Quiero darte un beso

Autorstwa Sumeeer

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-¿Qué quieres de mi Eric? Te lo he dado todo-le grité fríamente y sin mirarlo, ni girarme- Me he entregado a... Więcej

Prólogo
¡No es justo!
Ma belle
Nuevas y viejas amistades
¿Podemos ser amigos?
Primer beso de un chico
No me conoces, no me juzgues
Eres mi limón
Mi abuela habla de mi vida sexual
Tortuga montada en caracol
Clases de baile
Conociendo a los Woodgate
¿Norte o sur?
¿Norte o sur?(2°parte)
¿Tortura?No,amigas enamoradas
Fiesta de Halloween
No me esperaba esa reacción
Disculpas
Pero que tonta eres
Cuando mis abdominales hayan desaparecido
Día productivo
Neon Party
Hay algo que no cuadra
Navidad...Navidad...¿dulce Navidad?
Oh,oh...¿insectos?
Beso de Fin de Año
La dejo cinco minutos y...
¿Y si....?Dudas,muchas dudas
Noches de vodka
Días extraños y noches largas
No,no,no...¡NO!
Indiferencia vengativa
¡Estoy aquí!
¿Quieres ver algo?
Haciendo amigos debajo del agua
Ella me está esperando
No es un adiós, es un hasta luego
Definitivamente he creado un monstruo
Ah...mira dónde estaba...
Conociendo al famoso Mike
Spring Break
¡No me odies!
Estado de shock
Estado de shock(resubido)
Amélie Maunier
Epílogo
Agradecimientos y aclaraciones
Capítulo Especial
Reescribiendo
Primer capítulo de la nueva versión

¡Feliz cumpleaños!

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Autorstwa Sumeeer

POV:Arianne

La luz me despertó, las cortinas amarillas provocaban que los rayos de sol entrasen sin consideración.

Esta habitación no era la que supuestamente iba a compartir con las chicas.

Esta era una de la planta del medio.

Sentía calor a mi lado, cuando enfoqué mi mirada, Peterson estaba junto a mí.

Despertarme abrazada a Peterson me confundió aún más de lo que ya de por si estaba.

Me explico: yo abrazaba el brazo de Peterson y él me rodeaba con sus brazos.

Repito: ¡yo abrazaba!

Es sorprendente y extraño, dado que no me gustaba el contacto corporal, y menos si se trataba de un chico, y aún menos si ese era Peterson.

Se supone que no debería estar cerca de él si lo que quiero es olvidarlo.

No obstante, ahí estoy yo, observándolo dormir, maravillada por la forma de su mandíbula o por la forma en la que le quedaba el pelo aplastado al estar de medio lado.

Busqué a mi alrededor y mi IPhone estaba en la mesa de noche. Me estiré para alcanzarlo y Peterson tiró de mí hacia él.

Eran las 7 de la mañana todavía.

Sonreí como una tonta.

Me hundí en su pecho, sin sentirme incómoda, es más estaba muy a gusto.

Sentí un pinchazo en la pierna y al intentar moverla, me di cuenta de que me dolía mucho más.

Los recuerdos del día anterior se sentían irreales, no parece que realmente hubiesen pasado.

Puedo recordar la frialdad con la que Lea llevó la situación, no parecía ella, en realidad, parecía ser otra persona totalmente diferente.

Peterson se removió a mi lado, así que para que no creyese que era una loca psicópata que lo observaba mientras dormía, cerré los ojos.

Lo oí bostezar y luego suspirar, me atrajo más hacia él.

Sentí un cosquilleo en mi mejilla y supe que me estaba acariciando, cosa que me produjo un tirón en el estómago, similar a los nervios.

Abrí los ojos lentamente, me quedé engatusada por sus ojos.

Él me miraba con simpatía, estaba demasiado cerca, sentía su respiración en mi cara, era relajante estar asi con él.

-Buenos días-murmuró en un susurro, con la voz pastosa por el sueño. Me provocó un escalofrío.

-Ho-hola-dije sonrojada, estábamos demasiado cerca.

Se apoyó en su codo, apoyándose en su costado, parecía preocupado:

-¿Cómo te encuentras?

-Bien-mentí, me dolía un montón la pierna.

