El rostro de su madre dió un cambio drástico, esa reluciente sonrisa fue reemplazada por una línea de seriedad en sus labios mientras sus expresiones se tornaban nulas al ver a dicha persona parada en la puerta de su casa.
El pecho de Lucía subía y bajaba a la vez que el nerviosismo y el miedo se apoderaba de su cuerpo, sus ojos se abrieron como platos y su rostro de asombro se encontró con el serio de su madre, sus manos comenzaron a sudar y las piernas a temblar...esto no acabaría nada bien.
Fue una milésima de segundos, solo un poco más y su madre la hubiera pillado besando a Viktor, fue él primero quién la alejó de su cuerpo cuando sintió los pasos de la señora acercándose, cosa que Lucía no persivió por estar perdida en esos labios y caricias que hacían a su cuerpo enloquecer y su mente delirar.
- Se le ofrece algo jóven? - preguntó tosca - que necesita?
En su tono se escuchaba la molestia y el disgusto, no le gustaba para nada la presencia de Viktor allí y su madre no se esforzaba en ocultarlo.
- Busco a Susan - dijo serio - no estaba en su casa y creí que estaba aquí....
- Pues creíste mal - expresó molesta - aquí no está y si nos disculpas estamos muy ocupadas - miró a su hija - vamos Lucía.
Siempre decía su nombre completo cuando estaba enojada, así, a secas demuestra lo cabreada e incomoda que estaba.
Giró sobre sus talones retomando el camino hacia la cocina mientras le hacía una señal con los ojos a Lucía de que cerrara la puerta.
- Lo siento...
Susurró apenada dándole una mirada de lastima a Viktor cuando cerró la puerta en sus narices, no sabía porqué su madre se comporta de ese modo, Víktor no le había hecho nada..o sí?
Un sonoro suspiro salió de sus labios a la vez que secaba el sudor de sus manos con su ropa, siguió los pasos de su madre hacia la cocina quedándose de pie en el umbral de la entrada mientras la observaba pelar los ajos.
- No te quiero ver cerca de ese muchacho - dijo tosca - me has escuchado?
- Madre no es un muchacho - expresó tratando de hacerla entrar en razón - estudia en mi misma universidad y....
- Es mucho mayor que tu - dió un fuerte golpe con el cuchillo en la encimera asustándola - además tiene una mala reputación... él y toda su familia - se giró molesta hacia ella - soy tu madre y me debes obediencia y si te digo que no te acerques a él..no te acercas y punto!
A Lucía no le gustaba cuando discutía ella, eso le hacía sentir mal consigo misma, siempre que discutían terminaba ella lastimada.
- No puedes impedirme que hable con él... - dijo enojada - es verdad que no tiene una buena reputación pero las personas cambian - la miró - solo dale una oportunidad de conocerlo...
- Si puedo - se acercó molesta - alejate de él no trae nada bueno...acaso quieres terminar como tu padre?
Allí iban otra vez, siempre que discutían sacaba el tema de su padre...ese hombre ni siquiera se le puede llamar padre.
- Nunca lo conocí así que no me compares con él...
Dijo Lucía dispuesta a marcharse de allí, si continuaba de seguro que explotaría.
- Claro que no lo conoces el muy hijo de puta me dejó embarazada y se marchó...!!!
Fue lo último que ella pudo escuchar cuando abrió la puerta principal y escapó de ese lugar, cerró con fuerza la puerta recargando su cuerpo en esta.
Siempre es lo mismo cada vez que discutía por cosas insignificantes, eso era una estupidez, porque no quiere que se acerque a Viktor, además ese rostro serio y esa mirada daban mucho que decir, como si lo conociera de toda la vida.
- Que ocultas madre? - susurró al aire
Aprovecharía que había salido para buscar empleo de medio tiempo, debía ayudar en los gastos del hogar, y ella sabía de un lugar donde necesitaban personal.
Con una energía increíble se encaminó hacia aquel local, menos mal que quedaba a cuatrocientos metros de su casa y no debía caminar tanto, demasiado cerca para su gusto, le encantaba caminar, sentir el fresco aire en sus mejillas mientras iba observando el paisaje.
La fachada del local era acogedora, relajante, ese tono azul claro le daba un toque celestial, típico de un lugar al cual vas a relajarte. Ingresó haciendo que la pequeña campanita sonara enviando la señal que un cliente había entrado al lugar.
Pequeños árboles bonsai adornaban el lugar, además de unos cuadros con paisajes naturales. Un hombre de unos cuarenta le sonreía desde la caja registradora, muy amable.
Lucía se acercó lentamente, la pena carcomía su cuerpo y estar a solas con su sexo opuesto no era su fuerte.
- Buenas - sonrió - vienes a reservar un masaje?
Su voz era fuerte, masculina pero con toque dulce y agradable nada que ver con la de Viktor...
Y ahora porqué pensaba en él!!!
Se reprochó internamente.
- Más bien vine por la oferta de empleo - susurró apenada - aún hay vacantes?
Apostaría sus zapatillas que estaba sonrojada, debía admitir que para ser un hombre mayor era muy apuesto, aún conservaba esa juventud y musculatura...
Una enorme sonrisa adornó su rostro, su dentadura resplandecía todo el lugar, se nota que vive la vida a la ligera, sin estrés ni preocupaciones.
