Título 24

1.2K 57 15
                                    

—¡¿Harry, estás idiota?! —me miró sin creerlo— ¿Por qué le confesaste lo nuestro? Seguro le dirá a mi padre y me irá muy mal. Quisiera que no fuese así, pero es así con ellos —suspiró preocupada y se alejó un poco de mí.

Me sentí muy mal y me arrepiento mucho de haber dicho todo aquello. Ahora Connie luce inquieta y en este momento me siento la peor persona del mundo. Sigue reclamándome, pero habla tan rápido que no la entiendo. 

—Connie... Connie, espera —me acerqué a su lado y ella para de hablar— Sé que ambos somos británicos pero no te entendí ni una palabra. 

—Oh...—se sonroja— Perdón —dice con lentitud, yo le sonreí levemente.

—No te disculpes —suspiré— Lo siento tanto, no fue mi intención lo que pasó allá en el bar. Mierda, él empezó a decir cosas irrespetuosas sobre ti. Ese idiota trató de provocarme, y lo logró —me miró atenta— Sé que disculparme no sirve de nada, sé que aún no entiendo bien tu situación, pero espero sepas que no fue para causarte problemas. Tampoco quise hablar así de ti, perdóname mucho por eso.

—Lo sé Harry —dijo y yo tomé sus manos con la mías— Pero no puedes ir diciéndole esas cosas a él. Y no porque me importe, Jacques se puede ir al carajo, pero yo sufro las consecuencias. 

—Lo sé, lo sé —tomé aire— Supongo que me puse demasiado celoso —admití— Me hablaba de tocarte y tener hijos contigo...

—¿Qué? ¿Él dijo eso? —se sorprendió y yo asentí.

—Solo perdí la cabeza por un segundo —encogí mis hombros— No pude ni siquiera asimilarlo.

—No te preocupes por él —tomó mi brazo.

—Sí, lo hago. Él va a ser tu maldito esposo...—fruncí mi ceño.

—Pero no estoy enamorada de él...

Le respondí con un beso en sus labios. Pronto sentí cómo su cuerpo se relajó al sentirme y me devolvió el beso sin pensarlo. Sus brazos se pusieron alrededor de mi cuello, y gracias a eso la sentí más cerca. No obstante, como ahora el beso es profundo, mi lengua estaba dentro de su boca, probando cada instante. No pude evitar soltar un suspiro, pues ella me ponía así.

—Te amo tanto —dije cuando uní mi frente a la suya. Mis ojos ven los suyos y sus labios forman una sonrisa. 

—Yo igual, pero tenemos que volver. Hablaré con Jacques, no te quiero meter en esto —me recordó y yo asentí.

Volvimos al salón, algunos de ahí nos vieron entrar juntos pero no le tomé importancia, mi mente ya tenía otras cosas. Connie se va por su lado, de seguro para hablar con su prometido. Yo fui con Niall y Louis, que me miraban con extrañeza.

—No sé qué pasó pero algo me dice que no puedes superar a la chica —dijo Niall, mirándome sin remedio. 

—Su matrimonio es arreglado, su prometido es un idiota, y todo esto es un desastre. Perdón por hacer perder su tiempo —murmuré con algo de pena.

—No es así, mejor alégrate por esta cena, tu libro va a ser un éxito —me anima Louis y yo le sonrío un poco.

Saludé algunos amigos de la empresa, y cuando mi mente estuvo un poco más despejada, me pidieron que diera un brindis y un discurso por mi nuevo libro. Acepté, pero no tenía muchas ganas. Sin tener opción, tomé una copa y la hice sonar con un cuchillo para llamar la atención de todos. Y así fue, todos los invitados me miraron. 

—Buenas noches a todos —miro solo mi copa por los nervios— Quiero agradecerles por acompañarme esta noche en este festejo. A ti Aria, por organizar la cena —miré a la chica y ella me sonrió— Como sabrán, mi libro está por estrenarse. Estoy muy agradecido por esas increíbles reseñas, aún sigo sin creerlo pero estoy emocionado para que ese libro ya sea lanzado.