-Mientes-dijo con una pequeña sonrisa. No sé como lo hace, pero siempre me pilla.

Me sonrojo y hundo la cara en la almohada no siendo capaz de soportar su mirada.

-Ma belle, me tenías preocupado-dijo él recolocándome el pelo, para luego acariciar mi mejilla. Se acercó lentamente, lo deseaba tanto...

Me aparté bruscamente:

-¿Qué estamos haciendo Peterson?

Un pinchazo ataca mi cabeza sin piedad y ahogo un grito. Todo a mi alrededor se distorsiona unos segundos y entre la neblina que me rodea, distingo una cara y una mano que se me acerca.

Mi primer pensamiento es que no he hablado con Andrew para saber si ya averiguó quién era el tercer hombre de la foto.

Mi respiración se acelera y un gemido lastimero sale de mi garganta, cuando el dolor se expande y me aferro a las sábanas.

-¿Ma belle?-dice una voz conocida sacudiéndome los hombros.

-Estoy bien-contesto intentando incorporarme, necesito que me deje un momento en paz, tengo que hablar con Andrew-Peterson, por favor, ¿podrías pedirle a mi madre que me haga una infusión?

Él me sonrió, tapándome con la sábana al mismo tiempo que se bajaba, solo tenía unos pantalones de deporte y una camisa blanca, demasiado ajustada, tragué fuerte.

-Ya te la hago yo, ¿menta?

Asentí sorprendida de que siempre supiese que me gustaba.

-Muchas gracias-dije sonriéndole, me devolvió el gesto pasándose una mano por el pelo al tiempo que se estiraba.

Desde que salió por la puerta, cogí mi IPhone y marqué a Andrew.

-Hola Ari-dijo amable, aunque se le notaba un poco estresado.

-Hola Andrew, siento molestarte, ¿estás muy ocupado?

-No tranquila, dime, ¿cómo lo estás pasando?

-Hombre...pues perfecto, tuve un pequeño traspiés, pero como siempre.

-Me alegro, yo aquí con un nuevo caso que me tiene vuelto loco.

-Vaya, ¿pudistes hablar con aquel amigo tuyo para lo de la foto?

-Sí, en la foto sale tu tía, el subdirector, Philip Scalia, John Kozlov, tu profesor de piano y el tío de John, se llama Aleksi Kozlov...-parecía entre triste y asustado.

-¿Eso es malo?

-Vaya que si lo es, averigüé un poco y es todo un mito entre las autoridades, se sabe que está relacionado con los cárteres de droga y no está relacionado con cualquier camello, sino que se cree que puede encargarse de introducir droga aquí desde Europa.

Nos quedamos en silencio, sopesando la información.

-Vaya que sí es malo...pero no entiendo como pudo llegar a relacionarse con un conservatorio tan prestigioso.

-Ese es el problema-bajó la voz y supe que se estaba moviendo-Arianne se nos está yendo de las manos-intenté interrumpir pero no me dejó- esto ya no es una simple investigación de asesinato, tenemos 5 chicas muertas que parecen asesinatos, 6 contando con el de tu tía, relaciones entre lo que parecen ser altos cargos y cárteres de la droga.

-Andrew lo sé pero...

-No Arianne, escúchame, esto es grande, muy grande, tenemos que hablarlo y dejarlo en manos más grandes...

Me incorporé en la cama:

-Andrew, ahora no, no podemos contarlo, sabes lo que significaría...mis padres, mis amigas...no Andrew por favor, un poco más-le pedí rogándole al cielo que me escuchase, ahora no podríamos parar.

-Arianne...

-Por favor, por favor Andrew...

-No lo veo claro...

-Voy a tu casa, lo hablamos con tranquilidad y lo planteamos de forma que estemos seguros...

-De que se investigará-me interrumpió el con un suspiro.

-Exacto.

-Está bien Arianne, pero tenemos que tener cuidado, esperemos que no hayamos llamado la atención.

-Y yo, Andrew y yo.

Colgué y volví a recostarme en la cama.

Sentí rabia e impotencia, no podíamos fallar ahora.

Si parábamos se que nunca conseguiría estar en paz.

Volví a mirar mi IPhone, si tenía que continuar yo sola, lo haría. Busqué el número que Dudy, el dueño del bar que frecuentaba mi tía, me lo había dado por si mecesitaba ayuda y le mandé un mensaje.

