Corrí hasta la casa de Boris, justo estaba atardeciendo así que teníamos la luz justa, estaba a pocos metros de la casa, pero ya podía escuchar gritos, podía escucharlo a él, rogándole a koktu que parara, pero los gritos empezaron a intensificarse cuando vi a los chicos en la azotea de la casa, la luz tenue de los focos de la azotea hacían contraluz, por lo que no era muy capaz de distinguir quien era quién, hasta que vi cómo alguien se ponía de pie en la corniza de aquella casa de dos pisos.
–¡Koktu, porfavor! – Rogaba Sam mientras intentaba detenerla – bájate de ahí – La chica aún seguía apuntándole con el trozo de cristal.
– No soporto el dolor que llevo dentro desde hace años – dijo con un rostro frío, veía como gotas de sangre caían desde la azotea. La chica se había hecho daño.
– Estás enferma – Habló Boris con las Palmas en alto – pero tiene solución, sólo tienes que bajarte de ahí, te ayudaremos.
– No puedo vivir sin ti, Boris.
– claro que puedes vivir sin mi, Kotku, tu vales mucho. Mucho más de lo que yo valgo.
– Si eso fuera así, no me Habrías engañado. – la chica siguió sollozando. Boris soltó un suspiro.
– Necesito que te bajes de ahí y me escuches, koktu.
– Desde aquí te escucho bien – la chica seguía con la mano estirada, con el cristal en la mano.
– ¿Me das el cristal por lo menos?
– Soy capaz de clavarte el cristal en el cuello, así que no te acerques.
– Nunca voy a dejar de quererte, jamás en la vida, pero nuestra relación es muy tóxica koktu.
– Por tu culpa – dijo mientras sollozaba – Yo siempre te quise, te amé y te apoyé. Tu solo me mentiste y me hiciste sentir cómo la última mierda.
– Lo siento mucho, pero ahora sé porque lo hacía, ya no siento nada por ti, pero eso no significa que no te quiera.
–¿Has querido a alguien alguna vez en tu vida? Que yo sepa solo hay tres cosas en tu vida por las que te mueres. El alcohol, las drogas, y tu amigo Theo. Nadie más entra en esa lista. No te importa nada más.
– Tienes razón – dijo tras un suspiro – no me merezco nada, no te merezo a ti, no merezco a Ari. Mucho menos me merezco a Theo. Pero tu te mereces vivir así que bajate de ese muro. Porfavor.
– Espero que esto quede en tu conciencia el resto de tu vida – dijo mientras se colocaba de frente a la altura.
– Koktu, porfavor – Sam ya estaba llorando. Me imagino lo que será ver así a la persona más importante de tu vida. Lo tiene que estar pasando muy mal.
vi cómo la puerta de la casa de Boris estaba abierta. Se que le prometí que no iba a participar pero se que se les está llendo mucho de las manos, así que no vi otra opción que intervenir.
–¿Que narices haces tu aquí? – se quejó boris mientras me agarraba el brazo, yo me solté de forma brusca, mandándole una mala mirada.
– No vuelvas a tocarme, Boris. – dije mirándole a la cara – No me mereces. – luego me giré a Kotku.
–¡Kylie! – le grité mientras me acercaba a ella.
Los chicos se miraron entre ellos mientras me insultaban, no les culpo, es una situación muy complicada y yo no podía quedarme en casa.
– no te acerques a mi – dijo ella mientras me apuntaba con el cuchillo – ¿Porqué no viniste Antes a dar la cara? – me gritó desde la cornisa, ni siquiera se bajó para recibirme. – te creí mi amiga y me fallaste.
– Solo vengo a decirte que Boris es todo tuyo – en ese momento, Boris me miró con terror y con Dolor al mismo tiempo, Sam me miraba desconcertado y koktu había parado de llorar, estaba en shock – No quiero absolutamente nada con él. Me da asco cómo te está tratando. Se me cayó la venda de los ojos. No puedo creer que me haya podido gustar.
–¿Qué? – el sólo atinó a decir eso.
