Rómpeme el Corazón | Harry St...

By osnapitzanie

53.1K 2.3K 1K

Harry es un escritor frustrado que necesita que le rompan el corazón para tener inspiración. Copyright © 2021... More

Rómpeme el Corazón
Título 1
Título 2
Título 3
Título 4
Título 5
Título 6
Título 7
Título 8
Título 9
Título 10
Título 11
Título 12
Título 13
Título 14
Título 15
Título 16
Título 17
Título 18
Título 19
Título 20
Título 21
Título 22
Título 23
Título 24
Título 25
Título 26
Título 27
Título 28
Título 29
Epílogo

Título 30

1.4K 69 44
By osnapitzanie

—¡Mierda! —dije cuando ya no pude hacer más al respecto. 

Me cancelaron el vuelo a último momento, bueno, a mí y a todos los pasajeros. Niall trató de tranquilizarme, pero la verdad es que estaba muy estresado como para escucharlo. Una encargada de ahí nos comentó que el próximo vuelo directo a Chicago era para el otro Jueves. Y no sé si pueda esperar más, quizás podría hacer escalas. Le dije mi idea a Niall, pero él me detuvo.

—Tranquilo, Harry. Están cancelando algunos vuelos por las fuertes lluvias, los precios están muy exagerados —me hizo mirarlo— Puedes esperar una semana más, en lo que el clima se compone. Llámale a Connie, para que esté enterada.

—No, quiero que sea sorpresa —solté un suspiro.

—Bien, tú sabes lo que haces.

Estos días me había estado quedando en su departamento porque el mío ya estaba casi vacío. Mientras mataba mi tiempo arreglando papelería en línea que tenía pendiente, para así irme sin asuntos por arreglar. Sin embargo, pensaba en Connie todo el tiempo. Me pregunto cómo le va allá. Para estos días ella ya hubiese estado casada con Jacques si no hubiera hecho algo. Agradezco al destino, y más que nada a la valentía de Connie, por haber huido y tener la idea de comenzar hacer su vida como se merece.

Estaba enamorado de Connie, y no me imagino continuando mi vida con alguien más que no sea ella. Para mí, es la definitiva, el verdadero amor de mi vida. Tenía muchos planes con ella, quiero envejecer a su lado, hacer de nuestra vida una aventura. 

Si no hubiese sido así, si ella se hubiese casado, yo seguiría con mi vida monótona en Inglaterra, seguramente escribiendo otro libro de desamor. Pero más que nada con su recuerdo, sufriendo con nuestras memorias, sería un amargado con el corazón estrujado. Por eso me siento bendecido ahora, porque la vida me ha dado una oportunidad de ser feliz a su lado. Al parecer la vida no ha sido tan desgraciada conmigo, y hoy me siento con fortuna luego de largos meses con el corazón roto.

Me detuve con lo que hacía cuando recordé que tenía que pedirle formalmente que sea mi novia. Sonreí por la idea que me llegó a la mente como un rápido rayo. No lo pensé mucho y me puse a buscar en Internet contactos. 

Cuando Jueves llegó, me despedí de Niall, y una vez más de mi familia con un fuerte abrazo que duró minutos. Ya en mi asiento adentro del avión, me quedé viendo por la ventana. Iba a ser un viaje de 8 horas, por lo que traté de dormir, pero la emoción no me dejaba. No soy mucho de rezar, pero lo hago en mi mente para que todo salga bien.

Allá voy Chicago. 

Allá voy nueva vida.

Allá voy, amor. 

Aterrizamos a las 10:38 de la mañana, por lo que en el aeropuerto me pedí un café cargado para estar más despierto y de pasada unas mentas. Era difícil moverme cuando tenía como 8 maletas conmigo. Como pude, pedí un taxi que de seguro me cobrará un montón, pero no me interesaba eso ahora. Le pedí al señor que me dejara North Sacramento, ya que en ese sitio trabajaba Connie. No obstante, estaba muy feliz que no podía dejar de sonreír. El clima de Chicago estaba fresco, hacía mucho viento y los árboles estaban naranjas por el otoño. Por lo que veía, un lugar lleno de edificios modernos. Londres es la ciudad más importante de Inglaterra, pero sus estructuras siguen siendo viejas debido a que son históricas. Aquí todo parecía nuevo.

