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EL CUMPLEAÑOS
DE CEDRIC
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𝙳𝙴𝙳𝙸𝙲𝙰𝙳𝙾 𝙰: miche_diggory
𝙿𝚘𝚛 𝚜𝚎𝚐𝚞𝚒𝚛 𝚕𝚎𝚢𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚌𝚝𝚒𝚟𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚕𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 ❤️
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El cumpleaños de Cedric. Una fecha importante en la vida de ____________ Brooks, pues era el día de celebrar al chico más increíble del universo, del chico que la había vuelto a la vida y le había enseñado un sin fin de cosas; los días iban pasando y el cumpleaños de Cedric estaba cada vez más cerca, ya solo faltaban dos días, ¡dos días!. ____________ no tenía ni la menor idea de lo que iba a preparar para Cedric.
Tenía que ser algo especial por ser su último año en Hogwarts, los años anteriores ella solamente le había regalado algo o se habían sentado a comer delicias que ____________ pedía a algún buen elfo doméstico que preparara para Cedric, porque ella se conocía y sabía que si tocaba algo, quemaría todo, afortunadamente, los elfos de las cocinas la adoraban y le ayudaban siempre en ese tipo de cosas.
Pero no, este año tenía que ser algo diferente, algo especial, algo que Cedric no olvidara nunca, ____________ se sentía empeñada en lograr eso, pero no sabía cómo, tenía mucho que agradecerle al ojigris, pero no sabía cómo... Empezaba a frustrarse y eso se notó en su clase de Aritmancia, porque aunque eran los dos primeros periodos, se equivocó olímpicamente en predecir la próxima luna llena del mes –que era en lo que consistía el trabajo en clase–, e incluso Hermione Granger, que se sintió mal por ella, le ayudó dejándola copiar su texto para que la profesora Vector no la regañase, aunque, al final terminó pasando.
—Brooks. —la llamó la profesora Vector al final de la clase, la pelinegra se acercó tímidamente— No sé qué te suceda hoy, pero sea lo que sea, arréglalo. En el TIMO no puede haber margen de error, espero que los deberes no vengan mal predecidos porque te costará doble cantidad la próxima clase.
Advirtió la profesora Vector, aquello asustó a la pelinegra, había que ver lo despistada que era, sumado a lo que Cedric provocaba en ella. Pero supuso que eso era lo que pasaba cuando uno estaba... Cuando uno estaba muy enamorado.
—Si, profesora. No se va a repetir, perdone —se disculpó la pelinegra apenada
—Eso espero, Brooks, hasta luego.
Dicho eso, la pelinegra salió corriendo del salón para ir a su clase de Transformaciones, porque iban a repasar el encantamiento Permutador y la pelinegra en serio quería demostrarle a la profesora McGonagall que había mejorado mucho más desde la última vez que le prestó atención a sus encantamientos permutadores. Por lo que corrió junto con Delamine para llegar a tiempo a la clase, la cual fue un verdadero desastre, aunque no por culpa de la pelinegra, sino por Hannah, que se había puesto tan nerviosa, que había causado un verdadero desastre en el salón.
—¿Qué le darás a Cedric este año? —le preguntó Ernie cuando salían de clase de Herbología
—¡No lo sé! —explotó la pelinegra mordiéndose la uña del dedo medio, debido a la ansiedad que sentía— Le compré un kit nuevo de cuidados para su escoba y un libro sobre magos famosos, bueno, en realidad es el tomo dos del libro que le regalé el año pasado, pero no sé si le vaya a gustar, siempre le regalo libros o cosas por el estilo...
Hannah le dio un manotazo a la pelinegra para que dejara de morderse las uñas.
—¡A ver, mujer, para tu tren! —le riñó Delly propinándole un codazo en las costillas para que dejara de hablar tan de prisa— A Cedric le viene valiendo un cacahuate lo que le regales, ¡porque el regalo se lo estás dando tú, y es todo lo que le importa!
_____________ se quedó callada ante el comentario de su mejor amiga, jamás se había puesto a pensar en esa parte, porque por lo general, se tardaba horas seleccionando minuciosamente el regalo que le daría a Cedric, porque siempre sentía que debería ser algo que le fascinara al ojigris.
—Si, además él es feliz sólo con verte, lo sabes —aportó Hannah un poco más calmada con su pequeño triunfo en Herbología— plántate en su dormitorio ese día y dale un buen beso, verás si deja de sonreír.
