soul tells 색상 ; park jimin.

Bởi joonzle_

272 1 0

esa noche, mi corazón se partió -si es que se podía aún más-. esa noche, lloré hasta que perdí todos los sent... Xem Thêm

capítulo uno; palette.
capítulo dos; gray.
capítulo tres; fossil.
capítulo cinco; pearl river.
capítulo seis; abalone.
capítulo siete; smoke.
capítulo ocho; thunder.
capítulo nueve; pewter.
capítulo diez; steel.
capítulo once; seal.
capítulo doce; lava.
capítulo trece; shadow.
capítulo catorce; anchor.
capítulo quince; charcoal.
eyes tells; park jimin.
it maybe tells; new palette.
soul tells; jimin.

capítulo cuatro; mink.

12 0 0
Bởi joonzle_

farah.

— namjoon, tienes que venir a ver esto.

ignoré a yoongi llamando a namjoon, y seguí poniendo mi mirada en la del chico frente a mi, quién extrañamente, no despegaba su mirada de la mía.

mis ojos picaban como el infierno, quería llorar. 

de tan solo pensar que si dejaba de mirarlo, iba a volver a ver blanco y negro, mi estómago se arrugó y solté un sollozo.

— ah, m-mierda, tú en verdad eres real, m-mi abuela tenía razón. — hablé entre dientes — dios, en serio voy a colapsar aquí.

podía jurar que llevaba ya un buen rato sin parpadear, y sentía cómo mis ojos me pedían parar por un segundo, ¡pero vamos, no quería dejar de verlo!

el chico me observaba con confusión, casi con disgusto, y yo aparte de sentirme abrumada y pequeña bajo su mirada, me sentía levemente decepcionada.

por su mirada, sabía que algo malo o algo no bueno pasaba por su mente, algo dentro de mi me lo estaba diciendo.

— oye, deja de verme. — el habló, casi con coraje.

sentí mi corazón explotar cuando apartó su mirada, y volví a ver blanco y negro.

me acerqué a él con rapidez y busqué su mirada casi con desesperación, haciendo que retrocediera y se escondiera detrás de namjoon, quien recién había llegado.

traté de tomar de la mano al chico, pero el la quitó con desagrado y me miró mal.

— ¡ya, pareces una loca!

— ¡hey! — regañó namjoon.

— ¡es que no deja de verme, me da miedo! — dijo mientras fruncía el ceño — aparte huele mal, como a basurero. ¿en dónde te metiste, eh? no solo me ves como una loca apunto de hacerme algo, sino que también tu puro olor me está dando asco.

wow, bueno, eso en verdad me había dolido.

yo sabía que no lo conocía, y que no tenía por qué dolerme la mierda que había dicho de mi, pero dios, literalmente estábamos hablando de mi generador de colores, mi alma gemela —por más que odiara llamarlo así—; era imposible que no me calara aunque fuera un poco.

y como si fuera una bebé, lloré.

yoongi tomó mi brazo por atrás, y jaló hacia él. temblé bajo su agarre y comencé a tartamudear con torpeza.

— y-yoongi. — murmuré.

mi amigo habló; — ¿qué sucede?

— no quiero dejar d-de verlo. — lloriqueé mientras cerraba mis ojos de golpe y volteaba hacia él, para luego abultar mis labios en un puchero inconsciente — no quiero ver blanco y negro otra vez.

tapé mi rostro con mis manos, y por inercia mis hombros se sacudieron con mi llanto.

— creo que deberías entrar. — la voz neutra de yoongi sonó.

no supe cuál fue la reacción de nadie, simplemente me quedé refugiada en el pecho de mi amigo, quien sobaba mi espalda lentamente.

díganme, ¿ustedes cómo se sentirían si el amor de su vida, literalmente, les dijera que parecen locas y que huelen feo? mal, lo sé.

tal vez estaba exagerando la situación, tal vez tenía que parar de llorar y enfrentar al chico dentro de casa de namjoon, pero mi tristeza y decepción era mayor, así que simplemente me quedé parada como tonta.

— farah.

— m-me dijo loca.

— ignóralo, jimin es alguien que siempre está a la defensiva. — dijo por lo bajo.

— ¿se llama jimin?