Para mi mala suerte, había tráfico. Traté de que eso no me inquietara, y busqué el contacto de la persona que le encargué la placa. Me dijo por mensaje que estaba listo, que no me preocupara, y yo sonreí cuando me mandó los detalles. Cuando finalmente llegamos, el taxista me ayudó a bajar mis cosas. Tuve que caminar una cuadra, pero estaba bien. 

Mis manos temblaban, los nervios se hicieron presentes en mi cuerpo. Miré en la carta de Connie la dirección del sitio donde trabaja ahora. Miré hacia el frente, y sonreí con ternura. Cruzando la calle, frente a mí, estaba una florería con estructuras color verde. Pude ver desde la ventana a Connie, y mi corazón latió con demasiadas fuerzas. Llevaba un overall de pantalón de mezclilla, por debajo una camisa blanca de botones y en su cabeza tenía un pañuelo amarillo que sostenía su cabello de la parte de la frente pero aún así su largo cabello se apreciaba. Luce ocupada, por lo que saqué mi celular y miré la hoja para marcar el número que me dio.

Timbró, 1, 2, 3 veces hasta que por la ventana vi que ella sacó su celular para contestarme.

—¿Bueno? —preguntó confundida.

—Niall, por Dios, no sentí el vuelo —comencé a fingir— Quizás es porque estaba emocionado por ya ver a la mujer más hermosa que mis ojos han visto. Créeme, mis manos temblaban todo el tiempo. Pero ya estoy aquí, espero Chicago tenga buena comida. ¿Tú crees que pueda conducir del lado izquierdo como los estadounidenses? —pregunté con confusión.

Hubo un silencio que duró apenas unos segundos.

—Harry, es Connie —sonó nostálgica.

—Oh, entonces creo que me equivoqué de número, como siempre me pasa —dije como broma— Oye, ¿Tú conoces mejor esta ciudad? Yo estoy algo perdido, solo veo muchos edificios.

—Oh Dios mío... ¿realmente estás aquí? —por la ventana noté que sus manos se movían mucho en el aire. Estaba nerviosa.

—Voltea hacia la ventana...—sonreí. Ella volteó, y yo alcé la mano como saludo.

—No puedo creerlo —soltó una risa muy incrédula y me colgó. 

Salió del sitio con prisas y luego cruzó la calle para darme un fuerte abrazo. Yo colgué mi celular, lo puse en mi bolsillo de mi abrigo y la abracé de vuelta con todas mis fuerzas. Cerré mis ojos al sentirla, y no pude evitarlo pero unas lágrimas salieron de mis ojos. Por lo que veo mi sensibilidad regresó.

—Pensé que no vendrías —me miró al rostro, pero sin soltarme— Llegué a pensar que no recibiste la nota. Que Fanny no te dio el sobre. Y ni forma de comunicarme con ella y preguntarle. Pero al mismo tiempo creí que sí recibiste todo y aún así decidiste no venir conmigo. Que quizás consideraste hacer tu vida con Aria, pues todos querían eso de ti. O que al final no querías venir aquí a hacer tu vida a mi lado porque sé lo difícil que es dejar todo cuando tenías a tu familia y empleo. Por lo que sufrí, con temor en mi corazón por casi dos semanas.

Comenzó a soltar lágrimas, yo negué con una sonrisa, y limpié sus mejillas con mis pulgares.

—Ya estoy aquí, no te preocupes más. Estoy en esta ciudad solo por ti, porque te amo con todo mi corazón —admití y ella sonrió con lágrimas en sus ojos. 

—No puedo creerlo. Dios, Harry...—volvió a abrazarme con fuerzas— Te amo mucho.

