Conociendo lo prohibido ©️ (E...

By NarcirisFerrerV

549K 32.8K 13.8K

TRILOGÍA HÁBITOS INSACIABLES. (Libro I) Vanessa apenas empieza a separarse de la sobre protección y tabúes d... More

Conociendo lo prohibido
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6^
Capítulo^7
Capítulo^8
Capítulo 8/2
Capítulo 9^
Capítulo 10^
Capítulo 11^
Capítulo 12^
Capítulo 13^
Capítulo 14^
Capítulo 15^
Capítuto 16^
Capítulo 17^
Capítulo 18^
Capítulo 19^
Capítulo 20^
Capítulo 21^
Capítulo 22^
Capítulo 23^
Capitulo 24^
Capítulo 25^
Capítulo 26^
Capítulo 27^
Capítulo 28^
Capítulo 29^
Capítulo 30^
Capítulo 31^
Capítulo 32^
Capítulo 33^
Capítulo 34^
Capítulo 35^
Capítulo 36^
Capítulo 37^
Capítulo 38^
Capítulo 39^
Capítulo 40^
Capítulo 41^
Capítulo 42^
Capítulo 43^
Capítulo 44^
Capítulo 45^
Capítulo 46
Capítulo 47^
Capítulo 48^
Capítulo 49^
Capítulo 50^
Capítulo 51^
Capítulo 52^
Capítulo 53^
Capítulo 54^
Capítulo 55^
Capítulo 56 ^
Capítulo 57 ^
Capítulo 58^
Capítulo 59^
Capítulo 61
Capítulo 62^
Capítulo 63^
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 60^

3.4K 233 51
By NarcirisFerrerV


Pitt

Se dice que el perro es el animal más fiel sobre la tierra, sin embargo, el que estuvo frente a mi nunca ha conocido tal cosa, lealtad, es un concepto demasiado fuerte para su intelecto el cual cree que supera al mío.

La vida y la existencia humana es inestable, para algunos difícil de concebir ideas, para otros centrarse en ellas y saber desarrollarlas, pero cuando tienes eso y lo que yo, nada en este mundo puede pararte, solo la muerte e incluso esa, esa tendría que verme a la cara antes de burlarse de mi.

—¿Cuál es la situación de la empresa? ¿Qué sucede con las acciones adquiridas y la reunión con los ingenieros?

Observo mi alrededor notando que no hay nadie que conteste a mi pregunta como solía haberlo, ambas me han traicionado y abandonado.

No me interesa tener a otra rondando por aquí en mi privacidad, solo a una dejé y solo a ella.

Por más que intente controlarlo las cosas no me salen bien del todo, he ignorado las llamadas de los franceses por un buen tiempo, el mercado está pesado pero fluye, los nuevos planos e ideas son innovadoras y me gustaría gastar mi tiempo en ello.

—Podrías prepararme algo de café.

Hablo sin darme cuenta con la mirada puesta en el computador, cierro el equipo al darme cuenta de lo que acabo de hacer y es que no puedo seguir así, levanto la cabeza dejándola caer sobre el espalda de la silla, no es necesario que observe mucho para darme cuenta de lo obvio, una gran colorida oficia pero la cosa está en que no sabe qué ella era quien hacía brillar.

No pude detenerla más tras las amenazas de Felipe, está claro que lo mejor es que se alejara hasta que de verdad pueda darle la cara, ella piensa una cosa cuando la realidad es otra.

—Sabía que estarías aquí— habla entrando sin cuidado, no es la persona que deseo ver en estos momentos por lo cual no entiendo qué hace todavía aquí.

—Creí que te irías tras tu amiga hacerlo.

—No soy tan inmaduro como creen, necesito el trabajo y tú a alguien que te ayude hasta que encuentres a alguien más.

—¿Tre ofreces?— respiro hondo viéndolo frente a mi —¿Dejarás que limpie los cristales contigo?

