Suplicarás © (2)

By EternalMls

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•Segundo libro de la bilogia "Arderás". (Para leer este libro, es necesario leer la primera parte titulada "A... More

Prólogo
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By EternalMls

Y entonces, fue así de simple como todas la horas siguientes, en lo único que podía pensar era en Dereck. Sus palabras me habían envuelto como si mi rigidez ante él no sirviera y caía lentamente. Este encuentro me había gustado, volver a tener una conversación con tenciones en el medio era lo que encendía nuestra cercanía, había sido soñado pero desgarrador.

También pensaba en el lio en el que se había involucrado involuntariamente. Todo era un desastre y ahora que él volvió a mi vida sin previo aviso, así como las cosas comenzaban a mejorar, parecían empeorar.

Sabia bien porque deseaba ayudarlo, aun lo amaba pero además tenia una pequeña deuda interna con los Pierce. Mi propio padre había comenzado esta disputa y si no hubiese sido por Ariel, el día de hoy quizás nuestras vidas hubiesen seguido su curso sin tener una conexión con ambos gemelos.

Durante toda la noche no logre cerrar los ojos, conciliar el sueño me era un desafío, giraba sobre las sábanas arrugadas de un extremo al otro colocando mis brazos sobre la cabeza, miraba el techo desteñido sin razón mientras escuchaba como los coches transitaban por la pequeña calle concurrida, haciendo que estuviese atenta a cualquier sonido. Involuntariamente giraba la mirada hacia la mesa de luz donde se hallaba mi teléfono celular cargando, quizás esperando por un nuevo mensaje por parte de Pierce.

Suspire pesado. El insomnio me estaba consumiendo y las pocas ganas de introducirme en un buen sueño placentero se habían esfumado desde hace horas, por lo que decidí sentarme sobre la cama e inspeccionar a través de la ventana para mirar como las personas transitaban por la acera.

Tal vez fue la larga espera, pero el celular vidrio de repente logrando que me exaltara del susto. Al mirarlo, la pantalla se iluminaba con un nombre peculiar el cual no lograba distinguir gracias a que aun mi visión seguía acostumbrada a la penumbra del cuarto.

Sin mucho rodeo lo tome y atendí.

- ¿Hola? - Pregunte desanimada.

- Sam... - Su voz era tan pequeña, como un suspiro intencionado - Sam.

Eren entonó mi nombre y por como se escuchaba, no era un buen síntoma. La música de fondo retumbaba en mi teléfono y causaba que toda palabra, pese a que lo pronunciara de mala forma, no se escuchara.

- Eren, ¿Dónde estas? - Pregunte preocupada.

- Creo que bebí de mas... - Soltó una risa ocurrente y luego el sonido de la música regresó a mis tímpanos - Y creo que estoy en Urgan City.

Al segundo de haber escuchado su ubicación, me eleve de la cama en busca de unos zapatos.

- No te muevas de donde estas, iré por ti.

- No te estoy llamando para que vengas por mi, estoy muy bien, solo quería saber si habías llegado a su casa...

Su voz se perdía entre la música de fondo y los pequeños balbuceos, era sabido que después de esta noche, luego de aquel repentino e inesperado encuentro le había dolido y despertado un mal recuerdo antiguo.

Por desgracia no conocía su pasado, pero estaba segura que lo sucedido fue algo traumático para que Eren corriera en busca de alcohol.

- Si, he llegado bien, pero se que tu no lo harás y por eso iré a buscarte. - Informe - solo mantente en tu lugar y no te muevas.

Colgué la llamada antes de que volviera a pronunciar otra palabra incoherente o intentara detenerme. No era la primera vez que hacia esto y dudaba de que fuera la ultima.

Sin hacer mucho ruido, verificando que Mia aun seguía durmiendo igual de placida desde había puesto un pie en el departamento esta noche, salí rápido y me subí al coche sin demoras. El camino fue corto, pero lo suficiente alborotado para que mi estrés alcanzara su punto culmine.

Estacione el coche un poco lejos apartado de la muchedumbre y con apuro acelere en paso sobre la acera repleta de personas alcoholizadas. Al llegar a Urban City, el corto y estruendoso recuerdo de Dereck mirándome apareció en mi mente y no deseo abandonarme, tal vez con la esperanza de encontrarlo nuevamente en el mismo lugar.

Me adentre en el establecimiento con una guía imaginaria de lo que había recaudado hace unas noches atrás. Comencé la búsqueda sobre los alrededores de las pistas principales y en los bares cercanos, pero no tenia éxito y un pensamiento fugaz me invadió creyendo que no había escuchado cuando en la llamada le comenté que vendría por él.

Dando retorno y queriendo comenzar el recorrido otra vez, a lo lejos me percate de su existencia y como loca corrí hacia él atropellando cuerpos en el camino.

