Conociendo lo prohibido ©️ (E...

By NarcirisFerrerV

549K 32.8K 13.8K

TRILOGÍA HÁBITOS INSACIABLES. (Libro I) Vanessa apenas empieza a separarse de la sobre protección y tabúes d... More

Conociendo lo prohibido
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6^
Capítulo^7
Capítulo^8
Capítulo 8/2
Capítulo 9^
Capítulo 10^
Capítulo 11^
Capítulo 12^
Capítulo 13^
Capítulo 14^
Capítulo 15^
Capítuto 16^
Capítulo 17^
Capítulo 18^
Capítulo 19^
Capítulo 20^
Capítulo 21^
Capítulo 22^
Capítulo 23^
Capitulo 24^
Capítulo 25^
Capítulo 26^
Capítulo 27^
Capítulo 28^
Capítulo 29^
Capítulo 30^
Capítulo 31^
Capítulo 32^
Capítulo 33^
Capítulo 34^
Capítulo 35^
Capítulo 36^
Capítulo 37^
Capítulo 38^
Capítulo 39^
Capítulo 40^
Capítulo 41^
Capítulo 42^
Capítulo 44^
Capítulo 45^
Capítulo 46
Capítulo 47^
Capítulo 48^
Capítulo 49^
Capítulo 50^
Capítulo 51^
Capítulo 52^
Capítulo 53^
Capítulo 54^
Capítulo 55^
Capítulo 56 ^
Capítulo 57 ^
Capítulo 58^
Capítulo 59^
Capítulo 60^
Capítulo 61
Capítulo 62^
Capítulo 63^
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 43^

5.6K 315 203
By NarcirisFerrerV


Vanessa

Escucho el taco chocar contra el suelo bajo mis pies mientras camino con la espalda erguida y cabeza en alto.

Uso el suits negro con zapatos altos rojos, el que diga que la ropa no hace gente miente, claro que si, contribuye a un fuerte autoestima y te da seguridad con cada paso que das.

Mi alta estatura me otorga elegancia, siempre lo he escuchado y no lo creí hasta verme frente al espejo.

Se supone que hoy al menos la oficina Principal estaría lista, ya he tomado el examen de admisión para la universidad en la facultad de ciencias y humanidades, según escuché también podría aplicar para London pero por ahora eso está muy lejos, todo lo que me interesa y quiero se encuentra en esta tierra.

Puedo iniciar el semestre con hasta cinco materias lo cual planeo hablar con Pitt para poder estudiar en la oficina cuando no tenga mucho que hacer, eso me ayudaría mucho.

—Buenos días.

—Hola.

Vuelvo a ver ese chico de rizos rubio por aquí, últimamente hay mucho acceso a la empresa, tal vez culpa de las remodelaciones.

—Vanessa—me llama Lisa.

—¿Si?

Llego hasta ella entrando a la oficina que ocupa, me invita a tomar asiento y lo acepto, guarda silencio como si desconociera como iniciar la conversación que ya sé por donde va.

—Los vi en Islandia—no me interesa apurarla pero tampoco deseo pasar el día aquí.

—¿Cómo?

—¿Quieres que te diga como lo hacían?

—¿Cómo nos viste, Vanessa?

—Lo vi entrar contigo a una habitación y no salir hasta después, también su repentina ganas de querer venir hasta aquí y salir detrás de ti esa mañana, solo fue cuestión de aptar cabos y tener ojos—miento, no le puedo decir que estuve en los pasadizos y sobre las ventanillas, seguro desconoce de ello y sea un secreto de Pitt.

—Estás muy cerca de Pitt y tengo dudas de si realmente puedo confiar en ti, no sé si te interesa sacar provecho de esto, ¿Así que qué quieres?

Me pongo de pies.

—No entiendo que favor pueda ganar de ello, ¿De verdad me ves corriendo hacia Pitt y soltarle esto como si nada? ¿Acaso has visto en el estado que está? lo último que necesita es más peso en su vida y no seré yo quien le haga ese daño.

—Conozco mejor que nadie su peso Vanessa.

—¿Entonces, qué clase de conversación estamos teniendo?

—Las cosas no son como piensas...

—No tienes que explicármelo, mientras menos problemas conozca mejor estaré, además que no me canso de repetir que no me interesa la vida de los demás, créeme que tengo suficiente con la mía.

—Quiero hacerlo, al menos una vez. Necesito decirlo libremente, sé que no somos amigas, pero por lo menos una...

