capítulo dieciséis.
visitas y historias antiguas.
JASPER Y ALYSSA HABÍAN PASADO TODA LA NOCHE JUNTO, LA CHICA LO HABÍA LLEVADO ASÍA UNA casa que tenía en Los Angeles, California. Le encantaba pasar tiempo con su amante. Alyssa tenía en mente que le regalaría a su Jazz por su aniversario.
Al Jasper también sabía que le regalaría a Lyssa, su regalo se había inspirado en Carlisle. Al regresar había llevado de caza a Jasper confiaba en él, pero sabía lo apetitosa que era la sangre de Bella para los demás vampiros, mientras que ella la encontraba muy dulce, a los demás le abría el apetito.
La humana ya había llegado a la casa Cullen, su olor se podía notar de lejos. Sintió como Jasper se tensaba al percibirlo, vamos estaban tomados de la mano por lo que Alyssa jalo de Jasper.
-Ven Jazz. Tenemos que hacer una entrada triunfal.-la arrogancia se podía distinguir en su melódica voz. Sacándole una tierna sonrisa a Jazz.
-Cómo quiera, mi bella dama.
Alyssa sabía que su escudo cuando protegía un objetivo, iluminaba la silueta de dicha persona. Por lo que haciendo uso de este, entraron por la ventana.
La humana que estaba deslumbra por la bellaza de todos en la sala. Se maravillo más cuando vio a dos figuras entrar por la ventana. Una brillante luz rodeaba sus siluetas, la humana supuso que eran otros miembros de la familia de vampiros.
Los miembros de la familia que ahí estaban sabía de la arrogancia con la que contaba Alyssa, solo sonrieron ante la felicidad que mostraba uno de los vampiros más neófitos de la familia, sabían de lo bien que Alyssa le hacia y eso los emocionaba. Les encantaba que han vos compañeros estuvieran felices.
Sabían lo difícil que era todo eso para Jasper, pero sabían que Alyssa estaría ahí con él. Sin importar qué.
La humana vio a una hermosa mujer pelinegra de unos dieciocho años, de ojos grandes y dorados los decoraban unas largas y azabaches pestañas, sus labios eran carnosos y tenía un lunar junto a la boca. Poseía una figura curvilínea, era la viva competencia de Rosalie. Era Alyssa Genovés.
Junto a ella estaba un chico de cabellos rubio miel, alto, de ojos del mismo color que todos en la familia. Su postura era tensa, de aspecto leonino. Era la pareja de Alyssa. Jasper Hale.
-¡Hola!, es un gusto poder conocerte oficialmente como la pareja del pequeño Edward.-se presentó Alyssa a Bella con una sonrisa amistosa.-Soy Alyssa Genovés.
Alyssa se mantuvo al lado de Jasper para darle su apoyo, no quería que lo siguiera pasando mal. Por lo tanto hizo que Jasper la abrazara por la espalda y que enterrára su nariz en su cuello. Para que aspirara su aroma y no el de la humana presente.
-Bella,ella es mi hermana mayor Lyssa.-el vampiro lector de mentes presentó a las chicas.-A su lado esta mi otro hermano Jasper Hale.
Jasper la saludo con un asentimiento de cabeza, manteniendo su actitud fría y calculadora. Su cuerpo seguía tenso. En el ambiente podía notar la tensión generada por Rosie ante la presencia de la humana. Por lo tanto intervino en las emociones de los que lo rodeaban.
-Es un gusto conocerlos.-y ahí se hacía presente la timidez de la chica.
-El gusto es nuestro, querida.-la elegancia de Alyssa no pasó inadvertida para la humana, más tarde le preguntaría a Edward el porque.
Esme que estaba junto a Carlisle decidió intervenir, quería que Bella se sintiera parte de la familia.
-Ven, linda. Siéntate esperábamos que te guste la comida italiana y que tengas hambre.-le dijo con su habitual actitud maternal.
-Si por supues...-la frase de la chica fue cortada por la interrupción del vampiro a su lado.
-Ya comió.