—No hagas sufrir a los que amo y estaremos bien, Vanessa se ha ido por todo lo que han hecho a su espalda, pero eso no quita el hecho de lo que sienten el uno por el otro.

—No sabes de lo que hablas, acaso no te dijo que la usé para mis fines, le oculté información valiosa y me odia.

—Es lo que su rabia quería que supieras.

—Es lo mismo.

—No lo es, su dolor te dirá una cosa totalmente diferente, conozco a Vanessa mucho mejor que nadie, luego de Anna, pero si lo hago y créeme que ya ha sufrido demasiado, la vida que le tocó con su mamá... — se detiene— Ya ha sido dejada de lado y usado demasiadas veces, te dejó acercarse incluso cuando ella sentía miedo de ella misma, confió en ti por sobre muchos y ahora solo la dejas irse sin intentar nada, ¿Ese es el hombre que realmente eres?

—Lo hice pero no me hizo caso, quiso irse, prefirió alejarse de mi a escuchar lo que tenía que decir y lo respeto.

—Que huya de ti no significa que tú debes detenerte, no sé si es lo correcto hablar de estas cosas contigo pero Vanessa está sufriendo, lo hace a escondidas desde hace tiempo y sabe muy bien cómo ocultar su dolor. Todo esto es de mucho antes de la muerte de Anna, si lo dejas así la perderemos, se convertirá en algo que no quiero ver y tú eres el rey que ella espera la salve de su propia prisión así que hazlo.

—No entiendo que tanto balbuceas— me pongo de pies— No necesito esto, lo que preciso es una secretaría que termine lo que tu amiga no pudo.

—¿Llegar al altar?

Recuerdo el anillo en mi mano y la promesa que me hice.

—¿O decirte que te amaba?

—Nada de eso Sandoval, si tanto lo quieres y tanto te preocupa empieza por decirme que ha pasado con los ingenieros.

—Todos están listos y ha esperas de una fecha para reunirse contigo— enarco las cejas— De hecho, ahora mismo puedo contactar al jefe de cabecera y todos estarán aquí en menos de una hora.

—Y que esperas que no lo haces.

—Solo es que esperan que estés presentable— le doy una mirada que le dice si lo estoy o no —Lo digo por el tono de voz que llevas, no creo que aunque sean tus empleados se vayan conformes luego de haber esperado tanto tiempo para verte y solo los salmones porque la dueña de tu ira no está alrededor.

—¿Algo más?

—Les diré que en tres horas estarás disponible.

—¿Y qué se supone que haga con ese tiempo?

—No lo sé, podrías darte un vuelta y diseminar toda esa frustración por las paredes de la empresa, exactamente eso es lo que necesita esta gente de aquí, más tensión y estrés del que ya cargan.

Resoplo abriendo el computador y tratando de recordar de quién es amigo y porque fue que lo contraté.

—Ya puedes irte.

Hablo sin verlo, hasta dónde he llegado teniéndolo trabajando conmigo, al hombre que estuvo en su vida y tomó algo que era mío.

<<Vanessa no se fue, yo dejé que se alejara>>

Otro asunto que no deja de dar vueltas en mi cabeza es ese, qué diablos se supone que haga con esa información y cómo se supone que deba usarla, las horas pasan mientras estoy de vuelta en este lugar de intrigas, donde sea que haya un Lennox será un espacio para problemas.

—Hola.

Levanto la cabeza viéndola pasar, no respondo su saludo, es más, no sé que hace aquí.

—¿Cómo estás Pitt?

—¿Qué quieres?

—Saber si estás bien.

—No es como que eso realmente te importe, ¿O si Lisa?

—Lo hace, me preocupo por ti y me asusta que actúes como lo hiciste, le disparaste a Felipe frente a todos y no te importó las consecuencias.

—Solo fueron dos balas, no creo que le afecte mucho.

—Pitt.

No me gusta ese tono.

—Lo ibas a matar, lo vi en tus ojos.

