Capítulo 5
— No puedo detenerlo más — gruñe Cassian
Veo como el sujeto de unas trescientas libras amenaza con botar la puerta, logra colocar su brazo en la abertura que había entre la puerta evitando que está cierre a pesar de los intentos de Cassian.
Saco el cuchillo para lastimar su brazo y hacer que retroceda, entró y sacó el cuchillo haciendo que grite de dolor, su sangre comienza a caer por todo su brazo hasta el suelo, mis manos se llenan de su espesa y roja sangre, pero eso no me impedía seguir rasgando su piel a pesar de no verla por la escandalosa sangre.
El cuchillo queda clavado en su brazo impidiendo que pueda volver a sacarlo, pero él si lo hace y comienza a cortar la piel de mi brazo al intentar cerrar la puerta, mi piel arde al sentir como el cuchillo hace cortes en ella, la sangre poco a poco brota más y el dolor se intensifica, lo cual no me hace detenerme, solamente lo ignoro.
Sigo sujetando la puerta con una mano y mi pierna mientras saco la daga que tengo entre mi bota y rasgo su piel por todo lo largo de su antebrazo haciendo que salga cada vez más sangre y él deje de hacer fuerza dejando que Cassian pueda cerrar la puerta, los gritos desgarradores del sujeto hacen que quiera reír, pero decido quedarme callada.
— No, no puede ser — niega con la cabeza repetidas veces — Estás sangrando, ¿te duele? Pues claro que te duele, hay mucha sangre — dice alarmado
— ¡Cassian!
— ¿Si? — dice con temor ante mí grito
— Trae la botella de alcohol para que pueda limpiar mis heridas y tranquilo, no puedes desmayarte solo es un poco de sangre — digo en tono severo
Él asiente y trae la botella que estaba en la cocina, la cual vacía directamente en mi brazo limpiando la herida y haciendo que los rastros de sangre se desvanezca levemente y prosigue a vendar.
— ¿Quién era ese sujeto? — dice con temor
— Lo vamos a descubrir — me pongo de pie y sujeto la daga
— No puedes irte en ese estado, las heridas pueden abrirse más y...
— ¿Eres doctor? — enarco la ceja
— No, soy veterinario.
— ¿Y te da miedo la sangre? — pregunto confundida
— Solo cuando la escena es ver como rebanas el brazo de un sujeto con un cuchillo más grande que mi cabeza.
— Logró entender porque no te tenían en el negocio familiar — murmuro entre dientes — Tengo que irme.
— ¡Espera! — eleva la voz haciendo que lo observe con molestia — No me vas a dejar aquí, ahora estamos juntos en esto.
— No, tú estás solo, suerte con los sujetos que...
Antes de que pueda terminar de hablar un estallido hace que Cassian se lance sobre mí para protegerme, una ráfaga de viento seguido de un resplandor debido a la explosión y un molesto pitido en mi oído, me levanto algo desubicada dandome cuenta que la habitación del edificio de la par explotó por completo.
— Maldita sea, esa era mi habitación — observó las llamas salir de la habitación junto a loa vidrios rotos de todo el edificio
— Por suerte no estabas ahí o si no hubieras muerto — murmura sin desviar la mirada de la habitación
— Mis cosas estaban ahí, mis cuchillos, mi dinero — lanzo la daga con molestia haciendo que quede clavada en la pared y Cassian de un salto de temor
— Mueve la madera del suelo — señala debajo de la mesa
— ¿Por qué?
— Solo hazlo Fanett — me acerco a él con las manos en puño — Por favor...
Él se va caminando a la otra habitación, muevo la madera dejándome a la vista el juego de cuchillos el cual ya había visto cuando vigilaba a Cass, él aparece con tres maletas negras y las deja caer.
Me acerco a inspeccionar notando que en una hay armas unas cuantas pistolas, un rifle de francotirador y dos fusiles de asalto, en las otras hay montañas de billetes. Aunque era dinero producto del narco trafico quien era yo para decir lo que estaba correcto y lo que no.
— ¿No qué no sabes disparar?
— No sé cómo hacerlo, te lo puedo demostrar si quieres — se encoje de hombros — Pero mi hermano tenía todo planeado. Vienen por los dos y ambos sabemos que no voy a sobrevivir solo, enséñame y te ayudo a terminar con las personas que mataron a tus padres.
— Me quedo con los cuchillos — guardo el hacha en la parte trasera de mi pantalón pegada a mi espalda para poder cubrirla con mi blusa.
— ¿Eso es un sí?
— Es un mueve tu trasero antes de que me arrepienta — sujeto una maleta mientras él toma las otras dos.
Bajamos por la escalera de incendios y guardamos las cosas en el auto.
— ¿A dónde vamos? — pregunta ingenuo
— A matar a la rata que me guió hasta ti, por alguna razón te querían muerto y eso significa que van en contra de nuestras familias.
— Y solo nosotros quedamos, genial — suelta un suspiro
— ¿Tienes algún otro escondite o algo?, al parecer tu familia tenía trazado todo un plan de escape.
— Aprendes a trazar planes cuando tu familia está en el narcotráfico, tengo una casa de seguridad a unas horas de aquí, es seguro.
— Tenemos que pasar a mi casa antes, debe de haber algo sobre quienes nos quieren muertos — indico con seguridad
Sigo conduciendo hasta llegar a casa nuevamente, nada había cambiado y no esperaba que así fuera.
— Linda casa — dice Cassian
— Vamos, tenemos trabajo.
Entramos por la puerta trasera para poder pasar desapercibidos, caminamos hasta dónde está la cueva de Micah.
— ¿Qué hacemos aquí? — susurra Cassian
— Vamos a matar a una rata, ya te lo dije.
— Estoy en contra de todo tipo de maltrato animal — se cruza los brazos
— Créeme está rata no te va agradar, espérame aquí — sigo caminando hasta quedar detrás de del asiento de Micah.
— ¡Fanett!, casi me matas de susto — se pone de pie — ¿Lograste acabar con el chico Pernelle?
— Vamos arreglar esto a mi manera — saco el hacha y tomó su mano colocándola sobre la mesa — ¿Para quién trabajas?
— Esto es absurdo — dice mientras comienza a temblar e intenta levantar su mano
— Si te mueves un cuchillo rasgara tu piel en línea recta desde tu muñeca hasta tu codo haciendo que te desangres en segundos — esbozo una sonrisa — ¿Para quién trabajas? O mi hacha y tú van a tener una larga platica sobre cuál de tus dedos te gusta menos.
— No te voy a decir nada — murmura entre diente
— Me vendiste Micah y traición se paga con sangre — levanto el hacha haciendo que esta impacte en su dedo índice haciendo que la sangre comience a ser evidente aunque tuve que realizar un poco más de presión para pasar el hueso
El grito desgarrador de Micah se escucha en todo el lugar mientras el cae de rodillas.
— Los Jesfer — dice en un murmuró casi inaudible
— ¿Por qué querían muerto a Cassian?
— Tienen algo en contra de ambas familias, no sé nada más.
Suelto su mano haciendo que caiga al suelo.
— Te dije que eras como mi hermano y no te importó.
Me lanzo sobre él cortando su cuello comienzo a darle golpe tras golpe al cuerpo de Micah, mis manos estaban llenas de su sangre y aun así seguía golpeándolo hasta que Cassian me separa de él.
Pero yo quería seguir golpeándolo quería cada gota de su sangre en mis manos.
Sin darme cuenta Cassian era parte de mi miseria ahora.