—O puedes hornearle pastelillos, siempre funcionan los pastelillos, o al menos eso es lo que dice mi mamá —dijo Ernie alzando los hombros
—Claro y como sé hornear —dijo sarcásticamente la pelinegra
—Espera, ¿sabes hacer una pasta perfecta, pero no sabes hornear? —se burló Terry riendo
—¡Cállate! —chilló la pelinegra desesperada
—Vale, vamos a calmarnos todos, —se interpuso Delly, siendo la cabeza fría del grupo, como siempre— lo mejor será que dejes de pensar en eso, _____________, siempre se te ocurren las ideas más brillantes cuando dejas de pensar en eso.
—Esmeralditas tiene razón —dijo Ernie sonriendo
—¿Por qué le dicen “esmeralditas”? —quiso saber Terry confundido
—Sus ojos —respondieron Hannah y Ernie al mismo tiempo
—Oh —respondió Terry riendo de la cara de Delamine
Todos rieron. La clase de Cuidado de Criaturas Mágicas fue súper interesante para ____________, siguió el consejo de Delly y dejó de preocuparse tanto por lo de Cedric, lo cual le fue fácil en cuanto vio los bowtruckles que la profesora Grubby-Plank tenía preparados para esa clase, la actividad consistió en observarlos atentamente y hacer un dibujo de ellos.
La pelinegra se encariñó demasiado con su bowtruckle en menos tiempo del que nadie imaginó, la parte divertida fue hacer el dibujo, pues la delgaducha criaturita hacía diversas poses divertidas para la pelinegra, lo cual la hacía sonreír; quince minutos antes de que la clase acabase, la pelinegra le estaba entregando su dibujo a la profesora.
—Excelente trabajo, Brooks —la elogió la profesora con una sonrisa— es lo más rápido que he visto que un bowtruckle se encariña con un humano.
____________ no pudo evitar sonrojarse de lo feliz que se sentía— Pues gracias...
—Aunque sabes que no puedo dejar que te lo quedes, ¿verdad? —comentó la profesora Grubby-Plank sonriendo
—¿Qué? —inquirió la azabache frunciendo el ceño
La profesora señaló el hombro de la pelinegra, ella giró la cabeza para encontrarse con nadie menos que el pequeño bowtruckle que había dibujado, estaba sentado en su hombro mientras se aferraba a su túnica, la azabache miró apenada a la profesora, quien soltó una risa. ___________ se apresuró a dejar al bowtruckle en el caballete donde la profesora los tenía, pero el animalito no quería soltarla.
—Anda, pequeño, ve con tus amigos —insistía la pelinegra alejando a la criaturita de ella- no seas necio, no puedo llevarte conmigo, aunque quisiera...
El bowtruckle quería regresar con ella, pero entonces, a la pelinegra se le ocurrieron dos cosas, una para alejar al bowtruckle y otra para Cedric.
—Vendré a visitarte, lo prometo —susurró la pelinegra sonriendo
La criaturita emitió un chillido, posteriormente regresó al árbol más cercano, perdiéndose de la vista de la azabache, que se despidió de la profesora y emprendió el camino de regreso al castillo con sus amigos para la hora de la comida, se sentaron todos juntos en la mesa de Hufflepuff, hablaron y comieron mientras repasaban Encantamientos, luego, ____________ les contó su plan para el cumpleaños de su novio.
—Nos vemos chicos, debo buscar a los amigos de Cedric para la sorpresa —informó la pelinegra tomando su mochila
Sus amigos asintieron sonriendo, luego la azabache salió corriendo para buscar a los amigos de su novio, sabía que los encontraría en los jardines, o por lo menos a Maxton y Harvey, que seguramente estarían estudiando, a Yancy se lo diría aquella tarde luego del entrenamiento de Quidditch, cuidando que Cedric no se enterara. Una vez que hubo cumplido su cometido, se dispuso a realizar todos los preparativos para el cumpleaños del ojigris.
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Cedric se despertó a la misma hora de siempre, aquella mañana tan emocionado como en años anteriores, pues era su cumpleaños, y, aunque no encontró a sus amigos en el dormitorio, como de costumbre, se topó con dos regalos al pie de su cama, uno era de sus padres, que era una nueva escoba. El otro regalo era de parte de Hilda Brooks, la madre de su novia, el cual consistía en una chaqueta negra de piel de dragón, que tenía el escudo de Hufflepuff en una de las mangas.