—Si lo quisiera muerto hace tiempo que lo estaría, si quisiera que las cosas fueran tan fáciles para ellos no estaríamos teniendo esta conversación.

Me pongo de pies caminando hasta ella.

—Además, ¿Si lo hubiera matado qué?

La veo a los ojos.

—Solo digo que no debías ponerte en riesgo de esa forma por protegerme.

—No lo hice, solo no le di el gusto eso es todo.

—Yo sé que es como digo.

Me irritan sus palabras y la cara de dolida que muestra, lo peor es que toda la verdad ha estado siempre frente a mis ojos pero me hice el ciego. Todo cae sobre la mesa en perfecta sincronía, tanto la insistencia de Bean de los últimos meses como la continua protección de ella hacia él.

—Otra cosa, ya he tenido bastante de ti y tus metidas de pata, no te metas en mis asuntos y lo que sea que haga hace tiempo que dejo de ser de tu incumbencia.

—¿De qué hablas?

—¿No sabes que sé que lo que le contaste a Vanessa? Eres la razón por la que se fue.

—¿Se fue? ¿A dónde?

—¿Escuchaste lo que dije? No quiero que te metas más.

—¿Sabes dónde está Bean? ¿Dónde Felipe lo oculta?

Bufeo viéndola.

—Si fuera por ese perro estarías muerta, pero parece que te han puesto un velo en los ojos, meterte con Bean y dejar que te golpeen por él.

—¿Y qué hay de lo que le hice a Diana? No dices nada sobre eso.

—Porque no tengo nada que decir, ¿Quién era Diana? ¿Quién eres tú?

—Soy tu hermana.

—Ya no, recuerda eso.

—¡Soy tu hermana! ¡Una Lennox! ¡Y la niña que tú prometiste proteger!

—¡Alejaste a Vanessa de mi con tus mentiras y tus aventuras! Pero sabes qué, eso era justo lo que necesitaba, enfoque, y ya lo tengo.

—¿A qué te refieres?

Sonrío viéndola de pie, y es que ella también cree una cosa cuando la realidad es otra, no importa lo que los demás crean saber.

—Pitt— habla Matilde— Que bueno que hayas vuelto, aun tenemos mucho de que hablar.

—Me gustan tus secretos, pero a despertado mi curiosidad que esta vez Felipe no está.

—Eso es porque lo que tengo que decir solo les incumbe a ustedes cuatro.

—Habla anciana, no tengo todo el día.— suelta Adam.

—Creí que debían conocer la verdadera historia tras todo su desastre y la gerra que llevan— permanezco de pie en cuanto Noah toma asiento.— Treinta años, ese es el tiempo que ha pasado cuando una extranjera llegó a mi puerta en busca de empleo, obvio no fui quien la atendió, de hecho Felipe fue quien tuvo el descaro de hacerla entrar a la mansión, insistió tanto que terminé aceptando,— me ve— Su nombre era Laura Arias, su madre.

—¿Felipe? —pregunta Lisa.

—Luego de unas semanas supe que ambos tenían un romance, para el momento que Laura llegó a nuestras vidas Maison no se encontraba en la mansión y mantuve en secreto el hecho de que sabía lo que sucedía entre ellos dos, pero pasaron los meses y de sorpresa un día llegó Maison, no sé como ni cuanto tiempo pasó para que los dos hermanos estuvieran peleándose por la sirvienta, la decisión que tomé fue echarla sin que ninguno de los dos se diera cuenta pero más allá me llevé la sorpresa de que su padre le había propuesto matrimonio, cuando lo supe me alteré pero Felipe estaba furioso por la decisión de Laura, años pasaron y llegaron los embarazos pero Felipe seguía sin perdonar que su hermano se haya robado a la mujer de la que estaba enamorado, y yo tampoco perdoné el que haya puesto a mis dos hijos uno en contra del otro.

—Cállate— pide Adam.

—Su madre era una zorra.

—¡Que te calles! —repito.

