Entonces... - su presencia era realmente aterradora, aunque lo superaban en número y todas podrían darle una increíble batalla parecían estar realmente suprimidas por estar cerca de él casi como si perdieran su voluntad de luchar cosa que para un aventurero era peor que perder una extremidad o parecidos.
Ya no se encontraban a la mitad de la calle ni mucho menos, estaban en un pequeño restaurante poco conocido para que el rumor de que las aventureras de la familia Loki se junten con aquel que amenazo a su familia no se extienda como fuego por todo Orario.
Confundiste nuestras intenciones Cranel-san, simplemente nos parecía curioso ver que hacías caminando solo sin equipo ni un grupo al calabozo, es raro ver a alguien aventurarse así al calabozo. – Riveria intento crear una mentira basada en los hechos, pero como si se trataran de los ojos juzgadores de los dioses los de aquel chico parecía ver atreves de sus mentiras.
¿enserio ninguna me dirá la verdad? Entonces me retiro. – se levantó de la silla donde se encontraba con toda la intención de levantarse e irse en ese momento, pero una caballera rubia se movió como si de un rayo se tratase y en cuestión de segundos ya estaba agarrando la muñeca del chico para detener su avance.
¿Cómo eres tan fuerte? Dime. – parecía exigírselo cosa que molesto enseguida a aquel peliblanco, pero decidió respirar y contestar porque a diferencia de otras excusas que daban sus compañeras, las molestas palabras de la chica eran sinceras por lo que no había mentira alguna en ellas. – por favor. – sentía como temblaba, esta chica realmente tenía un problema.
Mis antepasados me sonríen, ¿pueden decir eso ustedes? – esas palabras golpearon a más de una indirectamente pero no tuvo tiempo de pensarlo mucho debido a que tuvo que esquivar el tajo horizontal de una espada, eso puso en alerta a todos debido a que el mismo provenía de la [princesa de la espada] que aparentemente no se había tomado bien el comentario del chico.
¿te estas burlando? – fue la pregunta de rubia que aparentemente fue bastante afectada por el mismo pero el chico parecía imperturbable debido a que le prestaba la mínima atención al berrinche de la princesa por lo que decidió que era momento de retirarse.
Aiz discúlpate en este momento. – fue la orden de Riveria, aunque la espadachina rubia hizo caso omiso a la elfa de cabellos verdes mientras que las dos amazonas estaban listas para interferir si el asunto se ponía realmente serio.
Yo me retiro, un gusto charlar con ustedes. – el chico ya se encontraba caminando a la salida cuando sintió como la princesa se preparaba para un segundo ataque. – no...- fue un susurro que fue escuchado por la mayoría de las presentes por sus agudos sentidos de primera clase. – es mi turno rubio. – fueron segundos lo que le tomo quedar al frente de Aiz con su puño a escasos momento de impactar de lleno en su cara.
Muerte inminente si no te proteges. – eran su subconsciente hablándole, sus alertas estaban al máximo al igual que su defensa, agarrando con las dos manos el mango de su espada, la puso en frente de ella para aplicar toda su fuerza para parar ese golpe.
El sonido de la carne chocando con él metal resonó en cada oído de los presentes, pero el comentario de una elfa peli naranja las hizo reaccionar por fin.
Lo bloqueo, digno de la señorita Aiz. – parecía contenta por el logro de la persona a la que admiraba cuando de un momento a otro vio como [desesperate] la espada insignia de la rubia caía al piso, ella aún seguía en posición de bloqueo, pero no se movía ni emitía sonido alguno cosa que preocupo a sus compañeras.
Es demasiado fuerte. - fue su hilo de pensamiento imaginando la brecha que había entre ella y aquel chico de largos cabellos blancos y sonrisa orgullosa como la de un león que estaba próximo a coronarse Rey, después de ese último pensamiento la chica se desplomo el en piso respirando agitadamente.
Creo que se me fue un poco la mano. – rio el joven ahora si a punto de salir del local nuevamente solo para ser detenido por la voz de una azabache.
Tu fuerza no es humana, eres increíble. – ese halago inesperado llego de golpe al chico, sin duda no esperaba que le dijera eso teniendo en cuenta el estado en el que dejo a su compañera. – tienes la fuerza de ese héroe de la antigüedad.... – hubiera seguido con su charla si el golpe de su hermana mayor no la hubiera interrumpido con una severa mirada que hizo que guardara silencio.