El ojigris sonrió, era bastante reconfortante saber el cariño que la madre de su novia le tenía, al ver su reloj se dio cuenta de que debía correr o se le haría tarde para desayunar, así que guardó su nueva escoba y su chaqueta, se puso el uniforme y fue a desayunar, donde se encontró con sus amigos, que actuaron como si no supieran qué día era, lo cual se le hizo extraño, pero al mismo tiempo le restó importancia, pues de cualquier forma sabía lo ocupados que estaban todos con los EXTASIS, incluso a él se le había olvidado por un momento que era su cumpleaños.
—Joder, no entendí nada de lo que dijo la profesora Trelawney —se quejó Maxton con preocupación en la voz
—La numerología no es tan complicada, Max —dijo Harvey sonriendo
—¡Eso dices tú! —recriminó Maxton entrecerrado los ojos
—Ya, niños, de cualquier forma, tienes todo el año para entenderle —añadió Yancy calmadamente
Cedric escuchaba lo que sus amigos decían, pero estaba más concentrado buscando a su novia con la mirada, normalmente cuando él salía de Adivinación, ella iba corriendo a su clase de Runas Antiguas, por lo que casi siempre se cruzaban en los pasillos a esa hora, sin embargo, por más que la buscó, no la encontró. No pudo evitar desilucionarse un poco, sabía lo despistada que era su novia, además, ella seguro estaba demasiado ocupada con los TIMOS, así que con ese pensamiento, le restó importancia al asunto.
—Por cierto, he pensado que podemos intentar una dopplebeater en el entrenamiento de mañana —dijo Yancy cuando estaban en clase de Herbología
—No es una mala idea, si crees poder hacerlo con Tamsi, pues no hay problema —dijo Cedric concentrado en su labor de lidiar con la tentácula carnívora para que Harvey pudiera extraer las partes que servían para el trabajo que les había puesto la profesora Sprout
—Ya, ¡muévete Cedric! —exclamó Harvey saltando a un lado antes de que la planta le comiera la mano
Cedric, hábilmente, se alejó de los tentáculos de la planta, que se quedó ahí intentando comerse a alguien o algo, por lo que Cedric realizó el encantamiento correspondiente para poder controlar a la tentácula carnívora, que se quedó apaciguada y atada en su maceta.
—Bien hecho, muchachos —los felicitó la profesora Sprout— ¡es todo por hoy, nos vemos la siguiente semana!
Ante aquello, todos se quitaron el equipo para la clase, los alumnos salieron del invernadero cinco con muchas quejas, especialmente de los de Gryffindor, porque aquellas plantas si que daban algo de terror, pero Cedric les tenía respeto, ya en una ocasión le habían mordido la mano, pero esa vez, él había aprendido a controlarlas.
Mientras él y sus amigos caminaban hacia su clase de Transformaciones, el ojigris divisó a lo lejos a los gemelos Weasley, así que se acercó a ellos corriendo para preguntarles por _____________, pues no sé la había topado en todo el día, ni la había visto en el desayuno.
—Hola, chicos —saludó el ojigris a los gemelos
—Diggory —saludaron ambos al unísono, un poco extrañados de que Cedric les estuviera hablando
—¿Han visto a ___________? —inquirió el ojigris de forma directa, de verdad tenía ganas de ver a su novia
—No habrán peleado de nuevo, ¿verdad? —respondió Fred con recelo
—No, nada de eso, o... Eso creo —dijo Cedric un poco nervioso
—Pues no la hemos visto, pero pensé que estaría prepa... —comenzó George con un gesto un tanto burlón
Sin embargo, si gemelo le dio un codazo en las costillas, cosa que se le hizo extraña al ojigris.
—Preparando un omelette —añadió George, o quizás Fred, Cedric jamás lograría distinguirlos como su novia
—¿____________ preparando un omelette? —respondió Cedric alzando una ceja, esa ni él se la creía
Había algo raro en el comportamiento de los gemelos, estaban pegados a una columna del pasillo, como si ocultaran algo, Cedric jamás había visto así a ese par, sentía que le preparaban una broma o algo por el estilo, por lo que decidió que lo mejor era salir de ahí, pero quería averiguar más sobre el extraño comportamiento de los amigos de su novia.