—Eso es mentira— dice Lisa— Mi madre jamás habría estado con Felipe.

—Tú que sabes sobre tu madre, ¿Acaso te criaste con ella? Lo hicieron conmigo y yo estuve mucho antes que ustedes, antes de todo iniciara.

—¿Recuerdas que te dije que te aplastaría?— inquiere Adam— ¿Acaso quieres qué lo haga tan rápido?

—Lo quieran o no lo que digo es la verdad, su madre envolvió a cada uno de mis hijos y se quedó con el que más le convenía, su amiga la tal Nicol Rodriguez se los puede confirmar, ya que tú y ella son tan cercanos no creo que tenga problemas, Pitt.

—Pitt— escucho que me llaman cuando me giro dándole la espalda a la situación. —Pitt.

—¿Dónde está Felipe?— inquiero bajo.

—Espérame Pitt.

—¿Dónde diablos está?

—¡Oye!— Noah me sostiene del brazo— ¿A dónde vas?

—Suéltame Noah— digo con calma.

—No haré eso, volvamos y escucha todo lo que tiene que decir.

—Suéltame Noah.

—Eso no es todo lo que tengo que decir— siguen detrás de mi— Hay más cosas que deben saber, Derek Morfis no tuvo nada que ver con ese accidente— giro a verla— Él solo era otro ambicioso de los que nos rodeaba en aquellos tiempo y vio una oportunidad que supo usar.

—¿De qué hablas? —pregunto.

—Los verdaderos culpables de la muerte de Maison y Laura.

Suelto el agarre de Noah en mi brazo y camino hasta ella viéndola a los ojos, no recuerdo cuando fue la última vez que la escuché hablar sobre el asunto, las manos me pesan y la sangre me hierbe.

—¿Qué dijiste?

Me ve a los ojos.

—Tus padres. Ellos dos son los únicos culpables de lo que les pasó esa noche.

—¿Qué dijiste?— acerco mi cabeza hacia a ella dejando que mi oído quede cerca a su boca mientras vuelve y lo repite— ¿Acaso quieres ver como me olvido de todo y te mato aquí mismo?

—Que hagas eso no cambiara la realidad, superen eso y luego vuelvan a verme, hablaremos como lo que somos, una familia, recuerden eso— le da una mirada a los demás— Nosotros somos los Lennox y ya es tiempo de que volvamos hacer lo que una vez fuimos.

Se gira dándome la espalda pero mi mano cae sobre su hombro deteniéndola.

—¿Quién dijo que podías irte?

—Supuse que ya han tenido mucha información para nuestro segundo encuentro.

—No supongas, dije que no mataría y los haría sufrir, pero dime, ¿Cómo hago sufrir a alguien como tú? ¿Cómo?

—Pitt.

—¿Cómo lo hago?

—Sé que encontrarás alguna forma.

—Deja de tentar a mi paciencia.

—Más bien dinos de una vez todo lo que debas decir— dice Adam —Así será más fácil encontrar un modo de castigarte.

—Esa noche ambos salieron muy molestos de la mansión, —habla mientras sigo tras ella— Maison no se detuvo a escuchar luego de tener una pelea con su hermano, la carretera era peligrosa, luego del accidente la mandé arreglar así podía evitar otro desastre por exceso de velocidad.

—¿De verdad piensas que creeré eso?

—Eso su problema si lo hacen o no. ¿Pero podrías dejar de lastimar mi hombro?

—No entiendo nada de lo que dice— espeta Adam— ¿De qué está hablando exactamente la anciana? ¿Quién los mató?

—Ya se los dije— se gira dándome una mirada— Lo hicieron ellos mismos, sus padres son los únicos culpables de lo que sucedió esa noche.

—¿Qué tiene que ver Dahiana en todo esto?— pregunto observando sus gestos y la actitud de los de los de mi alrededor —¿Qué ocurrió entre ella y Felipe? ¿Cómo es qué Bean no sabe qué es su madre?