Me aparta un poco para ver por sus pies. 

—Y vaya, has de haber sufrido con tantas maletas...—miró al suelo y luego a mí— Guardaré tus cosas en la tienda por mientras. Ester, la encargada, es buena y me dejará tenerlas ahí hasta que vayamos al lugar donde me estoy quedando. O bueno... donde nos quedaremos. 

—Suena perfecto. ¿Crees poder dar una vuelta en el parque que está aquí al frente? Al menos, ¿unos 20 minutos para platicar? —pregunté y ella asintió.

—Claro, Ester aceptará. Te digo, es muy comprensible. 

Me llevó a la florería y saludé a su jefa. Era una señora americana mayor muy amable que me recibió con un gran abrazo. Al parecer Connie le habló de mí porque supo de inmediato quien era yo. Le fascinó el hecho de que fuese inglés, pues decía que le recordaba a su esposo que falleció hace unos años. Por esa razón también mencionó que amaba el acento de Connie y el mío. El de ella de Liverpool y yo de Cheshire.  

Connie pidió permiso para salir un momento y ambos nos dirigimos al Humboldt Park. Un parque enorme pero hermoso de aquí Chicago que estaba frente la florería. Caminábamos tomados de la mano, con el viento chocando en nuestros rostros, y las hojas naranjas cayendo a nuestro alrededor. Se sentía la paz, sinceramente.

—Me siento muy feliz. Luego de tanto dolor, por fin hay armonía —me miró— ¿De verdad quisiste venir hasta aquí? —preguntó temerosa.

—Claro —le sonreí con toda sinceridad— Nada me emociona más que estar contigo, tener aventuras y hacer nuestras vidas juntos. No lo pensé ni dos segundos cuando leí tu carta que estaba en el hermoso arreglo de flores que me hiciste —ella sonrió—, supe de inmediato que tenía que volar hasta aquí. Así que hablé con todos para despedirme de ellos. 

—¿No me odian? Tu familia, Niall... ¡la empresa! Oh santo cielo, te pedí mucho.

—Nada de eso, de verdad —me puse frente a ella sin soltar su mano— Luego de mi cuarto libro, quiero darme un descanso. Solo quiero vivir mi vida, hacer cosas nuevas. No me estoy haciendo más joven —reímos— Así que me salí de la editorial, la co-dueña entendió mis razones. Pero tranquila, no dejaré de ser escritor. Lo llevo en mi sangre.

—¿Pero... tu familia?

—Oh sí, te odian —mentí.

—¡Harry! —me soltó mientras negaba riendo.

—Claro que no —reí con ella— Lo entendieron, al final mamá se enteró del trato. Internet lo supo. Pero mi madre me alentó a seguir luchando por ti.

—Sí, bueno los de la oficina son muy chismosos y supe que algo así sucedería desde que hablaste en el discurso y pusiste Bonnie de nombre a la protagonista —comenzamos a caminar de nuevo con las manos tomadas.

—La cosa es que tuve una cena de despedida con los que soy cercano. Hasta Eliza estaba ahí, ya que nos arreglamos. Ella le está yendo bien. Todos nos mandan saludos y desean que los visitemos pronto. Hasta Ben, mi primo. Mamá y papá están contentos de que yo esté contento. En fin, son tu nueva familia —le sonreí feliz.

—Es lindo pertenecer a una nueva familia cuando me he quedado sin una... pero al menos mi nueva familia es real —recargó su cabeza en mi brazo.

Cuando noté que llegamos a la banca de color negro, me detuve. Ella me miró confusa y yo saqué algo de mi bolsillo.

—Sé que escribí un libro de dolor. Sé que te pinté como la antagonista en mi libro por mi tristeza... pero mucho antes de que eso sucediera, tú me pediste que te dijera las razones del por qué me gusta estar contigo —abrí la hoja que ahora estaba vieja y arrugada— Nunca me dio tiempo de dártela, pero quiero que sepas lo mucho que me hiciste sentir.