Eren se hallaba sentado sobre una butaca, desparramado con ambos brazos apoyados sobre la barra de tragos, sostenía su cabeza a la fuerza y por suerte podía abrir los ojos.

Cuando llegue a su lado, no se percato de mi presencia, solo se limitaba a mirar un punto fijo entre las bebidas que se hallaban en exposición. Me acerque un poco mas y con suavizad roce la mano sobre su espalda encorvada mojada en sudor.

Elevó la vista y sus ojos se perdían, no sabia cuanto había bebido pero sí lo suficiente para olvidar todos sus traumas o dolores.

- Eren, soy Sam. - Le comunico elevando la voz a causa de la música que invadía todo el sector.

Él me encontró luego de forzarse a hacerlo e hizo un intento de sonrisa.

- Te he dicho que estoy bien y no necesitaba tu ayuda. - Refunfuño y volvió a agachar la cabeza. En cualquier momento caería dormido.

- ¿Estas seguro? - Le pregunto burlesca mirando con advertencia cada uno de sus movimientos incoherentes - Deja de hacerte el duro y vámonos, Eren.

- Es que todavía no entiendo porque tuvo que aparecer otra vez... - Su voz se alzo y con un mal habla, pero entendible al mismo tiempo. - Yo le he dicho que si lo veía... - como pudo levantó su mano y sacando a la vista su dedo índice me toco el hombro - Lo mataba.

Sabia que hablaba de Zack y entendía que todo este desastre lo había ocasionado un Pierce. Quería saber lo que había sucedido, pero solo con su aprobación a pesar de que la intriga de estuviese martirizando. Si Eren me explicaba lo que había sucedido, debía ser sobrio y con conciencia.

- Tranquilo, Eren. - Intente tranquilizarlo a mi manera - Ahora solo debemos salir de aquí e ir a tu departamento.

Le dialogue con dulzura y cuando elevó su cabeza para mirarme, no sonrió y sus ojos estaban hinchados, enrojecidos y un poco perdidos. Estaba segura que él no sabia quien era yo.

- Como sea. - Eren resopló e intento parase por su cuenta apoyando ambas manos sobre la barra de tragos, pero fue inútil.

Su cuerpo se balanceó hacia atrás y cuando intentó mantener la postura aferrándose a los bordes de la gran barra iluminada, entendió que no era dueño de sus sentidos. Cayó hacia atrás chocando con otra persona que se hallaba al lado de Eren y al segundo, corrí para sostenerlo a pesar de que esa tarea me era un poco difícil.

Cuando logre empujar al rubio para que volviese a su antiguo lugar, Eren se quejó en alto y con fastidio miró a la persona que había empujado.

- ¿Y tu qué? - Soltó sin ningún contexto básico.

Eren no sabia que estaba diciendo y sin ningún motivo atacó a otra persona.

Con rapidez, voltee mirando a la victima.

- Disculpa, ha bebido mucho y no sabe lo que dice.

Aquel hombre, el cual había sido golpeado accidentalmente por el rubio, solo se limitaba a mirar su vaso de cerveza y rozar con sus dedos el borde de la bebida. Al parecer, no le había importado y tampoco quería ocasionar problemas.

Sin escuchar una respuesta por parte del desconocido regrese la mirada a Eren, quien volvía a mirar hacia las bebidas que se exhibían a lo lejos.

- No te preocupes, estoy acostumbrado a cruzarme con ebrios con problemas de ira.

El desconocido habló y me estremecí al momento en que su voz logró invadir mi canal auditivo.

Hacia tanto tiempo que no escuchaba una sola palabra proveniente de él, ya su recuerdo era borroso y me había olvidado de lo que me había advertido en su momento. Su llamada telefónica fue lo ultimo que había sabido de él en tanto tiempo, y ahora estaba aquí,

Voltee con cuidado sosteniendo a Eren entre mis brazos por miedo a que se desplomara en el suelo y fijando la vista, cuando el sujeto elevó su cabeza y sonrió haragán, confirme mis sospechas.

- Patrick.

Pronuncié su nombre como un suspiro pesado, como si su nombre fuese una carga en la espalda y muy pesada la cual debía soltar en cualquier momento. Él giró su cabeza sosteniendo su bebida alcohólica y me dedico una sonrisa de lado, una que no veía hace mucho tiempo.

Por un breve momento sentí nerviosismo al recordar su actitud pasada y entender que por dinero Patrick hacia lo que fuese, hasta pensé en que estaba aquí por algún trabajo involucrado por un Pierce. Aunque me resultaba imposible, no podía descartar la posibilidad.

- Tanto tiempo, Samanta.

Todo en él había cambiado, su cabello estaba mas corto y parecía que un leve tatuaje negro le recorría la nuca. Estaba solo y me había saludado como si fuese una vieja amistad.

- ¿Qué estas haciendo aquí? - Consulte severa sin una pisca de alegría ante su presencia.

