" Los secretos de una Bestia...

By Yuni0298

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"(...) Bésame, dame la humedad de tu lengua, de tus labios, has que tu saliva se confunda con la mía creando... More

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By Yuni0298

Tenía a Víktor como un perro comiendo de su mano, un puto perro, así era como lo sentía él cada vez que estaba cerca de Lucía y eso no le gustaba para nada. No sabía que era lo que tenía esa jodida niña que lo enloquecía tanto, había estado con un sin fin de mujeres, muchas de ellas mayores que él, con experiencia, bien dotadas y con ninguna había liberado sus feromonas, tal vez porque ella era su mate.

Se negaba a aceptar esa realidad, no la quería como mate, solo era una simple humana que le había sacar la parte más sucia y lasciva de él...se negaba a aceptarla.

Víktor sabía que era un mal hombre, hijo de puta drogadicto, no se merecía que nada bueno suceda en su sucia vida pero, porque tenía que la madre luna castigarlo con esa niña, acaso quería que destruyera la pureza que la rodea a su mate?

Quería hacerle entender que no era bueno para ella, que eran ciertas todas las historias que cuentan de él en la universidad..que era un monstruo..una bestia.

Aquel día el orgullo de Víktor quedó por los suelos, parecía un idiota en la fiesta, buscándola por todos lados, a Lucía, a su mate, esperando ver aquella mirada insegura y llena de inocencia, su timidez y bondad..tan enfermizo para él.

Comenzó a desesperárse cuando no la encontró por todo el lugar, el enojo recorría su sangre por sus venas, tanto así que acabó su cajetilla de cigarros en no menos de 10 minutos.

No le importaron los reclamos de Susan ni las palabras de reproche de sus amigos, era Víktor Vinogradov y hacía lo que le viniera en gana, no le importaba lo que los demás dijeran de su actitud de mierda.

Con pasos apurados salió de ese adictivo lugar, rumbo a cierto vecindario tranquilo con aroma a pastel por todas las calles, tanto que repudiaba su naríz, pero no le importó con tal de verla a ella.

Y ahora estaba allí como todo un idiota a su lado, donde quedó aquel aura de maldad y crueldad, aquel hombre que no le teme a nada ni le importa lastimar a otros con tal de conseguir lo que quiere....con ella.. Lucía derrumbaba todas esas barreras con solo una mirada.

Quería hacerle tantas cosas, morder sus labios hasta hacerlos sangrar mientras se deleitaba con el sabor metálico de su sangre en su paladar, explorar su interior con su húmeda lengua y disfrutar de la dulzura y pureza de su boca, recorrer con sus manos todo su puro cuerpo, dejándola inmovilizada debajo del suyo mientras exponía su virgen cuerpo ante sus ojos hambrientos mientras su silueta es marcada por sus manos al impactar estás contra su blanca piel, deslizar sus dedos por su cintura y quedarse allí mientras marca un ritmo con sus caderas juntando las suyas, dejar su cuello llenos de huellas de placer..marcarla, morderla, escuchar sus gemidos de dolor y éxtasis mientras pide más, hacerla sufrir, torturarla...lastimar su cuerpo, ver su sangre correr mientras su erección crece más y más, y un sin fin de placeres que una mente sucia y macabra como la suya solo puede imaginar cuando está a su lado.

Víktor deslizó su lengua por su labio inferior a la vez que intentaba abandonar esas macabras ideas de su pervertida mente, apartó un mechón de cabello de su delicado rostro que le obstruía su deleite, colocándolo detrás de su oreja.

La lenta y pausada respiración de Lucía, su rostro angelical relajado mientras de vez en cuando abultaba sus labios...dormía plácidamente.

Nunca pensó que sus feromonas la afectaran tanto a tal punto de debilitarla y hacerla dormir. Es por eso que odiaba esa raza, eran débiles y patéticos ante sus ojos.

Desde hacía tiempo, para ser precisos, desde el inicio de la universidad sabía que algo fuerte lo unía con ella, nunca imaginó que fuera tan seria la situación.