—Tampoco Diana lo es si sabe tu secreto y en vez de ayudarte lo divulga al perder el control con la primera persona que ve.

—Esa no es amiga de ni su propia sombra.

Empieza a dudar de lo próximo que dirá y de verdad que no entiendo de que tanto habla.

—Escucha, esto puede resultar más complicado de que lo crees, y solo haré esto por el contrato que sé llevas con nosotros.

Intento hablar al respeto.

—Sé que específicamente con Pitt, pero el circulo de mi familia, los Lennox, todo lo que ves y escuchas debe quedarse en secreto, como si nunca hubiera pasado nada, eso exige el contrato. Te contaré esto y tú podrás sacar tu propia conclusión—me siento aún más perdida que antes—Una noche Bean y yo estábamos en la parte trasera del auto fuera de la cabaña, creíamos haber cerrado las puertas pero Diana abrió una de ellas y nos encontró allí, haciéndolo, corrí tras ella y le pedí guardar el secreto, ella aceptó pero no resultó ser más que una mentira.

Se mueve dándome la espalda, se hace una cola en el cabello y pasa su mano por su cuello.

—Siéntate—vuelve a pedirme—Si de verdad te interesa Pitt hay algo que debes saber, así que hazlo.

Tomo asiento nuevamente, ya tengo con Diana y sus amenazas para que ahora se agreguen otras, al final sin darme cuenta terminaré enemistada con media empresa y por nada.

—Un día me enteré que Bean estaba siendo extorsionado por Diana. —se toma una pausa—La historia de como inicio todo prefiero reservarla y solo contarte lo que puede resultar de tu incumbencia, aunque digas que no quieres problemas hace tiempo que estás en ello, Diana te tiene bajo su foco y es mejor que lo sepas, después de todo te acuestas con su esposo y no puedes fingir que no es nada.—el hecho de que lo diga con tanta naturalidad me hace sentir una zorra—Exigió que si Bean no confirmaba lo que su padre le contaría a nuestra familia le diría a todos sobre nosotros dos, crecer en esta familia sin mis padres nunca fue fácil, ni para mi tanto como para Pitt.

Él y Bean solían ser muy unidos, como verdaderos hermanos.—puedo sentir el pesar de sus palabras y conozco muy bien ese dolor en sus ojos—Tuve mucho miedo y Bean también. Diana pidió que dijera que hace tiempo Pitt había estado detrás de ella intentando que salieran y justo una noche nos encontramos en esa maldita fiesta donde supuestamente Pitt se la llevó a una de las habitaciones en la cual Bean debía decir haberlo visto salir celebrando su victoria.

—¿Estás hablando de violación?—inquiero confundida, no lo creo capaz de ello pero es como lo hace sonar.

—Como vas a creer eso. Así fue como ella lo hizo ver. Pitt tomó demasiado y ella lo llevó allí, luego encontró una forma de culparlo cuando las cosas no salieron como quería, en la reunión entre las dos familias más ricas de Islandia lo que más se quería evitar era algún tipo de segundo escándalo, así que la piadosa Diana ofreció un matrimonio entre ambos, supuestamente para cubrir su deshonra.

—Aún así con lo testarudo que es no puedo imaginarme a Pitt aceptando algo así tan fácil, el que Diana hiciera eso parece todo una locura y mucho más que hayas dejado que eso pasará, también Bean, si todo eso es cierto los tres le faltaron—veo que se restringe, no sé que se supone que busca diciéndome esto pero es obvio que no puedo fingir que lo que escucho es normal.

—Ya te dije que crecer en esa familia no fue fácil, lo obligaron, esa unión significaba poder, el regreso a la cima de los Lennox, nosotros estábamos sujetados de manos y pies. Además de que casi mata a Bean a golpes.

—Eso si es creíble.

—Todo lo que te he dicho lo es porque es la verdad, y me mata verlo ahogarse por mi culpa, todo ese odio que veo en sus ojos...

—Entonces libéralo—me echo hacia delante en la silla, todo lo que dice no deja de parecer una absurda historia—Es lo que deberías hacer en vez de decírmelo, no entiendo para que me cuentas esto y que esperas que haga.

—Para que entiendes porque no puedo contarle, firmaste un contrato que te impide hablar de nuestros secretos, esto no es nada en comparación a lo demás. Tambien está Felipe, no sé que pasa por su mente, no los conoces como yo, todo esto terminará mal si continua así.