Como era de esperar la primera en reaccionar fue la rubia Hale. La presencia de la humana y el peligro en el que ponía a su familia la ponía de un humor de perros, su sola presencia la hacía querer acabar lo del principio.
-¡Perfecto!.-sus palabras fueron acompañadas el crujir de los cristales rotos del cuenco que ostenia.
-Si, es que....como sé que no comen..-la pobre chica no sabia que decir, la presencia de Rosalie y Alyssa la intimidaba.
-Por supuesto, muy atenta por tu parte.-Carlisle salió a defender el acto de la chica, podían escuchar el ruidoso latido de su corazón.
-Ignora a Rosalie. Yo lo hago.-le recomendó Edward.
-Si, fingamos que no es peligrosa para todos nosotros.-prosiguió la rubia.
-No diría nada a nadie.-por un momento Bella se sintió ofendida pero por otro la entendía, era su familia.
-Lo sabe.
-Si, bueno, el problema aquí es...que los dos lo han hecho público.-Y ahí estaba Emmett, siendo tan transparente como siempre.
Alyssa lo adoraba por eso y siempre que, podía y quería. Jugaba con él a todo lo que se le pasara por la cabeza.
-¡Emmett!.-regañó Esme.
-No, ella debería saberlo.-acusó Rosalie.-Toda la familia estaría implicada si esto acaba mal.-la furia de la rubia se podía ver desde la luna.
-¿Mal en el sentido?.-preguntó con inocencia la humana.-De qué me convierta en la comida.-ella misma se respondió después de entender a lo que quería llegar la chica Hale.
Los presentes soltaron una risita por su comentario.
-Chica,tienes un sentido del humor muy negro.-bromeó la pelinegra.-Me recuerdas a Emmett.
Cada unos volvió a reír pero esta vez fueron carcajadas lo que brotaron de sus pechos. La comparación entre el humor de la humana y Emmett, era algo acertada.
Una presencia delató la entrada de Alice y Andrew, ambos venían por el balcón él cual tenía la rama de un árbol atravesandolo. La pequeña chica veía con emoción a la humana, Andrew el cual estaba detrás tenía una postura similar a la de Jasper.
En el campo de visión de Bella entró una chica de baja estatura, ojos ámbar, delgada como un duendecillo de facciones finas y con el pelo corto de un color negro intenso, el cual tenía cada mechón de cabello para un lado . Caminaba con tal gracia en sus movimientos que podría romper de envidia el corazón de una bailarina, pues más que andar parece que la chica estaba bailando.
Detrás de la muchacha venía un chico castaño, sus ojos eran dorados, eran igual de alto que el chico Hale. Tenía los mismos rasgos que todos los de la familia, al igual que con su belleza devastadora.
-¡Hola, Bella!.-saludo la pequeña.-Soy Alice.-al chica había avanzado hasta la humana.
Dejó a todos sorprendidos por su acto, había abrazado a Bella. La pálida chica estaba estupefacta por lo hecho anteriormente por la pequeña.
-¡Oh!, hules estupendo. Hasta ahora no lo había notado.-Alice y sus inigualables comentarios.
La entrada de Alice y Andrew había calmado los ánimos en la cocina. De un lugar tenso pasó hacer uno lleno de risas.
[...]
El vampiro le daba un recorrido por la casa, le señalaba cada rincón y le decía la historia detrás. La llevó a su habitación, quería enseñarle donde pasaba su tiempo libre, claro cuando no estaba con ella, a la chica le gustaba la habitación del vampiro. Compartían gusto musicales y lectura.
Por la casa había objetos que eran posesión de tanto de Carlisle como de Alyssa cuando eran humanos, por un lado del primero mantenía la cruz que su padre alguna vez había tallado por nostalgia. Alyssa tenía algunos objetos de sus familiares como era un jarrón de porcelana chica y oro con flores en su diseño, un hermoso joyero de interiores rojo, en el exterior estaba adornado en oro formando un rosal y varios objetos más, cada de esas cosas pertenecía a la familia humana de la vampira pelinegra.
Y como era de esperarse a la humana tales objetos encendieron su curiosidad. El lector de mentes veía la curiosidad clara como el agua en su mirada marrón.