– ¿Me estás diciendo solamente lo que quiero escuchar? – dijo ella mientras levantaba el afilado cristal, luego se lo llevó al brazo sano y volvió a cortarse. Me alarmé al verlo, pero intenté aparentar tranquilidad.
– No, es la pura realidad – Dije mirándole. Boris me miraba cómo si se estuviera aguantando las ganas de llorar.
–¿Crees que soy estupida y eso me va a tranquilizar? – Ella soltó el cristal y lo tiró al suelo, haciéndolo pedazos
– Es más, no quiero saber absolutamente nada más de él, después de esto. – añadí, intentando al igual que Boris no llorar. – le diré a mis padres que quiero volver a Dallas. Y me voy a llevar a Theo.
– Ari, ¿Porqué me estas haciendo esto? – se llevó la mano al pecho. Tenía la voz cortada y sus manos temblaban. Intentó tocarme pero lo rechacé.
Intentaba no mirarlo. Seguí mirándola a ella.
– Boris siempre jugó a dos bandas, somos juguetes para él, nada más, nunca nos quiso, cuanto antes lo asumas mejor – la chica se quedó callada mirándole, los ojos de Boris ya estaban cristalizados, era cuestión de tiempo que empezaran a caer lágrimas.
–¿Que mierda estás haciendo, Ari? – Preguntó Sam, yo no le contesté, completamente fría, miré a Boris a la cara, el intentó tomar mis manos pero las aparté con brusquedad nuevamente.
– No quiero estar con una persona que lo único que le importa son las drogas y el alcohol.
– Llevo sin drogarme más de cinco días por ti – contestó el, con un hilo de voz, intentando con todas sus fuerzas que no se cortara, yo me giré hacia la chica. – ya sabes lo que te quiero, Ładny
–Sin embargo, ¿Sabes de quién si vale la pena enamorarse? – le dije a koktu, levanté la voz para que me escuchara.
– Vale la pena enamorarse de un chico sano, guapo, fuerte, que esté contigo siempre, dándote consejos – miré a Sam con una sonrisa débil, el seguía mirándome sin entender nada – De un chico que sea tu pañuelo de lágrimas sin pedir nada a cambio.
– Ari... – susurró él.
– Y ese chico lo tienes delante Koktu – dije con una sonrisa fría – no entiendo por que tu vida depende de este chico, está podrido, por dentro. No sirve.
– Dije señalando a Boris, el cual se había tapado la cara para que no lo vieran llorar, pero seguía ahí, inmóvil, sin decir absolutamente nada. Resignado a recibir cada golpe verbal por mi parte. Pocas cosas le dolían más que eso.
– Teniendo a este ángel de la guarda de tu lado, de verdad no lo entiendo.
En ese momento Boris salió de escena, bajó al salón de su casa y se sentó en el sillón, completamente hundido por mis palabras. Creo que podía escuchar sus sollozos desde la azotea.
– Yo te quiero, Koktu, y no como amiga, te quiero de verdad – Habló sam porfin, aprovechando mis palabras
– Puedo darte mucho más que él, y tu lo sabes – el se acercó a ella despacio, estirando su mano. – Pero no podrás disfrutarlo si te caes y te haces daño.
– Quiero dejar de sentir dolor, Sam, quiero morirme.
– Tu no quieres morirte, tu lo único que quieres es ser feliz, con un chico bueno que te cuide. Te estoy diciendo que te quiero, koktu. Te juro que voy a hacerte feliz.
– ¿Me quieres de verdad? – Habló ella en un hilo de voz – ¿Por eso me cuidas tanto? – preguntó de forma inocente.
– Te responderé si te bajas de ahí – apeló el acercándose a la cornisa lentamente, estiró su brazo hacia ella, la chica cogió su mano y bajó de la corniza con la ayuda de sam, el chico la abrazó, ambos lloraban, el suspiraba de alivio. Me aguanté las ganas de llorar. No era el momento.
– Los malditos idiotas como Boris no valen la pena – volví a hablar – vale la pena un chico cómo el, mira esa sonrisa, koktu – le dije señalando al chico rubio – Tu se la provocas – el chico la rodeo con el brazo mientras le sonreía.