Necesito tu ayuda, ¿podemos vernos?

Esperé ansiosa la respuesta, no se si esto estaba bien, quizás estaba cometiendo una verdadera locura.

Claro, cuando quieras.

Suspiré al tiempo que Peterson entraba en la habitación con un par de tazas humeantes en su mano.

Decidí olvidarme momentáneamente de todos mis problemas y dedicarme únicamente a deleitarme con Peterson.

-Gracias-dije mientras cogía la taza de sus manos. Él me sonrió.

Nos quedamos unos segundos en silencio mientras esperábamos a que se enfriase.

-¿Hablabas con alguien?-dijo de repente.

Lo miré sorprendida y el pánico me asaltó. ¿Había escuchado?

-Sí, con un amigo-murmuré tratando de ser esquiva.

Asintió dando un sorbo:

-¿Mike?-inquirió clavando sus pupilas en las mías.

Reí divertida, porque parecía celoso.

-No, Mike no tiene móvil.

-¿No?

-No-aseguré, dándome cuenta de qur hacía por lo menos una semana que no lo veía.

Me sentí mal, era una mala persona. Marqué el número de la residencia.

-Ahora que lo dices, hace tiempo que no hablo con él.

No me cogieron el teléfono.

-Que raro...no me atendieron.

Peterson sonrió.

-No sé a dónde llamastes, pero son las 7 de la mañana, todo el mundo duerme.

Lo miré y me sentí estúpida.

-Vaya...tienes razón...-me llevé una mano a la cabeza, mientras me sonrojaba profundamente.

Él comenzó a reír, haciendo mi sonrojo más pronunciado.

-Eres tan tierna-dijo revolviéndome el pelo, ya de por sí enredado.

Nos quedamos en silencio mientras nos mirábamos.

-¡Arianne ya estás despierta!¿Cómo te encuentras?-dijo mi madre entrando apresurada a la habitación y dándome un abrazo.

-Sí, mamá estoy bien.

-No lo había pasado tan mal desde que te mordió aquel pez...

Entró Paul y mi hermana. No me pasó desapercibido que Peterson se irguió frente a la mirada de mi padre:

-Es que contigo no hay manera, siempre provocando infartos-me reprendió mi padre cruzándose de brazos-¿Cómo te encuentras?

-Bien, me molesta un poco pero es como si tuviera una herida normal.

-Es que tienes una herida normal, te molestará un poco hasta que se cure, pero puedes hacer vida normal, incluso meterte en el mar...

-¡No!-dijo Peterson, todos lo miramos-Digo...¿seguro?

Mis padres comenzaron a reír:

-De esta matas al pobre Eric de un infarto-dijo mi madre, apretando mi mano en un gesto cariñoso.

-Sí ya veo que se ha portado muy bien, dime...¿qué tal dormistes con los chicos en la habitación?-le preguntó Paul apretando su hombro-¿Leo roncó mucho?

Peterson abrió los ojos sorprendido y me miró buscando auxilio, asentí levemente:

-Bueno...un poco sí la verdad.

Mi padre lo miró complacido:

-Bien, ¿vamos a desayunar?

-Sí, tengo hambre-dije llevándome una mano al estómago.

Peterson se acercó a mí:

-¿Puedes caminar?

-Síp...-me intenté levantar, pero me tambaleé un poco. Él en seguida me sujetó.

Le sonreí agradecida:

-Gracias.

Mi padre carraspeó.

-Arianne ven conmigo, voy a limpiarte la herida-dijo mi hermana tirando de mi hacia el baño-¿Podéis ir preparando el desayuno? Eric, ¿por qué no vas a dspertar a los chicos?

Asintieron, mientras me dejaban a solas con mi hermana.

No sabía bien como tratarla. Tenía recuerdos de ella gritándole a Peterson para que me metiese en la bañera.

-Estás teniendo mucha suerte-dijo ella mientras extendía una crema-No sabes dónde te metistes.

Me miró intensamente y me dio la sensación que no hablabamos de mi herida.

-Parecía seguro-contesté yo confundida, pero siguiéndole un poco el juego.

