One Shot's [Sonic x Fem. Read...

By MISS_SHIP_

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¿Quién no quiere una historia junto a este carismático erizo azul? [Peticiones cerradas, por ahora] . . . -No... More

Peticiones [Cerradas]
¿Cómo se vería la Rayis?
°Getting to Know us° (Sonic 2006)
Extra Help
New Experience
Enemy?
Into The Past
Advantage of The Future
There Won't be Another Chance
His World
My Destiny
Just Smile
°The Beginning of the War° (Sonic Forces)
If you Keep up With me, We'll be Fine
Own Mission
Operation Great Wave, Failed
Infinite
Formidable Couple
The Nothing
Search
Fist Bump
The Light of Hope
A Temporary Goodbye
°Settings° (Sonic Cómics IDW) [Sonic Forces Sequel]
Not Trust Him, Sonic
Guardian Angel?
The Beginning of the Disaster
°Where the Hell are You?° (Sonic Unleashed)
Kidnapped?!
Sandwich?
The First Temple
°Cheat° (Sonic Lost World)
°The Master of the Ring° (Sonic and The Secret Rings)
°Broken° (Sonic and The Black Knight)
I Will Wait for You
The King Arthur
°New competition° (Sonic Riders)
°First Impression° (Sonic The Movie)
°New Adventure° (Sonic Frontiers)
Trapped
=I Hate You!= [Modern Sonic]
=La Bikina= [Modern Sonic ]
=Ghost Girl?= [Modern Sonic]

I Know You?

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By MISS_SHIP_

[¿Te conozco?]

——————————°——————————

—¡_____! —la eriza bajo su mirada; Tails le estaba llamando.

Descendió hasta donde estaba.

—Hey, Tails. ¿Todos están a salvo? —el zorro asintió con alegría.

—¡Sep! ¡Me cercioré de ello! —exclamó con orgullo mientras daba una pose "heroica", algo que hizo sonreír a la eriza por el modo tan tierno que mostraba— 2 veces... —expresó de final, con un poco de nerviosismo y mirando hacia otro lado.

La peli-gris surcó la ceja con confusión, pero no se atrevió a preguntar.

¿Debería preocuparse por la dudosa respuesta del Kitsune?

Ella caminó primero, dirigiéndose al taller (temporal) de Tails. El zorro la siguió por detrás, monitoreando la tablet que tenía en mano para descubrir que rayos había sucedido.

—¿Pudiste descubrir algo? tú sabes, ¿lo qué causo está situación?

—Buenooo, hasta lo que se, el planeta se dividió... como si fueran... piezas de puzzle —la oji-verde detuvo su andar con fastidio, sorpresa y exalto.

Tomó los hombros del zorro con leve fuerza. Ya suponía que el planeta se dividió, pero estaba dudosa, ya que no sabia si era su imaginación o no.

Y por supuesto que le quedo en claro que NO fue su imaginación o su mala vista.

—¿Q-U-É? —preguntó de modo casi tétrico, algo que hizo poner nervioso a Tails por breves instantes.

—¡E-Es al-algo así! pero el problema real es... —el zorro bajo la mirada a su tablet mientras deslizaba en ella, confusión en su mirada al fruncir el ceño. Te paraste firme delante de él, soltando sus hombros en lo que le mirabas de modo curioso y serio— que no sé exactamente lo que causó esto —la eriza suspiró fastidiada.

—Oh, yo sé perfectamente QUIÉN lo causó... —el Kitsune te miró arqueando una ceja, preguntando con la mirada. Resoplaste y cruzaste los brazos, retomando el andar— So-... Sonic —Tails suspiró con derrota, cansancio y fastidio cuando escupiste tartamuda y de mala gana su nombre; casi como si te quemara la garganta.

Aunque era algo parecido.

—¿Cuándo será el día en que ustedes 2 no actúen como niños berrinchudos y maduren de una vez? —la eriza frunció el ceño mientras seguía caminando; no mostrando intensión de querer detenerse un momento para contestar.

—Aunque, CLARO que no le estoy echando toda la culpa. Estoy 100% segura que Eggman también tuvo que ve-

—Sabes que no me refería a eso, _____ —la eriza se detuvo; el zorro igual.