– Me gustaría ser Kylie, a partir de ahora – dijo ella mientras miraba a Sam – no me había dado cuenta de lo que sentías por mí, Sam.
– Nunca me atreví a decírtelo, pero ahora prometo luchar por ti, hasta que me muera. Te lo juro.
– Me estoy mareando – dijo ella mientras se miraba las manos. – demasiada sangre.
– Escúchame, va a venir la ambulancia ya – dije mientras le tomaba las mejillas – No te duermas, ¿Vale? Todo va a estar bien. – La chica asintió mientras se llevaba las manos a la frente. – vamos a ayudarte y te vas a curar. Te lo prometo.
En ese momento las sirenas de la ambulancia se escucharon desde lejos, vi desde arriba cómo Boris salía a indicarles a los médicos que la herida estaba en la azotea.
Tiempo después, la chica se encontraba sentada en la ambulancia.
– Tengo miedo, Sam, ¿Qué me van a hacer? – el chico tomó sus manos, soltó un suspiro y se subió con ella a la ambulancia.
– Yo voy a estar contigo siempre, no tienes de que preocuparte, Kylie. – el chico tomó sus mejillas y besó suavemente su frente.
– Yo miraba la situación desde fuera de la ambulancia, mis padres, Theo y Boris también estaban conmigo, vi cómo el me miraba, intentando hacer contacto visual conmigo, pero yo pasé completamente de él.
–¿Que haces, chiflada? – preguntó Theo entre dientes.
– Simplemente abrí los ojos – sentencie. – lo mío con Boris se acabó.
Fría cómo el hielo, no dejaba que nadie me tocara, ni nadie me hablara, solamente miraba hacia aquella chica, en aquella ambulancia. Boris no aguantó más y se acercó a mí.
– Porfavor, dime que lo hiciste para que se bajara – dijo el intentando tocarme, yo me separé dándole un empujón. – Necesito que me lo digas.
–¿Sabes por qué te besé la primera noche? – dije mirándole completamente a los ojos.
– Porque nos gustamos. – yo me acerqué a su oído, me puse de puntillas, ya que el era bastante más alto que yo.
– Porque me drogaste – me separé de él mirándole a los ojos. – No me aportas nada bueno, Aléjate de mi vida.
– luego le di un pequeño empujón y me fuí a la ambulancia a despedirme de los chicos. Sentí como Boris se llevaba las manos a la cabeza. Completamente frustrado, ya ni siquiera intentaba esconder sus sollozos.
Estaba completamente abrumado, no entendía nada, cómo podía ser este cambio de actitud hacia él tan repentino.
Theo fué hacia él a intentar consolarlo.
– Gracias por abrirme los ojos, Ari, de verdad, y gracias por abrirlos tu también – dijo ella mientras se despedía. Vi cómo sam me miraba con lástima y confusión. – El sólo trae problemas.
– No te entiendo, Ari, ¿Qué fué lo que pasó?
– Estoy bien – dije mirando hacia el suelo, luego le miré a los ojos. – o lo estaré. – mire a koktu con una sonrisa débil.
– El día que aprendas a quererte, vas a estar con quien quieras y no con quien puedas, eres preciosa y vales mucho. Tienes que estar con alguien a tu altura – acaricié la cara de sam, aunque el aún me estaba mirando confuso me sonrió por mis palabras.
– Gracias por lo que has hecho – Habló el por fin, yo asentí, dando unos pasos hacia atras y dejando trabajar a los médicos.
Di una última mirada hacia Boris. Se encontraba sentado en el suelo, apoyado en la fachada de la casa, abrazando sus piernas y escondiendo la cabeza entre ellas.
Theo estaba con él, consolandolo, cómo siempre.
Theo es especial.
---------------------------------------------------------
:(
¿Se lo esperaban?
¿Opiniones? ¿Porqué Ari cambió de opinión tan bruscamente? 🙄
¿Se dió cuenta de algo? ¿Abrió los ojos y ya no le gusta? No se no se.
La historia se acaba aquí.
¿Les gustó?
¿Hago un Epílogo?