Odio Irresistible [+18] © 30...

By imsaramoon

9.1M 539K 316K

Kate y Elliot son vecinos, nunca se han visto pero se odian. Kate ama poner música a todo volumen, Elliot odi... More

Sinopsis
•Personajes•
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9
Capítulo 10.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19
Capítulo 19 | parte II
Capítulo 20.
Capítulo 20 parte II
Capítulo 21
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 27 parte II
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 31 parte II
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 34 parte II
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42
Capítulo 42 parte II
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47 |Parte I
Capítulo 47 parte II | Final
SEGUNDA PARTE OI.
PREVENTA YA DISPONIBLE ⬇️

Capítulo 11.

167K 12.8K 6.4K
By imsaramoon

|Hay un problema|

E l l i o t

Los ojos marrones de la que me observa con atención se humedecen ligeramente cuando hago una pausa para tomar aire, llevamos quince minutos hablando sobre esto y me siento incapaz de seguir. No es fácil. Nunca lo es.

Desvío mis ojos ligeramente de lo suyos clavando mi mirada en otro punto de la habitación.

He intentado no profundizar demasiado en el tema pero aun así he dicho más de lo que me hubiese gustado. Cada vez que hablo de esto una sensación de malestar se instaura en mi interior haciéndome sentir algo que no soy capaz de definir, un vacío inexplicable que se entremezcla con la culpa que después de todo este tiempo aún siento. Ese es el verdadero motivo por el que no suelo hablar de lo que le pasó a mi madre. Es algo demasiado duro. Algo que aún no he conseguido perdonarme.

Durante todo este tiempo he intentado huir de mi pasado pero de una forma u otra los recuerdos siempre encuentran la forma de regresar llamando a mi puerta cuando menos lo espero. Me he esforzado demasiado por dejarlo atrás, pocas personas saben de esta etapa, no es de algo que pueda contar con facilidad pero, pese a ello aquí estoy. Contándole a alguien que me cae mal y que apenas conozco todo lo que lleva años persiguiéndome. Ni si quiera entiendo por qué.

Le devuelvo la mirada a Kate que debe tomar una respiración antes de pronunciar palabra:

—Debe de ser muy duro... —comienza a hablar pero para en seco. Sé que está tratando de medir lo que dice y se lo agradezco.

De mis labios sale un suspiro y el pinchazo que se aloja en mi pecho se intensifica dejándome unos segundos en silencio. Definitivamente aquella palabra se quedaba corta para esto.

—Lo es —finalmente consigo expresar. No puedo evitar pasarme las manos por la cara con inquietud—. Le odio tanto, Kate —prosigo y mi cuerpo se tensa al decir las palabras—. Por eso necesito que no digas nada. No puedo fallarle en esto también. —Aprieto las manos ligeramente tratando de contener lo que siento—. Jamás me lo perdonaría a mí mismo —suelto echando la cabeza hacia atrás—. Necesito cumplir esa promesa.

La del cabello decolorado asiente ligeramente mientras sus labios se fruncen en una pequeña mueca. Kate se queda unos segundos observándome y desde el otro lado del sofá veo como comienza a acercarse a mí con cuidado, se levanta ligeramente cuando está a escasos centímetros de mi cuerpo. Estoy a punto de preguntarle por lo que hace cuando siento sus brazos enredarse sobre mi cuello con fuerza, su cabeza se hunde en mi pecho y me quedo unos segundos quieto sin saber como reaccionar al gesto con el que me envuelve mi vecina. Su cercanía es agradable y por unos instantes me permito sentir el apoyo que intenta trasmitirme.

Tras unos cuantos segundos siento como despega su cabeza de mí y sus ojos se clavan sobre los míos con intensidad.

—No diré nada, Elliot —su voz sale débil. La sinceridad se abre paso en sus facciones—. Te lo prometo.

No puedo evitar quedarme observando la expresión que tiene enmarcada en el rostro. Sus ojos color miel están aguados, las mejillas ligeramente enrojecidas y su pequeña nariz se frunce en un expresión que no sabría describir. Soy incapaz de ignorarlo.

Sacudo la cabeza ligeramente tratando de esquivar lo que pienso.

Maldita sea, no puedo pensar eso.

—¿Sabes? —comienza a hablar mirando a algún punto de la sala y sé que trata de cambiar de tema—. Yo había venido aquí a decirte algo. —recuerda sobándose la sien. Sus orbes se entrecierran ligeramente—. Pero creo que lo he olvidado.

Una pequeña sonrisa se escapa de mis labios al ver como el ceño se le frunce con confusión y como sacude la cabeza intentando recordarlo. Sigue muy borracha, lo más probable es que no recuerde nada de esto mañana, y en cierta parte, lo prefiero.

—¿Ibas a decirme que aceptas ser mi musa, Kate? —me aventuro a decir con diversión intentándole molestar—. ¿O puede que quizás venías a decirme lo mucho que me odias? —continúo—. Espera, eso ya lo has dicho —una mueca burlona surca mis facciones.