— park jimin, es el chico que ayudamos con la mudanza.

repetí su nombre por lo bajo, queriendo saborearlo y encontrar algo en él.

park.

jimin.

park jimin.

absorbí mi nariz.

— que grosero es.

— te digo que siempre está a la defensiva.

— p-pero yo no hice nada, y-yo solo.. yo solo quería ver color.

yoongi suspiró.

— farah, ¿estás segura de que.. — al instante paró, sabía a dónde iba.

tragué saliva. — ¿no me crees?

— no es eso, es solo que.. — dijo nervioso — ..hay muchas personas en el mundo, ¿no crees que.. no crees que el no es el indicado?

— yoongi pero yo vi color, lo juro. — dije — dios, no puedo creer que es él.

yoongi sonrió. — bueno, al final resultó que tu abuela no estaba tan loca.

reí un poco.

— ¿c-crees que si le explico.. el acepte estar conmigo?

— wow, wow, tranquila. ¿estar contigo? — dijo — farah, no sabes nada de él, no puedes apresurarte. entiendo que sea tu destinado, alma gemela, generador de colores, lo que sea. pero en realidad no sabes nada, no sabes quién es.

— es tu amigo.

— aparte de eso, tonta. — me regañó — ¿sabes cómo es su personalidad? ¿si son compatibles o no?

— ¿qué signo es? — pregunté.

yoongi parpadeó, pensando; — libra.

oh, dios.

— ¡soy géminis! — dije emocionada — ¡yoongi, géminis y libra es genial!

mi amigo soltó aire, claramente harto de lo infantil que podía llegar a ser. me callé al instante; sabía que yoongi tenía muchísima paciencia —porque lo había comprado—, pero no me gustaba jugar con ella. nunca había sido agresivo, o violento conmigo, pero cuando le molestaba lo parlanchina y enérgica que era, me ignoraba hasta que me calmara.

jugué con mis dedos.

— bueno, seré.. cuidadosa.

— eso espero, no puedes decirle a jimin que su destino es estar junto a ti cuando no tienes ni una hora de conocerlo. promete que no vas a decirle, farah. — me advirtió — o por lo menos no ahora, espera un poco a conocerlo. promételo.

asentí, tenía razón.

— lo prometo.

(...)

— disculpa, ¿que yo qué?

mordí mi labio cuando escuché el grito de jimin, el regaño de namjoon a jimin por gritar, y el gran bufido de yoongi. en ese momento me hice pequeña en el sofá de mi amigo abogado, y me callé, pues sabía que había arruinado las cosas.

cerré mis ojos cuando jimin comenzó a gritar nuevamente.

— ¿qué mierda está mal contigo? — preguntó mientras se ponía de pie y me observaba fijamente, pero mierda, no tenía el valor de verlo a los ojos y perderme en el color.

quería llorar, definitivamente había perdido la cordura.

— oye, jimin, te diré algo, pero no te asustes. — murmuré por lo bajo.

el dejó el control del aparato en el que estaba jugando, suspiró con resignación, y me dirigió una mirada indiferente; — ¿qué quieres ahora, niña?

— tienes que ser mi novio. — dije rápidamente — eres mi alma gemela porque puedo ver colores ahora, debemos estar juntos.

apreté mi ceño con frustración, no debí haber hecho eso.

— jimin, cálmate.

— no, no, no. ¿cómo quieres que me calme después de todo lo que me dijo?— dijo perdiendo la cordura — está loca, dios.

— si me dejan hablar.. — interrumpí.

— ni se te ocurra decir nada. — yoongi habló con voz fuerte, seria, casi enojado.

— yoongi.. — reclamé.

me vio; — te dije que no le dijeras nada, te dije que ibas a asustarlo, y lo primero que te digo, es lo primero que haces.

— alto, ¿tú sabías eso? — dijo jimin — namjoon, ¿crees en toda esta mierda?

namjoon asintió.

— increíble, ¿qué hay de ti yoongi?

mi amigo asintió; — ella es mi amiga desde hace tiempo, y por más que me agote la paciencia en cinco minutos, se cuán importante es todo este tema para ella. — dijo — nunca mentiría si se trata de los colores, o de ti.

jimin frunció el ceño.

— ¿de mi, dijiste?

