Aiden

By JaimeMijares

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Ethan quedó mentalmente destruido después de pasar por un muy fuerte trauma, y en un intento de mejorar su sa... More

Prólogo
Personajes
Capítulo 1: El nuevo vecino
Capítulo 2: Isabel
Capítulo 3: Charlestone es mi territorio
Capítulo 4: Los secretos de Ethan
Capítulo 5: Otro asesinato
Capítulo 6: Pesadillas
Capítulo 7: ¿Quieres ser mi novia?
Capítulo 8: La mentira se volverá realidad si finges lo suficiente
Capítulo 9: La calma antes de la tormenta
Capítulo 10: Feliz cumpleaños, Ethan
Capítulo 11: Psicópata
Capítulo 12: Me gusta su hipocresía
Capítulo 13: ¿Qué debo hacer ahora?
Capítulo 14: Rabia
Capítulo 16: Tenemos que hablar
Capítulo 17: Manipulador
Capítulo 18: Desde que conocí a Ethan
Capítulo 19: ¿Por qué lo hice?
Capítulo 20: Steve Stevens
Capítulo 21: Fue mi culpa
Capítulo 22: La maldición de Charlestone
¿Qué les parece este dibujo?
Capítulo 23: Esto es increíble
Capítulo 24: Destrúyeme
Capítulo 25: La dura realidad
Capítulo 26: Las cosas empeoran
Capítulo 27: El amor de un padre
Capítulo 28: Confrontación
Capítulo 29: Revelaciones y más revelaciones

Capítulo 15: El discurso

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By JaimeMijares

Todos se quedan en silencio

Me subo al podio en el que daré mi discurso.

Todo el pueblo está aquí reunido para escuchar mi discurso.

No estoy nervioso, he hecho esto varias veces ya, no es la primera vez que doy un discurso para toda la comunidad, ya sea con preparación o no, pero todos mis discursos son los mejores.

Tomo una inhalación profunda y miro hacia abajo. Veo a mis padres apoyándome con una sonrisa y a Isabel viéndome con adoración.

Toda la comunidad me ve con esa misma admiración.

Me aclaro la garganta, y me acerco al micrófono para dar el discurso.

—Nuestra comunidad, como sabemos, está atravesando tiempos difíciles, y es posible que pensemos que Dios nos ha abandonado.

—Pero no es así. En estos momentos es cuándo más necesitamos tener fe. Nuestro Padre Celestial nos está poniendo a prueba, y debemos mantener nuestra fe y nuestra esperanza si queremos pasarla.

—En estos días estuve hablando con una chica de la comunidad, y le dije que la fe mueve montañas, y sostengo mi opinión. En nuestra conversación, le dije que todo esta pesadilla pronto se acabará, y así es.

—Tengo fe en que todo va a mejorar, ¿y ustedes?

Los aplausos no tardan en estallar, la gente eufórica, aplaudiendo le a su ídolo, a su santo.

Yo soy su santo, y ellos me adoran.

...

Después de la iglesia, mis padres y yo llegamos a casa.

Mis padres se van a su habitación y yo a la mía.

Me quito la ropa formal y la cambio por algo más cómodo.

Me quito los zapatos y los calcetines, quedando descalzo.

Me acuesto en mi cama y me pongo a pensar, como es normal en mí.

Lo de hoy salió muy bien. Es bueno ver que entre tantas cagadas, al menos algo me sale bien.

Cierro mis ojos y me propongo dormir.

Todo va a estar bien...

Todo va a estar bien...

Todo va a estar bien...

Ni yo mismo me lo creo.

...

Me levanto de mi cama y voy a ducharme.

Sentir el agua fría caer sobre mi piel se siente muy relajante.

Muchas personas prefieren el agua caliente para ducharse, pero a mí me gusta fría. Un poco extraño, pero bueno, no sería la única cosa que no está bien sobre mí.

Cierro el agua, y me pongo una toalla al rededor de la cintura.

Me tomo un tiempo para mirarme en el espejo.

Mismo cabello castaño, mismos ojos grises, las ojeras que me han estado saliendo porque Aiden no me deja dormir.

Me fijo un momento en mi torso desnudo. Estoy en forma, supongo, aunque bastante delgado, tal vez debería hacer más ejercicio.

No me voy a morir por ser ligeramente más musculoso.

Me pongo un pantalón de vestir de color marrón oscuro con zapatos del mismo color, camisa manga larga de color verde menta.

Me lavo los dientes, me peino el cabello, y me aplico el maquillaje que ahora estoy usando para cubrir las ojeras.

La idea de empezar a usar maquillaje para las ojeras no me molesta en absoluto, nunca he sido de masculinidad frágil.

Si hay que hacerlo, hay que hacerlo, y fin de la discusión.

Bajo a la cocina a desayunar algo.

Encuentro a mis padres, mamá está tomando un té mientras papá lee un periódico. Ambos muy concentrados.

—Hola.

Ellos me ven y sonríen.