—Eso es algo que hablaré con Bean llegado el momento.

—Te hice una pregunta.

—No tengo más respuestas para ti de las que te he dado.

—Entonces supongo que ya no tengo nada más que hacer aquí.

—Yo aún tengo cosas que quisiera saber— dice Noah sin lograr despertar mi atención, más bien camino en busca de la salida con las palpitaciones que van y vienen en mi cabeza hasta dar con la entrada donde lo encuentro detenido al lado del auto.

—¿Qué sucede?

—Vanessa ya no está— informa.

—Lo sé, ¿Tú que harás? —no detengo mi paso y continuo girando alrededor del vehículo estacionado fuera de la mansión.

—No lo sé, seguir con mi trabajo supongo.

—Creí que ya no trabajas, al menos así es como ha parecido estos últimos días.— abro la puerta del auto.

—No tengo excusas para eso, tengo mis motivos y ambos sabemos que no eres un santo, por otro lado Vanessa necesitaba de mi.

—¿Y ya no lo hace?

—¿Cómo?

—Esa es la una respuesta al porqué estás aquí y no con ella.

—Si es que entiendo ya no necesitas de mis servicios.

—No si no sabes controlarte, ahora lo que más necesito es enfoque, sé que has estado con Vanessa todo esté tiempo pero no entiendo.

—Yo le dije que se fuera, le conté muchas cosas y el hecho de que ahora mismo solo corre riesgo estando aquí, el intento de Diana no será lo único y lo sabes.

—Lo sé, por eso no entiendo qué haces aquí.

—Ella estará bien, nadie sabe a dónde ha ido— frunzo el ceño sabiendo que eso no es verdad— No quiso contarle a nadie y me aseguré de que nadie nos haya seguido. Tu mundo ahora mismo solo la pone en riesgo.

—Mi mundo...

Entro al auto recordando esa noche donde la encontré arrinconada esperando por mi, la casa lucía deslumbrante e inmediatamente me di cuenta de que se había quedado sin nada que hacer, se acercó a mi llegando hasta a mi pecho como si buscara algún refugio el cual no pude evitar darle, ahora ese refugio se ha desmoronado y cada palabra dicha me pesa pero tengo que hacer lo que debo aquí y luego cumplir con lo que dije, aunque no sé como dividirme y si realmente soy capaz de lograrlo.

—Te ayudaré con todo lo que pueda, pero no dejaré que Vanessa siga pagando por cosas que no tienen que ver con ella.— Brad se encarga de dejarme saber su pensar cuando entro a la finca.

—¿Qué fue lo que dijiste que la convenció tan rápido?

Camino por el lugar.

—La verdad, además no finjamos que todo lo que ha pasado no le ha afectado, tu abuela también habló con ella y el intento de Diana de inculparte no se quedó atrás. No debiste ocultarle lo del sujeto que atrapaste.

Escucho atento viendo el cofre que me ofrece.

—¿Qué es eso?

—No sé a quien más dárselo.

Lo tomo abriéndolo.

—¿Ella lo vio?

—No las quiso.

Dejo la caja sobre la mesa yéndome por la botella de whiskey más cercana entregándole unos cuantos tragos a Brad, la cabeza me batalla entre que decisión tomar y me voy por la más sencilla.

Esta finca no se compara en nada a la casa de las flores pero es el único lugar donde ahora me permito estar hasta lograr lo que necesito.

Las horas pasan mientras el aire se hace frío, veo las pocas nubes en el cielo y me pregunto si realmente habrán sido tan felices en cuanto noto esas viejas argollas estar entre mi mano.

Voy hasta el auto sin preocuparme por la velocidad, todos esperan que haga algo pero ya no será así, me estaciono lejos del lugar y sigo a pie, las luces de la casa están encendidas y entro sin que nadie me vea, subo las escaleras con cuidado dándome cuenta que realmente no tengo ningún sentimiento por esa mujer más allá del que siempre ha sido obvio.