— sí, eres su.. — jimin lo interrumpió.

— okay, basta con esto. — murmuró — tú. — me apuntó.

me puse de pie rápidamente, y el por inercia dio un paso hacia atrás. mi corazón seguía agitado por la emoción que mi cuerpo sentía, al ver a jimin a los ojos, y por ende, ver colores.

lo malo de esta peculiar situación, es que solo podía ver lo colores detrás de él; no podía ver a mis lados, o detrás mío, pues el contacto visual era lo único que me permitía verlos.

literalmente, tendría que llevar a jimin a donde sea que quisiera ver colores, tendría que acomodarlo en diferentes posiciones para ver el pequeño panorama que se me estaba permitido.

o simplemente, tenía que verme con amor una sola vez, y así podría dejar de hostigarlo para que me dejara usar sus ojos.

oh, dios, básicamente lo estaba usando. ¡me sentía fatal!

— explica toda esa mierda que soltaste hace rato, y hazlo con cuidado y con calma. — me dijo — eres muy.. — paró, negando — ..lo que sea, hazlo.

miré a yoongi, el asintió con tranquilidad.

tomé aire.

bueno, no perdía nada, ¿o si?

— en primer lugar, ¿cuál es tu nombre? se supone que somos almas gemelas, y ni siquiera se eso.

— vaya, para ser tan necio, lo aceptaste muy rápido. — namjoon dijo.

jimin lo miró mal.

— no estoy aceptando nada, simplemente.. — yoongi lo interrumpió.

— lo que sea, prosigue, nena.

ah, amaba los cambios repentinos de humor de yoongi, hace un rato me quería ahorcar, y ahora me habla con amor.

namjoon me sonrió, incitándome a hablar. mierda, de pronto me había comenzado a sentir muy nerviosa bajo la presencia de jimin. su mirada profunda me observaba, casi juzgándome con ella, y yo solo podía tragar saliva.

y como si fuera poco, comencé a tartamudear.

— eh, y-yo.. m-me llamo f-farah. — dije, juro que casi hasta sudando.

— ¿cuántos años tienes?

miré a yoongi, el rodó los ojos. — nena, no me veas como si me pidieras permiso para hablar.

— es que me da pena. — dije por lo bajo.

— ¿pena? no te dio pena decirme todo eso.

— ¡l-lo siento, y-yo.. — hablé — ..ah, mierda, lo siento.

— esa boquita. — me regañó namjoon con la mirada.

jimin se cruzó de brazos mientras me veía.

dios, no podía acostumbrarme a ver colores de nuevo.

— bien, sigue.

— ah, s-si. — dije — t-tengo veinte.

— ¿veinte? — dijo algo inquieto, mirando a mis amigos, quienes estaban sentados y cruzados de brazos y piernas, observando todo en silencio.

namjoon chasqueó la lengua, mientras le dirigía la mirada a yoongi, quién veía al piso, pensando. de pronto los nervios se apoderaron de mi cuerpo, y casi que comencé a temblar.

jimin no decía nada, simplemente veía a namjoon, como si esperara una respuesta.

— ¿qué tanto nos ves? es tuya, no nuestra. — dijo el mayor.

ah, mierda, mis mejillas se calentaron cuando namjoon se refirió a mi como suya, de jimin.

— oh, dios, ¿te sonrojaste, en serio? — yoongi dijo con desagrado mientras fruncía las cejas con diversión.

volteé mi mirada y toqué mis mejillas con brusquedad, casi exigiéndole a mis mejillas que dejaran de soltar color.

jimin rio por lo bajo, cuando levanté mi vista, el me veía a mi. — eres como una niña.

— tengo veinte. — reclamé — no soy una niña.

— pues lo pareces, estás pequeña. — dijo mientras elevaba una ceja, y sonreía de manera burlona.

me crucé de brazos, ofendida; — ¿cuántos años tienes tú? ¿doce? mides lo que mide yeontan. — me burlé — y es un perro.

yoongi ahogó una risa, al igual que namjoon, mientras que jimin se cruzó de brazos como yo y dio un paso hacia mi.

— tengo veinticinco. — soltó, sin pudor — conozco a yeontan, es de taehyung, y créeme que mido más que el tonto del perro.

casi me ahogo con mi saliva cuando caí en cuenta de que era mucho mayor que yo, no tanto, pero mierda, ¿cinco años?