—Buenos días, Ethan.—dice mi madre.

—Buenos días, campeón.—esta vez habla mi padre.

Ruedo los ojos con una sonrisa.

—¿Campeón? Ya no soy un niño, papá.

—Ethan, ya lo hemos hablado cientos de veces, tú eres nuestro niño desde que naces hasta que mueres, así que acostúmbrate.

Me encojo de hombros.

—Pues si no hay de otra.

Mi madre sonríe complacida.

En eso somos muy parecidos, nos encanta tener la razón.

Otra cosa en la que nos parecemos es que ambos somos perceptivos, cosa que no consideré al darle señales de que algo me pasaba.

—Exacto, no hay de otra.

Seguimos hablando durante un rato.

De vez en cuando mi padre hace algún chiste malo del que mi madre se ríe, mientras yo finjo que me da risa.

Las cosas entre mis padres y yo han estado un poco complicadas estos años.

Después de lo que pasó, y lo que pasó después, mi salud emocional y mental decayó demasiado, y como mi naturaleza lo dicta, tenía que arrastrar a mis padres conmigo.

Nos llevamos bien la mayor parte del tiempo, y ellos no me han guardado rencor, pero la culpa es inevitable.

Cuando terminamos de desayunar, me levanto de la silla.

—Voy a salir un rato.

Mi mamá hace un gesto de preocupación—Procura tener cuidado, Charlestone últimamente no es tan seguro.

Mi padre habla esta vez.

—Escucha a tu madre, Ethan, es peligroso que salgas a caminar con el asesino suelto.

Asiento, dándoles la razón.

—Seré cuidadoso.

Camino hasta la sala y abro la puerta para salir.

Veo la casa de Aiden y me pregunto de qué trabajará si no nunca ha salido con ropa de trabajo.

Es demasiado obvio que cualquiera sea su trabajo, puede hacerlo desde su casa, o tal vez tiene vacaciones. De cualquier forma, me pica la curiosidad.

Dicen que la curiosidad es peligrosa, que mata al gato.

¿Y? La curiosidad impulsa a los humanos a descubir, a entender aquello que no saben. ¿Peligrosa? Todo lo es.

Por otro lado, hace algún tiempo que no hablo con él. No quiero parecer sospechoso, ni que Aiden crea que lo estoy evitando.

Debo actuar de la manera más natural posible. Aiden con sus sonrisitas burlonas, yo insultandolo, en fin.

Ya es el día de conseguir información sobre Tamora.

Tamora Montgomery, ¿qué cosas horribles descubriré sobre ti?

La idea de averiguar algo sobre Tamora que arruine la imagen que tengo sobre ella me asusta un poco, pero al mismo tiempo sé que es necesario si cualquier pista me guía al asesino.

Si quiero infiltrarme en la estación de policía, lo primero es buscar una manera de hacerlo sin ser detectado.

Incluso si lograra que los policías no me vieran, las cámaras de seguridad siguen siendo un problema.

Lo mejor para eliminar ese problema sería cortar la electricidad y listo, adiós cámaras.

Me pongo a pensar en alguna manera de dejar al pueblo sin electricidad.

Luego de reflexionar llego a una conclusión. Claro, ¿cómo no lo pensé antes?

Empiezo a caminar, y adivinen a quién me encuentro.

Aiden, caminando en la dirección contraria a mí, con esa ropa negra que se le ve tan bien.

¿Cómo es que esa ropa tan absurda le puede quedar tan bien?

Cuándo nos encontramos, como es común en él, sonríe ampliamente.

Te hago feliz, ¿eh?

—Voy a empezar a creer que me estás a acosando.

Él se ríe.

—¿Qué te hace creer eso?

—A dónde voy, tú estás ahí. O me estás acosando, o el universo me tiene manía.

Él se ríe un poco.

—Tu hipocresía en serio no tiene límites, ¿o te recuerdo que tú me estuviste observando durante días para entrar a mi casa?

Lo miro con rabia.

—Chupámela, Aiden.

Él sonríe pícaramente.

—Créeme que las ganas de chupartela no me faltan.

Y me sonrojo. Malditas reacciones corporales.

—Hay veces en las que en serio pareces un perro en celo.

Él bufa.

—¿Me vas a decir que tú no quieres?

—Tal vez el único que quiere eres tú.

Él se acerca lentamente.

Yo no me muevo de mi lugar.

—Eres un buen mentiroso, Ethan, pero esa mentira no te la creas tú ni me la creo yo.

—Si ambos queremos ésto, por qué resistirnos. ¿Qué tiene de malo conseguir lo que uno quiere?

—No puedo tener sexo contigo, y tú sabes por qué.

—¿Por miedo de herir a tu novia falsa? Lo que Isabel no sepa, no la dañará.

Okay, sé que eso podría salir mal, pero por otro lado, no puedo negar que la idea se me hace muy tentadora.

—Lo pensaré.—él sonríe victorioso—Borra esa sonrisa. Dije que lo pensaré, pero no dije que sí lo haría.