-Nunca nada es lo que parece-murmuró ella, volvió a mirarme y las paredes de la habitación comenzaron a cerrarse a mi alrededor.

De repente se me formó un nudo en la garganta.

-No entiendo.

-Tuvistes suerte de que fuésemos nosotros y no otros los que te vimos, quizás no hubiesen reaccionado bien.

Asentí lentamente:

-Tengo suerte de que sabes cuidarme.

-Sí, pero no siempre voy a estar a tu lado cuando me necesites.

-¿Qué me recomiendas?-pregunté sintiéndome mareada de nuevo. ¿Con quién estaba hablando?¿Qué estaba pasando?

-No te metas en cosas que no alcanzan tu comprensió, la próxima vez que veas una ola, puede que no sea tan cuidadosa y te arrastre.

Las lágrimas de rabia se acumularon en mis ojos. ¿Cuándo habíamos dejado de hablar de corales? ¿Y por qué ella sabía algo que no fuesen corales?

-¿Y qué hago?

-Una vez que la ola te atrapa ya no puedes salir, tienes que encontrar la forma de escapar de la corriente-me miró y parecía tan fría que me asustó.

-Lea...

-Arianne, tienes que saber que hay gente que te quiere y que nunca te hará daño, pero descubrirás que más cerca de lo que piensas están aquellos que te traicionarán.

-No lo entiendo-sollocé, ella me miró con ternura y me abrazó.

-Ya lo sé peque, ojalá nunca te hubieses metido en ningún coral venenoso.

-Ojalá...-dije sintiéndome de pronto estúpida, queriéndome hacer mayor y fingiendo ser alguien que no soy.

-Estás sobre una cuerda, deberás ser capaz de mantener el equilibrio, si no, caerás al vacío y los arrastrarás a todos-no entendía nada de esta conversación, pero algo estaba claro, me estaba advirtiendo de que algo iba a pasar si no era cuidadosa, eso mismo me había advertido en su momento Philip Scalia al contarme todo aquello.

-Tengo miedo Lea.

-Es normal que lo tengas, yo también lo siento.

Nos quedamos unos minutos en silencio antes de volver a la cocina, me eché un poco de agua en la cara y sonreí, igual hizo Lea.

Estaba confundida ya no sabía nada, pero ella me trataba como si lo supiese todo.

¿Qué está pasando que yo no me estoy enterando?

-¿Estás bien Ari?-dijeron las chicas chillando a mi alrededor mientras me abrazaban.

Les sonreí, viéndolas así un nuevo miedo me asaltó. Me giré hacia todos los presentes y los miré con cariño:

¿Y si los arrastraba al vacío?

Lea me miró como si supiese en que estaba pensando, me sonrió y gesticuló despacio:

Mantén el equilibrio

-¿Ma belle estás bien?-me preguntó Peterson tendiéndome un vaso de zumo de naranja.

Tardé en reunir el valor para volver a hablar:

-Perfectamente, solo tengo hambre.

Tiró de mi mano hacia la mesa, dónde mis primos, mis padres, mis amigas, mi hermana y ÉL hablaban y hacían bromas respecto a accidentes míos en mi infancia.

No estaba molesta, solo asustada de caerme.

No puedo decir que los días siguientes lo pasé mal, porque estaría mintiendo.

Bailamos al Zumba, observamos las estrellas, vimos más películas, hicimos collares, camisetas...

Fue un mini-campamento como el resto de veranos.

Incluso Lea volvía a ser Lea, no volvimos a tocar el tema, pero con miradas nos bastaba.

Yo no bajé más a la playa, alegando tener miedo, pero en realidad lo único que quería era estar sola.

Peterson y las chicas insistieron en quedarse conmigo, pero los convencí para que ellos siguieran pasándolo bien aunque yo no estuviese.

-Mira que bonito-dijo Ivy tirándose en la cama con un collar de conchas en la mano.

-La verdad es que sí-la apoyó Gabi sentándose junto a ella.

-Se lo daré a Dani cuando vuelva-hizo una mueca triste- Lo echo de menos...

Abbie le tiró una almohada:

-Pero si solo han pasado unos días y además hablas con él a todas horas...

-Pero los mensajes tardán en llegarle porque no hay buena cobertura...

Lydia comenzó a reír:

-Mira que eres dramática Ivy...