—Buenas noches abuela— digo sentándome en las orillas de la cama mientras se encuentra recostada.

—¿Hay algo más que desees saber? Podrías haber esperado hasta mañana. —se remueve la sábana.

—Tengo un presentimiento de que no habrá mañana.

Tomo el libro que descansa sobre la mesita de noche.

—Ya sabía lo de Felipe y Laura— confieso— También de quién Bean era hijo, lo que no sabía era que tú habías matado a mis padres.

—Yo no...

—Tranquila, no hagas ruido o despertarás a Lisa, supe que hablaste con Vanessa como también supongo que sabes que es mi mujer, pero aún así apuesto que la amenazaste, te habrás llevado la sorpresa que no es tan fácil intimidarla.

Bufea.

—Sé muy bien que clase de mujer fue la que elegí.

—¿Y qué con eso? Estuviste bebiendo y esa no es la manera de entrar a la habitación de alguien de mis años.

—La verdad es que no, intenté hacerlo pero preferí estar lo más sobrio posible para esto, lamento si percibes ese clase de olor provenir de mi, ¿Sabes por qué Adam no te ha hecho nada? — la veo— ¿Lo sabes?

—Supongo que tú me lo dirás.

Niego con la cabeza.

—No es cierto, no haré eso, recuerdas la conversación que tuvimos en la oficina de la mansión días después de esa boda, te dije que todos nos quemaríamos.

—Estas no son las horas correctas para esto. —Intenta levantarse.

—¿Tú la llamaste esa noche no es así?

—¿Qué?

—Lo recuerdo, estaba jugando pero lo recuerdo, mi madre fue la primera en recibir la llamada y sé que escuché tu voz, ella intentó ocultarlo pero tenía intención de salir sola pero alguien más le avisó a Maison, supongo que esa fue Dahiana, pero cuéntame Matilde, ¿Qué planeabas hacerle a mi madre?

—No sé quien te habrá dicho esos cuentos pero es claro que estás confundido, eso no fue lo qué pasó esa noche.

—Estaba embarazada sabes.

—Mis hijos eran lo más semejante que puedas imaginar, pero ella arruinó eso con su presencia banal, no le importó que intentaran matarse entre sí, solo le interesaba el beneficio que pudo obtener de ello y lo hizo.

—Ella no era esa clase de persona, lo sé porque la veía a los ojos cada noche antes de dormir, la veía sonreír y lo feliz que era junto a Maison, ambos eran felices y estaban emocionados por los bebés que venían en camino. Ni siquiera podían conmigo y Lisa y ya estaban preocupados por los otros dos, ¿Lo imaginas?

Se mueve dejando la espalda sobre el espaldar de la cama, toma el libro de mis manos y lo cierra.

—Eres igual a tu abuelo.

—No lo conocí.

—Eso es porqué lo maté antes de que nacieras.

Sonrío mientras dejo el arma sobre el colchón y a su vista.

—No recuerdo haberte visto visitarnos hasta esa noche, fue la primera vez.

—No recibía muchas invitaciones.

—Ponte de pies.

—¿Por qué?

—Hazlo.

Dejo el arma sobre la cama y me pongo de pies dando algunos pasos por la habitación, quedo dándole la espalda en lo que tarda en bajarse.

—No tienes de qué preocuparte, no tiene balas.—informo girándome a verla colocarse algo en los pies, la veo salir de la habitación y bajar las escaleras en silencio, esta casa solo me ha dado dolores de cabeza.

—¿A dónde vamos?

Abro la puerta del auto dándole paso, tomo el camino ligero llevando el acelerador hasta el fondo, me pide ir de espacio pero la ignoro, la carretera a esta hora es despejada por lo que nadie está en mi camino, insiste en que debo tener precaución pero no entiendo esa palabra.

—¡¿Pretendes matarnos?!