Tomé aire y después lo solté. Miré hacia la gente, en especial a Connie, quien me miraba atenta.

—Es un libro distinto, ya lo había dicho antes. Jamás había escrito una novela y mucho menos de desamor pero la inspiración para este libro surgió quizás por un error...—pausé pero nadie dijo nada por ponerme atención— Un error que yo mismo me provoqué para tener inspiración. Un error mal planeado que me hizo terminar enamorado —aún seguía mirando a Connie, pero ella estaba asombrada por lo que decía— Un amor pasajero con propósito para que este libro fuera lanzado. No creí que fuese posible, pero resultó.   

Connie sintió la mirada de la mayoría, ella simplemente esquivó su rostro hacia otro lado con nervios para que la dejaran de mirar. Jacques igual lucía perdido con todo esto. Miré a Niall, quien me negaba con la cabeza con discreción. Y luego todo se acomodó, comprendí que hablé de más. Carraspeé mi garganta, y los demás me miraron de nuevo.

—Espero disfruten la cena, en el fondo hay buenos bocadillos...—dije con una sonrisa nerviosa— Y las bebidas son gratis, por si gustan. Gracias por su atención.

Dejé la copa sobre la mesa y pasé entre la gente para hablar con Connie, pero Niall me detiene.

—Si la buscas, ya se fue apenas hace un minuto. Discutía con su prometido, es lo que vi —me advirtió.

—Maldición —apreté mis ojos.

—¿Por qué diablos dijiste todo eso? —alzó una ceja— Prácticamente le dijiste a esta gente sobre tu trato. 

—No sé por qué demonios lo hice. Pronto sentí como si Connie y yo estuviésemos solos en este lugar, pero me di cuenta de mi error cuando vi tu rostro...—lo miré con arrepentimiento.

—Bueno, espero esto solo sea un mal momento y la gente lo olvide —palmeó mi espalda.

—Yo igual espero lo mismo.

El Lunes por la mañana, entré al edificio para recoger unas copias de mis libros ya impresos. Pero antes de ir por ellos, visualicé a Connie haciendo unas llamadas. Con algo de temor, me acerqué a su sitio. Me miró frente a ella, terminó con lo que hacía, y me puso atención.

—Lamento lo que pasó —fue lo primero que dije.

—Aún no puedo creerlo, pero ya no importa, pronto renunciaré —murmuró, y yo miré cómo algunas cosas ya no las tenía— Son mis últimos días, la gente ya no se va a acordar de mí.

—¿Qué pasó con Jacques? —pregunté con curiosidad.

—Bueno, discutimos mucho. Sabe que tuvimos algo, pero sabe que no puede hacer nada al respecto. Eso sí, me advirtió que cuando nos casemos en Francia, no quiere que yo me vea con nadie a sus espaldas —arrugó su frente— Y estoy tan enferma de mi situación. Él no me ama, ni yo a él, todos en nuestra familia lo saben... ¿así que cuál es el punto? 

—Me duele verte así —dije con tristeza. Nada más podía notar su estrés.

—Y por eso te pido que me olvides, por tu bien. No quisiera...—agachó su mirada—, pero no quiero que sufras. Mereces a alguien cuya vida no sea tan complicada y que te ame demasiado —me miró detalladamente— Por favor, hazlo, quiero que seas feliz.

—No creo poder hacerlo —murmuré, no estaba mintiendo.

—Tienes qué, Harry —pronunció con seriedad— Me duele decirlo, pero tienes que encontrar a alguien más. Alguien a quien puedas amar mucho.

—No Connie, no quiero —negué.

—Pero... Harry... es por tu bien —dijo con la voz quebrada.

—Es mi vida, Connie. Y mi corazón, yo sé a quién se lo quiero dar —tomé aire, evitando perder el hilo— Y no quiero dárselo a alguien más.

Alguien carraspeó su garganta. Volteé y miré a Aria mirarnos con una pequeña sonrisa en su rostro. No una sonrisa muy honesta que digamos.

—Hola Connie, oye Harry, ¿puedo hablar solo contigo? —me miró solo a mí. 


Rómpeme el Corazón | Harry StylesWhere stories live. Discover now