- Sí aún quedan vacantes - la miró - por supuesto todo depende si quieres el puesto...
Lucía alzó la mirada, un rayo de esperanza se iluminó en su día gris, por supuesto que quería el puesto.
- Por supuesto que quiero el puesto - susurró con un deje de emoción a la vez - en verdad me urge el empleo....
- Sabes - inclinó un poco su cuerpo sobre el mostrador acercándose - me dirás observador y todo - río - pero se cuando tengo una chica de buen corazón y tú - la señaló - desprendes esa vibra...de chica buena.
Aquella confesión dejó a Lucía pasmada, no tenía pensado que un hombre de su edad tuviera pensamientos tan profundos y supiera clasificar a una persona solo por una mirada.
- No lo tomes a mal pero...me caes bien muchacha y sería de muy mal gusto verte destruida por las malas compañías - la miró - escucha mi consejo.
Lucia lo miró sin comprender del todo pero al final le dió la razón, no comprendía de quién estaba hablando pero tenía una corazonada.
Después de explicarle los días que tenía que venir al trabajo, darle un recorrido por el establecimiento, Lucía decidió regresar a casa no sin antes despedirse y agradecerle su solidaridad al amable señor.
.......
Los pasos fuertes y firmes de Víktor resonaban por el gran corredor de la mansión, en sus años de vida nunca pensó que volvería a este lugar y sin embargo aquí estaba.
La mansión Vinogradov..o una de ellas, no le gustaba deberes favores a su tío Nikolas pero en situaciones como esta era mejor tragarse el orgullo...más si su problema tenía nombre.
Detuvo su andar en cuanto estuvo frente a la puerta de su despacho, ingresó sin anunciarse interrumpiendo el entretenimiento de su tío.
Una mujer danzaba desnuda encima de su escritorio, deteniendo su baile al ver ingresar al hijo mayor de los Vinogradov, un suspiro de molestia escapó de los labios de Nikolas al ver a su sobrino sentarse frente a él con una mirada de psicópata.
- A que debo el honor de tu visita - hizo una pausa - sobrino....
El tronar de los dedos de Víktor hizo temblar a la desnuda mujer que sin pensarlo dos veces descendió de la mesa escapando de la habitación lo más rápido que pudo...dejando a aquellos dos hombres solos.
- Necesito que hagas un trabajo por mí - soltó tosco - uno muy gordo...
Una risa de burla escapó de los labios del mayor captando la atención y molestia de Víktor, odiaba que se burlaran de él y más si era el bastardo de su tío.
De su pantalón dejó a relucir su arma ante la mirada de su tío que cesó la risa a la vez que observaba descansar el arma en la mesa.
- Que es lo que quieres? - soltó molesto - habla ya!
- Aquí las órdenes las doy yo - expresó tranquilo - nunca se te olvidé Nikolas...eso sí no quieres terminar con los sesos en el suelo....
Y sabía que era capaz
- Necesito que llames a este número - le tendió un papel - te saldrá una mujer que la conozco muy bien....es avariciosa - lo miró - y le ofrecerás cierta suma de dinero....
- A cambio?
Una sonrisa de malicia adornó los labios de Víktor.
- A cambio de su hija....
.......
Unas camionetas negras se encontraban parqueadas frente de la casa de Lucía con unos enormes hombres armados que a du parecer eran gorilas de lo grandes que estaban.
Una limusina blanca impecable era custodiada por ellos, con algo de desconfianza y temor Lucía pasó por su lado recibiendo una mirada seria y sombría a lo que ella les respondió con una pequeña sonrisa cohibida.
No tuvo que llamar a la puerta ya que está fue abierta por una destrozada y llorosa madre que la miraba con ojos de lastima y culpabilidad.
No comprendía nada...algo estaba sucediendo
Porqué su madre lloraba?
- Madre?.....que sucede?
No recibió respuesta que no fueran solo sollozos sonoros por parte de ella, una sombra se alzó detrás de ella, a juzgar por el volumen corporal era un hombre....
Quien es?
La mirada de Nikolas se centró en la mocosa, era muy hermosa, algún nuevo juguetito de Víktor supuso, además el muy cabrón tenía razón sobre la avaricia de la mujer, vendió a su hija en bandeja de plata por unos insignificantes millones, la muy hija de puta actuaba de maravilla debían darle un puto grammy.
Lucía apartó a su madre ingresando a la casa, necesitaba averiguar que estaba pasando.
Un hombre canoso ya golpeado por los años la miraba con seriedad y un poco de picardía pero no notorio.
- Hija....necesitamos hablar.
La voz ronca de su madre se escuchó detrás de ella más nunca apartó la mirada de ese hombre que no transmitía nada bueno...su rostro le recordaba a alguien...alguien muy cercano a ella....alguien con una mala reputación
- Quien es él madre?
Se giró hacia ella por primera vez, su rostro era todo un poema, nunca la había visto así.
- El es el señor Nikolas.....tu...tu...
Comenzaba a desesperarse...que es lo que tenía que decir...
La ronca y potente voz del hombre le heló la piel, más aún con aquellas palabras tan frías y dolorosas que salieron de sus labios.
- Tu padre......
Continuará.....