Se la entregué y ella lo leyó. Sus ojos se humedecieron de nuevo cuando terminó de leer.

—Es tan bello, tan real... me siento mal por no haberte dicho la verdad desde el inicio, pero no quería que me alejaras de ti —suspiró al verme— Sé que ya no importa ahora, que ya quedó en el pasado, pero espero sepas que jamás volveré hacerte daño. 

—Ven... siéntate...—le mostré la banca que estaba a nuestro lado.

Sus ojos notaron que la banca tenía una placa de metal pegada en la parte donde se recarga del asiento. La frase "Connie, mi amor, ¿quieres estar conmigo por el resto de nuestras vidas? Atte: Harry." venía grabada con la fecha de hoy. Ella me miró de inmediato con sorpresa.

—¿Tú lo hiciste? —preguntó asombrada y yo asentí— ¿Cuándo? 

—Cuando supe que quería hacerte una promesa importante. Estoy dispuesto a estar contigo hasta mi último día. Sé que soy un cursi, pero solo quiero amarte. Por lo tanto, ¿quieres ser mi novia? —le sonreí y ella sonrió con las mejillas sonrojadas.

Como respuesta, ella se acercó a mí y me besó. Ambos cerramos nuestros ojos al sentirnos. Sus dulces labios comenzaron a moverse con lentitud sobre los míos, por ende, mi corazón comenzó a latir con prisas y yo le continué a su ritmo. Al separarnos, Connie me volvió a abrazar.

—Es bellísimo. Ahora esa placa quedará registrada por mucho tiempo y es lindo pensar en eso —se separó— Pero sí, Harry, en un sí. Quiero estar contigo toda mi vida.

—Me alegra que te haya gustado —sonreí con alivio— Ahora somos dos ingleses que vivirán su historia en Chicago. Y esa banca... será parte de nuestra anécdota. Cuando gente desconocida venga y lo lea, no se imaginarán por lo que hemos pasado.

—Es tan maravilloso si lo pones así. Pero dime, ¿Cuándo lo hiciste? 

—Un mago nunca revela sus secretos.

—Harry...—dijo con lentitud.

—Bien, lo mandé hacer dos días antes. No fue fácil pero me alegra que se haya podido, o hubiera quedado como un idiota —ambos reímos.

—No, créeme que no. El hecho de que estés aquí es suficiente para mí, pero me encantó el detalle —ambos nos sentamos en nuestra banca.

—Oh...—saqué de mi abrigo otras hojas que estaban dobladas— Quiero ser honesto con otra cosa —ella me miró atenta— Antes de saber que estabas comprometida, tú no me habías roto el corazón, por lo que estaba seguro que quería escribir una novela de amor porque eso es lo que sentía. Quise quitar mis ideas de la novela de sufrimiento porque me di cuenta de que te amaba. Así que aquí está mi adelanto de ese tiempo...—aclaré mi garganta— Y te lo voy a leer, porque esos sentimientos no se han ido.

—Volveré a llorar...—suelta una risilla.

—Espero te guste, ¿sabes por qué? —ella negó—. Porque tarde o temprano mi quinto libro será sobre ti, sobre nosotros, sobre lo mucho que te amo, Connie. No hay nada que me inspire más que tú.



Continue Reading

You'll Also Like

36.3K 1.6K 29
persa es una niña común y corriente acaba de cumplir 10 años y justo en su cumpleaños conoce a un vampiro que aparenta unos 17 años de edad, ellos do...
35.3K 1.4K 23
Hay veces que el amor más intenso se oculta detrás del silencio más profundo. Se prohíbe cualquier copia u adaptación sin el consentimiento de la aut...
27.8K 2.4K 32
"Ojalá te hubiese conocido cuando aún estaba vivo"
699K 37.5K 68
-Me traicionaste. -¿Fuiste tan ingenua para creerlo? Cuando los demás deciden tu camino y te arrebatan la libertad desde temprana edad, escapar se co...