Me pongo de pies.

—Si lo haces tú serás la culpable por lo que pase con nosotros, Vanessa.

—No, no, no, dejemos esto claro, como dices, si firmé ese contrato pero con Pitt, yo no tengo nada que ver en todo esto, ustedes lo provocaron, se lo han ocultado y deben solucionarlo, ese hombre está sufriendo y se esfuerza por ocultarlo porque lo cree una debilidad pero no es así, su debilidad ha sido creer en las personas incorrectas y si tú de verdad buscas su bienestar hallarás la mejor manera de solucionarlo, no creas que con decirme esto seré parte de ello, no soy cómplice de nada y menos lo que le haga daño.

—Le harán daño a Bean.—sollozea—Me lo arrebatarán, tú estás enamorada y deberías entenderlo.

—Lo siento, pero no debiste contarme esto Lisa, me estás diciendo que terminaste de enterrarlo en el agujero que está, no dejaré que lo lastimen más, he estado tratando de hacer que se abra con los demás y ahora me sueltas esto como si nada, Bean y tú me caen bien pero no veo forma de poder ayudarlos, ya te he dicho todo lo que sé. Todo el mundo tiene sus secretos y si el tuyo tiene un peso tan grande lo que más deberías hacer es mantener el circulo pequeño, Pitt no sabrá esto por mi, pero si te interesa tu hermano tú tendrás que enfrentarlo de una vez por todas y contárselo.

—Tú no entiendes lo que le pasará, creí que podrías comprender pero ya veo que no, por favor vete.

—Lamento no poder hacer más por ti, te deseo suerte—logro salir con la cabeza hecha un lio, intento ordenar todo lo que he escuchado, secretos, traiciones y conspiraciones, todo lo que ha dicho va en contra de alguna manera de lo que Pitt me dijo, <<Dios>> que clase de locos son esta gente y con quien he estado conviviendo.

Un matrimonio por conveniencia que al final no ha sido más que un engaño desde el inicio, su desagrado por Bean y que además Missael tuvo razón al decir lo loca que está Diana.

Todos son un desastre.

Y yo que venía con todas las energías positivas del mundo.

Puedo saber que él está en la oficina por ver las persianas hacia abajo, luego de lo que he escuchado no sé como hablarle y fingir que no pasa nada, no quiero verme involucrada en estas cosas, tampoco ocultarle nada como lo he hecho hasta ahora pero cada vez más secretos se acumulan y no me gusta por donde va la cosa cuando por fin ha empezado abrirse conmigo.

Me falta información para comprender de que va todo esto con Diana y Lisa, siempre me ha gustado conocer las dos versiones, sin embargo, eso con Diana es imposible y el hecho de que dejará a Lisa al descubierto sin saber cual sería mi reacción deja claro que realmente es una desgraciada, quizás lo que esperaba de ello era que se lo contará a Pitt y provocar que me gane el odio de todos al meterme en lo que no me importa o solo por celos.

Sea lo que sea esta claro que no le importa lastimarlo y el respeto que le tenía por ser su esposa ha muerto justo allí.

—Sería bueno tener algunas plantas en el pasillo.

Cierro la puerta viéndolo estar envuelto en la MacBook.

—¿Y eso quién lo aprobó?

—Yo.

Frunce el ceño viéndome con una sonrisa entre sus labios esperando para salir. Recuerdo bien claro nuestro último encuentro, el cual me ha dejado algo adormida, me gusta que saque esa parte de mi y el no sentirme para nada avergonzada cuando estoy con él, todo lo contrario, soy casi totalmente libre.

—Además no recuerdo que deba pedirla para lo que quiero ver cada mañana.

Llego hasta él viéndolo a los ojos. Parece ser que aún no se recupera de su mal estomacal y esas ojeras lo delatan.

—Tienes razón, hasta he pensado que deberíamos cambiarle el nombre a la empresa.—suelta sarcástico.

—Espero que sea por algo bueno.

—Esta es su empresa señorita, decida usted.

Viro los ojos ante su sarcasmo.

—Quiero que me prestes a Vanica, pero esta vez iré sola.

—No lo llames así.

—Vanica y yo daremos un paseo hasta las fueras de la ciudad y de regreso, también dormirá en mi casa.

Se lame el labio inferior viéndome con esa mirada oscura que solo él posee.

—¿Algo más que deba saber? ¿Otra cosa de mi posesión que deba perder para mantenerla complacida?