—Oye, niño bonito, ya sabes lo rara que es brillitos —dijo uno de los gemelos rodando los ojos
—Si, tú eres su novio, deberías saberlo —se burló el otro con una sonrisa
Cuando Cedric iba a replicar, se oyó un quejido que provenía de detrás de los dos chicos pelirrojos, Cedric frunció el entrecejo, entonces Fred miró mal a George.
—¿Por qué me pellizcas? —exclamó molesto el pelirrojo
Su gemelo lo miró como si estuviera loco, luego pareció comprender algo que evidentemente Cedric no comprendió.
—Yo no te he hecho nada —se defendió el otro
Y comenzaron a pelear entre ellos, por lo que Cedric, confundido, se dio la vuelta y se fue de regreso con sus amigos, que se pusieron a reírse del extraño encuentro de su amigo con los gemelos Weasley; la siguiente clase fue Transformaciones.
La clase fue bastante estresante para Cedric, porque le costó demasiado transformar su cerdo en escritorio, que era plano y sin dimensiones, parecía una de esas calcomanías que su novia tenía por todo su baúl escolar.
Y la clase de DCAO fue peor, Caroline Parker había vuelto a ser castigada por contradecir a Umbridge, el ojigris se sintió mal por su compañera, pues sabía por su novia, lo que aquella mujer le hacía a los que se iban a detención con ella, y parecía que lo disfrutaba.
Luego de castigar a Caroline, los puso a copiar el capítulo diez de su libro de teoría defensiva avanzada cinco veces, no era que a Cedric no le gustase trabajar, sino que esa mujer era una exagerada de primera, y eso era mucho viniendo de Cedric.
—Hombre, esa arpía es una maldita, y no es por ofender a las arpías, creo que una arpía es más linda que esa vieja bruja —se quejó Maxton cuando iban de salida de la clase
—Mira que no enseñarnos defensa cuando quién-ya-saben ha vuelto... Es como jugar a un partido de Quidditch sin saber volar —aportó Yancy sobando su mano— mis dedos se entumieron.
—No quiero ni imaginar cómo estará la pobre de Caroline en un rato, —dijo Harvey con una mueca— las marcas de Delly están horribles...
—Lo sé, pero no podemos hacer mucho, sólo apoyarla —dijo Cedric recordando cómo había quedado la mano de su novia luego de dos infernales castigos
—En fin, nos vemos, Cediboo, tenemos... Algo que hacer —dijo Maxton mirando algo de reojo
—¿No íbamos a comer? —inquirió Cedric algo extrañado de que Maxton tuviera que saltarse la comida
—No, es... Mi mamá, quiere... Me mandó un vociferador porque me terminé mi dinero en el tren —dijo Maxton haciendo ademanes con las manos, como si acabara de inventarse eso, y Cedric sabía que así era
—Yo voy a ver a Delly, iba a estudiar con ella en la biblioteca, porque... Es la única hora en la que coincidimos hoy —dijo Harvey sonriendo nervioso
—Y yo voy con Maxine, quedé de ayudarle a ensayar una finta muy buena —añadió Yancy señalando detrás de él con su pulgar
—¿Vale? —respondió Cedric extrañado
Sus amigos salieron corriendo como aire, sabía de sobra que todo lo que le habían dicho era inventado y que ninguno tenía algo que hacer, algo tramaban, sin embargo, le restó importancia, y antes de ir a comer, fue a su dormitorio a dejar su mochila para poder comer tranquilo.
Luego regresaría a hacer sus deberes, se sentó en la mesa de Hufflepuff y degustó su comida solo, buscó a su novia con la mirada, pero ella tampoco estaba ahí; al final terminó en el rincón de siempre en la sala común haciendo sus deberes, se le olvidó todo en cuanto comenzó a hacer su redacción de dos metros de pociones sobre los diversos venenos y antídotos del mundo.
Las horas se le fueron pasando entre más escribía, de pronto, alguien le tocó el hombro, el ojigris levantó la mirada para encontrarse con nadie menos que Keilly Anders –la pequeña niña que le ayudaba a enviarle notas a su novia– y con Malcom Pearce –el otro pequeño que la ayudaba con ____________–, aunque ya no eran pequeños, ambos iban en tercer grado y se estaban convirtiendo en todos unos adolescentes, los dos chicos le sonreían de oreja a oreja.
—Hola, chicos —saludó Cedric sonriendo— ¿qué sucede?
