Luego de seguir la línea 15 horas,lo siento,15 minutos,oí unos crujidos de corales.
Decidí ir a investigar en la dirección del sonido,empecé a entrar en un jardín de algas,era muy hermoso,tenía un arco de corales adelante,y había conchas para señalar el camino.
Seguí la senda sin importarme que perdiera el camino,de pronto delante de mi apareció una concha gigante entre las algas.
Fui a investigarla y no había nada adentro pero se veía que alguien se había sentado allí hace poco,miré hacia un lado y un hombre estaba mirándome,más bien un muchacho,era de pelo castaño y ojos carmelitas,era hermoso.
Todas las algas empezaron a moverse y empecé a sentir aquella melodía que escuché antes de aparecer en el mar.
Desapareció,se formó espuma y ya no quedaba nada de él,decidí irme de allí porque era claro que ese no era el pueblo y que no debía estar allí.
Corrí hacia la salida lo más rápido que pude,temiendo a que aquel hombre me empezara a perseguir.
Llegué a la salida y la brisa aumentó nuevamente,me quedé parada allí y se empezó a formar espuma,momentos después estaba parada delante del huballo:
-Que haces aquí,esté es mi lugar privado-aún estaba allí petrificada,y no porque estuviera delante de esa criatura,si no porque podía percibir que tenía más o menos mi edad.
-Podrías responder?-traté de calmarme,si veía que tenía miedo tal vez cambiaba de opinión y me devoraba.
-Si,lo siento,estoy observando tu maravilloso jardín,está muy bien cuidado-me sentí rara al hablar así,parecía una adulta,pero tenía que hacer todo para caerle bien.
-Si quieres puedes quedarte un poco aquí,me siento un poco solo-decía todo esto con la mirada abajo,me pareció extraño.
-Lo siento pero debo irme a investigar porque estoy aquí...un momento tu eres el huballo que me trajo aquí?
Alzó la mirada lentamente y cuando me miró a los ojos pude notar que se sonrojó.
-Soy el único huballo de aquí,y si,soy el que te traje al mar-en ese momento sentí tanta curiosidad que quería bombardearlo a preguntas,pero me contuve.
-Perteneces aquí,por eso te traje,si no te hubiera reconocido hubiera hecho lo mismo que con todos,llevarlos a otro lugar para salvarlos de sus tragedias-volvió a bajar la mirada.
-No los matabas?-me arrepentí de preguntar eso,tal vez me mataba.
-No,eso es lo que piensan todos,pero no,yo se cuando una tragedia se acerca,si te quedabas en tu casa tu padre te hiba a matar,el pensaba que lo hibas a denunciar,ya me tengo que ir,espero verte pronto-sin dejar que respondiera se esfumó.
Busqué el camino pero todo fue en vano,no encontraba por donde había llegado.
De pronto ví por arriba de los corales una punta de una especie de torre,me dirigí en esa dirección.
Me tardó poco llegar allí,eran las ruinas de un castillo,parecía que nadie había estado allí en años,tal vez tenía razón.
Ví un camino,pensé que si lo seguía llegaría al pueblo,pero cuando fuí a caminar en esa dirección,crujieron las grandes puertas del castillo.
Tenía tanta curiosidad que me dirigí hacia allí,entré y me encontré lo que pensé que vería allí,tres tronos,dos grandes en el centro y uno más pequeño al lado,supongo que de la princesa o el príncipe.
Me acerqué allí y me senté en el pequeño trono.
De pronto vinieron recuerdos a mi mente,aquella grande sala donde se encontraban los tronos estaba completamente iluminada,estaba llenas de sirenas y tritones con trajes elegantes,de pronto sentí unas bombas explotar y desperté a la realidad.
Eso es lo que debe haberle pasado a este castillo,después de todo están las mismas marcas en el techo que ví hace unos segundos en mi visión.
Salí de allí y seguí el camino que había visto,pero en vez de encontrarme una aldea poblada encontré lo contrario.
Al parecer la destruyeron tiempo atrás,no quedaba más que las ruinas de unas casas:
-Será esta la aldea que mencionó la tortuga?-me pregunté
De todas formas seguí caminando,no tenía nada mejor que hacer.
Después de un largo tiempo encontré la línea de corales azules que había perdido antes y comencé a seguirla de nuevo.
Justo cuando hiba a comenzar a caminar sentí un horrible cansancio,por un momento pensé ir al jardín del huballo,tal vez me recibía.
Y eso hice.