Veo su mano intrigada y a la vez con una felicidad carcomiéndome.

La sortija...

No es necesario que diga nada cuando actúa poniéndose de pies dejando un un beso en mi frente.

—¿Ya has elegido una casa?—inquiere sobre mis labios.

—Me quedaré donde estoy, deja de insistir.

—No veo el problema.

—No viviré con un hombre que comparte su cama.

—¿Pero si lo haces con Missael?

—Es la excepción.

—¿No orina parado? O me dirás qué se sienta para hacerlo.

—Depende, lo digo porque la otra noche lo vi y me pareció algo extraño.

—¿Lo viste?

—Si—me veo las uñas.

—¿Mientras estaba en el baño?

—Mi baño.

—¿Orinando? Lo que significa que estaba desnudo.

Medio sonrío.

—Es la peor broma que has podido hacerme.

—¿Quién dice que lo es?

—Eres pésima mintiendo.

—¿Y quién dijo que lo hago?

—Vanessa.

—Pitt.

Se atrabanca con las palabras, lo cual creo que es lo mejor para lo que sea que haya estado a punto de decir, se adueña de mi, mi tiempo, cuerpo, mente, y todo cuando apenas puedo verlo fuera de estas paredes. Ya me canse de eso.

—Quiero ir por tacos.

—¿Tacos?

—Tacos.

—Bien.

Me quedo observándolo notando que no ha captado la indirecta.

Carraspeo y me ve.

—Tengo mucho que hacer para ir a perder el tiempo comiendo tacos.

—Quiero ir a comer tacos—vuelvo a repetir queriendo sacarlo de todo esos papeles, necesita un respiro—Y hay algo que necesito decirte.

—Sabía que estarías aquí—entra Diana sin tocar—Me gustaría que habláramos sobre algo.

Me aparto un poco y la expresión en su rostro cambia cuando me ve.

—De hecho ya vamos de salida.

Me da una mirada por arriba enfocándose en Pitt.

—¿Tienes alguna reunión fuera?—inquiere viéndolo.

—Iremos por tacos.

Me ve confundida.

—¿Perdón?

—Te perdono.

—¿Puedo saber qué pasa? No entiendo.—muestra una sonrisa fingida y su rostro grita todo menos confusión, después de la otra noche que me hizo pasar y sus amanezcas asuldas no creyó que de verdad me iba a quedar como si nada mientras me pisotea.

—¿Qué necesitas qué te explique? iremos fuera, comeremos y no volveremos por el resto del día.

—¿Qué necesitas Diana? —pregunta Pitt interrumpiéndome.

—Podría ser en privado, hay algo que me gustaría debatir sobre los documentos que me entregaste.

Pitt me ve y le mantengo la mirada, si todo lo que dijo es cierto y solo es un matrimonio por papel no veo porque deba salir, después de todo no se calla diciendo que soy su mujer.

Le doy la vuelta a la silla y tomo asiento, lista para escuchar de qué va la conversación.

—Vanessa.

—¿Si señor Lennox?

Le da una mirada a la puerta y sonríe.

—Creo que he olvidado mi taza para el café, ¿la buscarías por mi?

—Ya podremos buscarla los dos más tarde, apuesto que la olvidaste en la finca.—pasa su dedo índice sobre sus labios.

—¿Finca?—pregunta Diana—¿Qué finca?

Pitt se rasca la frente.

—La nueva vivienda de Pitt, según escuché en la actual casa hay problemas y no puede dormir muy bien.

—¡Pitt!—lo llama ella esperando alguna respuesta.

—Es cierto, qué viva en otro lugar será lo mejor hasta que se resuelvan nuestros asuntos pendientes, sabes muy bien de lo que hablo, pero no es como dice Vanessa, tal vez no sea la finca.

—Y tampoco lo hará solo.

Le doy una sonrisa.

—Claro que no—habla Diana—lo hará conmigo, su mujer, si te mueves yo me iré contigo—suelta viéndolo.

—Ya hablamos de esto anoche, conoces mi posición y sabes de que va, no lo hagamos de nuevo.

—Déjame a solas con mi esposo, Vanessa.

Pide y me quedo tranquila sobre la silla.

—No lo volveré a repetir.

—No será necesario, todo con los papeles que te di está bien, solo he sido mensajero al entregártelos, por otro lado, esta conversación ya acabo—Sale de la oficina, Diana queda viéndome con esos ojos rencorosos que se carga y me pongo de pies con la intención de seguir a mi jefe.