—Ven con nosotros —dijeron ambos chicos al unísono mientras se balanceaban levemente de un lado a otro— por favor, por favor...
Cedric soltó una risa, pero siguió a los dos muchachos, salieron de la sala común para después comenzar a caminar por los pasillos del colegio, subieron escaleras hasta el quinto piso.
—Chicos, ¿a dónde vamos? —preguntó Cedric confundido, no entendía nada
Ahora comprendía lo que seguramente sentía su novia cuando él le preparaba sorpresas, tanto misterio era mucho que digerir para una sola persona. Los dos chicos lo miraron sonriendo pero no le dijeron nada, siguieron caminando hasta que doblaron una esquina en la que estaba un salón vacío, del que se oían murmullos, Keilly lo detuvo.
—Cierra los ojos —le pidió Keilly sonriendo
Cedric, un poco nervioso, hizo lo que su pequeña amiga le dijo.
—¡No hagas trampa! —lo presionó Malcom con una risa cuando él abrió un ojo
Los dos lo guiaron por el pasillo, el ojigris oyó como los murmullos se acallaban, escuchó el chirrido de una puerta, luego dejó de sentir que tiraran de él, al tiempo que escuchaba que varias voces gritaban:
—¡SORPRESA!
El ojigris abrió los ojos de golpe, todos sus amigos estaban ahí, Maxton, Harvey y Yancy, el equipo de Quidditch, también Ernie Macmillan, Delamine Travers y Hannah Abbott, entre otras pocas personas más.
—Wow, chicos... —dijo Cedric anonadado
Arriba de sus amigos había un enorme cartel en color negro con letras amarillas que rezaba:
“¡Feliz cumpleaños, tejón de oro!”
Todos sus amigos se acercaron a abrazarlo, primero Harvey.
—Felicidades, hermano —dijo el rubio mientras lo abrazaba
—Gracias, Harv.
—¡Cediboo ya es un hombre! —exclamó Maxton abriendo sus brazos antes de abrazar al ojigris
Cedric rió con ganas, luego fue el turno de Caroline Parker.
—Felices dieciocho, Cedric —lo felicitó la pelirroja abrazándolo
—Gracias, Caroline —dijo el ojigris sonriendo
Después vino Maxine, que también lo felicitó, luego Connor, Tamsi Aplebbe, Ernie, Delly y Hannah, luego pasó Heidi.
—¡Felicidades, campeón de Hogwarts! —lo felicitó Heidi y posteriormente lo abrazó
—Gracias, Heidi.
—Felicidades, hermano —lo felicitó Yancy con un abrazo y una palmada en la espalda
—Gracias a todos —dijo el ojigris sonriendo, luego un pensamiento asaltó su mente— oigan, ¿de quién fue la idea?
Yancy y Connor –que estaban muy pegados y hasta ese momento, Cedric lo había notado–, sonrieron abiertamente al igual que todos, sus dos amigos se separaron lentamente dejando ver a nadie menos que ____________ Brooks, quien sonreía mientras alzaba los hombros, la pelinegra estaba radiante, aquel brillo singular adornaba los orbes chocolate pertenecientes a la azabache, Cedric sintió mariposas en el vientre, sonrió como atontado ante la visión de su novia ahí parada frente a él.
—Sorpresa —dijo la pelinegra agitando las manos mientras sonreía
—Ahora todo tiene sentido —comentó el castaño mientras ambos se acercaban el uno al otro
Se oyeron risas de todos los presentes, pero parecía que a Cedric y a _____________ no les importaba, de nuevo era como si solamente existieran ellos dos, el ojigris no se aguantó las ganas y cuando la tuvo a unos centímetros de distancia, el ojigris tiró de ella para besarla apasionadamente, después de todo, no la había visto en todo el día.
Besar a _____________ era como recorrer el universo, para Cedric siempre había sido así, y siempre lo sería, ella era su universo. Perdieron la consciencia de cuánto tiempo llevaban así, porque ya no estaban en aquel salón abandonado, sino en una galaxia muy, muy lejana, llamada “ellos”.
—¡Consigan un cuarto, niños! —gritó Maxton interrumpiendo el bello momento
Todos se desternillaron en risas, incluso el ojigris y la pelinegra se separaron riendo; posteriormente, todos se dispusieron a disfrutar de la comida que habían armado entre todos, todos habían tomado un poco de comida de las cocinas para ese momento, todo fue risas y diversión, Cedric se sintió muy feliz de tener amigos tan increíbles como los que tenía, y se sentía eufórico por tener de novia a ____________ Brooks, quien era la más asombrosa de todos.