-Claro como tú tienes a Max..-comenzó a hacer sonidos de besitos mientras abrazaba a un peluche-Max bebé hay algo en el fondo...tengo miedo abrázame-hizo más sonidos de besos hasta que Lydia le lanzó una almohada y cayó hacia atrás.

Era imposible no reír viendo a Lydia encima de Ivy, asfixiándola de broma con una almohada reprochándole que era una mala amiga.

Cerré el libro que tenía en mis manos y me acerqué para tirarme en la pirámide que habían montado sobre Ivy.

No llegué a tiempo cuando ella se separaron mirándome. Se sentaron sobre la cama a la misma vez, cruzándose de brazos.

-¿Y tú Ari?-dijo Abbie sonriendo maligna.

-¿Yo?-dije asustada de repente.

-Sí tu...no creas que no sabemos lo de Eric-dijo Gabriela sonriendo como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

-¿Eric?-pregunté haciéndome la tonta.

-Sí, no te creas que no te vimos abrazada a él...-se burló Ivy abrazándose a Lydia.

-¿No era que no teníais nada?

-Y no lo tenemos-suspiré, ojalá chicas ojalá... La tristeza me abordó y la energía y las risas del momento se marcharon.

Ellas me miraron serias:

-¿Cuál es el problema?-preguntó Abbie sentándose a mi lado.

-Ya sabéis como es Eric...-miré a Lydia, sentada en frente mío-No te ofendas Lydia...

-No tranquila ...ya lo conocemos...

-No quiero ser su juguete nuevo y que luego me deje de un día para otro.

-No es por salir en defensa de mi hermano, pero creo que lo tienes realmente cogido por las pelota...

-Lo entendemos Lydia-dijo Ivy riendo divertida.

-Bueno, a lo que vamos, no ha llevado a ninguna chica a casa y tampoco a salido con sus amigos...

-Dani me ha dicho que está fuera del mercado ahora mismo...-añadió Ivy, luego bajó la voz-Salió del mercado por ti Ari...

-No lo sé Ivy...no lo veo claro...-murmuré, yo no me veía en una relación con él..no soportaría que coquetease con el resto.

-Yo te entiendo Ari...-dijo Gabi saliendo en mi defensa-Sabemos que Eric es un pendón que se liga todo lo que tenga pechos-se formó un nudo en mi garganta solo de imaginar....-yo si estuviese en tu lugar también desconfiaría...

-Pero tendríamos que darle una oportunidad al pobre...-dijo Ivy, Lydia la apoyó con un gesto de cabeza.

-Pues tendremos que ponerlo a prueba...-exclamó Abbie sonriendo como si hubiese descubierto la solución a todo.

-De vuelta a la rutina-dijo Lydia mientras cogía algunos libros de la taquilla.

-Si...-murmuré yo observando a Peterson con Lauren en una esquina. El plan había comenzado.

Los días en la playa habían sido maravillosos pero ya se habían acabado, ahora tendríamos que conformarnos con los exámenes y las tareas.

-Parece que el plan funciona-dijo Ivy acercándose a nosotras de manos con Dani, al que le habíamos contado lo que habíamos pensado.

Peterson parecía incómodo y no tardó mucho en librarse de mi compañera de equipo cuando nos vio.

Me sentía aliviada de que no hubiese cedido a los coqueteos incesantes de Lauren.

-Buenos días chicos...-dijo Peterson sonriéndome-Hola ma belle...

-Hola-murmuré devolviéndole el gesto.

-¿Ya lo teneís todo pensado para vuestro cumpleaños?-preguntó Abbie curiosa.

-Sí-Lydia parecía emocionada-Todo está perfecto.

Parecía mentira que tuviesen un año más que yo y que este fin de semana lo cumpliesen.

-¿A quiénes habéis invitado?

-Bueno... a la mitad del instituto-dijo Lydia sonriendo con culpabilidad.

-Y la otra mitad se autoinvitará seguro-añadió Peterson con una mueca cansada, ignorando a la chica de último curso que le sonreía apoyada en la pared.

-Será una fiesta inolvidable-dijo Lydia dando un saltito emocionada.

-¿Y vuestros padres?-pregunté yo, evitando la mirada de Peterson.