Observaba con incredulidad el ornamento que pendía del muro por encima de su cabeza. Su expresión de asombro le sacó unas risitas al vampiro.
-Puedes reíte es una especie de ironía.-le dijo el vampiro.
Sin embargo no lo hizo, de forma automática levantó su mano con un dedo extendido como si fuera a tocar la gran cruz de madera. Su oscura pátina contrastaba con el color suave de la pared. Pero no la tocó, aún cuando su curiosidad era tan palpable por saber sobre la textura que tendría esa madera tan antigua, y si tenía esa suavidad que aparentaba.
-Debe ser muy antigua.-aventuró la chica castaña.
El cobrizo se encogió de hombros.
-Es del siglo XVI, a principios de la década de los treinta más o menos.
Eso de verdad imprecionó a la humana.
-¿Por qué conserváis esto aquí?¿Él coleccionaba antigüedades?.-preguntó la chica Swan.
-Por nostalgia perteneció al padre de Carlisle. La tallo el mismo para colgarla a la pared, encima del púlpito de la vicaria en la que predicaba.-respondió con tranquilidad el chico Mason.
La cara de la humana denotaba su sorpresa, pero, continuó admirando la sencilla y antigua cruz. En su mente efectuó el cálculo de cuántos años podría tener. Llegó a la conclusión de unos trecientos setenta años, todos podían escuchar el silencio entre ambos aventuraron a que la chica estaba tratando de asimilarlo.
-¿Te encuentras bien?.-le preguntó preocupado por ella el vampiro.
-¿Cuántos años tiene Carlisle?.-inquirió en voz baja.
-Acaba de celebrar su cumpleaños tricentésimo sexagésimo segundo.-contestó Edward.-Si te pones así por la edad de Carlisle, no quieras saber la de Lyssa.-añadió con burla.
-Maldito mocoso.-le contestó Alyssa ante las burlas del cobrizo.
El chico soltó unas risitas.
-Carlisle nació en Londres, él cree que hacía 1640. Aunque las fechas no se señalaban con demasiado precisión en aquella época, al menos, no para la gente común, sí se sabe que sucedió durante el gobierno de Cromwell.-narró.-Fue el hijo único de un pastor anglicano. Su madre murió al alumbrarle a él. Su padre era un fanático. Cuando los protestantes subieron al poder, se unió con entusiasmo a la persecución desatada contra los católicos y personas de otros credos. También creía a pies juntillas en la realidad del mal. Encabezó partidas de caza contra brujos, licantrópos...y vampiros. -continuó sin pausa alguna.-Quemaron a muchos inocentes, por supuesto, ya que las criaturas a las que realmente ellos perseguían no eran tan fáciles de atrapar. El pastor colocó a su obediente hijo al frente de las razas cuando se hizo mayor. Al principio, Carlisle fue una decepción. No se precipitaba en lanzar acusaciones ni veía demonios donde no los había, pero era persistente y mucho más inteligente que su padre. De hecho, localizó un aquelarre de auténticos vampiros que vivían ocultos en las cloacas de la ciudad y sólo salían de caza durante la noche. En aquellos días, cuando los monstruos no eran más que mitos y leyendas, ésa era la forma en que debían vivir.-soltó una pequeña risa breve y sombría.-La gente reunió horcas y teas, por supuesto, y se apostó allí donde Carlisle había visto a los monstruos salír a la calle. Al final, apareció uno.
Debía ser muy viejo y estar debilitado por el hambre. Carlisle le oyó como avisaba a los otros en latín cuando detectó el efluvio del gentío.-para este momento Edward hablaba con un hilo de voz.-Luego, corrió por la calles y Carlisle que tenía veintitrés años y era muy rápido, encabezó la persecución. La criatura podía haberlos dejado atrás con facilidad, pero se revolvió y, dándose la vuelta, los atacó. Carlisle piensa que debía estar sediento. Primero se abalanzó sobre él, pero le plantó cara para defenderse y había otros muy cerca a quienes atacar. El vampiro mató a dos hombres y se escabulló llevándose a un tercero y dejando a Carlisle sangrando en la calle.-volvió hacer una pausa, le estaba omitiendo una parte de la historia.-Carlisle sabía lo que su padre haría: quemar los cuerpos y matar a cualquiera que hubiera sido infectado por el monstruo. Carlisle actuó por instinto para salvar su piel. Se alejo a rastras del callejón mientras la turba perseguía al monstruo y su presa. Se ocultó en un sótano y se enterró entre patatas podridas durante tres días. Es un milagro que consiguiera mantenerse en silencio y pasar desapercibido.