Él la miraba con un ceño fruncido en tristeza y pequeña molestia. Aunque solo se lo dirija a su espalda.

Sabe que el tema es delicado para ti, ¡pero no podía más! Simplemente le fastidia la forma en que ustedes 2 se trataron y se tratan aún después del accidente.

—E-Eso... —ella tragó, no queriendo atraer recuerdos— e-eso fue hace mucho, Tails. Y-Yo... y-ya lo perdone.

—Pues... no parece —la eriza apretó los ojos con fuerza, tratando de retener lágrimas mientras temblaba levemente en su lugar.

Tails se acercó con preocupación, tratando de reconfortarla; de nada sirvió.

Vayamos a descansar, ¿quieres? Tenemos que averiguar todo lo que podamos para arreglar el problema —Tails no tuvo de otra más que ceder ante la orden.

Siempre habrá un momento para hablarlo, ¿no?

——————————°——————————

—¿Y bien? —la eriza se postró al lado del zorro concentrado en la computadora.

Cuando al fin terminó de teclear, le dirigió una mirada confusa, pero que demostraba una posible solución.

—Bueno, aún no logro hallar que sucede realmente o como arreglarlo incluso —la cara decayó— ¡Pero! —volviste a prestar atención— ¡Conozco a alguien que creo nos puede ayudar! —el pequeño tomó sus cosas y las metió de inmediato en su bolsa, tú observando sus acciones con curiosidad.

—¿A si? ¿Y quién es? —el zorro te guiño el ojo y posó un dedo en sus labios, simulando silencio; se dirigió hacia la puerta principal.

—Te lo diré cuando estemos allá, ¿te espero en la arquitectura a un lado del faro a las 9?  —seguiste sus pasos hasta salir del taller, notando que no faltaba casi nada para que se metiera el sol, le arqueaste una ceja.

¿Tanto tiempo te la pasaste con él que hasta ahorita notas que esta por oscurecer de nuevo?, si.

—¿Tan tarde? —sacaste tu celular y lo miraste, chillando un poco— ¡Oh, mierda! —Tails te interrumpió con un gruñido.

—¡_____! ¡¿Qué te dije sobre tu lenguaje?! —te disculpaste con la mirada.

—Perdóname, Tails, pero tienes que excusarme un rato. Se me había olvidado que tenia que ir a cenar con la familia de... agh... —te dio pereza decir su nombre, así que resoplaste largamente. Aunque Tails sabia a quien te referías, te dejo continuar— Adal —finalizaste en un suspiro cansado.

Tails sonrió con burla.

—¿En serio sigues viendo a ese chico? ¿Tu Fan número 1? —resignada, desviaste la mirada. No te agradaba la "compañía" de ese chico, y aún así, le complacías al verse. Tails sonrió aún más al ver tu cara molesta, burlas queriendo desbordarse de sus labios— Puff, bueno, bueno. Ya vete, no hagas esperar a tu novio —te sonrojaste furiosamente y te dirigiste hacia el doble cola con furia.

—¡Él no es mi novio, Tails! e-es solo que... y-ya sa-sabes... ¡agh! ¡Ya sabes cómo es! —Tails carcajeó y siguió su camino.

—Sí, _____, tienes a tu propia, Amy Rose —cruzaste los brazos y desviaste la mirada con el mismo ceño fruncido.

—Él no es como, Amy. Pero... se le asemeja... un poco —decaíste los hombros y el cuerpo, recordando las tantas veces que Adal te había puesto en peligro por ir "persiguiéndote" y querer conseguir una cita contigo— Al menos sabe el límite de las cosas si se lo digo... ¿creo?

Si se lo pedías, él te daba tu espacio, pero al cabo de poco seguía en las mismas. Tenias que hablar seriamente con él de una vez por todas.

—Si es como ella o no, te persigue a dónde vas, ¿no? Es igual como Amy lo hace con... —no dijiste nada cuando el rubio guardo silencio para evitar decir el nombre de su mejor amigo frente a ti; incluso mencionando minúsculamente ese nombre...

