Yuuei
𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍
Totalmente innecesario. Al menos eso lo creía.
Vincentt se encontraba en uno de los autos blindados de última generación, tenía a Zattoru como piloto de aquél vehículo que estaba en camino a la Yuuei. Detrás de ellos estaban un autos de la misma caña, pero dentro de uno se encontraban los tres jóvenes teniendo de copiloto a Zukuna y dentro del otro que estaba adelante, se encontraban Kento y Toji.
Podían ver a lo lejos a la multitud de periodistas en la entrada de la academia para héroes.
Esta sí era una entrada triunfal.
- Qué me costaba venir en bicicleta. - susurró el pelirrosa mientras se desparramaba en el asiento trasero como gelatina.
- Venga~ eres un príncipe. - respondió Zattoru con una sonrisa ladina.
-Pero no estoy en Alcia y es algo vergonzoso. Probablemente nadie me conozca y me traten de creído o subidito. - hizo una cómica rabieta en su lugar para luego suspirar. - Ya qué, tengo que representar Alcia, aquí no es como allá, la diferencia y lo desconocido crean temor y conflictos, estoy preparado.
Zattoru lo observó desde el espejo retrovisor con una sonrisa, contempló al joven acomodarse su traje y capa, debido a que tenía un puesto era importante mantener cultura. El rostro del heredero se tornó serio, resaltando sus facciones más finas y expresando su madurez por medio de su atractivo.
Era increíble como una mirada de determinación podía cambiar toda una imagen.
El peliblanco quería tomarle fotos, como si fuera el primer día de escuela de su niño, pero se aguantó. Probablemente tendría muchas de los periodistas.
Llegó al lugar primero el auto delantero, del cual salió rápidamente Zukuna uniformado de traje junto a los tres jóvenes. Tenían que esperar el auto del príncipe para escoltarlo, no podían saber si se encontraba algún infiltrado entre los entrevistadores.
El auto del príncipe llegó poniendo alerta a todos en ese lugar.
Era algo cómico porque los alumnos de la Yuuei se quedaban a ver y otros entraban confundidos.
Zattoru fue el primero en salir de aquél vehículo, se dirigió hasta la puerta derecha trasera, los demás ya se encontraban parados haciendo un muro humano para que ninguno pueda lastimar al pelirrosa. El peliblanco al ver a todo el escuadrón se dispuso a abrir la puerta, extendiéndole una mano al príncipe el cual la aceptó gustosamente.
El bullicio de las preguntas abrumaban un poco sus sentidos, pero aún así se mantuvo firme y determinado, denotando esa aura real y superior inconscientemente. Apenas salió del auto se sintió un poco presionado por la cantidad de cámaras y flashes, para su suerte tenía al escuadrón como escolta.
Quizá no era tan innecesario como creía en un principio.
Tenía a Zattoru y Zukuna en frente, a Yuuji en la izquierda y Mequmi en la derecha junto a Novara, Kento y Toji detrás de él, todos lo protegían y eso le hacía sentir menos indefenso en ese país.
- ¡Príncipe! ¿Cómo se siente estar en Japón por primera vez? - escuchó a lo lejos, quizo responder pero había mucho ruido, hizo una mueca.
Toji notó eso de inmediato por lo que levantó su mano derecha cerrándola en un puño mientras pronunciaba un grave e intimidante silencio.
Todos los que antes hacían preguntas, ahora se encontraban en silencio intimidados y sintiendo un miedo indescriptible, era aquello parte del quirk.
- Gracias por eso, Toji. Respondiendo a una pregunta ¿Canal Héroes? Me siento complacido de estar en Japón, me siento un poco nervioso e inseguro, pero eso no quiebra mi espíritu determinado. Tengo un propósito aquí, convertirme en el mejor héroe. ¿Alguna otra pregunta? Aprecio que estén aquí, los bendigo en nombre de Alcia por darme esta importancia, sin embargo...no quiero llegar tarde. - soltó una risa baja mientras hablaba con propiedad.
Los periodistas sintieron un prado de flores al escucharlo hablar, su voz era suave aunque firme, sublime, expresaba paz y ni hablar la elegancia con la que se expresaba. Alcia era una cosa diferente.
Los escoltas del príncipe sonrieron con orgullo, ellos también habían experimentado eso la primera vez que lo conocieron.
Después de todo Vincentt había sido criado con principios, dulzura, amor y educación, todo eso lo expresaba de alguna manera.
-¿Puedo hacerles yo una pregunta a ustedes? - preguntó con los brazos cruzados detrás de su espalda y una sonrisa. Los periodistas asintieron. - ¿Qué lugares me recomiendan que tenga buena comida?
Les adelanto esto.
Continuaré con la historia. (!!)