Capítulo 4
Narra Atenea
El sujeto en frente de mí no era nada más ni nada menos que el famoso falcon en persona.
No tengo ni idea como me encontró, hasta dónde sé rompí el puto rastreador de mi mochila, pero tal vez mi manera de esconderme no sirve contra los malditos Vengadores.
Pensé que empezaría atacandome y aquí ya sería mi final, pero para mí sorpresa solo veo como comienza a hablar
—Atenea Blackwood, debes detenerte ahora, no sabes lo que puedes causar.— ¿Causar que cosa, y de dónde sacó mi nombre?
—¿Que?— Al parecer mi pregunta no la esperaba, ya que su cara de confusión era bastante visible.
—¿Cómo que qué?— Trata de avanzar y yo retrocedo. —Se supone que tú hackeaste el programa para venderlo a alguien más.— Si, definitivamente ahora estoy muy perdida
—No tengo idea de por que mierda me dices eso, ¿acaso me ves con cara de criminal?.—
—Creo que estoy algo confundido.— ¿Y tú crees que yo no?
—Mira, ¿Que si lamento haberme metido al antiguo programa de Tony Stark? Sí, ¿Que si voy a vender o regalar esa información? No.— Quizá si fue una mala idea venir aquí
Veo como se detiene y habla con alguien por algún tipo de audífono
—¿Bucky? Creo que hay un error— Se queda un rato en silencio, hasta que vuelve a hablar. —¿Quieres callarte? Solo ven aquí y ya.—
—Solo déjenme hacer lo que necesito y luego ya no sabrán de mi, lo juro por los Estados Unidos, ¿si?.— pongo mi mano derecha en mi pecho en dirección al corazón
—Lo lamento, pero eso no lo puedo hacer si no me dices la razón de por que estás haciendo todo esto.— ¿Por qué no traía sus alas de pájaro robótico? ¿Y por qué diablos estoy pensando en eso cuando claramente no es el momento?
—No puedo meter a más personas en esto, solo haz como que me escapé o algo, por favor.— Lo veo dudar, pero rápidamente niega con la cabeza.
—La única manera en que eso pase, será cuando logres noquearme— ¿Es putas en serio?
—Que conste que no quería hacer esto, y menos con un Vengador.— De seguro después de esto si voy a ser una maldita criminal
Corro en su dirección y salto encima de el, me giro hacía su espalda, antes de que reaccione doy dos golpes algo fuertes en el omóplato derecho, luego apreto en la parte baja del cuello con mi pulgar y con mi pierna izquierda golpeo su estómago, cae de espaldas al suelo desmayado aún conmigo encima.
—Carajo, si que pesas.—Lo empujo a un lado y me pongo en busca de una habitación con un computador gigante, supongo que de ahí debo sacar la información.
(...)
Nada, en cinco minutos solo llevo encontrándome con cuatro baños, y eso que solo estoy en la planta baja.
Cuándo ya pensaba que me había equivocado de lugar noto una marca en el piso al frente de una estantería de libros, la marca parecía que fue hecha por un constante movimiento.
Trato de mover la estantería, pero pareciese que fuera de metal, muevo todos los libros intentando abrir la puerta.
—Mierda, este si sabía cómo esconder un lugar.— Busco algún tipo de cerradura, pero antes de iniciar mi búsqueda noto un libro en particular que se ve muy usado, además no tenía polvo encima, cuando hago el intento de levantarlo un brusco movimiento termina de abrir la habitación.
Al ingresar veo muchísimos computadores y cosas tecnológicas extrañas, cuando encuentro el computador principal no tardo en sacar el pendrive de mi mochila e ingresarlo.
16% y avanzando verdaderamente lento
—¿Que le hiciste a mi compañero?— Santa puta mierda, ¿Y este de dónde salió?
—¿Yo?— Me alejo lentamente del computador para que no sospeche. —Nada, cuando entré ya estaba así.—
—No me vengas con juegos niña, ¿Que le hiciste?—Ya deja de caminar hacía mi, que me asustas por dios
—Ya sé quién eres, eres el viejo enojón del otro día.—Se veía bastante lindo para hablar como un viejo. —Y sobre lo de tu compañero, puede ser que lo dormí, pero juro no lo golpeé fuerte.— Levanto mis manos en señal de inocencia
Estira su mano izquierda a mi dirección apuntandome.
¿Eso que veo es una mano de metal? Wow, parece de aluminio.
Digo, no, que miedo.
—¿No sabes que para pelear no debes de hablar?—¿Pelear? Yo solo quiero irme de aquí.
—¿Y a ti quien te dijo que quería pelear?—
—¿Esperas que simplemente te deje ir luego de noquear a mi compañero?— Que alguien me explique por qué todo se basa en preguntas con este sujeto.
—No se, quizá sí.—
—Pues lamento tener que decepcionarte, pequeña.— Pequeña la tienes, idiota.
¿Porque todo tiene que ser tan putas difícil?
Yo me decía, vamos Nea, que podría salir mal? Solo harás esto y nadie se enterará.
Y ahora ya eh tenido que dormir a dos personas en un pequeño lapso de tiempo, un tipo con brazo de metal me está amenzando, y lo peor de todo es que ni siquiera son de HYDRA.
—Juguemos al piedra, papel o tijera, quien gane se va del lugar, ¿bueno?— Su cara cambia a otra aún más seria y apreta tan fuerte sus manos que hace ver sus nudillos blancos.
—No, ya deja de decir tonterías.—
—Que amargado, por Dios, no te mataría tener un poco humor.— A pasos agigantados llega mi lugar y trata de tomarme del brazo.
Sin pensarlo lanzo un golpe a su garganta, se queda unos segundos estático y sin aire por lo cual me da ventaja de ponerme detrás de él y pasar mis dedos por su columna vertebral, cuando encuentro el punto nervioso, lo presiono y su cuerpo cae de rodillas al piso.
Tenía la unión de todos sus nervios siendo presionados por mis dedos, solo debía dormirlo, pero olvidé que los brazos metálicos no tienen putos nervios
Hecha su único brazo con control hacía atrás y empuja mi mano de su columna, me toma de la cintura y me tira en frente de el, quedo de rodillas y a espaldas.
Con su mano de carne y hueso agarra mis muñecas, y su otra mano metálica la lleva a mi cuello.
Se escuchan unos pasos rápidos y en cuestión de segundos aparece Falcon, su cara lo era todo.
—Si saben que eso se ve raro, ¿verdad?— Tenía la clara imagen de su compañero de rodillas detrás de mi sujetando mis manos y cuello, si se veía raro.
—Wow, no me digas ¿tú crees?— Mi voz casi no se escuchaba por la presión que el otro sujeto ejercía.
Dejé de prestarles atención cuando de lejos ví como el computador mostraba que la carga de archivos estaba al 100%
Debía salir del lugar en ese mismo instante, tiré mi cabeza hacia atrás y golpeé la nariz de el soldado, con mi pierna derecha golpeo lo que vendría siendo su parte íntima y logo liberarme.
Corro hacía el computador y saco el pendrive, rápidamente veo cerca de mi una ventana y salto por ahí, no podía estar más agradecida de que estuviéramos en el primer piso del lugar.
Sin dirección alguna continúo corriendo hasta que vuelvo a ver calles más concurridas.
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،͟، imnotdqredevil©. ²⁰²¹
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