Aún no estabas del todo preparada para oír ni ver al poseedor.

De hecho, nunca estuviste ni estarás preparada. A menos que lo superes. Pero eso ya es mucho pedir.

Sonic, respeto tu espacio y decisión sobre el alejarse mutuamente, porque sabía que lo que paso fue su culpa, y porque la consecuencia de todo el problema... era él.

Era un problema delicado que no podías olvidar, jamás podrías ni te atreverías. Es por eso que, por más que paso el tiempo, aún no podías creerte que después de lo que hizo y sucedió, después de pensar que estuviste enamorada de él en un punto, te sea imposible odiarlo.

¡Deberías odiarlo con toda tu alma!

¿Problema?

Eras lo suficientemente cobarde para ello.

—S-Si... bueno, emm... entonces, ¿nos vemos a la hora acordada?

—¡Claro! ¡Te espero allá! ¡Y no llegues tarde! —soltó su última oración al estar lejos mientras corría con prisa.

Frunciste leve el ceño y negaste con la cabeza; ojeaste el semi-atardecer.

Aún te sobraba tiempo para poder visitar a la familia de Adal. Suspiraste larga y profundamente, entre el fastidio y flojera, encaminaste hacia su casa.

Enserio que no querías ver a ese muchacho, pero no tenias de otra. Está sería la última vez que le veas, te lo prometiste. Ya que, en secreto, habías aceptado esa cena como excusa para hablar con él a solas y dejar en claro que ambos no tenían NINGÚN tipo de relación y JAMÁS lo tendrán.

Adal era un buen muchacho. Erizo, pelaje esponjoso suave color café claro junto a sus ojos grises... era lindo y tierno, lo admitía. Se notaba que te quería mucho, pero el problema era que no estabas muy interesada en su persona, de hecho, ni siquiera querías saber sobre el tema del amor. No estabas preparada mental y físicamente para ello por experiencias pasadas. Aún necesitabas tiempo para... superar el pasado... y a ti misma.

Sin darte cuenta, ya habías llegado a tu destino, una bonita casa color verde lima, con un pequeño jardín y un gran árbol a su derecha.

Inhalaste y exhalaste fuertemente, dándote ánimos y coraje para ir a tocar la puerta.

Te acercaste a la última mencionada y tocaste suavemente, casi era inaudible el sonido que tus golpes provocaron, algo que hiciste intencionalmente. Pero no podías seguir huyendo de esto, ya no más.

Puede que Adal si sea su propia Amy Rose, pero había una diferencia entre tú y... ese erizo azul.

Que tú no correrías de Adal.

No malentiendan, al principio así fue ya que ella no sabia muy bien cómo manejar la situación cada que el joven se confesaba a su persona; se volvió tan repetitivo, que la termino hartando al poco tiempo.

Ella si hablaría con él, tenía que dejarle en claro que no estaba interesada... al menos... por ahora.

Sacudiste la cabeza con fuerza, tratando de expulsar ese: "Por ahora".

De imprevisto, la puerta que tocaste fue abierta, y cuando dirigiste la mirada hacia la misma para saludar a quien te abrió, alguien ya se había abalanzado a abrazarte.

—¡_____! ¡Si viniste! —sonreíste torcidamente; el sudor de incomodidad cayendo por tu frente.

Reíste un poco, intentando aligerar el ambiente tenso que sentías; no sirvió.

—Seee... jeje —murmuraste casi inaudible; para ti misma.

"Señor dame fuerzas por favor"

—¡Pero miren quien llego! ¡Si no es nada más ni nada menos que la hermosa novia de mi hijo! —dijo el padre del chico, asomándose por la puerta para recibir a la nueva invitada.

La eriza solo le sonrió levemente, casi quedándose sin oxígeno por el apretado agarre del erizo café claro.

—¿Verdad que es linda, papá? ¡Te lo dije! —el erizo al final te soltó y se dirigió hacia su padre con emoción.

La eriza aprovecho la lejanía para respirar profundamente y tratar de mantener la compostura frente al mayor.