No queda mucho para llegar a esa lugar, aprieto el guía entre mis manos y me enfoco en lo mío.

—Los accidentes que son tan famosos en esta familia solo suceden si se le hace algún mal arreglo a los frenos del auto.— digo frenando de golpe —Aparentemente los míos funcionan muy bien, ¿No lo crees?

Bajo del auto esperando a que lo haga también, el aire es pesado pero por algún motivo estoy calmado, abro la puerta que da entrada al lugar y enciendo la única bombilla qué hay en el.

—Es un lugar algo frío— digo caminando delante de ella —Debiste haber traído algo cómodo.

—¿Qué es este lugar?

—Te quedarás aquí, puedes tener esa misma arma y hallarle algún uso para ella.

—¡Pitt!

—Por cierto, aquí tengo una bala, creo que funciona mejor así.

—¿Qué pretendes?

Quedo en silencio viéndola y recordando la clase de niñez que tuve, las tardes, noches y madrugadas de escapes y idas de regreso por no dejar a Lisa sola, el peso de esa promesa y la clase de hombre que hoy soy.

—Pitt.

—La tumba de mis padres está en Islandia pero la tuya está aquí.

—¡Soy tu abuela!

—No puedo decirte que algún día tendrás compañía, Felipe no durará tanto.

Cierro la puerta sellando todos los seguros qué hay en ella como las cosas que grita, tomo la llave conmigo dejando todo a oscuras, este sitio está ubicado en medio de la nada con una nada que ya olvidé dónde está al igual que la llave se pierde en el agua del pozo donde la lanzo.




〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️▪️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️

No sé qué hace que no me ha buscado, es obvio que ya debería saber lo que ha pasado y hecho suposiciones, el regalo de Derek ya debió de ser entregado, y por el momento me resulta difícil entrar en esa casa.

—Aquí está todo lo que pediste.

—¿Dejaste la caja?

Asienta.

—Es tonto que no quieras entrar a tu propia casa.

—No es mi casa. —hablo tomando el bolso que me pasa con mis ropas.

—Vanessa dijo lo mismo— comenta Missael y no sé porque sigue hablando.

—La reunión con los ingenieros empieza en unas horas.

—¿Por qué sigues hablando?

—¿Por qué no puedes entrar a la casa?

—No es de tu incumbencia, no te metas.

—Mmm, quien diría que serías de esos.

Ignoro lo que dice y me doy prisa en subir al auto dejándolo parado allí, tengo cosas que hacer y su presencia me incómoda.

Las noticias del mercado son las mismas, todo estable pero necesito que tenga flujo, el imperio que ahora es mío es pesado de manejar y ahora más que no cuento con Lisa, y es por eso que debo encontrar una forma de tener líneas en todo el mundo.

—Señor Lennox, bienvenido.

—Igualmente. ¿Qué tienen para mi?

Missael carraspea haciéndome un ademán que no entiendo y me lleva a mirarlo mal.

—Hemos esperado mucho por esta reunión y existen algunos puntos que nos gustaría aclarar— habla Vladimir quien es la cabeza de ellos.

Asiento tomando el vaso de agua que permanece sobre el escritorio.

—Tengo tiempo.




Continue Reading

You'll Also Like

346K 31.3K 30
Klaus, uno de los guardaespaldas más requeridos, recibe una suculenta oferta de trabajo que podría jubilarlo a sus 36 años y vivir una vida más tranq...
555 62 38
Saga Unión de Oro Cada familia tiene sus secretos, cada clan tiene sus reglas. Nadie es santo, aquí todos son personas llenas de maldad y cubiertas d...
456K 32K 59
Aurora. Sí, ese es mi nombre, muchas veces dicen que mi nombre es de princesa, pero creo que no parezco una, ademas la ilusión de que una princesa de...
205K 14K 82
Ian Death or De'ath ha tenido una vida llena de dificultades y problemas. Y Danielle Sttraford ha tenido su vida y su futuro en bandeja de oro. Un dí...