Cuando empecé a caminar hacia allí me di cuenta que él estaba cortando las algas,me le acerqué por detrás y le toqué el hombro.
Dio un pequeño saltito y no evité reírme,tenía la mitad del cuerpo metida entre las algas,noté que estaba demasiado rojo,temía que le pudiera dar un infarto o algo así:
-No mires hacia abajo-me dijo y me dio demasiada curiosidad,miré.
-T-tienes piernas?-también me di cuenta que estaba completamente desnudo y desvíe la mirada.
-Puedes esperar a que me ponga algo?-no le respondí simplemente asentí con la cabeza.
Después que se puso algo de ropa se sentó en una manta que había tendida en el suelo y me invitó a sentarme a su lado:
-Que haces aquí,de nuevo-preguntó sin mirarme a la cara.
-Creo que debería empezar a preguntar yo-dije riéndome.
-Vale,pregunta-contuve el aire para preguntar todo lo más rápido que pudiera.
-Porqué tienes pies?Que es ese castillo en ruinas que hay cerca de aquí?Porque te pones rojo cuando me miras?Cuantos años tienes?-no aguanté ni una pregunta más.
-Una por vez por favor,tengo pies porque una bruja convirtió a todos los miembros de la antigua Aldea en huballos,pero podemos tomar la forma que deseemos,un pez quizás,podemos hacer esto para mezclarnos entre las sirenas y tritones pero yo estoy más cómodo con piernas,la bruja asignó un huballo a cada pueblo del mar,una parte de la maldición es que todos deben pensar que nos comemos a las personas para que así huyan de nosotros y no podamos tener amigos jamás,el castillo era el hogar de la antigua familia real,que se conformaba por la Reina,el Rey y su hija la Princesa.-Respondió.
-Que les pasó?-aun no me había respondido algunas preguntas pero primero debía conocer más de esa tal familia real
-La bruja que lanzó la maldición bombardeó todo el pueblo,incluyendo el castillo,el Rey debía tomar el mando de aquella guerra,para proteger a su esposa decidió convertirla en humana,a ella y a su hija,a la pequeña princesa le borró la memoria y la dejó a cargo de su madre,nunca más se supo de ellas,tu me recuerdas mucho a ella,cuando teníamos ambos tu edad solíamos jugar en este jardín-por un momento me puse a pensar,ese lugar me recordaba a algo.
-Que le pasó al Rey?-le pregunté, aún aguantando la intriga de mis otras dos preguntas.
-El Rey dio la cara por el reino,enfrentó la bruja,nunca más supimos de el-ahora mis dos preguntas.
-Que edad tienes y porque te sonrojas al verme,te lo había preguntado antes ya-me reí un poco por la cara que puso.
-Tengo 1800 años lo que representa en tu edad 18 años,tu aquí en el mar tienes 1500 años en realidad ahora tienes 1600 aquí el tiempo pasa más rápido pero en realidad es más lento,es algo que no se explicar-no respondia la otra pregunta.
-La otra pregunta porfavor-le di un empujoncito en el brazo.
-Es que me recuerdas a la princesa,tienes hasta su personalidad,yo quería decirle que estaba enamorado de ella pero nunca pude-su cara se llenó de tristeza y de pronto vi una lágrima salir,lo abracé.
-La querías mucho verdad?-trató de ocultar sus lágrimas con una sonrisa.
-Si,la quería mucho¿Podemos ser amigos?si quieres puedes quedarte aquí conmigo-Su pregunta me asombró,pensaba que me hiba a decir otra cosa como que saliera de aquí,pero no lo hizo.
-Gracias,puedo dormir?-en un segundo sin esperar su respuesta me recosté en las algas,el se empezó a reír.
-En el mar también tenemos casa sabes?este es mi sitio,es muy especial para mí y aquí es donde me relajo,mi casa está más atrás-me había quedado dormida mientras hablaba.
De pronto me cargó y me llevó a su casa,me acostó en su cama.
Tiempo después me desperté porque sentí como la noche enfrió el agua.
-Tengo frío,no tienes algo para taparme?-me di cuenta que estaba acostado a mi lado.
-En el mar no nos tapamos,simplemente estamos acostumbrados a esta temperatura,ven-me abrazó,sentí una sensación de calor que recorría todo mi cuerpo,me apegué a él,no evitaba tener una sonrisa en la cara,después de todo el me salvó y ahora me esta ayudando a entrar en calor,tiempo después me quedé dormida en sus brazos,como una niña pequeña.
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