Se forzó a una sonrisa junto a un pequeño tic sobresaliendo en su ojo derecho, pero que claro, nadie notó.

"No... mejor no, terminaré matando a todos aquí"

—B-Buenos días, señor Sandoval. Gu-Gusto en conocerlo —le alzaste la mano con nervios para estrecharla, algo que el padre de Adal no paso por alto.

Junto a una gran sonrisa, correspondió el gesto.

—¡El gusto es mío, querida! ¡Oh! ¡Pero que maleducado soy! ¡Pasa, pasa! —la eriza solo asintió y entró, cerrando la puerta detrás de sí con el corazón a mil por la incomodidad que sentía, eso y que Adal no dejaba de verle como si ella fuera una especie de diosa ante sus ojos.

"Bueno... aquí vamos"

——————————°——————————

—Fue un gusto, señora Sandoval, le agradezco la comida.

—¡No hay de que, lindura! ¡Visítanos cuando quieras! ¡La novia de mi pequeño siempre será invitada! —la dama se despidió de ti estando un poco lejos.

La oji-verde solo sudó, correspondiendo el despido del mismo modo.

—C-Claro... jeje —masculló con nervios, ella misma sabiendo que jamás volvería.

Adal solo se quedó a tu lado, mirándote con mucho aprecio y amor en sus ojos. Algo que te hizo sentir más incómoda que la cena dentro de su casa.

—Yyy- ¿de qué querías hablar? —el peli-café preguntó mientras sonreía con emoción, imaginándose que la chica quería confesarse hacia él.

¡Por fin!, después de tantos intentos, ¡su esfuerzo daba frutos!

¡Es el chico más feliz del mundo en estos momentos!

La peli-gris solo resopló y miró hacia otro lado, buscando las palabras correctas para empezar el tema sin lastimarlo...

Al menos no tanto.

—¿Sabes qué tú y yo no somos novios, verdad? —el erizo asintió, sin permitir que su emoción se apague; pero si denotándose algo triste y decepcionado.

La eriza tragó en seco y siguió, sentía que se atoraba con su propia saliva.

"¡¿Por qué esto es tan difícil?! ¡Solo dile y ya!"

—¿Quieres que lo seamos? —preguntó, aún más emocionado. Tú cara palideció, y cuando estabas apunto de negar, él tomo tu mano y se acercó DEMASIADO a ti con su entusiasmo más que deslumbrante. Escena que no era para nada de tu agrado— ¡Sí! ¡Acepto, _____! —él finalmente te abrazo, y tú quedaste con cara de: "whAt thE fUck?!".

Endureciste el cuerpo por el contacto.

Suspiraste con la mayor paciencia que pudiste reunir; dándote cuenta justo ahora que esto iba a ser más difícil de lo que pensabas.

Tratando de tener paciencia con el pequeño, lo alejaste.

Si, para ti solo era un niño. No era tanta la diferencia de edad entre ustedes, pero por lo mucho, él era menor por 3 años.

Te separaste y le miraste seriamente tomando sus hombros. Él se desconcertó, ¿por qué no estabas feliz?

—Escucha, Adal, eso no era lo que quería dar a entender —el erizo ladeó la cabeza.

—¿Entonces? ¿Qué es? —te alejaste de él, acumulando valor suficiente para decirle.

No querías lastimarlo, pero esto ya se había vuelto demasiado incómodo para ti de un modo alarmante.

—Mira, Adal, y-yo- —una explosión hizo presencia justo al momento.

Con los sentidos alerta, tomaste al muchacho por los hombros (sin notar que él se había sonrojado) y lo giraste en dirección a su casa.

Le miraste, logrando notar el miedo en sus facciones.

—Vete a casa. Yo me haré cargo de esto —le ordenaste, y el chico te asintió de acuerdo.

—E-Está bien. Entonces... ¿nos vemos después? —suspiraste con resignación y le asentiste.

Esta pudo haber sido tu oportunidad para quitártelo de encima, pero la desperdiciaste. ¡Y todo por culpa de tu puta indecisión!

Lograras cosas grandes en el futuro sin dudas.

Le sonreíste forzosamente.