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El fin de semana después del cumpleaños de Cedric llegó pronto, el ojigris y la pelinegra se encontraban tumbados en la hierba del campo de Quidditch, mirando las estrellas, se habían escapado de su sala común para hablar de cualquier cosa como era su costumbre, en un punto de la velada, que consistía básicamente en tirarse a ver las estrellas, la pelinegra terminó sentada con la cabeza del ojigris en su regazo, ambos observaban las estrellas mientras hablaban de Quidditch.
—¿En qué equipo quieres jugar? —le preguntó la azabache acariciando su cabello
Cedric sonrió, se sentía tan bien estar así...
—Pues, no lo sé aún, me enteré por Caroline de que Wood está en las reservas del Puddlemore United, —respondió el castaño acariciando una mano de su novia— pero las Avispas suenan bien, o los Montrose Magpies, son buenos.
—Lo siento, cariño, prefiero a las Avispas, aunque si hubiera sabido desde siempre del Quidditch, me uniría a las Arpías de Holyhead —bromeó la pelinegra sonriendo
—Creo que podrías hacerlo, —dijo Cedric riendo— de hecho me extraña que no te presentaras a las pruebas este año, como habíamos hablado...
Cedric notó como su novia desviaba la mirada, la escuchó suspirar pesadamente, luego sintió como jugaba con su cabello sin hacer algún otro ruido o comentario, algo andaba mal.
—Bueno, el equipo está completo, en todo caso —comentó simplemente la pelinegra— además, sería raro que me eligieran, soy la novia del capitán del equipo...
—Nena, ya habíamos hablado de eso antes... —la interrumpió el ojigris enderezándose para verla a los ojos— Te he visto jugar, no lo digo porque seas mi novia, en serio eres bastante buena, te podría haber puesto en las reservas...
—Ced, en serio estoy bien así, tengo suficiente con todo lo que dicen de mí y de Harry, no necesito que a todo eso se sumen los cotilleos de que me eligieron por ser la novia de Cedric Diggory, el campeón de Hogwarts, delegado y capitán del equipo de Hufflepuff... —soltó la pelinegra con aire cansino— De verdad que tengo suficiente en mi vida con ésto que está pasando. Además...
Añadió la azabache mirando a la nada, pero se quedó callada, lo cual extrañó al castaño, que quería saber lo que pasaba con su novia.
—¿Además...? —insistió el ojigris alentando a su novia a hablar
Ella soltó otro pesado suspiro— Ellos dicen que no deberíamos estar juntos, porque somos diferentes, venimos de diferentes lados... Y... Creo...
—No, nena, no te atrevas a pensarlo siquiera —le cortó el ojigris acercándose a ella
No podía creer que la pelinegra hiciera caso de esos comentarios, ¡eran completamente estúpidos! Y muy fuera de lugar, si, era verdad que ellos eran bastante distintos, tanto que a veces Cedric se preguntaba cómo era que las cosas funcionaban entre ellos, llegó a la conclusión de que funcionaba simple y sencillamente porque se complementaban. Sólo así, eso era todo, se tenían el uno al otro y con eso bastaba y venía sobrando.
_____________ apretó los labios evitando mirarlo, pero Cedric la hizo mirarlo sosteniendo su barbilla con el dedo pulgar e índice, la miró directamente a los ojos, se perdió en aquella galaxia color chocolate por un segundo, un segundo en el que se permitió apreciar aquellos bellos ojos, no quería que le quedara la menor duda de que ella... Era su universo.
—Nena, no escuches esos comentarios ni por un segundo, —comenzó el ojigris mirándola fijamente— cuando te veo... Encuentro la infinidad dentro de tus ojos, somos un paraíso que ellos no comprenderán jamás, esto no tiene fin, nosotros somos dos, juntos, para siempre, ¿ok? Digo, nena, ¡eres mi universo!
La pelinegra cerró los ojos mientras una sonrisa se le escapaba de los labios, Cedric suspiró, acarició una mejilla de su novia, no quería comenzar una discusión, así que solamente atinó a darle un buen beso en los labios a su novia. El ojigris sonrió al separarse de su novia, juntaron sus frentes mientras, por una milésima de segundo, volvían a ser los dos tórtolos enamorados que habían sido hacía un par de años, Cedric se preguntó en qué momento habían crecido, en qué momento la vida había cambiado tanto, porque si ésto era estar enamorado, no quería crecer nunca.