—Vanessa—me llama.

—¿Si?—giro a verla.

—¿A dónde vas?

—Creo que eso está bastante claro.—miro hacia la salida.

—Necesito que me ayudes con algunos módulos que presentaré próximamente, estoy muy ocupada y no puedo encargarme de ello por ahora.

—No entiendo para qué, se supone que tú eres la encarga publicitaría de la empresa y deberías tener...

—No pregunté que pensabas, puede que creas que tienes algún poder sobre mi marido pero no es así, yo aún continuo aquí y mientras eso sea así tú debes mantenerte en tu lugar.

Quedo analizando lo que dice, en su cara hay algunas ojeras cubiertas por el maquillaje y sé bien que está rodeada de problemas con el asunto de su padre, Pitt ya no lleva el anillo en su dedo y la mujer que veo frente a mi es tan distinta a la de aquella mañana con una sonrisa en el rostro ansiosa por ver a su prometido, lo que veo ahora es una chica desesperada por atención y que ha perdido el rumbo, aunque con lo que he escuchado es muy posible que nunca lo haya tenido.

Siento ganas de decirle todo lo que pienso de lo que hizo para quedarse a un hombre que no la quiere, no puedo creer que de verdad alguien como ella haya sido capaz de caer tan bajo.

—No te quedes ahí parada y sígueme.

—No.

—¿No?

—Supongo que tendrás que usar tu creatividad.

—¿Qué acabas de decirme?

—Lamento no poder ayudarte Diana, firmé un contrato el cual especifica para quien trabajo y esa persona no está aquí—me acerco hasta ella—Y ahora seré yo quien te advierta de algo, vuelves a mi casa amenazarme frente a mis amigos o intentas lastimarlo más de lo que has hecho y te aseguro que la Vanessa frente a ti será muy distinta. Pídele a alguien más que te ayude, o consigue tu propia secretaria.

Me calmo buscando la salida de la oficina viendo a ese glorioso hombre de espaldas estar a punto de entrar al ascensor.

—Yo conduzco—logro llegar a el a tiempo.

—No iré por comida Vanessa, necesito organizar mis ideas y cerrar una venta importante para la cual debo estar enfocado.

—Bueno, yo y Vanica lo haremos.

—No lo llames así.—vuelve a repetir.

—¿Entonces la finca?

—¿Por qué hiciste eso?

—Hacer qué.

—No quiero que andes desafiando a Diana de esa manera, podrá ser lo que sea pero aún así es mi...

—¿Aún así que?—me muevo quedando frente a él.

—Olvídalo.

—Termínalo.

—No es la manera.

—¿Y cuál es la manera señor? Has estado llevándome de allá para acá como tu cometa personal y ahora si yo lo hago no es la manera.

—No me molesta que seas mi cometa.

—No jales demasiado del hilo o puede que se quiebre.

Se acerca a mi.

—Lo tengo reforzado contra peores tormentas señorita Dolan.

—El peor clima puede venir de donde menos lo piensa señor Lennox, es bueno que lo sepa.

—¿Así?—inquiere sobre mis labios.

—También, ¿Para qué tantos documentos?—me giro dándole la espalda—los últimos días has estado metido entre ellos y ni te cuidas bien.

—Cuido muy bien dieta, no como otras.

—¿Quiénes son otras?—volteo a verlo.

—Las que usan la sal como pasta de dientes.

Ignoro lo que dice.

—¿Cómo sigue tu estomago irritado? ¿Has pasado mucho tiempo en el baño?

Me ignora.

—¿Qué comiste para intoxicarte así?

—Ya te dije que sopa.

—¿De caballos?

—Tal vez de perros—suelta en sarcasmo—Olvídate de eso y concéntrate en la empresa.

—¿Qué hay de Diana? ¿Algo más que deba saber?

Espero a que me diga como es que se quedó sin eso en el dedo, todo menos que lo perdió o olvidó.

—Por ahora ya sabes todo lo que deberías saber.

—Idiota.

—¿Qué dijiste?

El ascensor se detiene y salgo sin demora de el, no quiero quedarme allí más tiempo cuando las palabras se me escapan, ya debería estar acostumbrado a que lo llame así, quizás no fue el momento con el ánimo que se trae pero bueno...

No hay duda que Vanica es la mejor del mundo, Pitt no me deja conducirla pero aun así puedo sentir toda la adrenalina correr por mis venas nuevamente.