Se dio cuenta que se había convertido cuando todo terminó.
Nadie sabía cual había sido la razón para que se detuviera. A cada integrante de la familia le gustaba escuchar la historia de Carlisle, en un principio era triste, pero su final era hermoso. Había encontrado las respuestas que buscaba y había obtenido junto a su mejor amiga una gran familia.
-¿Como te encuentras?.-cuestionó el vampiro.
-Estoy bien.-aseguró la humana.
-Espero que tengas preguntas que hacerme.-le dijo con una sonrisa.
-Unas cuantas.
-En ese caso vamos te lo voy a mostrar.-la animó a seguir.
La guio a través de la casa hasta llegar a la habitación que había identificado como el despacho de Carlisle.
-Adelante.-los invitó Carlisle al sentir su presencia.
Les dio acceso a una sala de techos altos con vigas de madera y de grandes ventanales orientados hacia el oeste. Las paredes estaban revestidas con paneles de madera más oscura que la del vestíbulo, allí donde ésta se podía ver, ya que unas estanterías, que llegaban por encima de sus cabezas, ocupaban la mayor parte de la superficie. Contenían más libros de lo que jamás había visto fuera de la biblioteca.
Carlisle se encontraba sentado en un sillón de cuero detrás del enorme escritorio de caoba. Su despacho era parecido al de un decano de la facultad. Alyssa también estaba ahí acomodada con el sofá de la habitación, en su regazo descansaba la cabeza de Jasper. Mientras leía un libro acariciaba sus cabellos miel.
-¿Qué puedo hacer por vosotros?.-preguntó Carlisle con su habitual tranquilidad.
-Quería enseñar a Bella un poco de nuestra historia.-contestó Edward.-Mas bien tu historia y tal vez la de Lyssa.
-Mocoso te hemos estado escuchando.-habló esta vez Alyssa con obviedad.-Tengo que decir que tu voz es espantosa para narrar.
Desde algún lado de la casa se escuchó la fuerte carcajada de Emmett, junto con las risas de los demás. Carlisle que estaba presente también río.
-Muy graciosa, Lyssa.
-Es un placer.
-¿Por donde vas a comenzar?.-inquirió Carlisle.
-Por los cuadros.
Edward la volteó hacia una de las paredes que no había visto cuando ingresaron a la habitación. La pared era completamente diferente a las otras, estaba repleta de cuadros enmarcados de todos los tamaños y colores, unos muy vivos y otros de apagados monocromos, en lugar de estanterías. Las pinturas estaban dispersas sin coherencia alguna.
La arrastró hacia el lado izquierdo y la dejó, delante de un pequeño óleo con un sencillo marco de madera. No figuraba entre los más grandes o los más destacados. Pintado con diferentes tonos de sepia, representaba la miniatura de una ciudad de tejados muy inclinados con finas agujas en lo alto de algunas torres diseminadas. Un río caudaloso lo cruzaba un puente cubierto por estructuras similares a minúsculas catedrales dominaban, el primer plano.
-Londres hacia 1650.-comentó.
-El Londres de mi juventud.-añadió Carlisle.
-¿Le vas a contar la historia?.-preguntó Edward.
-Yo creo que no. Se tiene que ir.-respondió Alyssa.
-Como dice mi buena amiga Lyssa me tengo que ir. El doctor Snow se ha tomado un día de permiso. Además te conoces la historia tan bien como yo.-les comentó.
-Ese es un viejo descarado. Tu casi nunca tomas permisos.-replicó la pelinegra.