El color carmesí se aviva sobre sus mejillas y su mirada abandona el contacto con la mía. Lo que sale por sus labios me deja un poco desconcertado.

—Sí...—murmura—. Eso es lo que iba a decir—suelta en un hilo de voz—. Quiero ser tu musa, Elliot pero...Hay un problema.

No puedo creer lo que dice pero aun así algo más llama mi atención. Niego lentamente sin entender a lo que se refiere. Su voz ha decaído de tal manera que me preocupa la forma en la que dice la última palabra.

—¿Qué problema? —clavo mis ojos sobre ella y soy incapaz de ignorar que su rostro se ha descompuesto por completo en una mueca de angustia. Se está mordiendo el labio inferior con nerviosismo.

El aire sale por sus labios y la rubia se pasa las manos por la cara ignorando mi mirada.

¿Qué le pasa? No parece estar bien.

—Sé que no voy a ser suficiente —sentencia quitándose las manos del rostro. Su mirada baja al suelo antes de seguir: —Estoy convencida de que no soy lo que esperas —su voz apenas es audible—. Nunca lo soy.

Lo que dice me sorprende. De todas las cosas que esperaba que dijese esta es la última que había esperado, sospechaba que Kate no era una persona muy segura, pero aquello denotaba algo más.

Siento rabia al pensar en que seguramente haya alguien que le ha hecho tanto daño que ha conseguido que tenga esa percepción de sí misma.

—No quiero que seas lo que espero, Kate —expreso pasando mi mano por su mejilla con suavidad. Algo se me remueve al verla así—. Quiero que seas tú —le digo con sinceridad.

Sus ojos brillan cuando me escucha.

—¿Y qué tengo que hacer entonces? —cierra los ojos dejándose caer sobre el respaldo del sofá—. No creo que pueda inspirarte en nada... Ni si quiera has querido besarme. ¿Vas a escribir sobre la chica normalita a la que te gusta enfadar?

Niego lentamente y no puedo ocultar la sonrisa. El alcohol saca una faceta de su personalidad muy directa y mentiría al decir que no me gusta que diga lo que piensa en todo momento.

—Puede que escriba sobre eso... —expreso apoyando mi espalda sobre el sofá. Giro ligeramente mi rostro hacia el suyo mirándola de lleno—. O puede que escriba sobre una chica preciosa a la que sí que quiero besar.

Una mueca burlona le surca y veo como pone los ojos en blanco antes de devolverme la mirada. Su ceja izquierda se eleva con incredibilidad.

—Definitivamente escribirás sobre la primera opción —sentencia con seguridad frunciendo los labios en un puchero.

Suelto una carcajada y tengo que morderme el labio inferior para que no hacer demasiado ruido.

—¿Por qué estás tan segura? —pregunto acercándome un poco a ella. Me encanta ver como mi cercanía surte efecto en sus mejillas.

—Por que yo no soy preciosa. —Enumera con los dedos—. Y por qué tu no quieres besarme.

Tengo que hacer un gran esfuerzo para no demostrarle lo equivocada que está con lo que dice, no lanzarme sobre ella ahora mismo es algo que se me está haciendo difícil de controlar, el impulso se remueve con fuerza en mi interior y tengo que apretar las manos para calmar la tensión. Me siento realmente tentado a hacer lo que me pide pero me repito a mi mismo que no es lo que quiere.

Hoy no ha sido un buen día para ella, por la forma en la que ha entrado en mi casa y las manchas de rímel en sus ojeras sé que ha llorado horas por aquel tío que no merece la pena. También es posible que Kate haya bebido para sentirse mejor, por eso no quiere estar sola. Conocía esa sensación.

Kate —pronuncio su nombre tratando de mantenerme neutral—. ¿Sabes lo que me está costando no quitarte esas ideas de la cabeza?

—Quítamelas —me reta, acercándose a mí. Su dedo índice recorre mi cuello provocando que me tense al instante—. Demuéstrame que me equivoco —susurra.

Mi mano derecha se hunde en el cojín que tengo a mi lado y lo aprieto tratando de contener los estragos que causa su cercanía en mi sistema.

Me está volviendo loco rechazarla.

—No —advierto con firmeza sujetando la mano que desliza por mi cuello—. Por favor, Kate. No me obligues a hacer lo que me muero de ganas desde que entraste por la puerta de mi casa.

No tengo tiempo de reaccionar después de lo que digo. La de los ojos marrones se sube sobre mí en un movimiento rápido posicionando sus piernas a ambos costados de mi cuerpo, su anatomía queda sobre la mía y tengo que cerrar los ojos antes de actuar. Estoy dispuesto a quitarla de encima de mí pero sin previo aviso la rubia estampa sus labios sobre los míos, el tacto de su boca con la mía amenaza a mi autocontrol, quiero apartarme pero, sus manos se inmiscuyen por el hueco lateral de mi camiseta y comienza a deslizar sus dedos sobre mi piel llevándome a perder el control. El contacto húmedo de sus labios y el ligerísimo sabor a tequila que deja sobre mi boca provoca que la tensión se instaure sobre mi cuerpo. Dios, no voy a ser capaz de aguantar mucho más.