—¿De qué es eso que quieres hablar?

Respiro recordando mi apuro, siento una presión en el pecho y espero no ser rechazada, si lo hace no sé como repartiré mi tiempo y lograré dividirme entre todo.

—Pronto iniciaré la universidad y necesito tiempo como espacio para estudiar, estuve pensando en que no habría problema si lo hago en la oficina cuando no tenga mucho pendiente sobre el escritorio, además me esforzaré en mantenerme al día con todo, prometo que no habrá dilataciones con los documentos, incluso si debo trabajar de madrugada, necesito el trabajo para poder costear la carrera y terminar los pagos del apartamento, he esperado mucho para por fin poder entrar y ahora que puedo hacerlo tengo miedo de perder mi empleo, así que...

Se me va el aliento por lo rápido que he soltado todo.

—Puedes hacer cuanto quieras, y no te preocupes por el costeo, ya lo tengo cubierto.

—¿Qué significa eso?

—Que espero te enfoques y disfrutes lo que haces.

—No me digas verdades a medias, sé que no es a lo que te refieres, ¿qué hiciste?

—Lo sabrás una vez entres, no tengo dudas en que serás aceptada.

—Pitt.

—¿Querías tacos?

—Responde lo que te pregunté.

Las puertas de Vanica se abren hacia arriba.

—¿Dónde estamos?

Se baja dejándome dentro, me apuro en salir y él toma mi mano entrelazándola con la suya, sin duda alguna sola soy Vanessa, pero a su lado es como si todo el mundo se postrara a mis pies, el tenía razón en eso, y supongo que lo ha tenido mucho más de lo que ahora mismo pueda notar.

—¿Cuántos?—inquiere tomando asiento en lo que parece ser un restaurante pero como siempre y normal en él, el sitio está solo para los dos.

—Uno...

—¿Tres?

—No soy un camión.

Bufea.

—Entonces que sean seis—levanta una tablet que hay sobre la mesa empezando a teclear—No estás tan pesada, de hecho un pal de libras en los lugares adecuados no estarían mal.

—Sé que no lo estoy, lo haces solo por molestarme.

—Deja la sal.

—¿Cómo tú la sortija?

Sigue como si nada con la mirada puesta en la pantalla, no se mueve ni un centímetro y yo no soporto la incertidumbre que me mata, quiero saber qué pasó.

—Diez minutos.

Habla y lo ignoro, tomo la tablet de la mesa y busco lo que ha pedido, efectivamente...

—¿Alguna vez has visto el tamaño de esto? No podré ni con uno.

—Si puedes con el tamaño de mi verga, no creo que vayas a tener problemas con eso.

No pienso en discutir la veracidad de eso, este sitio prepara las masas grandes, no las pequeñas que encuentras en la calle y por más hambre que tenga es complicado que pueda con uno.

—¿Cómo lo cancelo?

—Ya es tarde—me arranca el aparato de la mano—Vendrán con los ingredientes y te dejarán preparar todo por ti misma.

Descanso la espalda sobre la silla, no hay caso con él, tampoco entiendo de dónde saca el tiempo para hacer estas cosas. <<Cuando le dejé todo sobre la mesa verá de lo que hablo>>

Observo a tres personas aproximarse en silencio, una chica empuja un carrito con ella, otro trae una botella de lo que parece ser vino mientras el tercero empieza a dejar dos platos sobre la mesa, la chica de blanco descubre el carro mostrando todo lo que hay en el, desde carnes hasta los vegetales, algunas salsas, dejando el picante cerca de mi y las gigantescas masas para tacos de las que tanto le hablo.

—¿Quién combina vino con tacos?

Las tres personas se alejan.

—Empieza a comer—su tono aun no mejora—Mientras más rápido lo hagas antes podré volver a la empresa.

—Iremos a la finca.

—Aún tienes un trabajo.

—Descuéntame el día.

Me pongo de pies tomando el royo, no sé que prefiera y tampoco pregunto, le preparo uno con muchos vegetales y nada de picante recordando su estado, se lo paso y hace cara de no querer, lo acerco a su boca insistiendo en que acepte hasta que lo hace.

Toma la botella de vino.

—Si tomas conduzco, Vanica también estará encantada.

—Es un Tuatara, un auto deportivo y hasta ahora el más veloz del mundo, deja de llamarlo como chica.