—Ajá, te creí.

Ruedo los ojos.

—Nos vemos luego, Aiden.

Él se va, como siempre sonriente. Esa sonrisita no te durará mucho cuando estés preso.

O muerto, lo que suceda primero.

Me dirijo caminando hacia mi destino, listo para ejecutar mi plan. Esto saldrá bien, esta vez me aseguraré de eso.

Sin cámaras de seguridad que detecten mi presencia, debería ser fácil meterme en dónde guardan los archivos y conseguir información sobre Tamora.

Con suerte, lo que consiga me ayudará a establecer un patrón.

¿El asesino tendrá rabia contra las personas que se drogan o algo por el estilo?

Eso sería una tontería, los complejos y problemas de los demás son sólo de los demás.

Matar a alguien por drogarse... qué estupidez.

Da igual si el asesino tuvo buenas o malas razones para matar a toda esa gente. Los mató, y hay que detenerlo. Fin.

Llego hasta mi destino, la calle Darlingtone. ¿Qué tiene este lugar que me ayude a cortar la electricidad? Un árbol seco.

Este árbol lleva seco y podrido durante algún tiempo, y hace bastante que la comunidad planea talarlo, pero todavía no lo han hecho. Menos mal.

Me tomo un momento para detallarlo. Parece que el tiempo no ha sido amable con esta pobre planta. El tronco se volvió de un color pálido, las ramas desnudas al desprenderse de sus hojas.

Está muerto, qué ironía pensar que todos acabaremos así.

Viéndolo de manera más detallada, me doy cuenta de que está ligeramente inclinado hacia adelante.

Y si se cae se llevará los cables de electricidad con él. Sería una lástima que eso sucediera, ¿no?

Busco con la vista y encuentro una roca. La tomo y me acerco a las raíces del árbol que están un poco salidas.

Pongo la roca bajo las raíces y aprovecho que la tierra está un poco suelto por la lluvia.

Hago un poco de fuerza y las raíces se levantan levemente. Necesito algo mejor que eso.

Agarro una de las raíces con las manos y pongo todas mis fuerzas para levantarla. Se mueve un poco. Gracias al cielo que este árbol está podrido, de lo contrario lo que estoy haciendo sería imposible.

Sigo ejerciendo fuerza, hasta que consigo lo que quiero. Las raíces se sueltan.

Parece que lo presencio en cámara lenta. De un momento al otro, el árbol comienza a descender, llevándose varios cables de electricidad con él.

Y así fue como Charlestone se quedó sin luz.

Sin poder, ni querer evitarlo, sonrío victorioso.

Me reiría de no ser porque no quiero llamar la atención.

Con mucho cuidado, coloco la piedra dónde la dejé, y me aseguro de no dejar mis huellas en el barro.

Camino tranquilamente, porque cualquiera que me vea agitado podría pensar que tuve algo que ver. En cualquier momento, llegarán personas atraídas por el desastre.

No me preocupa que sepan que yo lo hice. Es más, no me preocupa que sospechen si quiera que alguien hizo esto.

Era un árbol muy viejo que empezaba a salirse, alguna brisa muy fuerte lo empujó y se llevó los cables con él. Eso es lo que dirán.

Pude haber hecho algo más sencillo para dejar al pueblo sin electricidad, como ir a la planta de energía y hacer un pequeño sabotaje.

Sin embargo, eso hubiese levantado sospechas, si las personas notaban que hubo un sabotaje. Lo del árbol se ve más como una tragedia espontánea.

También pude haber dejado a la Comisaría sin electricidad, pero eso hubiese sido sospechoso.

Es decir, la Comisaría es el lugar más importante del pueblo: documentos importantes, información de varias personas, ¿y sólo se va la luz en ese lugar, cuando el resto del pueblo, que es menos importante, sí tiene electricidad?

Para nada sospechoso.

Al tirar ese árbol lo hago ver como un desastre que pudo suceder de un momento al otro, y como todo el pueblo está sin electricidad, nadie sospechara que quiero algo con un lugar en particular.

En resumidas palabras, acabo de matar dos pájaros de un tiro.

Camino y llego a la Comisaría.

Hora de actuar.

Nota de autor

¿Qué tal me quedó el capítulo?

Quise mostrar algo de la inteligencia de Ethan. Cosa que no había logrado en capítulos anteriores.

Verán, se supone que Ethan es un chico inteligente, pero con frecuencia siento que antes de este capítulo lo estaba haciendo ver como un idiota que depende más de la suerte que de su talento.

Hacer enojar a la madre de Hugo, dejar la ventana abierta para que Aiden la viera, errores que hacen quedar a Ethan no como alguien inteligente, sino lo contrario.

Tengo la esperanza de que en este capítulo Ethan se viera más inteligente, o por lo menos más cuidadoso.

En fin.

Lean si les llamó la atención.

Voten si quieren.

Comenten si les da la gana de hacerlo.

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