Muevo mi cuerpo con rapidez apartando su boca de la mía, sujeto sus manos con suavidad y la muevo de tal forma que queda tumbada en el sofá. Mi cuerpo está sobre el suyo lo cual mejora la situación.

Kate me dedica una sonrisa.

—Yo tenía razón —su aliento impacta sobre mis labios—. ¿Ves? Eres un mentiroso y un cobarde.

Tengo que tomar aire y pensar en otra cosa que no sea la chica a la que se le ha subido la camiseta hasta la cintura que tengo literalmente debajo de mí. Esto estaba siendo tan complicado.

—Estás borracha —consigo decir—. No sabes lo que haces, Kate.

—Sí que lo sé —suspira rozándome los labios—. Estoy demostrándote que tengo razón.

Dios, es tan cabezona.

—¿Crees que tienes razón? —me acerco con suavidad mirándola a los ojos—. Está bien, si mañana recuerdas esto y aún quieres que te bese, lo haré. Te prometo que haremos lo que quieras, llegaremos donde quieras llegar pero necesito que estés sobria, Kate.

—No sé donde quiero llegar —cierra los ojos y esto último lo dice bajando el tono—. Solo sé que me gusta lo que me haces sentir.

Me separo de ella reincorporándome, me quedo unos segundos sentado hasta que veo que no se mueve a penas. Aquello me inquieta al instante. ¿Le habrá dado un coma etílico?

Pongo mi mano sobre su nariz y noto como su respiración se ha suavizado, su estomago sube y baja ligeramente y entonces lo sé, está dormida. Involuntariamente mis ojos recorren su cuerpo y no puedo ignorar que estoy viendo su ropa interior estampada por gatos de colores. Desvío mis ojos de esa parte de su cuerpo pero una marca en su cadera me obliga a mirar de nuevo. Kate tiene una mariposa tatuada en esa zona. Es un trazo limpio negro que se inunda de color debido a una salpicadura de múltiples tonalidades.

Agarro el extremo de la camiseta que lleva puesta bajándola ligeramente, la bajo hasta sus muslos y mis ojos detallan algo sobre ellos que me inquieta. Desde esta distancia se puede apreciar como unas cicatrices a penas imperceptibles reposan sobre su piel. Entiendo más rápido de lo que me gustaría lo que son.

En ese momento lo sé.

Todos tenemos nuestro propios demonios que nos persiguen.

Y de una forma u otra yo me sentía atraído a averiguar cuál eran los suyos.

 Bueno. En la isla en la que vivo es la una y cuarto de la mañana, llevo toda la tarde intentando escribirlo así que aquí está. Me ha costado un poco meterme en la piel de Elliot con esta situación pero espero que os guste.☹❤

Solo espero que no me odieis mucho. 🥺

Seguramente le añada algunos detalle a este capítulo en el futuro pero no quería que se quedase si ser subido por los siglos de los siglos asi que he decidido no añadirle nada más. Una disculpa por si hay algo raro por ahí.🙃🙃

🚫NO OS OLVIDÉIS DE COMENTAR Y VOTAR. YA SABÉIS QUE ES ALGO QUE ME AYUDA DEMASIADO A SEGUIR.🚫

También quiero dar las gracias por que hemos llegado a 15K en un mes, es algo que no soy capaz de creer aún ya que cuando empecé esta historia lo hice sin expectativas de crecimiento o pretensiones. De verdad que me alegro mucho de que os esté gustando, me hace muy feliz...😭😭😭😭❤

Ahora mis típicas preguntas...🌚

1. ¿Del uno al diez cuanto me odiais por que no haya escrito lo que Elliot le ha contado? 🥺🥺🥺

2. ¿Qué os parece la versión alcoholizada de Kate?🤣❤

3. ¿Y la actitud de Elliot?💖

4. ¿Tenéis alguna teoría sobre que puede ser lo Elliot que no se perdona?

5. ¿Que opináis sobre Kate? ¿Creéis que alguien le hizo daño en el pasado?😔💔

6. ¿Os ha gustado? Está es muy importante ya que soy super insegura xD 🥺

¡Nos leemos muy pronto!

Besitos de Elliot el más sexy Knight. 🔥❤

Continue Reading

You'll Also Like

346K 16.9K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
175K 15.4K 38
¨Aprendí que el amor te consume por completo, que hasta podría llegar a matarte¨ Hay personas que nacen con dolor y hay otras que van hacia él, Alyss...
46.1K 2K 44
Algunos cuantos shots con mis personajes favoritos de One Piece, espero lo disfruten!:p ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗ *No cuento con los derechos de los personajes ;p*
1.2M 82.5K 65
«¿Es o no Gay?» Todas se hacen esa pregunta cuando empiezan a leer. Así que adelante, descúbrelo. ~•~ Ella debía perder su virginidad para salir con...