— ¿e-eres algo mayor, no crees?

— ¿y tú algo pequeña, no crees? — atacó.

— ¿estudias?

jimin suspiró mientras descruzaba sus brazos y relajaba su cuerpo, pasó una mano por su cabello sedoso, y asintió.

— medicina.

oh, dios, un doctor.

— ¿ya casi te gradúas? — preguntó namjoon, casi sorprendido.

jimin asintió; — en un año, solo tengo que hacer pasantías y me libero de este infierno.

yoongi parpadeó, casi desorientado.

— jimin, pero hace un mes estabas en tu primer semestre siendo todo un rompe corazones, ibas de fiesta todos los fines de semana y nunca tenías un día malo, no como ahora que veo ojeras. — dijo yoongi, con sus ojitos atentos y sorprendidos, como si no comprendiera en absoluto la manera en que trabaja el tiempo.

tan lindo.

— eso fue hace siete años, idiota. — dijo jimin — y aún sigo haciendo lo mismo, solo que un poco menos. ¿y qué quieres que haga con las ojeras? no desaparecen desde hace tres años.

vaya, ser jimin sonaba difícil.

a ver, si bien entendí, jimin era todo un mujeriego y estudiante de medicina, y tenía cinco años más que yo, tenía una personalidad complicada, era agresivo al hablar, e incluso tenía un aura intimidante que de pronto me dio ganas de salir corriendo.

sin contar que parecía odiarme.

ah, dios, ¿por qué tuvo que ser alguien tan complicado como el, y no alguien como.. yoongi?

la idea no me parecía mal, amaba a yoongi, tal vez hasta incluso me gustaba y yo no estaba consciente de eso. amaba cada gesto, encontraba su existencia completamente entrañable, todo yoongi era regocijo para mi vida.

ay, pero en qué pensaba.

no, yoongi es capaz de darme mimos por cinco minutos, y después decirme que me callara por lo mucho que hablaba.

— ..te digo que.. ¿me estás escuchando acaso?

sacudí mi cabeza al escuchar el llamado de jimin.

— dios, ¿qué acaso no escuchaste nada de lo que dije?

— s-solo la pregunta.

namjoon rio fuerte, haciendo que un par de hoyuelos aparecieran en sus mejillas.

jimin me miró, y aproveché el tiempo que su contacto se mantuvo para ver los colores de su rostro con atención.

mi corazón latió con fuerza al ver sus labios rosados en una mueca mientras me veía, el cómo movía sus pestañas oscuras sobre sus ojos a medida que me inspeccionaba por igual. hice un amago de acercarme a tocar la fina y pequeñita nariz que poseía, pero me quedé en mi lugar con solo recordar cómo se puso con todo este tema.

— se que soy guapo, pero vas a desgastarme si sigues viéndome de esa manera. — soltó con aires superiores, casi burlándose de mi.

y bueno, lo hizo.

mis mejillas se encendieron.

— ya, jimin, no es su culpa. — dijo yoongi.

— ¿qué con todo ese tema de colores y eso?

— ¿no te explicamos ya? — dijo namjoon.

jimin negó mientras le dirigía la mirada a nuestro amigo.

— p-pues, resulta que no veo colores. — hablé, captando la atención de jimin — cuando tenía diez años, dejé de ver colores y comencé a ver en blanco y negro. m-mi abuela me dijo que si encontraba a.. — paré — ..si te encontraba a ti, volvería a ver colores con solo verte a los ojos.

jimin hizo una mueca.

— ¿de dónde te sacaste esa historia? — preguntó — es lo más estúpido que he escuchado, eso está científicamente comprobado. — comentó, casi pude oler el olor a intelecto — una persona puede sufrir de acromatopsia a partir de cierta edad, y es imposible que la recupere.

— no estoy mintiendo. — dije con un leve dolor en mi pecho.

— ¿esperas que me crea esa mierda de que si te veo a los ojos, vas a ver colores? por favor, mejor dejémonos de pequeñas bromas y empecemos desde el principio.

— jimin.. — yoongi advirtió.