Tomo asiento fingiendo que no lo escucho mientras empiezo a comer y esos ojos azules no se mueven de mi, amo y odio cuando hace eso.

—¿Puedo preguntar algo?

Queda en silencio.

—¿Cuál es tu problema con el padre de Bean?

Deja la masa a medio morder sobre su plato.

Lisa me habló de ella y Bean pero no me dijo nada de porqué el odio hacía Felipe, no he compartido casi nada con él pero en el tiempo en Islandia pude ver que es una persona prepotente y aún más arrogante que Pitt, como si eso fuera posible, pero si, esa familia está llena de eso por dónde sea que eches el ojo.

—Creí haberte dicho que fue una discusión familiar.

—Y lo asumo así, solo quiero saber porque tanto desprecio.

Deja los codos reposar sobre la mesa, no puedo evitar ver sus manos las cuales pareciera se esfuerza en hacer que vea. Ya lo noté y no diré nada más si él no lo hace antes.

—Te pido que no empieces nuevamente con la consulta psicológica, guárdatelo para cuando te gradúes y tengas pacientes.

—No recuerdo haberte dicho que voy a estudiar.

Se lame los labios acomodándose sobre la silla.

—No puede ser, de verdad estás loco, todo este tiempo lo he tomado ha broma pero de verdad me tienes el ojo puesto en el culo.

—Aún no he estado ahí.

—No es por falta de ofrecimiento.

Se burla.

—Quiero que dejes de hacer eso, da miedo y te hace quedar como un enfermo.

Su rostro se tensa.

—No haré tal cosa, necesito saber que haces cuando no estás conmigo.

—Eso es demasiado.

—No me importa, solo te cuido.

—¿Cuidarme de qué?

Se pone de pies empezando ha dejar el lugar, voy tras él deteniéndolo, aún no come y odio que huya cuando no sabe que decir.

—No necesito que hagas eso.

—Te dije que pondría el mundo a tu pies y como tal te ofrezco todo lo que tengo.

—¿Qué?

Me aparta.

—Espera Pitt...

Los llamados son inútiles cuando sube al Tuatara esperando por mi, de verdad quería comer pero el regreso a la empresa es indiscutible, como rayos se supone que hable con él cuando apenas lo pienso y pasa esto.

—Es mi vida y no quiero esto.

—Ya.

—Te estoy hablando, deja de ignorarme.

—Te escucho, solo que no me interesa lo que dices—detiene el auto de repente—Estoy lidiando con mucho, tú eres lo único que no me está jodiendo la cabeza, por favor continua así y no me compliques más las cosas, necesito acabar esto y ya luego veremos.

—No entiendo de que hablas, no me dices nada y siempre es lo mismo, quieres que escuche entonces habla, esperas que entienda entonces explica, es más fácil de lo que crees maldición. Tus palabras, te lo recuerdo.

Sale del auto en medio de la carretera, lo veo atreves de la ventana, no saldré tras él, estoy cansada de pedirle lo mismo, cuando él desea todo sale como lo quiere, yo también espero que las cosas me salgan bien y que se comunique sin tener que forzarlo.

Vuelve a entrar respirando, coloca sus manos sobre el guía y la puerta baja terminando por cerrar.

—Te explicaré todo una vez haya terminado Vanessa, ahora solo necesito enfocarme y tú eres una distracción.

Me ve.

—Tranquilízate, haz lo que quieras con la universidad, haz lo que quieras con el diseño de la empresa, lanza las sillas desde el piso más alto si quieres, pero déjame hacer esto.

—¿Qué hay de Lisa? ¿Aún sigues molesto con ella?

—Si no lo entiendes no opines.

—No lo hago porque no me lo explicas.

Se mueve el cabello hacia atrás y vuelve arrancar sin decir nada.

—Necesito regresar a la empresa.

—Ya.—empiezo a imitarlo.

—Para empezar nunca debí salir de allí.


-Pitt-

La asociación me permitió dar el primer golpe el cual fue deshacerme de Derek, ya lo que quede de él otros lo comerán, el segundo está a punto de concretarse tras esta firma, todo por lo que he tenido que pasar para estar aquí, luego de este día toda mi atención podrá estar depositada en lo que realmente quiero deleitarme, —la perfecta familia que me cargo—

Perros hediondos por donde sea que mire.

Sabía que al final Dahiana sería la llave, aunque no lo parezca esa mujer cuidaría de su hija con su propia vida y es algo que respeto, aún así luego de todo este tiempo y jugar conmigo no se irá con las manos limpias como cree.