-Se irán con mis hermanos a la casa de mi abuela-los miramos incrédulos-Lo sé, son los mejores.

-Señor Drudy-dije sentándome frente al hombre que supuestamente me ayudaría. Él me sonrió con calidez y llamó al maître para que nos atendiese, habíamos quedado para cenar en uno de sus restaurantes.

Vestía un impoluto traje blanco y me miraba divertido, analizando mi expresión.

-¿Te faltan muchas piezas del rompecabezas?

Negué dando un sorbo a mi copa con agua.

-Al parecer nada es lo que parece-dije intentando parecer confiada- Dígame, ¿es usted de los buenos o de los malos?

-No soy un ángel, tengo que reconocerlo, pero soy aquel del que no te tendrás que preocupar de que te mate por la espalda.

-Eso es bueno-murmuré, el sudor frío me recorría.

-Entonces ¿de qué quieres hablar?

-Hábleme de Aleksi Kozlov-pedí sintiéndose extraño decir su nombre.

Sonrió ladino y cogió su copa de vino.

El fin de semana llegó antes de lo que me esperaba.

Había estado demasiado ocupada con Andrew, entrenamientos y exámenes.

Mi Iphone sonó, Andrew, no había hablado con él desde mi cena con Drudy.

-¿Andrew?

-Hablastes con él-dijo fríamente.

-Sí, ¿me tienes vigilada?-contesté igual de fría.

-¿Por qué no me lo dijistes?

-No has contestado a mi pregunta.

-Claro que te tengo vigilada, estamos metiéndonos en un lugar peligroso.

Bueno saberlo Andrew.

-Sabes que contigo delante no soltaría nada.

Además, no te gustaría el tema central de conversación.

Se produjo un silencio

-Es peligroso-dijo suavizando el tono.

-Pero efectivo.

-¿Averiguastes mucho?

-No mucho, pero lo que me contó sin duda fue bueno.

-Ya quedaremos, descansa y pásatelo bien pequeña valiente, no es seguro hablar por aquí...

-Está bien, gracias y lo mismo digo, hablamos luego.

Suspiré, sin duda, me merecía un buen descanso.

Decidí ponerme un vestido rojo, ya que era el color favorito de Peterson.

Me maquillé un poco y me coloqué unos tacones.

Me miré en el espejo, estaba presentable, incluso diría que mona.

Cogí sus regalos y esperé a que Ivy me recogiera para ir a la fiesta.

-¿Preparada?-dijo Ivy sonriéndome emocionada.

Estaba nerviosa, Peterson había cumplido con el plan, no había cedido a ninguna chica ni a sus descarados coqueteos.

¿Qué como habíamos hecho que todas se le insinuasen a lo bestia? Lydia llegaba y les decía, creo que mi hermano está interesado en ti.

Siempre funcionaba.

Y  habíamos llegado a la conclusión de que si Peterson no cedía aún teniendo a medio instituto sobre él, es que realmente merecía la pena.

Así que era hora de hablar seriamente, al parecer sí que me quería y yo a él también así que...

Le diría para intentarlo.

Sí, wow, me iba a declarar a un chico.

Él era lo que necesitaba, ese soplo de aire fresco que me invita a seguir sonriendo.

Probablemente la Arianne de hace unos meses no se hubiera atrevido, y me hubiese llamado loca, pero esta Arianne se ha atrevido a meterse en un club de mala muerte dónde tuvo que seducir a un viejo verde probablemente con tantos negocios ilegales para que a un juez le de un infarto.

Y ahora ese viejo verde era mi 'amigo' sus palabras textuales No me dispararía por la espalda.

La casa de los Peterson estaba hasta arriba de gente y de luces de colores.

Saludé a las chicas, felicité a Lydia, nos pusimos las pulseras con un colgantito en forma de Pizza con la palabra BestCrazyGirl pero no duré muho con ellas ya que prácticamente me empujaron para que buscase a Peterson y hablase con él.

Lo busqué entre la multitud, sintiendo mis nervios crecer como mariposillas volando.

-¿Dani has visto a Peterson?-pregunté cansada de dar vueltas por su salón.

-La última vez que lo vi estaba intentando escaparse de Lizzie. Ve y sálvalo.