La observaba a lo lejos, siempre con su misma actitud de mierda demostrando ser pura e inocente, la odiaba por eso, nadie en este mundo es inocente, siempre caemos en la tentación, nadie es perfecto pero ella...ella trataba de demostrarlo en todo momento.

Por ello se acercó a su prima y se hizo su novio, necesitaba conocer el terreno que iba a explorar, su prima era su único ser querido más cercano y esa fue su vía para acercarse a ella, conocer que ocultaba detrás de esa bondadosa y cordial sonrisa que lo cabreaba a más no poder, lo saca de sus casillas.

Víktor se incorporó con cuidado en la cama para no despertarla, miró la hora en su reloj de mano, las cinco en punto. Un suspiro abandona sus labios, el Sol aún no había salido y las nubes espesas adornaban el cielo, se avecinaba una fuerte lluvia.

Recogió su chaqueta de cuero que, horas antes había lanzado al suelo por lo acalorado que estaba, la colocó sobre sus hombros sin ponérsela a la vez que buscaba en uno de sus bolsillos traseros de su pantalón la cajetilla de cigarros.

Llevó uno a sus labios dispuesto a encenderlo para darle una buena calada pero el vibrar de su móvil se lo impidió.

De mala gana lo encendió, odiaba cuando lo interrumpían a la hora de fumar, en cuanto la pantalla se enciende una notificación de haber recibido un mensaje lo recibe.

Lo desbloqueo y leyó el mensaje, dos palabras hicieron falta para empezar este nuevo día con total felicidad, una sonrisa maliciosa aparece mientras que un placer intenso recorre su corpulento cuerpo.

Retiró el cigarrillo de sus labios mientras muerdo este, guardó una vez más el celular en su bolsillo, sacó el encendedor y prendió el cigarro dándole una larga y gustosa calada, expulsó el humo por su naríz y labios, con pasos cortos y seguros camino hacia la ventana dispuesto a marcharse.

Para ser las cinco de la mañana todo está muy tranquilo, muy común ver a esos malditos empresarios saliendo de sus enormes mansiones, montando en sus lujosos autos y partir a trabajar.

Malditos bastardos..

Giró sobre su eje mirando por última vez a su mate antes de descender cayendo hacia el patio trasero, sacudió sus rodillas de su pantalón llenas de pasto, inundo sus pulmones de ese adictivo humo mientras caminaba eufórico hacia su moto.

- Lo que te espera hijo de puta...

Solo habían pasado unas horas y el maldito bastardo aún no hablaba y eso lo hacía enfurecer mucho más.

Se encontraban en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad, el muy bastardo había ocultado el paquete con la cocaína y no quería dar la ubicación.

Víktor tenía órdenes muy claras, si el hombre golpeado no quería hablar tendría que cargarse a él y toda su familia... así funcionaban las cosas en la mafia..a un gustazo un trancazo.

- No lo volveré a repetir - un puño impactó en la cara del hombre - donde está el paquete?

- Muérete cabrón!!!

El maldito comenzaba a agotar su paciencia, no era hombre de mucha paciencia, si a la tercera no hablaba pues....bienvenido al infierno.

Amarrado de piernas y manos sentado en una silla de hierro se encontraba él, el sujeto por el cual estaba armado todo este lío, debía recuperar el paquete como sea y después... bueno matarlo de peor manera posible.

Su rostro golpeado y morado me era un deleite para sus pupilas, estamos ansioso por ver la sangre correr.

- No les diré una mierda!

Víktor hizo caso omísono a los gritos del hombre de puta en celo, a decir verdad estaba muy relajado, hoy era un día especial para él y nadie lo iba a arruinar.

Abrió la lata de cerveza mientras le daba un largo trago, arrastró un banco de madera que se hallaba en una esquina del lúgubre almacén colocándolo frente a él...tomando asiento.

Dejó la cerveza en el suelo mientras toda su atención caía en el hombre magullado, el ojo izquierdo estaba rojo, apostaría que después tendría un derrame, sus labios y cejas partidos...era todo un escenario de violencia..y eso le encantaba.