—C-Claro. Refúgiate por favor, y no me sigas. Puede ser peligroso —el menor te asintió y corrió por refugio; sin antes soltar su última frase.

—¡Te iré a buscar después! —abriste los ojos.

Cuando estabas por reprender en contra, Adal ya no estaba. Resoplaste en frustración.

—Dios... ¿por qué me haces sufrir de este modo? —preguntaste hacia la nada, sabiendo perfectamente que nadie te iba a responder.

Y si te respondieran, lo más probable es que te cagues del susto.

Alejaste los pensamientos y te elevaste, volando hacia el punto de la explosión.

Se escuchaba desde lejos algo parecido a... ¿gruñidos?

Como si alguien estuviera en medio de una pelea, o algo parecido.

"Espera... ¿ese no es...?"

Te diste cuenta de inmediato sobre el lugar en que te ubicabas y dirigías. Este era el intermedio hacia el punto de encuentro con...

—¡Tails! ¡Maldita sea! ¡Lo olvidé! —volaste con la mayor velocidad que te permitías; rezando para que el zorro no esté lastimado o incluso algo peor.

Al estar lo suficientemente cerca, podías escuchar levemente los gruñidos y gritos de lucha. Descendiste hacia el suelo y cediste a seguir a pie, ya que si había posible enemigo, no querrías llamar su atención.

Los gruñidos y sonidos raros pararon, arqueaste una ceja con confusión y alarma. Seguiste corriendo al lugar, faltando nada para llegar. Adentraste rápidamente.

—¡Tails! ¡Aquí estoy! ¡¿Estás-?! —te interrumpiste de manera abrupta al notar a tal ser que se había volteado a observarte.

Por la sorpresa y el susto, invocaste tu arco, apuntando hacia el monstruoso desconocido.

—¡Santa María Teresa de Calcuta! ¡¿Quién mierda eres tú?! —preguntaste mientras le veías con el ceño fruncido y cierto temor.

Divisaste a Tails detrás de la criatura (si se puede decir así) y pestañeaste en confusión. Ojeaste de nuevo, dándote cuenta que el desconocido te miraba con cierta curiosidad, asombro y... ¿miedo?

Tal vez miedo que por accidente de tu impresión cometas el error de dispararle.

—¡_____! ¡¿Qué te dije de tu lenguaje?! —Tails reprendió, y tú aligeraste los músculos, bajando el arco lentamente, pero aún manteniéndote alerta.

Si Tails no estaba exasperado como ella, entonces debía conocer a la "cosa" frente a ti.

—Tails, ¿me podrías decir que es está "COSA" que tengo frente mío? —preguntaste mientras mirabas al zorro detrás.

El nombrado se paso la mano por la nuca con expresión nerviosa, sin saber cómo explicarse bien.

—¿_____? ¿En serio eres tú? —el ser preguntó, dejando de lado tu comentario pasado, evitando indignarse.

Hiciste desaparecer el arco, ahora estando más segura de que la cosa no te atacaría. Arqueaste una ceja y cruzaste los brazos, inclinándote levemente.

—Depende... —el desconocido te arquea una ceja.

—¿De qué?

—De si eres amigo o enemigo, ¡oh! y también de si nos conocemos —el contrario gruño, ahora sí de modo indignado.

Posó una mano en el pecho, fingiendo muecas de dolor y drama.

Sonreíste un poco por cómo se comportaba, le notabas una buena vibra. Pero... sentías que ya le conocías, ¿de dónde?

Un foco imaginario se prendió arriba de tu cabeza; se comportaba igual a alguien, pero... ¿a quién?

—Me duele que no me reconozcas, aún estando de esta forma —le miraste aún más confundida.

—¿Cómo? ¿Ya nos conocemos? —Tails, desde atrás, empezó a sudar frío.

—_____, él es- —Tails fue interrumpido por la pequeña cosita que venía con el erizo-lobo.

Si, le vamos a decir así de ahora en adelante. Además, a eso se parecía.