Que puedo decir...

Debo pensar en buen castigo para ella y solo hay una cosa que viene a mi cabeza.

—Veo que me esperabas.

—Creí que serías puntual.

—Debatía algunos detalles con los abogados.

—¿Y cómo estuvo eso?

—Todo bien.

—Aquí están los papeles que debes firmar, puedes llamar esos abogados si quieres.

—Estaré bien, no creo que vayas a jugar conmigo.—Toma los papeles y los lee—Tengo una duda que deseo aclarar, luego todo esto terminará, me llevaré a Diana conmigo y no nos volverás a ver.

—¿Qué es eso?

—¿Por qué quieres adquirir acciones de empresas que están en el suelo cuando podrías solo buscar aumentar el valor de las que ya tienes?

—Que algo caiga no significa que no vuelva a subir, además me gustan los retos y quiero dejar claro a toda la competencia quien es verdadero dios en esto, cosas que no deben preocuparte.

—¿Cuentas con el apoyo?

—Me respaldo yo mismo, eso es suficiente, te sorprenderías de las cosas que puedo hacer posibles .

—Nunca he dudado de tu ingenio, por eso es que hago esto, estoy cansada de esta absurda gerra y también se lo debo a Maison.

No entiendo porque lo menciona pero lo que sea la lleva a tomar la pluma y por fin aplacar la firma que me deja libre de este maldito candado, uno menos.

—Deja que yo se lo diga—pide y acepto, supongo que querrá consolarla o no sé que cosas, también sé que de todos modos la veré tarde o temprano—Mis abogados se pondrán en contacto contigo—se pone de pie—Te deseo suerte hijo de Laura.

—Espero nunca volver a verte.

—No lo harás.

—Eso espero, de todo lo contrario mi promesa dejará de existir y no se que pueda pasar.

—Nada pasará.

—¿Te llevarás al perro contigo?

Me ve confundida.

—Ya sabes, el que te lame... los pies.

Carraspea.

—Ese es el perro que te la pondrá más difícil de todos nosotros, yo nunca estuve de acuerdo con esto, siempre preferí mantenerme alejada como lo hago ahora porque aunque pierda reconozco que es lo mejor para los que amo, entiendo que hay diferentes versiones de esas noches por lo cual decido mantenerme al margen y ver que sucede.

—¿Ahora eres Suiza?

Se ríe.

—No dejes que el poder haga contigo lo mismo que hizo en él, incluso si debes renunciar a todo, a veces eso es lo mejor y te permite seguir teniendo cerca a los que amas, y sé muy bien que tú tienes a los que quieres cuidar.

—Hasta nunca señora Morfis.

—Nos veremos señor Lennox.

—Espero por el bien ajeno al mío que no.

Me apuro en avisarle a los abogados y hagan su trabajo lo más rápido posible, el monto ha pagar es pequeño, las acciones están decaídas y aún así su valor sigue, el unir y convertir todo esto en uno bajo mi mando me tomará tiempo, aún así no me preocupa puesto que desde hoy se me conocerá como otro.

Pensé que el adelantar las cosas podría traerme desventajas, sin embargo, ahora estoy convencido que ha sido lo mejor.

Lo que he perdido hoy monetariamente no ha sido nada en comparación al valor que le daré a mi nuevo imperio. Los franceses, Islandeses, Italianos...

Felipe, Matilde, Bean.

Todos.

Nadie aquí está preparado para lo que se viene, ya que por fin puedo revelar al resto de jugadores ansiosos de la mesa.




Continue Reading

You'll Also Like

3.9M 90.8K 67
Novela destacada de Octubre 2022!!!! 🏆 Alison Morgan, tenía todo lo que pudiera desear: fama, respeto, éxito, dinero. Pero no tenía lo más important...
1.5M 108K 82
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
50K 4.4K 49
✮Trilogía Perdición✮ Libro I: "Luces, cámaras y dolor" Kadlin Banks, la actriz más conocida, famosa, y admirada del mundo, no es una diva mas de la...
194K 10.3K 67
𝐴 𝑆𝑇𝑂𝑅𝑌 𝐶𝑅𝐸𝐴𝑇𝐸𝐷 𝐵𝑌 𝑀𝐶𝐾𝐴𝐿𝐿_𝑋𝑉. Erix Hemsworth un hombre mafioso de 27 años, cuyo propósito es...