— yoongi, piensa.. ¿tiene lógica lo que está diciendo? por dios, claro que no.

sentí mis ojos llenarse de lágrimas, literalmente a nada de comenzar a llorar.

odiaba cuando la gente no me creía, lo odiaba con todas mis fuerzas. y no podía soportar la idea de que yoongi pensara que jimin tenía razón, y que yo estaba mintiendo.

— bueno, cálmate. — namjoon dijo — ya llevé las cosas a tu departamento, solo tienes que desempacar.

ladeé la cabeza, confundida; estaba segura de que había terminado.

namjoon me hizo señas con sus manos, y comenzó a mover sus labios tratando de decirme algo.

dile lo de la mirada de amor y los colores para siempre.

oh, mierda.

no.

definitivamente no le diría eso.

¡iba a lanzarme por la ventana, de seguro!

negué frenéticamente con la cabeza y mis manos, yoongi me vio extrañado, y jimin.. bueno, jimin simplemente no se molestó en verme.

— como sea. — finalmente dijo — iré a mi casa a desempacar y a terminar tareas.

se fue, ¡se fue!

¡literalmente nos dejó a todos antes de que pudiéramos responder algo, y salió de la casa de namjoon!

miré incrédula a yoongi y namjoon, quienes de encogieron de hombros restándole importancia a la situación.

oh, dios mi cabeza iba a explotar.

salí de la casa de namjoon con prisa, tratando de ubicar a jimin con mi mirada. lo encontré subiendo a un lindo auto color negro, mientras se ponía unos lentes de sol que lo hacían ver jodidamente bueno.

— ¡jimin!

el miró a mi lugar, bajó el vidrio del lado del copiloto y se asomó un poco. con su dedo indica, bajó sus lentes por el puente de su nariz un poco; — ¿ahora qué?

puse mis manos sobre mis rodillas para tratar de recuperar el aire en mis pulmones, nunca había sido buena para los deportes.

mierda, ¿por qué el departamento de namjoon tenía una cochera tan larga y grande?

— rápido, tengo cosas que hacer.

volví mi mirada hacia el y tomé una gran bocanada de aire.

— y-yo.. — tartamudeé.

dios, jimin tenía una mirada extraña. podía sentir como veía mi cuerpo desnudo con solo vistazo.

tragué saliva.

— ¿q-qué piensas de.. — paré, tratando de encontrar una palabra adecuada — ..nosotros?

mierda, eso sonó mal.

malísimo.

pésimo.

era un horror hablando mi mente, lo sabía, pero oigan, tenía que hacer un intento si este ser orgulloso y prepotente era mi generador de colores.

mi dignidad cayó como gorda por tobogán cuando lo escuché.

jimin miró hacia abajo con una sonrisa curiosa, una sonrisa llena de burla, arrogancia y miles de valores negativos que no pude comprender por completo hasta que habló; — eres algo linda, un poco pequeña para mi, en todo caso. eres algo interesante, y no me malinterpretes, me gusta lo interesante.. — dijo mientras subía sus lentes y los acomodaba mejor, luego metió el freno de manos y me miró por detrás de sus lentes negros.

mis manos sudaron de repente, sabiendo que el imbécil me estaba mandando muy lejos.

— ..simplemente no me gustas tú, así que te conviene saber que no hay, ni habrá un nosotros. — dijo aun conservando esa sonrisa burlona en sus labios abultados — nos vemos, cielito.

Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

1.1M 36.4K 63
𝐒𝐓𝐀𝐑𝐆𝐈𝐑𝐋 ──── ❝i just wanna see you shine, 'cause i know you are a stargirl!❞ 𝐈𝐍 𝐖𝐇𝐈𝐂𝐇 jude bellingham finally manages to shoot...
22.9M 803K 69
"The Hacker and the Mob Boss" ❦ Reyna Fields seems to be an ordinary girl with her thick-framed glasses, baggy clothes, hair always up in a ponytail...
1M 64.7K 119
Kira Kokoa was a completely normal girl... At least that's what she wants you to believe. A brilliant mind-reader that's been masquerading as quirkle...
43.8M 1.3M 37
"You are mine," He murmured across my skin. He inhaled my scent deeply and kissed the mark he gave me. I shuddered as he lightly nipped it. "Danny, y...