—¡Soy Chip! ¡Mucho gusto! —el pequeñín tomó tu mano y la sacudió con entusiasmo. Tú confundida, tratabas de pensar y adivinar quienes eran el par a tu frente— ¿Quieres chocolate? —Chip sacó un chocolate, mientras tú parpadeabas repetidas veces al tenerlo cerca del rostro; sin dejar de mirarlo, te dirigiste al zorro.

—Ah... ¿Tails? ¿Me das un preámbulo? creo que ya me perdí peor que en el programa de Infinity Train —dijiste mientras seguías viendo a la extraña criatura frente a ti, ya presentado como: Chip.

El zorro te estaba por responder hasta que el erizo-lobo le interrumpió con egocentrismo.

—De verdad me sorprende que no reconozcas al grandioso, y exageradamente guapo, Sonic The Hedgehog —ahí, la cara se volvió dilema.

Totalmente pálida y mirando al que se supone es un erizo de arriba hacia abajo, analizándolo por unos minutos. Una mirada que inquietaba a Sonic, y de paso, a Tails.

¿Por qué la extraña expresión?

Y sin atreverte a decir algo por el torbellino de emociones, confusiones y preguntas en tu cabeza, te desmayaste de inmediato por la sobrecarga de información en el Windows.

El erizo-lobo jadeó en sorpresa y susto, estirando su brazo para atraparte antes de caer y que besaras el bellio piso.

Te miro con cierta curiosidad. Volteó hacia Tails, buscando ayuda para despertarla o reanimarla o... ¡lo que sea!

El zorro suspiró de cansancio y se paso una mano por la frente.

—Vaya, no sabía que el chocolate la asustaba —Sonic rodó los ojos ante lo que Chip comentó y volvió a mirar a Tails.

—Agh... déjame ir por el alcohol. Sígueme —dijo en lo que salía de la zona.

El erizo-lobo tardándose un poco en reaccionar.

Te alzó en brazos y te apegó lo más que pudo a él, teniendo cuidado en que te caigas, o incluso, que te lastime con sus garras; aún no se acostumbraba a su nueva forma.

Chip, con curiosidad, se acercó a Sonic y miró entre los 2. Dubitativamente, chasqueó los dedos, logrando comprender todo.

—Espera... ¿está es la chica linda de la que me hablaste? —Chip cuestionó hacia el lobo que no mostraba señales de atención al estar tan sumido mirando a la bella durmiente en sus brazos.

Por la pregunta tan repentina, se sonrojo (no notándose mucho por el pelaje) y se dirigió a Chip.

—S-Si... es ella... —confirmó con nervios picándole.

Chip se acercó con curiosidad y te alejo un poco las púas de la cara, mirando detalladamente tus facciones.

Sonrió.

—¡Pues no estabas equivocado, Sonic! Es muy linda —el erizo-lobo sonrió, apegando un poco más a la joven, casi como si quisiera ocultarla del mundo en su nuevo pelaje.

—Si... lo es —confirmó con una sonrisa; denotando un poco sus colmillos.

Después de todo, aún seguía con ese interés romántico por ti.

Afligió su mirada y cuerpo ante los estúpidos recuerdos; logrando hacer que baje de las nubes con una simple patada.

Seguir viéndote con detalle solo lograba hacer que la culpa lo comiera. No podía seguir viviendo si seguía con el peso de las consecuencias; aplastándolo cada que te ve.

Diste un pequeño respingo entre su pelaje, causándole un escalofrió y un sonrojo.

Dicho y RE-CONFIRMADO, no estaba acostumbrado para NADA a su nueva forma. Le incomodaba mucho.

—¡Sonic, por aquí! —el erizo-lobo salió de su mente para recobrar compostura y dirigirse a Tails.

Sé que dije que publicaría el inicio de los cómics IDW, pero ténganme un poco más de paciencia, ¿sí?

El cap de inicio tiene más palabras de las que imaginaba, tengo que corroborar bien que la historia tenga sentido, y sobre todo, buena ortografía TuT

Por mientras les dejo esta mini mierda de cap, no me gusto sinceramente :V

¡No olviden comentar, votar y seguirme para más contenido culero!

¡Nos leemos luego!

Siguiente capítulo: "Kidnapped?!"

[Editado: 12/Abril/2022]

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