Carlisle solo le dedicó una mirada de reprobación y salió de la habitación.
Alyssa se concentró en Jasper dejando de lado su lectura, veía como la suaves caricias que le daba en su cabellera lograban calmarlo. Daba la sensación de que estaba dormido, a veces extrañaba eso de usar vida humana.
El no poder descansar y liberarse algunas veces de sus tormentosos pensamientos la llegaban a asfixiar, por suerte tenía a Jasper junto a ella.
Ese rubio de larga cabellera que habia llegado a su vida de manera repentina, y cuando ya había perdido las esperanzas de encontrar a su pareja destinada. Llegó él con la pequeña duendecilla a su lado, llenando su vida de alegría y color.
Sabia que nada sería fácil, ellos podían estar destinados. Pero eso no significaba que necesariamente serían pareja, ella a lo largo de los años había conocido a personas de su misma especie que les había sucedido tal cosa.
Su palabra favorita para describir su relación era Ramé algo caótico y hermoso a la vez.
Puede que ellos fueran inmortales pero el destino no estaba escrito en piedra. Hoy estas aquí y mañana no, hoy puedes vivir tu vida siguiendo la misma rutina de siempre y mañana lamentandote del que hubiera pasado sí, la vida hay que vivirla como si nos fuéramos a morir mañana, no hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. No nos cuesta nada pasar tiempo en familia, crear nuevos recuerdos que se quedan grabados en nuestra mente y mañana cuando falte alguien pensar en el que hubiera pasado si hubiera dejado todo de lado y estar ahí. La vida es corta para los inmortales puede que sea larga, pero llega un momento donde todo ya es aburrido, con la persona indicada no lo es.
Pero no significa que no te puedan arrancar la cabeza y ya. Hay que vivir la vida como si no existiera el mañana, disfrutar cada momento, cada risa, cada gesto o acción. Cuando pierdas a alguien importante te darás cuenta, de lo que realmente significaba para ti.
Alyssa todavía sentía reciente la pérdida de su familia, su madre y padre. Esos seres que le dieron la vida, que le entregaron un hogar lleno de amor y cariño, donde el respeto era importante. Donde nadie era mejor que nadie, existía la igualdad.
Extrañaba los momentos con su madre, cada charla, cada burla dirigida a ella, cada regaño, cada mala mirada reprendiendola, su risa, la vitalidad en sus ojos. Dios como extrañaba a su mejor amiga, su madre.
Lo mismo que le pasaba con su madre lo vivía con su padre, extrañaba sus travesuras juntos. Cada acto de celo de su parte. Amaba a su padre por encima de todo.
No había momento en su larga vida que no los extrañara.
Pero con Jasper ahí todo se hacía mejor, se apoyaban mutuamente. El era lo más hermoso y caótico de su vida.
Su más anhelado sueño.
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Y aquí su capítulo, me gusta la historia de Carlisle y en las películas no sale mucho, asi que nada aquí esta. Muy pronto viene la opinión de Lyssa con respecto a la relación de Edward y Bella.
Podeis ver el punto de vista de Alyssa con respecto a la vida, me reflejo en ella. Disfrutad de las cosas buenas de la vida, nada es para siempre y esta pandemia nos lo ha demostrado. A esas personas que aman dejaselo saber y darle un beso. Creen nuevos recuerdos esos siempre estarán ahí, no importa el pasar de los años.
Como también la historia de la pelinegra quiero que la conozcan un poco más y el tan ansiado aniversario.
Algunos de vosotros me pidieron más momentos de Alyssa y Jasper y así serán. Solo que quiero que conozcan todo lo que sucede a su alrededor. Pronto Stella hará aparición, les tengo una sorpresa con ella.
Espero que os guste, dígan sus comentarios y votos, ayudan a crecer la historia.
Cuídense usen mascarilla y lavén sus manos. Y no salgan a menos que sea necesario.
¿Desde donde me leen?. Yo desde mi bella isla Cuba 🇨🇺.
Quiero ver sus respuestas. Las estaré esperando con ansias.
Os quiero mucho
MAI .