Sonreí, oh mi pobrecito, tranquilo, ya esto se acabará.

Fui a la cocina y allí estaba Lizzie...con Petersoncontra el muro ...¿¡besándose!?

Como no.

El peso del mundo cayó sobre mí y tuve que sujetarme a la pared para no resbalarme y caer patéticamente.

Necesitaba aire.

Salí al jardín y fui lo más alejado posible de la atronadora música y de los adolescentes dándose cariño.

Me sentía herida, rota y muy furiosa, ¿por qué tuviestes que cagarl*a justo al final, jod*r?

Apreté los puños para evitar temblar de rabia...y de tristeza, las lágrimas no tardarían en aparecer.

Pero ya me daba todo igual.

¿Qué pasará ahora?

¿Por qué siento como si me estuviesen clavando una espada en el corazón?

¿Esto es amor?

Sin girarme ya sabía que el estaba justo detrás:

-¡Feliz cumpleaños!-dije mordaz, aún de espaldas,mirando a la nada-Te lo estabas pasando bien...¡continúa!, por mi no te cortes.

-Ma belle, no, te juro que se abalanzó sobre mí no pude evitarlo....

-Basta Eric, cuéntaselo a otra.

-¡Es la verdad!

-¿Qué quieres de mi Eric? Te lo he dado todo-le grité fríamente y sin mirarlo,ni girarme- Me he entregado a ti,te he dado mi tiempo,mi alegría,mis risas,mis llantos, mis sueños e incluso mis secretos-sentía un gran nudo en mi garganta que apenas me dejaba respirar-Ya no tengo nada más,déjame en paz-le pedí llevando mis manos a mi cabeza. Él se acercó a mí,no retrocedí,pero tampoco lo miré.

-Ma belle yo...-dudaba,se pasó la mano por el pelo nervioso.

-¿Qué más quieres?-susurré

-Quiero darte un beso.

Nos quedamos en silencio, fue suficiente para que todo en mi interior acabase de hacerse pedacitos.

-Pídeselo a Lizzie-dije con la voz entrecortada. Pasó sus manos por mis brazos.

-Ella no es ma belle, solo tú lo eres, solo a ti quiero darte un beso- me abrazó por la espalda- ma belle...yo te quiero.

Me giré juntando nuestras frentes. Estaba oscuro y hacía un poco de frío, pero mi cuerpo parecía estar concentrado solo en él.

Siempre en él.

-No podemos seguir así Eric..

No pude continuar porque sus labios estaban sobre los míos.

Me aferré a él como si mi vida dependiese de ello. Lo quería, lo necesitaba....pero se siente todo tan incorrecto.

Sus manos en mi cintura, mis brazos en sus hombros, su lengua, jugueteando con la mía...

-Eric...-dijo una voz a mis espaldas. Nos separamos inmediatamente, Lydia estaba a unos metros.

-¿Qué pasa Lydia?-murmuró fastidiado aún sin soltarme.

Lydia no se movió.

-Son papá y mamá, acaban de llamar...-dijo en un sollozo. Me desprendí de los brazos de Peterson para acercarme a ella, que al parecer lloraba.

-¿Lydia estás bien?

Cayó de rodillas en el suelo y corrí lo más rápido que pude con los tacones.

-¡Lydia! ¿Qué ha ocurrido?

-Un accidente....ellos....están en el hospital....ella no ha sobrevivido,murió en el acto...él está en el hospital...

El pánico fluyó por mis venas.Peterson se acercó corriendo:

-Lydia ¿quienes?

Lydia se mantuvo en silencio unos segundos, solo se oían sus sollozos.

-Jean y Lorena.

Holaaaaa
Bueno, revelador el capitulillo ¿eh?

Las cosas se van liando poco a poco, nada es lo que parece...

Se me partió el corazón, os lo juro.

No me matéis, pero el próximo domingo no subiré, me explico, soy una persona normal y tengo exámenes además de partidos, así mismo estuve releyendo los primeros capítulos y puaj, que asco, voy a editarlos un poco.

Y los capis que vienen son importantes y tengo que escribirlos bien, asi que ...

Estaos pendiente de mi estado porque iré comentando como va el próximo capi...

Sumeeer os quiere, aunque ustedes a mi no...

Jejejejje....besooooos.

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

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