestó ella.
-¿Desde cuando tengo la obligación de contestarte?- pregunté cabreado.
-Desde que tú padre y el mío decidieron emparejarnos- soltó gritando.
Respiré hondo.
-¿Cuantas veces tengo que decírtelo? No te quiero, no me gustas y ni muerto estaría contigo, así que haznos un favor a los dos y déjame tranquilo que ya tengo pareja.
-¿Tú con pareja? Pues siento decepcionarte, pero lo de ella no va a poder ser, y lo sabes.
LO SÉ, JODER LO SÉ.
-Eso ya lo veremos- contesté.
-¿Se lo has contado ya Aiden?
Me quede callado.
-¿Quieres que se lo diga yo?- volvió a preguntar riéndose.
-Como te acerques a ella...
-¿Que?- dijo cortándome -¿Que vas a hacerme?- empezó a reírse -no seas idiota Aiden, ella me importa una mierda y si tengo que pasar por encima de ella para tenerte, créeme que lo haré.
-No voy a volver a hablar contigo así que olvídame.
-¿Prefieres que me presenté en tu piso a hablar sobre nuestra bonita relación?
-No sabes donde vivo.
-¿Seguro? ¿Quieres ponerme a prueba?
No.
-Me vuelvo a la cama, tengo a una morena medio desnuda esperándome, buenas noches Alexa- dije para cabrearla.
-Disfruta mientras puedas querido Aiden, nos vemos pronto.
Colgué.
Esta loca.
Cuando volví al cuarto, Aly estaba despierta frotándose los ojos como una niña pequeña.
-¿Quién era?- preguntó adormilada.
-Mi hermana- mentí -otra pelea con su novio, ya sabes...
Mentiroso.
No necesito que me lo recuerdes.
-Vuélvete a dormir- dije metiéndome con ella en la cama.
Se volvió a acurrucar en mi pecho y minutos después estaba dormida de nuevo.
**
-¿Te ha dicho Amber que ella y Sebastian también vienen a la fiesta?- pregunté mientras conducía.
-No, apenas hablamos y creo que evita.
Lo sabia.
Amber no quería hablar con ella por que no quería seguir mintiéndole, por eso se apartó un poco hasta que yo le contara la verdad.
Deje el tema ahí.
Habíamos salido a comprar, yo solía hacer la compra por internet, pero ella insistió en salir.
Si hubiese sido por mi, la hubiese tenido todo el día metida en mi cama.
Pervertido.
Eso suele decirme ella.
Miré hacia mi muslo y vi su mano posada en el. Últimamente había cogido la costumbre de ponerla ahí mientras yo conducía y me encantaba que lo hiciera.
Cuando aparqué en el parking del supermercado ella salió primero y miré como cogía un carrito.
Llevaba una de mis camisetas que le quedaban como vestido.
Me encantaba verla con mis camisetas puesta.
Más bien te pone.
Bueno, eso también.
La eché a un lado para llevar yo el carrito.
-Eres un niño pequeño- dijo cogiendo un bote de galletas.
Yo me reía mientras ella iba cogiendo cosas de los estantes.
-Es mejor pedir la compra por internet y que nos lo lleven, estoy cansado de dar vueltas.
La vi suspirar.
Iba a hablar pero mi móvil la calló.
Descolgué al ver el nombre.
Uff se aproxima bronca.
-Tenemos que hablar- dijo mi padre cabreado.
-Ahora mismo no puedo, estoy haciendo la
compra.
Dije mirando a Aly mientras cogía un paquete de Doritos de puntillas de un estante bastante alto.
Sonreí y me puse detrás de ella para cogérselo.
-¿Que estás haciendo quéee?- escuché decir a mi padre.
-La compra, ya sabes, eso que se hace cuando no tienes comida en casa y vas a un supermercado a comprar.
-Se lo que es Aiden.
-Entonces ¿Para qué preguntas?
Suspiró.
Al menos ya no parecía tan cabreado.
-Se por que me has llamado papá, y se que tenemos que hablar, pero este no es el momento- dije serio.
-Pásate por casa- es lo único que contestó antes de colgar.
Cuando Aly terminó de meter cosas en el carrito, pagué y volvimos al coche.
Subimos la compra en dos veces, si, en dos.
Con lo fácil que habría sido hacerla online, pero no, Aly quería salir.
-Oye, ojitos tengo que ir un momento a casa de mi padre- le dije mientras ella empezaba a guardar las cosas.
-Vale, yo lo guardo todo, no te preocupes.
Me acerqué a darle un beso corto.
-No tardo.
Cuando volví al coche aceleré hasta casa de mis padres. Sabía lo que me esperaba, como también sabía que Alexa lo habría llama seguramente quejándose.
Al llegar a la propiedad privada de mis padres, el conserje me abrió la puerta y dejé el coche aparcado en mi plaza.
Entré y fui directo al despacho de mi padre y ni siquiera me moleste en pegar.
-Ya estoy aquí, hablemos- dije sentándome.
-Me ha llamado Alexa.
¿Veis? Lo que yo dije.
-Tienes que dejarte de tanta tontería y empezar a hacer pública tu relación con ella.
-¿Que relación? Yo no estoy con ella y no pienso estarlo, ya te avise cuando me la presentaste hace cuatro años y te dije que no iba a permitir que decidieras mi vida.
-No solo es tu vida, Aiden. Es también la mía, la de tu madre y la de la empresa. ¿No te das cuenta de que es lo mejor?
-No, papa. Es lo mejor para ti, no para mi. Yo ya estoy con otra persona y no voy a dejarla por Alexa, metetelo en la cabeza.
-¿Otra chica?- dijo riéndose -¿Cuántas van ya?
-No es "otra chica" es "MI CHICA"
¿Tu chica?
Si, mía.
-¿Quieres aceptarlo? Perfecto ¿Que no? Puedo vivir con ello- dije encogiendo los hombros.
-Esta bien, le daremos una oportunidad a esa chica, tráela a la fiesta y ya volveremos a hablar.
-Ya la había invitado antes de que me lo dijeras.
-Aiden, que le vaya a dar una oportunidad no significa que el tema de Alexa esté zanjado. Es la hija de mi mejor amigo y no voy a dejar que la humilles.
-Muy bien, como tú digas. Pero recuerda que toda esta mierda es por tu culpa y la de el señor Tanner. Yo nunca dije que si y nunca lo haré y mucho menos ahora- dije levantándome -ahora si no te importa, tengo a mi chica esperándome en casa.
-Esta conversación no ha terminado, ya volveremos a hablar después de la fiesta.
-Como diga señor Holt, nos vemos- dije antes de salir de su despacho.
Espero que mi plan con Sebastian funcione, por que no se que voy a hacer si mi padre no acepta a Aly.