- Bebiendo. - Elevó su vaso de cerveza para que pudiera corroborar, pero ya lo sabia de antemano.

- No, Patrick. ¿Qué estas haciendo aquí?

Su sonrisa decayó y con amargura regresó la vista a su bebida.

Ambos sabíamos de que estaba hablando. Cuando en su ultima llamada de advertencia comentando que lo estaban siguiendo, él estaba convencido de que eran los Pierce quien habían mandado algunas personas tras de sí y a falta de su palabra, quizás, matarlo.

- Ha pasado mas de un año desde la ultima vez que escuche tu voz. - Comunicó - Recuerdo que te mencione que me estaban persiguiendo, en ese momento me encontraba en San Diego, pero luego de unos días refugiado pude salir con libertad, los Pierce ya no me seguían, ya nadie quería mi cabeza en un pedestal. - Relató alegre y bebió un sorbo de su bebida - Desde ese momento me sentí libre. Jamás tuve la oportunidad de volver a verte y tampoco deseaba hacerlo, pero al parecer las casualidades existen y aquí estamos.

Soltó una leve sonrisa ocurrente y movió su bebida sin esperar alguna respuesta en concreto.

- Esta casualidad es penosa. - Comente por lo bajo.

- Pero necesaria. - Patrick, a pesar de la música alta me había escuchado - Quizás muy en el fondo estoy arrepentido de haber hecho lo que hice y antes de irme, debía pedirte disculpas.

- ¿Irte? - consulte.

- Me iré a San Diego por una temporada hasta que Dereck Pierce se digne a irse de San Francisco. - me miro de reojo - él no se ira de aquí tan fácil, no sin ti.

Al parecer todos estábamos al tanto de que un Pierce estaba en la ciudad y Patrick, por temor a ser raptado a la fuerza por el pasado, quería huir.

- Quizás sea tarde, pero quiero pedirte perdón. - Patrick retomo la charla que había dejado a medias.

No despegaba su vista de mis ojos enrojecidos, pero no demostraba que en verdad lo sentía.

- No puedo perdonarte. - solté sin rodeos - No te guardo rencor, pero no puedo perdonarte por aceptar el dinero sucio de Zack y ayudarlo.

- Sabia que dirías eso. - entonó una pequeña risa - Y esta en todo tu derecho no perdonarme.

Abandono el vaso de alcohol sobre la barra de tragos a medio acabar y se levantó de su asiento, no sin antes dejar dinero debajo de su bebida. Se acomodó la chaqueta azul que cargaba consigo y dio unos cortos pasos hasta quedar muy cerca de Eren. Me inspeccionaba desde su altura, pero no causaba intimidarme.

- Es una latina que deba irme. - Patrick habló nuevamente - en unas horas viajare y solo he venido para beber algo una ultima vez, algo me dice que no volveré a la ciudad en mucho tiempo...

- Entonces vete. - Determine severa.

Patrick formó una línea curvada sobre sus labios.

- Tranquila, eso estaba por hacer. - se rio por lo bajo y lamio la comisura de su labio - Solo tenia una cosa mas que decirte, pero al parecer no quieres escuchar, mejor me voy yendo.

Cuando Patrick comenzó su camino lento, supe lo que estaba planeando. Sin mas remedio lo detuve aferrando una de mis manos a su chaqueta impecable, logrando que se volteara a inspeccionar que había sucedido, actuando sorpresivo.

- Si tienes algo que decirme, dilo de una vez.

Sentía que la sangre que me recorría las venas cada vez ardía mas, pero estaba impaciente y preocupada por Eren quien movía su cabeza de un lado al otro sin parar.

Patrick me miró por un corto tiempo, pero fue suficiente para entender si desesperación.

- Recuerda que Zack en cualquier momento vendrá y no solo por tu padre o Dereck, también vendrá por Mia, o mas bien por ti. - advirtió serio - Tu lograste que su plan acabe muy mal porque, según él, atrapaste a Dereck entre tus garras y no logro hacer bien su trabajo. Solo ten cuidado.

Cuando concluyó, desvió la mirada atareado y se dedicó a caminar hasta la salida sin dar retorno, sin mirar atrás. Lo vi partir y tenia fe en que nada iba a pasar con Patrick, pero gracias a este encuentro inoportuno entendí que nuevamente, tanto mi hermana como yo nos hallábamos en un nuevo peligro, pero también con un antiguo villano en el medio.

¡Hola gente! Espero que estén muy bien hoy. Tarde en actualizar y pido disculpas, las clases comenzaron para mí y estoy atareada.

Este viernes a las 20hs (arg) voy a subir un prólogo de un nuevo proyecto, un nuevo libro que estoy muy emocionada en compartir con ustedes. Espero que sea de su agrado 💖

Cómo siempre voten, compartan o pueden seguirme. Nos vamos muy pronto, muchos besos!


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