—Quizás sólo seamos dos niños enamorados, pero si esto es amar... —comenzó el castaño dejando leves caricias en la mejilla de su novia pelinegra— Entonces no quiero crecer... Y yo... Yo sólo quiero ponerte primero, todo eso que dicen son estupideces, tú eres mi universo entero, haces que mi mundo se ilumine por dentro, la forma en que hablas, la forma en que piensas y ¡Dios! Cuando te veo caminar el tiempo se detiene.
Ella lo miraba, expectante, con aquel brillo en los ojos que le hacían recordar a una salamandra, a esas criaturas de fuego que iban y venían, que se movían con aire danzarín y que consumían todo a su paso, ella lo había consumido con su amor.
Ella era igual que una galaxia llena de estrellas que adornaba con su amor, y eso era lo que iluminaba su mundo; Cedric estaba completa e irrevocablemente enamorado de ____________ Brooks, era un niño enamorado, que lo tenía todo cuando estaba con aquella maravillosa chica, con ella estaba completo. En su universo, ella creaba mundos nuevos para él.
—Te amo, ____________ Brooks —susurró el ojigris acercándose a los labios de su novia— eres las estrellas y las galaxias, todo ésto que estamos pasando... Es difícil, pero es temporal, así que, que no te importe lo que digan, brilla siempre como lo haces ahora, por favor, te seguiré y adornaré más estrellas para ti en este cielo que es nuestro, si eso quieres...
Ella sólo lo miraba, con una sonrisa en los labios, Cedric sentía su cuerpo iluminarse desde dentro, sentía su corazón latir desbocadamente amenazando con salir de su pecho, comenzaba a sentir el calor instalarse desde su corazón y extenderse por toda su anatomía, cuando ella ensanchó su sonrisa, Cedric se sintió a morir.
—Estamos hechos el uno para el otro, cariño, ahora bésame, porque cuando estoy sin ti me vuelvo loco —bromeó el ojigris sonriendo de forma coqueta para hacerla reír, lo cual funcionó
—Eres la persona más maravillosa que he conocido jamás, Cedric Diggory —confesó la pelinegra antes de cortar la distancia entre ellos
Al separarse debido a que escucharon ruidos a lo lejos, se levantaron de golpe temiendo ser descubiertos, ya que se meterían en problemas graves si los encontraban fuera del Castillo a deshoras; el ojigris le extendió la mano hacia la pelinegra diciéndole con la mirada que la tomara, con una sonrisa ella entrelazó sus manos y ambos emprendieron la carrera para ocultarse y seguir compartiendo su amor.
Para ____________ cada día con Cedric era una aventura, él era su universo, para Cedric, cada día con ____________ era un nuevo amanecer lleno de vida, ella era su universo. Y si, eran sólo dos niños enamorados en medio del basto y enorme mundo que se extendía frente a ellos, sin saber lo que les aguardaba, pero, habían de aprender... Y esperar. Pero por lo pronto, podían vivir una sola cosa a la vez, eso fue lo que eso hicieron, disfrutaron ser solamente el universo del otro.
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¡HOLA, HOLAAAA! Perdón por la hora, pero ¿pueden creer que aún hay profes que me siguen entregando calificaciones? Luego tuve problemitas con una beca de la escuela, así que, ajá, corre a hacer trámites 🙄, la verdad es que fue un día de locos...
But anyway, ¡díganme! ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Cuál fue su parte favorita del capítulo? Aclaro que no puse fechas del cumple de Ced, porque como en realidad no tenemos idea de cuándo sea exactamanete pues no, sólo sabemos que es entre septiembre y octubre, y pues...
Ajá, traté de situarlo entre esos tiempos sin mencionar fechas exactas, lo cual fue una espina en el trasero, sinceramente, pero no quieren saber eso, a ustedes les importa el capítulo, pero lo dejo como fun fact de la historia 🤣🤣🤣
En fin, espero que les haya gustado, que lo hayan disfrutado, voten y comenten si quieren más, no olviden que las amo y Cedric también, soy su fan, bye 💜💜✨✨
------ Travesura realizada ------
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