Me gustaría que fuera humana. – rio por lo bajo para luego retomar su camino, pero antes de irse dio una rápida mirada a su alrededor, por lo que tomando una posición de carrera mientras empezaba a susurrar algo fue cubierto por un manto de relámpagos. – sígueme el paso. – grito para desaparecer en un borrón ante la vista de las aventureras solo para que a los pocos segundos un segundo destello de velocidad negro levantara las baldosas del piso al pasar corriendo a su máxima velocidad atrás de él.
No podía llamarse carrera por que era más una persecución, el rayo negro intentando alcanzar al azul, ambos pasaban por murallas, sedes de familia y hasta la misma torre de Babel.
Mira este trucazo [vana Freya]. – aumentando al limite su velocidad parecía literalmente desaparecer mientras corria en dirección a lo que parecía la sede de una familia, era grande y estaba amurallada como si fuera el fuerte de una guerra, cuando los borrones por la velocidad se hicieron más intensos el chico fue capaz de atravesar la gran muralla.
Ese maldito gato no me atrapara. - rio fuertemente mientras tomaba aire solo para darse la vuelta y ver que estaba rodeado de lo que parecían aventureros. - mierda. – fijándose en donde se había metido no era ni más ni menos que la sede de la familia Freya. - a veces soy una cosa, pero bárbara. – pensó con diversión analizando su entorno, sin duda alguna esa familia tenía chicas lindas. - qué pena que todas estén obsesionadas con ser como su diosa. – dijo por lo bajo mofándose de la situación de las féminas de la familia más fuerte del mundo.
Apártense. – la severa voz de alguien llamó su atención, era un tipo realmente grande y bastante musculoso, aparte de llevar armas grandes en su espalda. – Lady Freya quiere verte Bell Cranel. – ordeno el boaz al chico que se sacaba un moco para luego lanzárselo a la frente a un elfo blanco que estaba por ahí.
Como quieras grandote. - paso al lado de él para luego caminar por la sede como si fuera su casa, ni siquiera supo cómo lo hizo, pero llego al despacho de la diosa mientras jugaba con un gran mazo.
Cuando entro la diosa parecía esperarlo debido a los aperitivos que se encontraban en la mesa acompañado de unas copas de vino.
Veo que mandaste al gato a corretearme como si fuera una vil rata, eres inteligente. – opino dejando tirado por ahí el juguete que encontró en el camino, realmente se comportaba como un niño pequeño. - ¿a qué se debe la presencia de una divinidad que juega a la camera de día? – esa pregunta hizo sudar frio. – me imagino que no sueles mostrarte a los dioses cuando estas en el bar. – la diosa no tenía ni siquiera palabras para expresar la confusión que sentía, era técnicamente imposible que el chico supiera eso sin ser una divinidad.- ¿Cómo demonios le hiciste el día de mi disputa con Loki? Había dos dioses ahí.... ¿tienes una doble? Que genial. – pensó en voz alta divagando en sus ideas mientras jugaba con unos adornos de la oficina.
Dejando ese tema de lado, te invito a una cena. – la diosa extendió una invitación con su nombre y una versión suya chibi. – mañana en la noche nos reuniremos fuera de Babel. – parecía totalmente segura de su decisión y ¿Quién era él para rechazar a una linda diosa? Cumpliría su capricho.
Trato hecho, nos vemos en la noche Syr-chan – le guiño el ojo volviendo a hacer aquella seña de corazón con sus dedos. – bye, bye. – salio por la puerta para volver a asomar la cabeza por la puerta y decirle. - no puedes engañar a mis ojos. - cuando sus ojos rojos se clavaron en los morados de ella, podría jurar ver como brillaban en un azul eléctrico similar al de cierto dios e hijo.
Es imposible leerlo, es alguien realmente impredecible. – pensaba la diosa para luego sonrojarse y llevarse una mano al pecho justo en su corazón. –pero ya sabe mi secreto así que tendrá que tomar la responsabilidad. – parecía convencida de que eso funcionaria para aprisionar al joven en su palacio.
Mientras tanto:
Una diosa... listo. – tachaba de la lista la palabra diosa. - ahora solo me falta la loca, la emocionalmente dependiente, la Loli, la tabla, la tsundere, una tetona y una elfa.... Dos elfas bueno tres.... perfecto – sin duda tendría el mejor harem de todos los tiempos. - como decía mi abuelito.... El romance es la aventura del hombre. - después de eso por fin emprendió rumbo al calabozo después de una mañana poco convencional.
Fin del capítulo.