- Última oportunidad - lo miró serio - no vas a hablar?

- Púdrete!!

Le encantaba que sus víctimas se le resistan, eso lo hacía más interesante, emocionante... excitante. Víktor relamió sus labios mientras miraba al hombre, una sonrisa de medio lado arrogante se formó en su rostro, haciendo que el desdichado temblara en su lugar.

Tenía miedo..

- Yuri

Llamó a su amigo sin despegar la mirada hambrienta de sangre de la del sujeto, enseguida hizo acto de presencia su fiel compañero.

- Que necesitas? - sonrió macabro

Todos sabían lo que se avecinaba

- Tráeme las tijeras de podar - dijo serio

- Enseguida...

Los pasos de Yuri alejándose resonaron por todo el lugar estremeciendo al pobre señor, juraría que estaba cagado del miedo.

Víktor se levantó dándole la espalda mientras se retiraba la chaqueta de cuero y la dejaba sobre la mesa, remangando su camisa hasta los codos..no quería ensuciarla de sangre..aunque dicen que el que no se embarra no goza....

A los pocos minutos apareció Yuri con dichas tijeras, entregándoselas con una sonrisa maliciosa en su rostro mientras volvía a su lugar.

Se fue acercando a paso lento, a Víktor le encantaba causar tensión y miedo en sus víctimas...lo excitaba.

El hombre comenzó a removerse en su lugar tratando de liberarse pero era un caso fallido, de sus ojos comenzaron a salir lágrimas.

- Ya no eres tan valiente..no es así cabrón.. - río - no sabes cuánto voy a disfrutar esto...

Acercó las tijeras a sus dedos poniéndola entre estos.

- Sabes que es lo que me gusta de estás tijeras - lo miró - que no se anda con rodeos - río desquiciado - no tengo paciencia para estar cortando de uno en uno tus feos dedos...mejor los aniquilo todos de una sola vez....

- Por favor no - rogó - tengo familia...- sorbió su naríz - tengo hijos...

- Oh que pena - fingió tristeza - pero todo eso - se acercó a su rostro - me lo paso por los cojones...

Un grito desgarrador inundó todo el lugar, apostaría su moto que sr había destrozado las cuerdas vocales, la sangre salpicó todo el suelo manchando de paso su costosa camisa...su camisa favorita.

La sangre salía a chorros de donde una vez hubieron dedos, su cuerpo se removía sin parar en la silla, parecía un epiléptico.

Víktor limpió con el dorso de su mano unas salpicaduras de sangre que habían caído en su rostro, retomando otra vez la pregunta.

- Donde está el paquete?

Una mueca se formó en el rostro del señor mientras quejidos salían de su boca, su mirada de dolor y desprecio se clavó sobre la ansiosa de Víktor.

- Calle Frost...enterrado bajo el viejo roble....

Las pupilas de Víktor se dilataron obteniendo un brillo inusual, estaba ansioso, era la misma calle en donde residía Lucía.

La ansiedad comenzó a recorrer su cuerpo llevándolo al máximo...volvería a ver a su mate...su lobo aullaba de alegría..ver a su pequeña humana.

Suspiró recuperando la cordura, volviendo a sus cabales, agarró con fuerza las tijeras mientras lo miraba fingiendo una sonrisa.

- Gracias por tu colaboración...

Los ojos abiertos con sorpresa y su rostro de asombro y terror fue lo único que quedó de aquél hombre, cuando las puntas de la tijera se clavaron con profundidad sobre su frente.

Víktor ejerció un poco de presión enterrando más la tijera en su cráneo, podía escuchar sus huesos crujir mientras la sangre brotaba de su frente.

El panorama era excitante....

Recogió la cerveza del suelo dándole un trago caminando hacia la salida.

- A dónde vas?!

La voz de Yuri se escuchó a sus espaldas pero nunca detuvo su andar..

- Tengo una cita con caperucita...







Continuará....

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